Foto de Ricardo IV Tamayo en Unsplash
Por el periodista ciudadano Tom Toledo
Nov 15, 2024 | 11:00 AM
El pasado 10 de octubre se conmemoró un nuevo aniversario del levantamiento armado de 1868 en la finca La Damajagua, en el cual el abogado y patriota Carlos Manuel de Céspedes, liberó a sus esclavos y comenzó la lucha contra el colonialismo español.
Ese día se reconoce oficialmente como el inicio de la lucha por la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud. A pesar de encontrarse en desventaja numérica en comparación con el potente ejército español y de prácticamente no contar con armas de fuego, las nacientes tropas mambisas demostraron su coraje y convicción enfrentando al enemigo.
Es difícil de asumir que los cubanos de aquella época fueran capaces de arriesgar sus vidas en la manigua para liberarse de yugo impuesto por España y que por el contrario las actuales generaciones, prefieran abandonar a sus familiares y partir hacia el extranjero realizando largas travesías, antes que enfrentar al régimen que los oprime y somete. Son numerosas las publicaciones en redes sociales que describen a los cubanos de hoy como sumisos o conformistas.
La mayoría de estos comentarios provienen de personas que ya han emigrado y que se encuentran fuera del alcance de la dictadura cubana. Los ciudadanos que se encuentran dentro de Cuba responden a esas críticas alegando que esos que tanto hablan y publican desde tierras de libertad, tampoco fueron capaces de enfrentar al régimen cuando vivían en la isla. Lo cierto es que solo unos pocos cubanos son capaces de oponerse abiertamente al sistema político que gobierna la isla y soportar las consecuencias que eso conlleva.
Víctor Puentes Arboláez, psicólogo con más de 30 años de experiencia en esa profesión que reside en el reparto Bengochea, le aseguró a nuestra redacción, que las acciones represivas que incluyen encarcelación, amenazas, torturas físicas y psicológicas, impuestas por el régimen cubano contra los opositores a los largo de más de 60 años, han tenido éxito en sus objetivos.
“Es una realidad que la mayoría de los cubanos no se atreven a enfrentar al Gobierno a pesar de las muchas limitaciones económicas y espirituales que sufren en la actualidad. He visto a grupos importantes de personas en mi barrio salir a las calles a gritar consignas contra el régimen durante los apagones y luego quedarse callados y hasta salir corriendo, al ver a una sola patrulla de la Policía. Es increíble el miedo que se les tiene”, refirió.
Publicado originalmente en la edición 128 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas