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El mito y el caldero, un derbi que pone contra la pared la fábula racial del régimen

Foto de Ricardo IV Tamayo en Unsplash

Por la periodista ciudadana Aniuska Paredes López

Apr 8, 2024 | 2:00 PM


Estamos en época de poderosas clarificaciones conceptuales. Ideas que tiempos atrás llegaban desde el poder e impactaban el credo popular a modo axiomático, sin cuestionamientos. Cuba estaba cerrada al mundo y Dios era verde olivo; el tema racial se manejaba a caprichos.

Hoy, estos mitos van cayendo como fichas de dominó. ¿Qué ha traído el actual éxodo masivo de la Isla? Sencillo, que el mundo es libre para los colores raciales; echando por tierra la legendaria afirmación de la dictadura que fuera del comunismo isleño no hay vida para los negros cubanos. Los barrios de la Cuba profunda son testigos de esto, hoy se esfuma un blanco y mañana un negro. Están a la par.

El tema racial siempre fungió como arma ideológica de largo alcance. Recuerdo la frase: “el imperialismo odia a los negros, le echan los perros”; y aquella pregunta famosa de Fidel: “negro que tú hace’ aquí”, cuando el intercambio con los cautivos de Playa Girón. Pero, cómo se ha derrumbado una idea tan arraigada en el entendimiento popular. Ha caído, amén a la inflación lógica de luz que arrastra el tiempo, por la conjunción de dos factores: la internet y el caldero vacío en la mayoría de los hogares cubanos.

La mezcla de hambre con información resulta una fuerza poderosa. Hoy, no sólo el ecosistema de Tapachula es variopinto a lo cubano, sino que las caravanas hacia el norte parecen juegos de abalorios: blancos, mestizos y negros. Por tanto, de las manos del régimen se ha ido desplomando una de sus armas favoritas: el secuestro estatal del tema racial. Que aún persisten los problemas raciales en el planeta no es un secreto, pero la mayoría son casos aislados y no la generalidad. Y aunque exista la discriminación por color de la piel en la mente de algunas personas, por ley está prohibido exteriorizarlo.

Como me dijo un amigo: “Tú le dices negro, a un negro en Miami, y vas preso”. No obstante, en estos momentos en Cuba, el país vendido como la Meca de las igualdades, existe racismo, sobre todo velado. El mismo poder lo ha reconocido abiertamente. Y aunque las autoridades se afanen en colocar en puestos de la élite gobernante a vicepresidentes y otros, las diferencias existen y se sufren a todos los niveles.

En estos momentos, en la Isla todo se mueve y lo que ayer fue aceptado como cierto y recibido sin cuestionamiento hoy es pura falacia. Ya la gente no muerde el anzuelo tan a la ligera. Cubanos negros prosperan con sus proyectos de vida en todos los rincones del planeta. Un caldero vacío es un potente catalizador de metamorfosis, caen las versiones históricas divulgadas por el aparato ideológico de la aristocracia roja.

El mundo exterior siempre ha estado abierto para los negros de la Isla. El cautiverio venía desde arriba. Hoy los isleños se avienta hasta donde den los pies y sin mirarse en el espejo. En esto consiste el mito y el caldero, un derbi que ha puesto contra la pared la fábula racial del régimen. Sólo la propaganda del poder mantenía cerrada las fronteras a los afrodescendientes cubanos.

Publicado originalmente en la edición 234 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

 

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