Artemisa, Cuba - Los ómnibus que deberían servir en la transportación pública, actualmente se dedican a viajes particulares a la playa en contubernio con directivos empresariales, como parte del sistema corrupto del régimen.

El escándalo se desató debido a las numerosas quejas de la población que no encuentra cómo asistir a hospitales ni a turnos médicos en la capital.

“Esas guaguas no paran, recogen a personas, en cualquier parque o barrio para llevarla a la playa; mientras tanto yo no tengo cómo llevar a mi niña a un turno médico en La Habana, pues dicen que no hay petróleo”, denunció la vecina de Calle 50, Estrella Mena Hernández.

El ómnibus estatal que trasladaba enfermos a turnos médicos en la capital, hace un año que está suspendido.

La mañana del 16 de agosto en el parque central de Artemisa, el chofer de un ómnibus de los empleados en la transportación pública, pedía a gritos el abordaje de cinco ciudadanos que faltaban para completar pasajeros hacia la playa.

Jorge Tamayo Llanes, chofer del referido ómnibus, dijo a El Majadero de Artemisa “estar seguro de no hacer nada ilegal”. “Estos viajes los doy con autorización de la Base de Trasporte y el combustible lo compro con mi dinero”, testificó.

El servicio de trasportación pública en la ciudad está prácticamente colapsado por falta de combustible y piezas de repuesto, por lo que se supone que el grueso de los ómnibus debería estar en los parqueos de las empresas.

Sin embargo, los choferes, con previo autorizo de directivos para realizar viajes a la playa, acaparan piezas en buen estado y compran petróleo en el mercado negro con fines privados.

Publicado originalmente en la edición 175 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa.