Artemisa, Cuba, (ICLEP). Guardias de seguridad de reciente incorporación a las faenas en el cementerio local, ubicado en la calle 50 final, pidieron a Servicios Comunales un mínimo de condiciones para cumplir con su labor.

Según los argumentos de los empleados, en diálogo con este medio informativo, es necesario una garita para protegerse de la intemperie cuando no se está de recorrido, ya que en no pocas ocasiones han tenido que laborar bajo llovizna, viento y sereno.

Otro de los pedidos de los trabajadores está relacionado con la falta de iluminación en un camposanto totalmente a oscuras, lo cual facilita la profanación de tumbas; además de poner en peligro el accionar de los guardias.

La artemiseña Carmita Ojito Matos, domiciliada en la calle 50, a poca distancia del cementerio, confirmó a El Majadero de Artemisa que ha sido testigo de las vicisitudes a que están sujetos estos empleados cuando el tiempo se descontrola.

Por su parte Ramón Mesa Rivas, cuentapropista residente en la calle Manuel Valdés, manifestó al boletín que la desatención del camposanto por las autoridades ha sido la causa principal, entre otras condicionantes, de que “este sitio sagrado” haya permanecido durante largos periodos de tiempo sin guardia de seguridad.

Gustavo García Castillo, uno de los custodios de reciente incorporación, dijo a los reporteros: “Ahora comprendo la causa de las escandalosas profanaciones de tumbas, quién puede trabajar durante mucho tiempo en tales condiciones. Si esto no mejora me voy también”.

Publicado originalmente en la edición 209 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa