Güines, Mayabeque, Cuba, (ICLEP). La escasez de harina y el alto coste de la levadura y del resto de los productos que se utilizan para la elaboración del pan, ha traído como consecuencia que el valor de este se mantenga en 180 pesos la bolsa de ocho unidades.

A esto se le sumó también que la dictadura incrementó su improductividad en todas sus panaderías, dejando como única alternativa al pueblo el pan de elaboración privada que, aunque cuenta con una calidad superior, el precio actual es impagable para la mayoría de los asalariados.

Sobre esto, el güinero Ramón Márquez Laera, vecino de la calle 45, expresó: “El pan que venden los particulares es muy bueno, pero muy caro para nosotros, si hubiese un equilibrio en relación a calidad-precio sería lo ideal porque el que hace el estado se desapareció”.

Por su lado, el panadero Rigoberto Contreras Benítez, productor del sector privado, explicó a Cimarrón: “Si el dólar y el MLC siguen subiendo, el precio del pan también tiene que subir, toda la materia prima que se utiliza para hacerlo es importada y hay que pagarla en dólares”.

El medio entrevistó al administrador de la panadería estatal La Espiga de Oro, Leodan Oquendo Pinillo, quien afirmó: “En estos momentos lo que más nos golpea en la panadería es la falta de harina y los apagones, eso limita demasiado la producción y lo poco que se hace se está dejando para la venta normada”.

El desinterés de la dictadura sobre la alimentación del pueblo no dejó exento al pan que producen. La falta de materias primas en el sector estatal sólo evidencia que cada día el sector privado es más capaz que el propio régimen.

Publicado originalmente en la edición 157 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Cimarrón de Mayabeque