La Habana, Cuba - El preso político Félix Navarro Rodríguez carece de atención médica en el centro penitenciario de Agüica, en la provincia de Matanzas, donde cumple una condena de nueve años de cárcel por los supuestos delitos de “atentado" y "desórdenes públicos".

“Lo encontré muy delgado, también con manchas en la piel que ya le cubren la cabeza, los hombros y el pecho; y ningún médico lo ha diagnosticado. Creemos que pueda ser vitiligo”, contó su esposa Sonia Álvarez, al medio de comunicación Cubanet, tras visitarlo el pasado 22 de febrero en el penal.

Según Álvarez, “Félix es diabético y no le hacen ningún chequeo. Le dan los medicamentos para que se los tome, pero sin saber si tiene el azúcar alta o baja”.

El preso político de 69 años y presidente del Partido por la Democracia "Pedro Luis Boitel", padece de diabetes, migraña y una lesión pulmonar, enfermedades acentuadas durante su permanencia en el centro de reclusión, debido a la falta de medicamentos y asistencia médica. Además, durante el cumplimiento de la sanción, se ha infectado en par de ocasiones con Covid-19.

“Ahora se encuentra en un cubículo, eso era una sala que tenían para los presos cuando tenían COVID-19. (…) Hay dos sanitarios que son dos huecos en el piso y una sola ducha para 34 presos; unas condiciones malísimas donde no puede vivir nadie”, manifestó Álvarez quien también es miembro de las Damas de Blanco.

Navarro, fue arrestado después de presentarse en la estación policial del municipio Perico, en Matanzas, con la intención de conocer el paradero de varios manifestantes que se encontraban detenido por haber participado en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.

Su hija, Sayli Navarro Álvarez, corrió la misma suerte de su padre por haberlo acompañado y fue sancionada a 8 años de prisión que los cumple en la prisión para mujeres Bollotex en la provincial Yumurina

En julio de 2022 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  otorgó a Navarro Rodríguez medidas cautelares, a través de la Resolución 37/22, pues consideró que el preso político “se encuentra en una situación de gravedad y urgencia, puesto que sus derechos a la vida, integridad personal y salud están en riesgos de daño irreparables”.

En 2003, Félix Navarro formó parte del grupo de los 75 presos de conciencia que fueron sancionados en juicios sumarísimos a largas penas de cárcel por oponerse a la dictadura de Fidel Castro. Posteriormente fue liberado en 2011, bajo una licencia extrapenal tras negociaciones de la Iglesia católica y el gobierno de España con el régimen de la isla.