Güines, Mayabeque, Cuba - Bajo dolor y angustia clama al régimen por ayuda la familia de la discapacitada Eugenia Meléndez quien necesita recibir rehabilitación física diariamente, pero se le dificulta ir a la clínica para que la atiendan.

La discapacitada sufre de una defunción motora provocada por una lesión cerebral la cual debe recibir ejercicios físicos y otras atenciones especiales para mantener en forma los músculos de sus piernas y brazos.

La señora Eugenia no cuenta con silla de ruedas propia lo que le dificulta el traslado hacia la clínica más cercana que se encuentra a poco más de siete cuadras de su casa y sus familiares deben recurrir a un vecino que tiene una ya que su mamá también es discapacitada.

La hija de la señora Méndez, Alicia Garcés Méndez reveló que “a mi vecino le estoy eternamente agradecida, el acuesta a su mamá para prestarme su sillón de ruedas y que yo pueda llevar a la mía a darse rehabilitación”.

La propia hija aseguró que en más de doce ocasiones ha solicitado una silla de ruedas para el traslado de su madre, pero que nunca le han brindado una y además tampoco la han ayudado para que un especialista en fisioterapia la atienda en su casa como hacen cuando están en Venezuela.

Esta mujer es el claro ejemplo de que Cuba no es ninguna potencia médica, eso es solo una fachada para recaudar dinero mediante los esclavos de bata blanca.

Publicado originalmente en la edición 123 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Cimarrón de Mayabeque.