La Habana, Cuba- Los defensores de derechos humanos Fernando Vázquez Pérez y Pedro Albert Sánchez fueron detenidos ayer miércoles, para impedir que asistieran a la sede de la Unión Europea en La Habana a entregar una carta dirigida a Eamon Gilmore, representante especial para los derechos humanos de ese bloque de naciones y quien se encuentra de visita en Cuba.

La carta, publicada días antes en redes sociales, fue escrita por Pedro Albert y denunciaba la violación de derechos en Cuba, solicitaba una reunión privada con Gilmore e informaba que mientras durara la visita, estaría sentado en el parque John Lennon “rogando por su encuentro con los presos políticos y sus familiares”.

A las 7 de la mañana del 22 de noviembre, un oficial de la Seguridad del Estado se presentó en la vivienda de Fernando Vázquez para advertirle que sería detenido si intentaba asistir al parque Lennon. La amenaza se materializó de forma violenta dos horas más tarde, esposado fue llevado en una patrulla hacia la 3ra estación policial (Zapata y C), donde estuvo retenido en un calabozo hasta las 6 p.m. En el día de hoy permanece con vigilancia bajo arresto domiciliario arbitrario.

En el caso de Pedro Albert, este fue detenido al salir de su vivienda y conducido a la 14 estación de la PNR, en Guanabacoa. En estos momentos su familia no tiene información sobre su estado y paradero. Pedro Albert, preso político condenado a cinco años de limitación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021, es una persona de la tercera edad y paciente de cáncer.

Tanto él como Vázquez han sido cercanos a los familiares de los presos políticos, motivo por el cual han sido víctima de represión estatal en varias ocasiones.

Eamon Gilmore, representante especial de la Unión Europea para los derechos humanos, arribó este miércoles a La Habana para cumplimentar una visita oficial de dos días, en la que anunció “copresidir el Diálogo UE-Cuba sobre Derechos Humanos, en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, y reunirme con el Gobierno, las instituciones y la sociedad civil”.

Integrantes de la sociedad civil cubana, conocedores del control que ejerce el régimen sobre este tipo de visitas, han pedido a Gilmore a través de videos y publicaciones en redes que visite las prisiones y se entreviste directamente con opositores, activistas y familiares de presos políticos.