La Habna, Cuba (ICLEP). El aspecto de la galería de tiendas del Hotel Habana Libre, un recorrido que siempre llevó al suspiro tanto a nacionales como extranjeros, simula solar habanero bajo la égida de la chancleta de barrio duro. El corredizo deja mucho que desear.

El Habana Libre, emplazado en la calle L entre 23 y 25, en el Vedado capitalino, es una instalación insignia de la industria cubana del turismo y fue considerado como uno de los hoteles más famosos del país. Primera impresión: solo mencionar que en medio de uno de los pasillos varios cubos recogen el agua proveniente de las filtraciones del techo.

El descuido asoma por doquier. Amanda Ibarra Machado, ingeniera Civil que vive en la calle Lamparilla, en el municipio Habana Vieja, declaró al boletín: “Es el reflejo de cómo van hoy las cosas en Cuba. Todo se desbarata”.

Lisandro Ramírez Gómez, jefe de mantenimiento del Habana Libre, dijo a los corresponsales: “Todo sabemos de la crisis que atraviesa el país y el hotel no está exento de eso, pero este problema lo resolveremos pronto. No podemos darnos el lujo de que la imagen del inmueble se dañe”.

Publicado originalmente en la edición 252 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero