La Habana, Cuba - El periodista Jorge Fernández Era, autor de la columna satírica dominical en La Joven Cuba, se negó a asistir a una citación de la Seguridad del Estado para este lunes en la estación policial de Zapata y C, en el Vedado.

“Que me citen, que me detengan, que me esposen, que me interroguen, que me encierren si van a ser felices con eso. Lo difícil será mutilar mi libertad de reír con el chiste de que guardaré silencio”, publicó en su muro de Facebook.

De acuerdo con el escritor, el viernes al medio día un oficial que se identificó como Manuel Fernández García, del Departamento de Seguridad del Estado (DSE), visitó su casa en la barriada de Santos Suárez, le entregó una citación para ser entrevistado en la mencionada estación policial y le pidió que lo acompañase hasta una de las esquinas.

“Allí me revela que investiga las «intenciones» de La Joven Cuba, y que le han asignado la publicación (…) En dos ocasiones declara que prefiere una conversación conmigo «en el marco del (Centro Juan) Marinello». Le expreso que estoy dispuesto a discutir con él y con quien sea en cualquier contexto, pero que me molesta la insistencia con esa institución del Ministerio de Cultura en que trabajo hace ocho años”, contó

De acuerdo con el humorista, el agende del DSE le entregó la citación y le preguntó si estaban claros los términos (fecha, hora, lugar, objetivo...). “Respondo que sí, que lo que no queda claro es la legalidad de la citación misma (…) y afirma acertada y premonitoriamente que Jorge Fernández Era se comunicará de inmediato con Alina Bárbara López Hernández, la coordinadora de La Joven Cuba”.

El agente de la policía política le advirtió a Fernández Era que no se dejara llevar por lo sucedido con la profesora Alina Bárbara López Hernández, coordinadora de La Joven Cuba, quien el pasado mes de octubre fue citada por la Contrainteligencia y además de no asistir, solicitó una Acción de Nulidad que fue aceptada.

Hernández Era también presentó a la Fiscalía Provincial una formal queja con vistas a una acción de nulidad. “A Zapata y C no iré por mis propios medios, ya bastante malo que está el transporte”, advirtió el periodista.

“Acúsennos de lo que les dé la gana a los que escribimos en La Joven Cuba, pero tengan la decencia y el coraje de publicar sin tachaduras cualesquiera de nuestros artículos. Sería oportunidad invaluable de revelar la calaña de la que estamos hechos. ¿Mi columna dominical es sarcástica e irónica?: qué culpa tengo de nacer en un país tan divertido y con dirigentes tan simpáticos”, publicó.

Precisamente, La Joven Cuba instó a las autoridades a desistir de las citaciones, prácticas ausentes del marco legal vigente. “Cuba necesita diálogo, no presiones e intimidación”, señaló la publicación.