Pinar del Río, Cuba. Ante la escasez de cigarros en centros estatales por moneda nacional y el elevado precio en el sector privado, los fumadores pinareños han tenido que recurrir a los antiguos “tupamaros”, creados con máquinas artesanales y con materias primas como barredura o excedentes que suelen desecharse de las fábricas.

El régimen destina las producciones de cigarrillos de calidad a la exportación y a la venta en las tiendas por Moneda Libremente Convertible (MLC), y este mismo producto es revendido posteriormente en negocios particulares a un precio de hasta 200 pesos la cajetilla, siendo la de Hupman la que ha mantenido constante este precio.

Pinar del Río es una provincia eminentemente tabacalera y la escasez de cigarros no se ha propiciado por las afectaciones a los cultivos de tabaco ocasionadas por el huracán Ian, sino que es un problema de años. Ovido Labrador Morales, vecino de la calle Antonio Maceo, aseguró al medio que “es lógico que no haya cigarros para el pueblo porque la dictadura los exporta”. “Y yo no puedo dar 200 pesos y más por una caja de cigarros todos los días”, añadió. Por medio de las bodegas llegan también los cigarrillos Criollos y Populares a la población, los cuales tienen “pésima calidad, con poco relleno o gusto a cucaracha”, por lo que muchos fumadores prefieren fumarse uno hecho a mano, según declararon a Panorama varios vecinos de la calle Antonio Maceo.

Mientras, Greisy Baños Medina vecina de la calle Herryman, relató: “Yo cobro mensualmente 2000 pesos, me resulta imposible mantener el vicio, no me ha quedado otra opción que dejarlo”. En muchas ocasiones el régimen ha dejado echar a perder en almacenes las producciones de cigarrillos, antes de venderlas a la población. 

Publicado originalmente en la edición 249 del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Panorama Pinareño