Santa Clara, Cuba - Durante la primera semana de este mes fueron despedidos de sus puestos de labor unos ochenta trabajadores de entidades pertenecientes a la Empresa Avícola, los que se suman a una cantidad similar que lo hicieron a finales del pasado año.

Los despidos de los trabajadores fueron avalados por un proceso de disponibilidad que según los propios trabajadores no ha sido justo y beneficia a los puestos administrativos por encima de los obreros vinculados directamente a la producción.

Uno de los trabajadores que perdió su puesto de trabajo fue Javier Trimiño, quien se desempeñaba como nevero en la granja avícola a la que todos conocen como Casa Uno.

“Llevaba más de veinte años trabajando en esa granja, es un trabajo muy duro y constante ya que hay que hacerlo los fines de semana y hasta los días festivos y feriados. En mi caso particular fui maltratado por la administración porque solo me propusieron continuar trabajando como obrero agrícola en la chapea de marabú y eso a mi edad es imposible”, advirtió.

Javier asegura que en la entidad donde laboraba fueron separados de sus puestos de labor treinta y cinco trabajadores directos a la producción, y que increíblemente ni un solo administrativo pasó por ese proceso.

Otra entidad avícola que sufrió despidos fue la fábrica de piensos de inicio conocida como Los Pollitos, donde más de veinte obreros fueron removidos de sus cargos. Uno de ellos fue Orelvis Gómez quien trabajó en ese centro como clasificador por casi treinta y cinco años.

“Es muy duro perder el trabajo de toda una vida y que solo te propongan trabajar en la agricultura. Lo más difícil es que ahora no hay otras opciones y que sin trabajo no podemos vivir”, aseguró Gómez.

Publicado originalmente en la edición 73 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas.