La Habana, 19 de marzo de 2021, (ICLEP) – Uso abusivo del poder estatal, agresiones físicas, arrestos arbitrarios, robo de instrumentos de trabajo y cierre forzado de un medio de comunicación han sido algunos de los ataques que ha recibido la prensa independiente cubana en menos de diez días a manos de la Policía Política al servicio del régimen de la isla.

El régimen de Cuba abusando de su poder no permitió la entrada a la isla de la periodista cubana Karla Pérez, quien regresaba a reunirse con su familia, por primera vez, después de cuatro años cuando se vio obligada a exiliarse en Costa Rica para continuar sus estudios superiores porque en Cuba se lo negaron.

“El régimen cubano reconoció este viernes que desterró a la joven periodista Karla Pérez, quien se vio obligada a solicitar refugio político en Costa Rica, por razones políticas y no por incumplimiento de algún requisito legal”, reportó el diario ADN Cuba, medio de prensa para el que trabaja la periodista.

“Solo tengo el recuerdo de aquel audio informal de ayer, que no se me sale de la cabeza cuando ese funcionario de migración, sin identificar, desde Cuba dijo: 'Karla (así, sin apellidos) tiene prohibida la entrada a Cuba'”, dijo la reportera.

“Karla Pérez ingresó a la nación centroamericana por primera vez en mayo del 2017. Fue gracias a una propuesta del diario El Mundo para realizar una pasantía permanente, que le permitió finalizar sus estudios universitarios, tras ser expulsada de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (Villa Clara, Cuba) por colaborar con el blog del grupo disidente Somos+, aborrecido por el castrismo como toda organización contestataria”, señaló ADN Cuba.

También el colaborador del mismo sitio digital, Héctor Luis Valdés Cocho, sufrió agresiones verbales y físicas cuando retornaba a su casa en la capital cubana, en la tarde de ayer 18 de marzo, después de estar presente en las afueras del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), junto a otros periodistas, a la espera de información sobre su colega Karla Pérez.

“Cuando decidí regresar a mi casa, subiendo por Avenida de los Presidentes, más conocida como Calle G dos oficiales de la Seguridad del Estado, sin identificarse siquiera, me dicen que tenía que acompañarlos. Solo me dio tiempo de avisar a mi pareja de lo que estaba ocurriendo. Al negarme como es lógico, acompañar a dos sujetos, sin identificarse, me llamaron a dos oficiales uniformados que se encontraban parqueando la patrulla 370 a unos metros de mí”, confirmó Valdés Cocho al ICLEP.

Según el periodista fue trasladado a la unidad policial de Zapata C “como un delincuente, un asesino o como la peor escoria que pueda existir”.

“Me agarraron por el pullover, me empujaban, me gritaban, me ofendían por mi orientación sexual, por amar a una persona de mí mismo sexo; por amar”, enfatizó el comunicador quien aseguró que en la unidad policial no fue tratado como un ciudadano, “para ellos fui un perro, alguien que no merecía ni el aire que respiraba”, añadió.

Valdés Cocho fue liberado y trasladado en un auto policial hasta la puerta de su casa porque según explicó las autoridades no querían que las personas lo vieran en las condiciones en que lo dejaron con todo el pullover roto.

“Héctor, para la próxima ocasión no será el pullover, cuídate por ahí”, fue la última amenaza de los representantes del régimen cubano contra el periodista cuando entraba a su hogar.

Por otro lado, en el oriente del país, el reportero de la productora audiovisual Palenque Visión, Yeri Curbelo, fue arrestado de forma arbitraria, violenta y multado con 3.000 pesos cubanos en virtud del Decreto Ley 370 (Ley Mordaza).

“Amigos y amigas, ya estoy en mi casa, a todos les agradezco por preocuparse por mí, fui detenido el día 11 de marzo del año en curso mientras cubría la manifestación de un ciudadano que reclamaba por haber sido multado injustamente con 2000 pesos MN, un policía de la PNR trató de arrebatar y robar mi teléfono de forma violenta, éste me barrió los pies con su pierna derecha arrojándome al suelo, gracias a Dios logré poner mi teléfono a salvo al arrojárselo a un conocido”, denuncióó el comunicador en su muro de Facebook donde muestra las lesiones producidas durante el arresto.

El reportero estuvo preso poco más de 24 horas.

Entre los días 14 y 15 el régimen detuvo, aterrorizó, robó medios de trabajo y obligó a periodistas del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) a cerrar el medio de comunicación comunitario Páginas Villareñas ubicado en el centro del país.

“Las autoridades cubanas deben devolver todos los equipos de trabajo que le confiscaron al periódico Páginas Villareñas, permitirle publicar con libertad y cesar el hostigamiento de su personal”, declaró el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en un comunicado en defensa de los derechos de los periodistas del ICLEP.

También, en la misma fecha (14) fueron arrestados de forma arbitraria, en la capital cubana, los periodistas independientes Lusbely (Luz) Escobar, del portal 14ymedio; Iliana Hernández de Cibercuba; Héctor Luis Valdés Cocho colaborador de ADN Cuba; María Matienzo y Camila Acosta, del periódico digital CubaNet. Acosta fue arrestada, sin orden judicial, en dos ocasiones la misma tarde.

“Es muy alarmante el aumento de la represión del régimen cubano contra la prensa independiente en la isla”, señaló el director general del ICLEP, Normando Hernández, quien recordó que en febrero pasado los que mandan en Cuba implantaron “el  triste récord de 254 hechos violatorios a la libertad de prensa para un solo mes, en los últimos cinco años, seguido de diciembre del 2020 cuando contabilizamos cien violaciones contra periodista y medios de comunicación, para un incremento del 477%”.

Para Hernández “la junta militar que manda en Cuba solo está haciendo lo que mejor sabe hacer: reprimir, aterrorizar, robar, odiar a quien no piensa igual a la ideología oficialista y triturar, con políticas de terrorismo de Estado, a la nación cubana”.