Artemisa, Cuba - Una mujer con 8 meses de preñez que había sufrido un accidente de tránsito estuvo cerca de morir tanto ella como la criatura por falta de una ambulancia, que nunca apareció.

La respuesta de la central de ambulancia al primer llamado de auxilio fue que la única ambulancia estaba en función de otro caso. Los vecinos no quisieron mover a la joven por estar semiinconsciente.

Después de una hora y dieciséis minutos, ante un repentino pico de tensión arterial, la réplica de un funcionario se redujo a que “él no era mago” y añadió “que la montaran en cualquier cosa así fuera un caballo o un tractor”.

Juana Juárez, una de las señoras que atendió en el sitio a la embarazada, declaró que fueron momentos muy tensos en espera de la ayuda del régimen. El funcionario de la central de auxilio respondió a este medio que no lo llamaran por teléfono para boberías.

Casi la totalidad de los centros asistenciales de la isla sufren de una severa escasez de ambulancias, mientras el régimen no detiene la compra de carros patrulleros en función de la represión

Publicado originalmente en la edición 171 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa.