Pinar del Río, Cuba - Los doctores del Cuerpo de Guardia del Hospital Abel Santamaría Cuadrado, atienden a los enfermos sin las condiciones necesarias para hacerlo, mientras la dictadura permanece de brazos cruzados.

La falta de energía eléctrica en las consultas hospitalarias se convierte en una cotidianidad, lo que impide en muchas ocasiones que los pacientes reciban un diagnóstico certero a sus padecimientos.

A razón de esto, la pinareña Georgina Bustamante afirmó: “A mí ya no me queda nada por ver en este país, sin una luz para alumbrar ni siquiera un hospital, ya esto es más que una falta de respeto”.

Los pacientes, cuando van a tomarse la presión fundamentalmente, le dicen al médico que se fijen bien en lo que marca el tensiómetro, pues temen que por la oscuridad se le den cifras equivocadas y luego sea peor el remedio que la enfermedad.

Los doctores sienten pena de esta situación y ponen empeño para atender lo mejor posible a las personas y no se desanimen, aunque en las noches se les hace muy difícil.

“Hay pacientes que por sus condiciones no pueden ser trasladados a otras salas y paso un trabajo enorme para poder examinarlos, la corriente eléctrica es fundamental en estos centros y hace meses no recibimos este tipo de recursos”, aseguró el Dr. Yamil Montano.

Para los hospitales la dictadura no envía tubos Led, pero si los vende a precios elevados en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).

Publicado originalmente en la edición 243 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño.