La Habana, Cuba - Leonel Tristá García, Carlos Michael Morales y Liván Hernández Sosa, tres presos políticos del 11 de julio de 2021 (11J) que se encontraban en la prisión Alambradas de Manacas, en Villa Clara, fueron separados y enviados a otros centros penitenciarios por plantarse debido a las precarias condiciones del penal y los abusos en su contra.

El periodista independiente Guillermo del Sol comunicó a Martí Noticias que la orden del traslado fue dada por el director de la prisión, el teniente coronel Cadil Fernández Cabrera.

A Tristá García lo mantienen en la enfermería de Alambradas de Manacas. El hombre de 38 años es hipertenso y ha realizado más de una huelga en las diferentes cárceles de la provincia por donde ha transitado, solicitando una revisión de su condena, que considera injusta.

Por su participación en las protestas antigubernamentales del 11J en la ciudad de Santa Clara, fue sentenciado a ocho años de privación de libertad.

A Morales lo trasladaron para la prisión de régimen especial de Guamajal. Recientemente había sido maltratado por el segundo jefe de Orden Interior de Alambradas de Manacas, quien lo amenazó con nuevos castigos de continuar con su postura en contra del régimen.  

El preso político de 47 años, autor del blog “Amantes de la Libertad”, fue condenado a dos años y 10 meses por participar en las manifestaciones ocurridas en Caibarién, el 11 de julio de 2021.

De acuerdo con Guillermo del Sol, hace unos días su galera fue requisada, lo sacaron de allí y lo tiraron contra una pared, donde recibió varios empujones. El mismo oficial que lo empujó hace un mes lo esposó a las rejas durante 12 horas en un pasillo solitario, donde permaneció todo el tiempo sin ingerir alimentos.

En el caso de Hernández Sosa, fue trasladado a la prisión El Pre. El manifestante del 11J ha sido enviado en más de una oportunidad para celdas de castigo por realizar protestas en reclamo de medicamentos, atención médica y mejores condiciones carcelarias. El prisionero político de 31 años fue sentenciado a cuatro años de prisión.

Del Sol comunicó que los tres jóvenes se mantenían plantados como protesta a todas las arbitrariedades, abuso y torturas físicas y psicológicas que cometen contra ellos. Además, aseguró que “se mantienen verticales, completamente”. “Ellos asumen que están presos por pedir libertad y no se retractan de ello, ni han negociado, por eso es por lo que no han ido a la tarea Confianza, ni han recibido régimen de mínima [severidad o régimen abierto]; están en régimen especial”, refirió.