Pinar del Río, Cuba, (ICLEP). Durante los meses de noviembre y diciembre persistió la presión de la dictadura sobre los vendedores particulares y cuentapropistas, como parte de una supuesta campaña para bajar los precios. La doble moral de esta operación sólo deja en claro el empeño del régimen por controlar los ingresos personales del sector privado, como lo hacen con los trabajadores estatales, pues no le conviene a la cúpula castrista que los pequeños comerciantes obtengan dividendos elevados que les garanticen a ellos y sus familias una mejor calidad de vida.

Al respecto, el comerciante Rafael Medina Crespo confesó a Panorama Pinareño: “Nos tienen con la soga al cuello, no podemos vender caro aun cuando saben que el dólar está subiendo y que ellos mismos en las tiendas en MLC están subiendo también, es un abuso, de hecho, hasta la patente y el fisco anual lo aumentaron”.

De igual forma, la señora Dianabel Martínez Quesada, emprendedora del sector cuentapropista, corroboró: “Desde el mes pasado están los inspectores acabando con uno, no se dan cuenta que el dólar sigue subiendo todos los días y que nosotros nos abastecemos de las mipymes a las que hay que pagarle al precio del dólar, estoy al cerrar el negocio, las multas me han llevado a la quiebra”.

Panorama intentó conversar con algún inspector estatal respecto al tema, pero no fue posible, pues en cada ocasión estos se negaron a ofrecer declaraciones. El asedio de la dictadura sobre el sector cuentapropista no es otra cosa que un mecanismo para controlar el comercio interno, y evitar que pueda desarrollarse de forma libre en un mercado de oferta y demanda.

Publicado originalmente en la edición 270 del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Panorama Pinareño