La Habana, Cuba- El pasado 9 de diciembre, el escritor y periodista independiente Frank Correa Romero fue detenido por la policía cuando grababa imágenes de un robo a una cafetería particular ubicada en las calles 236 y 3ra, en la localidad habanera de Jaimanitas.

Correa se acercó al lugar para documentar los daños causados al establecimiento durante el asalto perpetrado la noche anterior, así como el trabajo del equipo de Criminalística que allí se encontraba.

Cuando los policías notaron que estaba grabando, lo detuvieron en el lugar y lo obligaron a borrar en el acto las imágenes tomadas. Lo amenazaron con trasladarlo a la unidad policial y acusarlo del delito de “Desobediencia” si se rehusaba a eliminar la grabación,  informó al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) su esposa, la también periodista independiente Yunia Figueredo.

 Después de acceder a la imposición de los oficiales, Correa fue liberado.

Desde el 9 de diciembre y hasta la fecha, esta pareja de reporteros tienen interrumpidos arbitrariamente los servicios de internet, telefonía y mensajería móvil y se encuentran vigilados por la Seguridad del Estado desde el pasado día 3.

La detención de Correa se produjo como parte de las jornadas represivas que se vivieron en Cuba antes y durante el Día Internacional de los Derechos Humanos. 

Este tipo de prácticas  violatorias a la libertad de expresión son ejecutadas frecuentemente por las autoridades cubanas para impedir a periodistas independientes y ciudadanos que documenten hechos no visibilizados  por la prensa estatal o que contradigan el relato oficialista. 

El pasado 10 de diciembre, un oficial del Ministerio del Interior agredió a la activista Diasniurka Salcedo y le rompió el teléfono por intentar grabar la detención que le estaban realizando.

El celo del régimen con la grabación y publicación de imágenes relacionadas con sucesos de interés público llega al punto de que varias personas han sufrido cárcel por esta razón, como son los casos de los periodistas independientes Mary Karla Arés y Lázaro Yuri Valle, y la ciudadana Mayelín Rodríguez.