Pinar del Río, Cuba - En pedacitos de casas remendadas enfrentaron los damnificados del huracán Ian, residentes en el Km 10 de la carretera a Viñales, las bajas temperaturas y las lluvias ocasionadas por el presente frente frío de la temporada invernal.

Las familias afectadas de este territorio no han podido ni siquiera llenar las planillas de solicitud de materiales para reparar sus hogares, pues el delegado de la zona ni siquiera se ha dirigido a ellos y mucho menos la trabajadora social.

Candelaria Duarte Carmona, vecina del Km 10 de la carretera a Viñales y damnificada por el huracán Ian, declaró al medio que está pasando el frío más grande de la historia. “Por los huecos de las tablas se cuela un aire que parece que estoy viviendo en el Polo Norte”.

Igualmente, otra vecina del lugar, Leonor Martínez Azcuy, contó: “Imagínese que estamos durmiendo en el suelo porque perdimos los colchones, nos tenemos que tapar con sábanas de chicló, el frío es terrible y aún más cuando la lluvia entra por los huecos de la fibra y nos salpica, estamos viviendo peor que los perros”.

Ante esta situación, Panorama Pinareño entrevistó a Rolando Labrador, delegado de la circunscripción 85 del Consejo Popular Aguas Claras, quien aseguró: “No es que hemos prestado poca atención a estas personas damnificadas de las que conocemos la terrible situación por la que están pasando, es que no tenemos materiales para ofertar, los Rastros se encuentran completamente desabastecidos”.

Los pinareños residentes en esta localidad están obligados a buscar las soluciones a sus problemas por sus propios medios; acudir al sector privado no les resulta factible, pues los precios de los materiales de construcción se encuentran muy altos.

Publicado originalmente en la edición 246 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño.