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He estado pensando en las mentiras de la mente

Ilustración Canva

Por Sacerdote Alberto Reyes

Jan 19, 2024 | 1:38 PM


Nuestra mente fue creada con un objetivo preciso: garantizar nuestra supervivencia. Por eso podemos compararla con una madre sobreprotectora, siempre alerta a cualquier cosa que pueda dañarnos.

De hecho, nos avisa continuamente de peligros e imagina todo tipo de escenarios que, en su mayoría, nunca sucederán. Le encantan los mensajes del tipo: “¿y si…?”, “cuidado con…”.

Nos compara continuamente con los demás, porque necesita garantizar nuestra integración en la “manada humana”, y nos advierte de todo lo que pueda significar un rechazo de esa “manada”.

Además, busca a toda costa que estemos seguros, y nos empuja a “proveernos”: de bienes, de prestigio, de poder. Todo para que “no nos pase nada”.

El problema es que, al igual que más allá del ojo está el horizonte, más allá de las seguridades humanas está esa mezcla de anhelos, rebeldía y sueños que se llama el espíritu, que se alimenta de libertad, de verdad y riesgo, y que es capaz de ponerse delante de la propia mente y decirle: “Soy cons