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Vergüenza nacional, el Parlamento cubano de la basura

Foto de Jeremy Stewardson en Unsplash

Por la periodista ciudadana Silvia Alonso Urrutia

Jan 26, 2024 | 2:00 PM


Comentar sobre basura y demás desperdicios en la vía pública de la capital cubana es sencillamente volver a los mismo; lo cual pudiera ser de poco interés para los lectores de este medio informativo. Aun así, vale el riesgo cuando se trata de aportar elementos seductores dentro de la basura. Como ya se dijo, discurrir sobre el hedor que emana de estos sitios, de las crecientes poblaciones de roedores, cucarachas y mosquitos sería repetirnos.

Ahora, que el microvertedero se encuentra ubicado a unos pasos de donde radica la Asamblea Nacional del Poder Popular ya es otra cosa. Y se trata de otra cosa, según las opiniones de los habaneros, tan sólo por una pregunta que no cesa de rodar de boca en boca humana en colas y esquinas: ¿qué hace esta gente del Parlamento, acaso están ciegos y faltos de olfato?

Hablamos nada menos que del basurero localizado en las ruinas del Hotel Isla de Cuba, emplazado en Monte entre Aponte y Cienfuegos, en el municipio capitalino Habana Vieja, y a pasos de donde se reúnen los diputados nacionales.

Es triste mencionarlo, pero se trata del carácter simbólico de esta aspirante a institución cubana como representante del pueblo. Si realmente el poder del pueblo descansara en dicho Parlamento, desde hace rato el citado estercolero hubiera desaparecido.

Otros ciudadanos, de criterios más radicales, apuntan a que este simple hecho sugiere que la basura no sólo pulula fuera de la Asamblea del Poder Popular, sino que también está dentro de ella. De vergüenza nacional resulta el asunto de las ruinas del Hotel Isla de Cuba. Esta vergüenza la cargamos todos los cubanos, dondequiera que estamos.

Es duro para un nacido en la Isla callar, no salir al paso, cuando escuchamos a personas que han estado de visita en La Habana alegar: “Cuba es una mierda”. Pero, por suerte, hay cubanos dignos dispersos por todo el planeta que siempre tienen la réplica oportuna a esta ofensa: “Cuba es una mierda en manos del régimen cubano, no de su pueblo”.

De eso se trata, la basura del país es más que peste, cucarachas y ratones en la vía pública, es una cuestión de vergüenza nacional: comienza en el Parlamento y, entonces después, recala en las calles. Ahí están las ruinas del Hotel Isla de Cuba, a unos pasos del Capitolio, sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular.


Publicado originalmente en la edición 229 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

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