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Renuncia a La Joven Cuba periodista Jorge Fernández Era tras censura de su columna dominical

Caricatura de Wimar (Facebook- Jorge Fernández Era)

Por ICLEP

Apr 24, 2023 | 11:09 PM


La Habana, Cuba - El escritor y periodista independiente Jorge Fernández Era, anunció su renuncia de la revista La Joven Cuba (LJC) tras la censura de su columna dominical de humor por parte de Harold Cárdenas Lema, director del medio.

“Hago pública la que debió ser mi columna dominical de humor para La Joven Cuba hoy, 23 de abril de 2023, con caricatura de Wimar, censurada por el director de la revista, Harold Cárdenas Lema, porque, según él, no se ajusta a su línea editorial”, publicó el periodista en su perfil en Facebook.

"Contrata", una sátira a la organización Puentes de Amor y a la Seguridad del Estado, fue reprochada por el director de la revista, quien prefirió tratar la publicación como un análisis político y no desde la crítica, según contó el columnista.

“El director de La Joven Cuba considera mi bronca con la Seguridad [del Estado], la Policía Nacional Revolucionaria y otros órganos y organizaciones (...) como una pelea de carácter personal”, aseguró.

Por otra parte, Harold valoró reescribir el texto y aconsejó omitir “las alusiones a Villa Marista y Puentes de Amor”, recomendaciones que no aceptó el escritor.

“En cuanto a la ‘institución’ Seguridad del Estado, me ha quedado claro, por el proceder hacia mi persona desde el 27 de enero del presente año, de que no hay necesidad de descalificarla, ella sola lo hace”, señaló.

Sobre Puentes de Amor, Fernández Era dijo que para él resultaría “un proyecto loable y necesario si no existiera el reportaje que se dejó hacer Carlos Lazo para la Televisión Cubana sobre la historia de Ernudis Echeverría, joven que sufrió un accidente en Estados Unidos y Lazo se encargó de devolver a la patria, humano gesto si no hubiera aprovechado la oportunidad para el autobombo”.

En su renuncia titulada Adiós, el periodista afirma que con posterioridad a la detención que sufrió el pasado 6 de abril “se ha sucedido una cadena de acontecimientos que reafirman una coherente línea de acción de los órganos represivos”, a los cuales, “La Joven Cuba, con su silencio, se ha hecho también encubridora.”

“Como persiste la decisión de no publicar íntegramente el texto, renuncié desde ayer [sábado] a mi condición de colaborador de La Joven Cuba, que se suma a decisiones similares de mis colegas y hermanos Alina Bárbara López Hernández, coordinadora, y José Manuel González Rubines, editor web, ambos miembros del Consejo Editorial” de la revista.

Fernández Era, de 62 años, fue citado en par de ocasiones por la policía política debido a su labor como comunicador durante los meses de enero y marzo, respectivamente. En ambas ocasiones, el escritor se negó a presentarse.

En abril, quedó detenido mientras transitaba por la vía pública y trasladado a la unidad policial de Aguilera, en el municipio capitalino de Diez de Octubre.

Sin embargo, en ese momento LJC declaró e instó «a las autoridades cubanas a respetar la libertad de expresión y garantías políticas de todos los ciudadanos» y demandó la «liberación inmediata de Era», recordó el propio periodista, que agradeció personalmente el gesto al director del medio.

No obstante, tras el interés de la revista por publicar los detalles sobre la detención en Aguilera, “le pedí [a su director] que replicara en la revista el texto «Circulado», que había escrito en mi perfil de Facebook. No lo hizo”.

Por otra parte, Diario de Cuba, afirmó que La Joven Cuba “en varias ocasiones se ha hecho eco de las campañas difamatorias del régimen contra opositores”.

“En abril pasado, su director atacó a DIARIO DE CUBA por nuestra cobertura del juicio celebrado en Londres contra el régimen”, destacó el periódico digital y añadió que el logo de la LJC fue creado por el exespía Gerardo Hernández Nordelo “durante los años que cumplió condena en EE. UU.”.

También, señaló que en 2017 Harold Cárdenas Lema “anunció que la School of International and Public Affairs (SIPA) de la Universidad de Columbia, EE. UU., le había concedido una beca de estudios de dos años para el Máster en Asuntos Internacionales” y que “al justificar su determinación para estudiar en ‘las entrañas del monstruo’, Cárdenas Lema dijo que ‘el costo político que implica estudiar allí es menor (que) dejar de ser útil’".

A continuación, publicamos la sátira que fue censurada por La Joven Cuba:

CONTRATA

—Vengo a solicitar trabajo.

—¿Qué le hace suponer que aquí, en Villa Marista, hay plazas en convocatoria?

—Entró mucha gente en julio.

—Por méritos propios.

—Los tengo. Me suspendieron una peña titulada «Cerveza a perga y media». Detecté que un señor mayor pasó jaba en mano y libreta de desabastecimiento en la otra, como quien va rumbo a los mandados. Sacó constantemente su móvil, recibía o enviaba llamadas.

—Paranoia. ¿Por qué no pensar que llamaba al bodeguero para averiguar si entraron los cigarros?

—El día de mi detención había, en dos esquinas opuestas, sendas motos con dos parejas de civiles amelcochados. ¿Miembros de la ONG Puentes de Amor? ¿Tan marcada la influencia veneciana en nuestra cultura que han colocado junto a mi edificio «La esquina de los suspiros»?

—Lo de las motos me recuerda que me deben una Suzuki.

—Deme una razón para que la inversión millonaria del Minint se limite a la marca de motocicletas que los identifica.

—La represión, como la sociedad, es equitativa. No puedes asignar a un agente una Suzuki y a otro una motorina.

—Otra prueba de mi olfato investigativo: detecté que mi teléfono está tomado. Desde entonces, cuando agarro el auricular, doy los buenos días a los compañeros que me atienden y les pregunto por la familia.

—Pura transparencia. Hacemos ruido, el vigilado lo detecta, se abstiene de hablar de «la cosa», y se salva de que lo detengamos. Con ello ahorramos gasolina para pasear a la jeva, también somos seres humanos.

—Hasta puede pasar…

—¡¿Cómo dijo?!

—…una dama a la que le den un aventón.

—Vuelvo al principio. ¿Qué le hace pensar que será uno de los seleccionados?

—Vivo en Santos Suárez, a menos de tres kilómetros. Puedo venir a pie.

—Trabajar con nosotros significa compartir el camino.

—Ustedes me lo obstruyen. Lo que logran es llenarse de fango. Confían demasiado en la solidez de sus botas.

—¿Tiene algún precedente que lo avale para enfrentar las tareas de rigor... con rigor?

—En prescolar eché palante a un amiguito por llevar un chivo en la prueba de plastilina.

—No está mal. Una de las conquistas de nuestro sistema educativo en enseñarnos a denunciarlo todo.

—Y a todos.

—¿Sabe si a su compañero le sirvió la lección?

—Está pendiente de juicio por llevar un chivo deshuesado en una caja de plastilina. El animal se lo encargué yo.

—¿Y a usted no lo citaron a la Unidad?

—Sí, pero andan cortos de pulpa. El modelo que me dejaron con la suegra era una antigua citación para un desfile. Tenía tachado el «Todos» para colocar nombre y apellidos del citado, el «a la Plaza» para sustituirlo por «Unidad de Zapata y C» y «Primero de Mayo» por la fecha correspondiente. En dicha violación me basé para no presentarme.

—Seré llano: cuando el poder te llama y te cita, ¡debes ir!

—Un acto legal no admite papel reciclado.

—No ir es ya un gesto de hostilidad.

—¿«Hostilidad» tiene raíz semántica «hostal»? ¿Es eso Villa Marista?

—No puede negar que hay hoteles con nombres más horribles. Ninguno se da el lujo de no cobrar sus servicios.

—Pasar por la casona de la calle San Miguel cuesta caro.

—Es lo que se busca usted. Está metiendo la pata hasta la empuñadura.

—Ustedes la meten más. En Revolico me señalan como vendedor, a precio de ganga, de huevos, leche en polvo y pollo. No solo facilitan que Tales de Milecos, mi seudónimo, tenga más seguidores en Facebook, sino que me dan ideas. Pondré muy pronto un anuncio redactado por mí.

—¡No me diga que de arroz! Seré el primero en comprárselo. He pedido que la guardia de doce horas me la extiendan a setenta y dos. Mi mujer advierte que no puedo regresar a casa sin las diez libras para llegar a fin de mes.

—Mi comercial será diferente: «Ofrezco curso a combatientes abnegados e incapaces que no tienen en qué emplear su tiempo».

—No lo haga. Se ve que le sabe a la conspiradera. Déjeme el currículo, se lo pasaré al Departamento de Personal. Vuelva el lunes.

 

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