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Por el periodista ciudadano William Correa
Apr 25, 2025 | 10:00 AM
Sancti Spíritus, Cuba, (ICLEP).Trabajadores por cuenta propia y propietarios de Mipymes han exigido a las autoridades gubernamentales poner fin a las extorsiones y sobornos a los que se ven sometidos por parte de los inspectores de la Dirección Municipal de Supervisión Estatal.
El acoso por parte de estos funcionarios ha aumentado considerablemente en los últimos meses de 2024 y en lo que va del presente año. Su presencia constante en los puntos de venta ha generado un creciente malestar entre los trabajadores de este sector, quienes se ven obligados a entregar sumas de dinero o productos para evitar ser multados.
Las multas pueden oscilar entre 1,500 y 15,000 pesos moneda nacional, lo que agrava aún más la situación. La corrupción de los inspectores ha alcanzado tal nivel que, en las últimas semanas, las autoridades locales han tenido que recurrir a inspectores enviados desde la capital, aunque, según denuncian los afectados, estos también terminan corrompiéndose rápidamente. .“Son una plaga. Llegan y te quieren poner una multa por cualquier cosa. Si no les das algo de dinero o un producto, te la cobran.
Otros te dicen abiertamente que les des dinero y no te queda de otra”, aseguró Rogelio Guzmán Yero, trabajador por cuenta propia en el Camino de La Habana. El descontento se intensificó tras la implementación de la Resolución 225 de 2024, ordenada por el régimen el 8 de julio, que impone topes a los precios en el sector privado. Desde su puesta en marcha, los inspectores iniciaron una batida contra las Mipymes, siendo los trabajadores del sector privado las principales víctimas de este acoso.
“Ya los conozco. Siempre que calculo el presupuesto de mi negocio, aparto una parte para pagarles, porque es la única forma de que te dejen en paz. Son unos corruptos”, confesó Abel Ramírez Iraola, dueño de un punto de venta de Mipyme. Pese a que los trabajadores no estatales han planteado en varias ocasiones esta inquietud, a las autoridades del gobierno local que les atienden, el acoso y la extorsión continúan.
Publicado originalmente en la edición 199 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.