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A propósito del Domingo de Ramos. (Evangelio: Mateo 26, 14-27, 66)

Imagen tomada de Canva

Por el Sacerdote Alberto Reyes

Apr 5, 2023 | 1:05 PM


Hay un detalle muy llamativo en el Evangelio de la Pasión según san Mateo. Cuando Jesús dice que uno de los discípulos lo va a entregar, todos preguntan: "¿Seré yo?"

¿Es que no estaban las fidelidades claras?, ¿o es que la fidelidad es un tema mucho más complejo?

La fidelidad en un matrimonio, por ejemplo, no se reduce a no tener relaciones sexuales con otra persona. Incluye la discreción de lo que se conoce sólo porque se comparte intimidad con la pareja, incluye la aceptación paciente de los "malos momentos" del otro/a; incluye el sabes estar, callar, escuchar cuando la otra persona lo necesita; incluye la sensibilidad para ayudar, para facilitar la vida, para "atraer" a los hijos y permitir que el otro/a coja un respiro sí, la fidelidad es un tema complejo.

La fidelidad a Jesucristo es la fidelidad a una relación de intimidad, de afecto, de comunión. Por eso, tiene sentido la pregunta de los discípulos: "¿Seré yo?"

¿Seré yo el que reduzca la relación con Cristo a la misa del domingo?

¿Seré yo el que se avergüence de decir que soy cristiano según el ambiente en que me mueva?

¿Seré yo el que se calle ante criterios anti evangélicos, pero políticamente correctos con tal de no ser excluido, atacado, o tenido como alguien que no tiene "mente abierta"?

¿Seré yo el que mantenga una doble vida, según me vean o no me vean, me conozcan o no me conozcan?

¿Seré yo el que siga culpando a "esta vida tan agitada" de no hacer tiempo para quedarme a solas con Dios?

¿Seré yo el que me siga negando al perdón y a la reconciliación con aquellos que me han herido?

¿Seré yo el que ignore al pobre en cualquiera de sus carencias (materiales, pero también de consejo, de apoyo moral, de compañía, de compasión)?

¿Seré yo el que tenga muy claro el ideal cristiano de la familia, pero en la práctica viva como "luz de la calle y oscuridad de la casa"?

¿Seré yo el que pase los días sin rezar por mi pareja, por mis hijos, por mis padres?

¿Seré yo el que siga arrastrando defectos, pecados, hábitos, ambientes, pero no me decida a hacer nada concreto por cambiar?

¿Seré yo?

De hecho, cuando la amistad con Jesús se hizo inconveniente, todos lo abandonaron, Pedro lo negó, Tomás dudó, los discípulos de Emaús huyeron, pero también es cierto que luego, excepto Judas, todos volvieron, Pedro dio la vida, Tomás reconoció a Jesús como "Señor mío y Dios mío", los discípulos de Emaús regresaron... porque yo puedo ser infiel, incoherente, negligente pero también puedo descubrir que "todo lo puedo en aquel que me fortalece", que todo lo puedo en aquel que eligió la cruz para decirme: "levántate y anda".

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