logotipo ICLEP

Dos miradas diferentes sobre una única realidad

Foto de Federico Espinosa en Unsplash

Por la periodista ciudadana Daniela Cruz

Jul 23, 2023 | 2:00 PM


Las miradas a nuestro alrededor no pueden ser superficiales, alguien expresó con toda certeza que la vida depende del prisma con que se mire he ahí una gran verdad. La visión que tengamos acerca de la realidad que vivimos depende en gran medida de cómo vivimos y como se le quiera observar.

Tal afirmación se aprecia al abordar los problemas más complejos a los cuales se enfrenta desesperadamente la sociedad cubana y su sistema político. La perspectiva que tienen las autoridades, instituciones e ideólogos del régimen, tristemente no se corresponde con los juicios de valor que tienen los ciudadanos comunes, en particular la juventud.

En política no hay recetas, no se pueden imponer modos de actuación a capricho que no se corresponden con la realidad social en la cual los sujetos se desarrollan, es querer meter la Habana en Guanabacoa, como reza el dicho.

Analizar objetivamente los problemas del país, significa despojarse de todo ropaje ideológico y buscar las raíces del problema. Mirar el rostro flagelado de cada cubano es como mirar el mismo rostro de la nación, es como sentir el juicio severo de una gran multitud desesperanzada que condena a aquellos que sin derecho alguno le han robado sus sueños y esperanzas.

Durante más de seis décadas, millones de cubanos han vivido un doloroso calvario. Bajo la burlesca política de "Patria o Muerte y "resistencia creativa", el régimen cubano martiriza a toda una nación. Cada mañana se levanta la sufrida isla de Cuba en un complejo escenario donde cada cual vive inventando lo inimaginable para sobrevivir. Cada espacio público, de campos, pueblitos y grandes ciudades, son testigos silenciosos de la lucha constante por sobrevivir.

Las lágrimas silenciosas y el remordimiento interior, llevan el sabor amargo de una vida sufrida y marcada por las aflicciones, desesperanzas y frustraciones que la cruda realidad le impone. Para los defensores del sistema mirar la vida desde su posición privilegiada es fácil.

Ministros, embajadores, empresarios y todos aquellos que rodean a la cúpula política no saben de necesidades y carencias, pues viven en un estatus de vacas sagradas. Para entender la verdadera realidad de los cubanos hay que bajar del pedestal y andar de hombros apretados con los cubanos comunes, con una mirada desde abajo.

 

Publicado originalmente en la edición 160 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

 

0 Comentarios

Añadir comentario