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El ICLEP condena la represión coordinada del régimen cubano contra sus directores

Ilustración

Por ICLEP

Oct 8, 2024 | 9:20 AM


El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) denuncia enérgicamente la represión organizada y sistemática ejecutada este lunes por las autoridades cubanas contra cuatro de sus directores de medios: Juan Manuel Moreno Borrego (Amanecer Habanero), Orlidia Barceló Pérez (El Espirituano), Mabel Páez Díaz (El Majadero de Artemisa) y Antonio Suárez Fonticiella (Páginas Villareñas). Estos profesionales fueron citados simultáneamente en sus respectivas provincias para interrogatorios policiales donde recibieron amenazas directas de continuar con su labor periodística.

En La Habana, Juan Manuel Moreno Borrego fue citado para las 4:00 p.m. en la estación de Zapata y C, en el Vedado, bajo la amenaza de ser acusado de desacato si no se presentaba. Durante el interrogatorio, llevado a cabo por el teniente coronel Leo y el mayor Marvin, se le amenazó con cargos de mercenarismo y propaganda enemiga, advirtiéndole que futuras citaciones podrían llevarle a Villa Marista (cuartel general de la policía política) y sin regreso, siendo una clara amenaza de ser encarcelado. Moreno Borrego reafirmó su compromiso con el ICLEP y con el pueblo cubano, manteniendo su postura valiente frente a la represión.

“Quiero expresar que, me debo a Cuba, a su pueblo y al ICLEP, yo sigo en mi posición, si todos mantenemos está postura el régimen no puede encerrar a toda Cuba, porque toda Cuba se expresa y condena la dictadura”, dijo el director de Amanecer Habanero al ICLEP después de salir del interrogatorio.

Por su parte, Mabel Páez Díaz se presentó en la estación de la policía a las 2:00 p.m., pero no fue hasta las 3:27 p.m. que fue conducida a una oficina para el interrogatorio. El oficial a cargo, quien se identificó como Richard, le advirtió que no querían ver "ni un solo boletín más en la calle" y le exigió que abandonara las redes sociales, argumentando que ya tenían "suficiente" para procesarla. El oficial le dijo en forma amenazante que, “el ICLEP y ella están de más en Cuba” y que, en lugar de preocuparse por la organización, debería pensar más en su hijo "si no quería arrastrarlo consigo".

Ante estas amenazas, Mabel respondió firmemente que su postura seguía siendo la misma que la de hace tres años, rechazando las intimidaciones. A pesar de su respuesta, los oficiales mostraron una actitud cínica y se limitaron a sonreír. La periodista describió el interrogatorio como brusco y amenazante; mientras uno de los oficiales se dirigía a ella, otro se quedó en silencio, mirándola fijamente en un intento de intimidación. Mabel salió de la estación con la presión alta, pero reafirmó su compromiso con la libertad de prensa y con el pueblo cubano, asegurando que su determinación sigue intacta y que continuará haciendo periodismo.

Orlidia Barceló Pérez fue citada por los oficiales capitán Thiago y mayor Abel para presentarse en la primera Unidad de Sancti Spíritus a las 3:00 p.m. Durante el interrogatorio, la amenazaron con que la nueva Ley de Comunicación Social se utilizaría para silenciar al periodismo que se realiza fuera del control gubernamental y le advirtieron que, si no la había leído, lo hiciera, ya que “era el fin del periodismo independiente”. También le informaron que sus equipos tecnológicos serían confiscados. El capitán Tiago le enfatizó que lo mejor que podía hacer era irse del país “mientras tuviera tiempo”. Asimismo, le aseguraron que planeaban eliminar al ICLEP como institución.

“Voy a seguir haciendo lo que sé hacer; esa es mi contribución a la libertad de Cuba. Aunque quieran callarnos, no pueden apagar la voz de un pueblo. Seguiré haciendo lo digno, lo justo, lo que nos merecemos como seres humanos: expresarnos libremente”, aseguró la directora de El Espirituano al ICLEP

En Villa Clara, Antonio Suárez Fonticiella fue citado a una unidad de la Seguridad del Estado a 30 kilómetros de su residencia en Camajuaní, también a las 4:00 p.m. Llegó a las 3:40 p.m. y al presentarse en la entrada, le indicaron que esperara. Un hombre vestido de civil lo llevó a una oficina donde esperó media hora. Finalmente, se presentó un individuo que se identificó como el teniente coronel Rolando. Al intentar darle la mano, Antonio se negó, lo que molestó al oficial. Durante el interrogatorio, Rolando lo insultó y lo acusó de ser un mercenario, afirmando: "Sabemos para quién trabajas. Tenemos una nueva ley que nos ampara, la Ley de Comunicación Social, donde podemos hacerte desaparecer sin que tu familia sepa dónde estás. No quiero ver una publicación más; esos periódicos que ustedes hacen los vamos a desaparecer. El ICLEP se acabó aquí".

Toda la conversación estuvo marcada por cambios en el tono de voz del oficial, quien alternaba entre gritos y susurros para intimidarlo. Sin embargo, Antonio se mantuvo en silencio, escuchando y observando sin responder. Después de unos 30 o 40 minutos, el teniente coronel se retiró y poco después le permitieron salir. Al finalizar, Antonio reafirmó al ICLEP su compromiso con la verdad y el periodismo, declarando: "Tengo principios y sé cuánto me puede costar esto en un país totalitario. Estoy firme, seguiré haciendo periodismo".

En lo que va de año, los cuatro periodistas han sido objeto de múltiples violaciones a sus derechos humanos, que incluyen ataques, amenazas y agresiones psicológicas, detenciones arbitrarias y restricciones en el espacio digital. Juan Manuel Moreno ha sufrido 14 violaciones en su contra, Mabel Páez 12, Orlidia Barceló 14 y Antonio Suárez 11. Estos actos representan una clara violación a las libertades fundamentales y evidencian el carácter represivo y totalitario del régimen cubano.

La coordinación de las citaciones policiales y los interrogatorios simultáneos de estos periodistas, quienes residen en diferentes provincias, revela un patrón claro de represión sistemática. El común denominador en todas las amenazas es la intención explícita de silenciar voces independientes y desmantelar al ICLEP, utilizando la nueva Ley de Comunicación Social como un arma para justificar detenciones y procesos judiciales arbitrarios.

La represión contra los periodistas y medios de ICLEP forman parte de una política del Estado enfocada en eliminar las voces independientes en la isla. Hace menos de una semana varios periodistas de diferentes medios de comunicación también fueron citados y amenazados al punto que renunciaron públicamente a continuar trabajando con medios fuera del control gubernamental.

“Por medio de esta publicación, mi esposa, Annery Rivera Velasco, y yo, Yennys Hernández Molina, declaramos nuestra renuncia a colaborar y/o participar en cualquier medio de comunicación o proyecto de carácter independiente y/o considerado subversivo o contrario a los intereses del gobierno cubano. Sin nada más que agregar, firmamos la siguiente declaración pública en redes sociales, hoy 3 de octubre del 2024”, así dio a conocer su renuncia pública la periodista Yennys Hernández. De la misma forma renunció la también periodista Yadira Álvarez Betancourt

Desde el ICLEP, sus periodistas y directores han dejado claro que, a pesar de las amenazas y de las represalias, su compromiso con la verdad y la libertad de expresión y de prensa sigue siendo inquebrantable. La represión del régimen no logrará callar las voces que claman por una Cuba libre, y el ICLEP continuará defendiendo su misión de informar al pueblo cubano.

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