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La agonía del sistema bancario cubano: ¿un final anunciado?

Foto de Ji-Elle tomada de Wiki Commons

Por la periodista ciudadana Yaquelín Herrera

Apr 29, 2024 | 2:30 PM


Desde el pasado mes de marzo la inquietud y el malestar de la población cubana se ha ido incrementando como consecuencia de la escasez de dinero físico en los bancos y cajeros automáticos, carencia que convierte en un calvario el día a día de la población, quien carente de alimentos y otros recursos materiales, ahora también carece del dinero necesario para costear todas estas necesidades.

Las imágenes que hoy se perciben a lo largo y ancho del país muestran multitudes de personas reunidas en torno a los cajeros automáticos o frente a los bancos para extraer sus ganancias o salarios.

Trabajadores de la mayoría de las empresas del país permanecen a la espera de poder cobrar sus salarios, lo que los obliga, junto al resto de la población, a permanecer desde horas bien tempranas de la madrugada haciendo colas.

Una realidad dura e incómoda para una población que en su gran mayoría vive de un salario. En las sucursales bancarias se da prioridad a quienes van a depositar dinero, operación que cada día es menor y se establecen límites de extracciones en los cajeros de cinco mil pesos, lo que unido a la creciente demanda de dinero en efectivo de la población provoca que en dos horas los depósitos de dinero se agoten, quedando una multitud sin poder realizar extracciones. Esta problemática obliga a preguntarse: ¿Cuáles son las causas que provocan esta crisis financiera?. Muchas son las razones de este fenómeno tan complejo y molesto.

Una posible causa de este fenómeno es sin dudas la creciente inflación que conlleva a que los precios en el mercado informal ascienden con frecuencia, como hay que pagar en efectivo las personas no depositan sus ingresos, circulando la mayor cantidad de efectivo en la calle.

Otra explicación gira en torno a los depósitos y extracciones de las mipymes, las que operan con la mayoría del efectivo depositado en los bancos y a la hora de extraer dejan las bóvedas bancarias prácticamente vacías, cuestión que se agudiza con la reciente tendencia de estos negocios de depositar cada vez menos ingresos en los bancos, para evitar el fisco y las trabas y limitaciones de extracción que se les impone.

Por otro lado y como una realidad latente está el hecho de que la red de cajeros automáticos en todo el país se encuentra en muy mal estado, lo que agrava aún más la situación. Nada que al parecer la cacareada Bancarización del régimen tendrá que esperar, pues no es una opción posible en los momentos actuales.

 

Publicado originalmente en la edición 178 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

 

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