Silenciar a los medios de prensa puede ser una tarea fácil, sobre todo si esos medios le pertenecen a un Gobierno o si este ejerce un férreo control sobre ellos para que publiquen solo lo que va en favor de sus intereses. Pero lo que no puede hacer ningún Gobierno es evitar que esa verdad salga a relucir.
En ese sentido, el recién publicado ranking de Reporteros Sin Fronteras sobre la libertad de prensa a nivel global, deja en evidencia no solo al régimen cubano, también a varios de sus aliados. En el mencionado ranking la isla ocupa el lugar 165 entre 180 países.
Pero por si eso no fuera suficiente, sale a relucir el ‘dime con quién andas y te diré quién eres’. Venezuela, Nicaragua, México y Honduras, fuertes aliados del Gobierno cubano en la región, ocupan los puestos 160, 172, 124 y 142, respectivamente.
Si nos trasladamos hacia el otro extremo del mundo, los principales socios asiáticos del Gobierno de La Habana no se encuentran en una posición mucho más ventajosa. China aparece en el lugar número 178, Vietnam en el 173 y Corea del Norte en el 179.
Rusia y Bielorrusia, por su parte, ocupan los puestos 171 y 166. Sin embargo, un grupo de países del demonizado y tan criticado Occidente están en los primeros lugares en cuanto a libertad de prensa en el ranking de Reporteros sin Fronteras.
Noruega, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Irlanda, Portugal, Dinamarca y Suiza están entre las 10 naciones con mejor puntuación según la ONG. Por si fuera poco, dos países del extinto bloque socialista, Estonia y la República Checa, completan esa lista.
¿Es casualidad? Pues no, si usted busca información en internet sobre la oposición en China, Rusia, Vietnam, Corea del Norte o Bielorrusia la información que encontrará será poca o nula. Eso demuestra el silencio al que están sometidos los sectores opositores en esos paladines de los derechos humanos que no dudan en señalar a otros gobiernos como violadores de estos derechos, y expertos en reprimir y restringir libertades. Pero la cosa no para ahí.
El pasado sábado 3 de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa, el gobierno nicaragüense decidió retirarse de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ( UNESCO). ¿El motivo? La UNESCO entregó a un diario opositor, el periódico La Prensa, el Premio Guillermo Cano a la libertad de prensa, un hecho que el canciller de ese país catalogó casi como una agresión contra Nicaragua. En fin, que el gobierno de La Habana, al igual que sus socios, podrán silenciar a la prensa, pero a la verdad no la pueden silenciar ni vencer.
Publicado originalmente en la edición 236 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
Cuando se menciona la corrupción, muchos recuerdan los viejos gobiernos de la República, antes de 1959, evocando los gobiernos auténticos como la mayor expresión de este vicio moral. Sin embargo, esta es solo una visión distorsionada de una realidad mucho más cruda y cercana: la corrupción política y administrativa que impera en Cuba en los últimos tiempos.
La corrupción, entendida como el mal uso de la autoridad y los derechos confiados a los funcionarios, así como el empleo de la misma para beneficio personal en contra de la ley y los principios morales, está a la vista.
En Cuba, hablar de este fenómeno es complejo, no solo por la magnitud que ha alcanzado, sino también porque involucra a las altas esferas del poder, quienes guardan silencio, pues este flagelo ha devenido su verdadero modo de vida.
Una mirada crítica y profunda permite concluir que la corrupción en Cuba se ha convertido en un fenómeno crónico e irreparable que solo podrá solucionarse con un cambio radical y total. Desde las cúspides del poder hasta los eslabones más bajos de la sociedad, la corrupción predomina.
Como se dice en buen cubano, y duele admitirlo, en Cuba "todos tienen un precio". Términos como "el invento", "la lucha", "la jugada" o "resolver por la izquierda" reflejan los matices de la corrupción cotidiana, esa que muchos aceptan como la única manera de sobrevivir. Soborno, desvío de fondos públicos, uso del cargo
corrupción cotidiana, esa que muchos aceptan como la única manera de sobrevivir. Soborno, desvío de fondos públicos, uso del cargo para beneficio personal, nepotismo dentro de la administración pública, abuso de poder, tráfico de influencias y malversación son algunas de las manifestaciones más comunes de la corrupción que asola la isla. Según la organización Transparencia Internacional, en 2024, Cuba figuró entre los países más corruptos de la región.
Aunque el régimen cubano ha emprendido recientemente un ejercicio contra la corrupción y las ilegalidades, estas acciones solo han afectado las bases de la sociedad, sin tocar las altas esferas del poder donde la corrupción es más prevalente. En estos niveles, altos funcionarios y organizaciones como el monopolio militar GAESA y la corporación Gaviota mantienen cuentas millonarias en el exterior, perpetuando un sistema corrupto.
La corrupción en Cuba es un mal grave y crónico, que el gobierno se niega a reconocer, pero que debe ser erradicado de raíz. Este fenómeno impide el desarrollo del país y socava la confianza del pueblo en su gobierno, que debería ser un servidor público honesto, no un ladrón.
Es momento de enfrentar este flagelo, porque como bien se dice: "Si no luchamos para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabaremos formando parte de ella."
Publicado originalmente en la edición 201 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.
La trágica muerte de Rosa María Santana, una joven presuntamente asesinada por su ex pareja el 4 de mayo, suma una nueva víctima a la larga lista de femicidios en Cuba. Según el Observatorio Independiente Alas Tensas y la organización Yo Sí Te Creo, la cifra de femicidios en lo que va del año ya asciende a 15, una cifra alarmante, considerando que apenas han transcurrido cuatro meses.
En 2024, la violencia de género ya ha cobrado la vida de 55 mujeres en la isla, en comparación con las 85 víctimas confirmadas en el año anterior. Sin embargo, esta alarmante cifra no ha logrado movilizar al régimen, que apenas aborda el problema y no ha implementado leyes severas que pongan fin a esta ola de violencia imparable. El silencio y la frialdad oficial no permiten son notables.
Siguen faltando centros de acogida para mujeres que han sido víctimas de la violencia, no se realizan campañas oficiales de sensibilización, se ha tipificado el feminicidio dentro del Código Penal pese a que la violencia de género constituye desde el año 2022 una agravante para algunos delitos. .¿Hasta cuándo habrá que esperar para que el gobierno intervenga de manera real en la solución a esta violencia? Es ya urgente que se declare un “estado de emergencia por violencia de género”.
De no lograrse en breve esto, nuevas víctimas, seguirán sumándose a la larga lista de víctimas del machismo y muchos niños menores de edad y adolescentes quedaran sin la protección maternal. La ausencia de una Ley Integral contra la Violencia de Género es una urgencia que sigue sin respuesta.
A pesar de haber sido demandada en el Parlamento Cubano en 2019 por un grupo de 40 mujeres feministas y nuevamente en 2023 por la organización Alas Tensas y otras defensoras de los derechos de la mujer, el gobierno no ha ofrecido una respuesta ante estas exigencias.
Mientras tanto, las víctimas continúan sumándose. El silencio y la indiferencia oficial son palpables. A día de hoy, siguen hasta el presente sin existir suficientes centros de acogida para mujeres víctimas de violencia, no se realizan campañas oficiales de sensibilización, y aunque el feminicidio fue tipificado en el Código Penal, la violencia de género sigue siendo una agravante solo para ciertos delitos desde 2022.
¿Hasta cuándo habrá que esperar para que el gobierno intervenga de manera efectiva y real en la solución de este flagelo? Es urgente declarar un “estado de emergencia por violencia de género”. De no lograrse pronto, seguirán apareciendo nuevas víctimas seguirán sumándose a la interminable lista de mujeres asesinadas por machismo, mientras muchos niños y adolescentes quedarán sin la protección maternal.
El silencio oficial ya no puede continuar. El momento exige la creación de leyes más radicales y ejemplares contra los verdugos que matan a nuestras mujeres. Cada minuto de tolerancia significa una mujer inocente más que muere, y esa es una carga difícil de sobrellevar para quienes nacimos de una mujer. Es hora de hacer realidad las declaraciones del Observatorio Alas Tensas de febrero de 2023: “En Cuba, hay que potenciar políticas públicas y mecanismos jurídicos para que no exista impunidad en casos de violencia.
Publicado originalmente en la edición 201 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.
Por segundo mes consecutivo, el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) documenta un aumento alarmante de las violaciones a la libertad de expresión y de prensa en Cuba. En abril se registraron 112 agresiones, lo que representa un incremento del 16,67 % respecto al mes de marzo, cuando se registraron 96 violaciones.
Este repunte no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia estructural y planificada de represión sistemática que se intensifica a medida que el régimen enfrenta mayor cuestionamiento ciudadano. Las violaciones documentadas evidencian la existencia de un modelo totalitario sostenido por múltiples brazos represivos, cuya finalidad es sofocar cualquier disidencia o manifestación crítica.
Del total de agresiones en abril, 97 se relacionan con la libertad de expresión y 15 con la libertad de prensa. Entre los indicadores figuran: 55 detenciones arbitrarias, 33 ataques, amenazas y/o agresiones psicológicas, 14 usos abusivos del poder estatal, 4 restricciones en el espacio digital, 4 reclusiones y 2 agresiones físicas.
Las violaciones ocurrieron en diez provincias, siendo las más afectadas: Matanzas (36), La Habana (32), Villa Clara (21) y Mayabeque (7). Los principales perpetradores vuelven a ser los órganos represivos del Estado: la Seguridad del Estado participó en 67 casos, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en 56 y el sistema penitenciario en 9. Esta reiteración confirma que no se trata de abusos aislados, sino de una política de Estado orquestada y ejecutada con precisión para neutralizar la voz ciudadana.
Entre las víctimas se identificaron: 22 activistas, 9 periodistas, 7 presos políticos, 4 opositores, 3 ciudadanos, un artista/creador y dos organizaciones. Una de ellas fue el propio ICLEP, que recibió amenazas públicas desde un perfil falso en Facebook por parte de un simpatizante del régimen, y la otra, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cuya sede fue saqueada y desconectada de internet tras la detención arbitraria de su líder José Daniel Ferrer y su familia.
Entre las víctimas, 26 son mujeres y 20 son hombres. Las Damas de Blanco continúan siendo uno de los principales objetivos del aparato represivo; sus integrantes fueron detenidas al menos en cuatro ocasiones durante el mes, con el fin de impedirles asistir a misa y orar por la libertad de los presos políticos. Del mismo modo, los opositores Ángel Moya y Félix Navarro también sufrieron detenciones reiteradas con el propósito de obstaculizar su participación en los oficios religiosos dominicales. Estos hechos reflejan una estrategia sostenida de persecución contra quienes ejercen el activismo cívico-religioso.
La Seguridad del Estado además puso bajo medida cautelar de prisión domiciliar e inició una investigación penal contra la líder de las Damas de Blanca Berta Soler y su esposo el expreso político Ángel Moya por el presunto delito de “atentar contra el orden constitucional, la independencia y la soberanía de Cuba”, luego de que se reunieran con el jefe de la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana, Mike Hammer. Este hecho ilustra cómo el régimen criminaliza el derecho al diálogo internacional y reprime incluso los contactos diplomáticos legítimos.
Uno de los casos más crueles es el de la Dama de Blanco Sonia Álvarez, a quien se le impidió reiteradamente visitar a su hija, la presa política Saily Navarro, por vestir de blanco. Esta forma de castigo emocional y represalia política contra una madre revela el carácter profundamente inhumano del sistema represivo, que no duda en utilizar los lazos familiares como instrumentos de control.
Los ataques contra el ecosistema informativo independiente también se intensificaron. El periodista Carlos Michael Morales sufrió la extensión arbitraria de su sanción penal por cinco meses y el tribunal rechazó su contrato laboral privado mientras lo quiere obligar a vincularse al Estado, una práctica que simula legalidad, pero que encubre una forma de servidumbre forzada. La periodista de CubaNet Camila Acosta fue acosada por agentes sin identificación mientras cubría la procesión del Viernes Santo, y Adelth Bonne Gamboa denunció amenazas reiteradas en las redes sociales por parte de usuarios afines al régimen.
El reportero de 14ymedio Yadiel Hernández fue liberado tras pasar meses encarcelado injustamente en el Combinado del Sur, Matanzas. Su detención ocurrió mientras investigaba el tráfico de drogas en un preuniversitario. Aunque no fue procesado formalmente, se le impuso una fianza de 15 mil pesos cubanos, reflejo de una represión judicial que utiliza la coerción económica como castigo.
A raíz de la conmemoración del 1ro de mayo, varios periodistas y directores de medios comunitarios del ICLEP fueron sometidos a vigilancia y amenazas de encarcelamiento si salían de sus casas o cubrían las marchas oficiales. Este operativo de represión preventiva demuestra que el régimen no reacciona a los hechos, sino que planifica y ejecuta acciones represivas con antelación para garantizar el control total del relato público.
La censura también se trasladó a los medios estatales. A la gloria deportiva Omar Ajete le apagaron el micrófono en plena transmisión de un partido de béisbol por denunciar la falta de atención a exatletas. Asimismo, el historiador Julio César González Pagés fue excluido del programa "Alerta en Series" por sus análisis sobre desigualdad y violencia juvenil. Ambos casos reflejan la intolerancia absoluta del régimen ante cualquier crítica, incluso cuando proviene de figuras prestigiosas.
En las cárceles, el artista y rapero Nando Obdc (Fernando Almenares) fue trasladado a la prisión de San José de las Lajas –conocida como “la prisión del sida”– sin justificación médica alguna. El régimen pretende fabricarle una nueva causa penal tras el fracaso de la acusación inicial por terrorismo. Este traslado sin base sanitaria sugiere una intención deliberada de estigmatización y castigo psicológico, en represalia por las denuncias que ha realizado desde prisión.
Además de las violaciones directas a la libertad de expresión y de prensa, el ICLEP identificó vulneraciones sistemáticas a derechos fundamentales conexos, entre ellos: el derecho a la participación política y en la vida pública, el derecho a la manifestación pacífica, el derecho a la protección contra la detención arbitraria, el derecho a la libertad de movimiento, el derecho a la manifestación libre de creencias y el derecho a la integridad y seguridad personal.
El aumento sostenido de agresiones en marzo y abril confirma que el régimen ha intensificado su doctrina de represión preventiva, castigo ejemplar y silenciamiento absoluto. Lejos de corregir sus fallas políticas, económicas y sociales, la dictadura redobla la violencia institucional para mantenerse en el poder. Los datos y testimonios aquí presentados no son simples cifras: son la evidencia viva de una nación que lucha por expresarse frente a un aparato totalitario que le niega voz, derechos y dignidad.
Desde el ICLEP reiteramos nuestro compromiso con la documentación rigurosa, la denuncia ética y la defensa activa de las libertades fundamentales. Continuaremos elevando las voces silenciadas y visibilizando ante la comunidad internacional la crudeza del sistema represivo cubano, en la convicción de que sin libertad de expresión no hay democracia posible.
En medio de lamentables y turbulentas noticias como la del fallecimiento del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, la guerra de aranceles, los constantes ataques del ejército ruso contra localidades ucranianas y el estancamiento de las negociaciones de paz para poner fin a ese conflicto; una buena noticia recorre América y el mundo, Daniel Noboa fue reelecto como presidente de Ecuador.
Después de una contienda electoral que tuvo que definirse en segunda vuelta, en la que las encuestas daban un empate técnico entre el joven candidato a la reelección de apenas 37 años y Luisa González, representante del Partido Revolución Ciudadana del ex presidente Rafael Correa.
La victoria fue aplastante, más de 10 puntos porcentuales de ventaja, pero la llamada izquierda latinoamericana no podía aceptar la derrota. La candidata derrotada no demoró en calificar las elecciones como fraudulentas, su voz fue seguida por la de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, el binomio matrimonial-presidencial formado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, la de Nicolás Maduro, y no pudo faltar la del polémico presidente colombiano Gustavo Petro.
Es obvio que de haber triunfado la candidata de Correa no hubieran cantado el fraude. Pero, ¿quiénes se llenaron la boca para calificar este proceso electoral como fraudulento? Nicolás Maduro fue proclamado ganador el pasado año de unas elecciones catalogadas como fraudulentas por varios gobiernos democráticos y reconocidas organizaciones especializadas en temas electorales.
En el caso del binomio Ortega-Murillo, el ex guerrillero fue reelegido en el 2021 en unas dudosas elecciones no menos polémicas, igualmente cuestionadas por la comunidad internacional. Sobre la presidenta de México esta rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de Noboa tras el arresto del ex vicepresidente Jorge Glass, y ha declarado que su gobierno no tiene ni tendrá relaciones diplomáticas con Ecuador mientras este sea presidente.
Estos políticos, si así puede llamárseles, no hicieron gala de su capacidad analítica. El correísmo ya había perdido terreno en Ecuador. Hasta el punto de que a pesar de su derrota en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, efectuadas en febrero, Luisa González definió el resultado como una victoria.
¿Qué hubiese representado un triunfo de la izquierda en Ecuador? Algunos de los principales líderes de esa fuerza política hoy son perseguidos por la justicia ecuatoriana o cumplen condenas, como el ex vicepresidente Jorge Glass, encarcelado por corrupción.
El mismo Correa hoy radica en el extranjero para evitar cumplir una condena por cohecho, por si fuera poco el candidato a vicepresidente Diego Borja, tras la derrota del binomio correísta el pasado día 13, protagonizó una sonada fuga hacia Colombia.
Ecuador es un país azotado hoy por la violencia de grupos criminales vinculados al narcotráfico. El gobierno de Noboa le ha declarado la guerra a estas bandas y aplica una política de mano dura contra el crimen. Lo mejor que le pudo suceder a Ecuador fue lograr mantener lejos de la silla presidencial a estos “revolucionarios” personajes salpicados por la corrupción.
Publicado originalmente en la edición 235 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
Las democracias son aliadas más seguras, más estables y más fuertes. Por eso la Fundación Nacional para la Democracia (NED) es importante, no solo para quienes lo arriesgan todo por la libertad en el extranjero, sino también para la seguridad y los valores de Estados Unidos.
La NED es un pilar estratégico, imparcial y rentable del liderazgo estadounidense. Fundada con el apoyo del Congreso en 1983, brinda asistencia crucial a socios clave que promueven la libertad en más de 90 países, a menudo en lugares donde regímenes autoritarios amenazan los intereses y valores democráticos de Estados Unidos. La NED ayuda a fortalecer las instituciones democráticas, promover el Estado de derecho y la libertad económica, y combatir la corrupción. Opera de forma independiente, con estricta supervisión y una misión única: apoyar la libertad en el extranjero.
En su propuesta presupuestaria para el año fiscal 2026, la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) recomienda suspender la financiación del NED basándose en tres argumentos. A continuación, ofrecemos una respuesta objetiva a cada una de estas afirmaciones.
Afirmación n.° 1 (como se indica en la propuesta presupuestaria del año fiscal 2026):
“Durante la administración Biden y al comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, la NED bloqueó el acceso público a los detalles de sus subvenciones tras no haber divulgado la información requerida por la ley federal”.
Realidad: Esta afirmación es inexacta. NED ha cumplido plenamente con la ley federal y mantiene sólidas prácticas de transparencia, a la vez que toma las precauciones necesarias para proteger a los beneficiarios en entornos de alto riesgo.
Afirmación n.° 2 (como se indica en la propuesta presupuestaria del año fiscal 2026):
“En marzo de 2025, se descubrió que la NED financió a la organización ucraniana de desinformación que divulgó información confidencial de periodistas estadounidenses, exigió el procesamiento de aliados del presidente y atacó al vicepresidente Joe Kent y a otros llamándolos 'propagandistas extranjeros de la Federación Rusa'”.
Realidad: Esta afirmación es falsa. La NED no ha financiado tales actividades. La organización a la que parece referirse indirectamente, Molfar, no es socia de la NED.
Hechos:
Afirmación n.° 3 (como se indica en la propuesta de presupuesto del año fiscal 2026):
“La NED también financió la ahora infame Fundación Índice de Desinformación, que persiguió y puso en la lista negra a medios de comunicación conservadores como Federalist, Newsmax, TAC, The Blaze, NYP, etc.”.
Realidad: Esta afirmación es inexacta y engañosa. La NED nunca ha financiado, apoyado ni autorizado ningún trabajo de la Fundación Índice de Desinformación ni de su filial británica, el Índice Global de Desinformación (GDI), que involucrara a Estados Unidos o estuviera dirigido a medios de comunicación estadounidenses.
Si bien la NED financió a GDI, dicho apoyo fue de alcance limitado y se limitó estrictamente al análisis de ecosistemas de medios digitales extranjeros. En ningún momento la NED financió ni apoyó a la Fundación del Índice de Desinformación.
Por política y mandato, la NED financia únicamente trabajos con enfoque global y no apoya proyectos relacionados con los medios de comunicación, la política o la libertad de expresión en Estados Unidos. Las subvenciones de la NED a GDI fueron de alcance limitado y se limitaron estrictamente al análisis de los ecosistemas mediáticos digitales extranjeros, incluyendo el impacto de las narrativas del Partido Comunista Chino (PCCh).
Tras conocer la participación de GDI en actividades centradas en EE. UU., NED inició rápidamente una revisión interna, rescindió la relación y recuperó los fondos no utilizados. Ni un solo dólar de NED se destinó a los proyectos de GDI centrados en EE. UU. NED proporcionó información completa y exhaustiva a los órganos de supervisión del Congreso sobre la naturaleza de nuestro apoyo y los resultados de nuestra revisión y decisión de rescisión. NED también realizó una revisión interna para reforzar las salvaguardias como parte de nuestros procedimientos de diligencia debida y supervisión.
El compromiso de la NED con la libertad de expresión
La NED se fundó con la convicción de que la libertad de expresión es esencial para la dignidad humana y la democracia. En todo el mundo, desde China hasta Cuba , los regímenes autoritarios se esfuerzan por reprimir las voces independientes, promover la propaganda y controlar el discurso público. La NED existe para contrarrestar estos esfuerzos, no para regular la libertad de expresión en las sociedades libres.
NED apoya a organizaciones independientes que desafían la censura, defienden el discurso abierto y amplían el acceso a información fiable en los entornos más represivos del mundo. Nuestros beneficiarios incluyen periodistas de investigación, innovadores de medios y tecnólogos cívicos que trabajan para brindar a la ciudadanía las herramientas y el conocimiento necesarios para tomar decisiones informadas y exigir responsabilidades a quienes ejercen el poder.
Este trabajo se basa en valores democráticos y se basa en principios claros. Nos centramos en fortalecer los medios de comunicación pluralistas e independientes, especialmente donde la libertad se ve amenazada.
Qué hacemos
Lo que no hacemos
Por qué nuestro trabajo es importante ahora
En una era de creciente autoritarismo, la NED no solo defiende los valores democráticos, sino que es un baluarte estratégico y rentable contra la represión. En todo el mundo, autócratas coordinan esfuerzos para silenciar la disidencia, manipular la información, exportar tecnología de vigilancia y reformular las normas globales. En esta contienda de ideas e influencia, la NED es la Fundación para la Libertad de Estados Unidos.
La NED convierte el compromiso de Estados Unidos con la libertad en una ventaja estratégica al empoderar a aliados valientes en la primera línea de la lucha por la democracia. Gracias a los esfuerzos de nuestros beneficiarios, se fortalecen los aliados, se resiste el autoritarismo y se frenan las amenazas emergentes, promoviendo así valores e intereses estadounidenses profundamente arraigados.
Mientras regímenes autoritarios como China, Rusia, Irán, Cuba y Corea del Norte se coordinan para debilitar la democracia y reformular las normas globales, los beneficiarios de la NED ofrecen un contrapeso vital: amplifican las voces democráticas, defienden las instituciones libres y construyen sociedades resilientes desde la base. Al promover el Estado de derecho, denunciar la corrupción y promover la libre empresa, los beneficiarios de la NED ayudan a prevenir el caos que alimenta el terrorismo, la migración masiva y el colapso económico.
Apoyar a NED significa apoyar a quienes asumen enormes riesgos para expresarse libremente, practicar su religión abiertamente, exigir responsabilidades y forjar su propio futuro. Estos no son solo objetivos democráticos, sino profundamente humanos. Al apoyarlos, ayudamos a nuestros beneficiarios a construir un mundo donde prevalezcan la libertad y la dignidad.
Obtenga más información sobre cómo NED apoya a quienes defienden la democracia en la primera línea.
Traducido por Google Translate
No hace falta una máquina del tiempo ni una terapia regresiva para experimentar la prehistoria —aquella era en que el ser humano vivía en un estado semisalvaje, desprovisto de los servicios más básicos—: basta con residir en Cuba para revivir esa amarga realidad.
La existencia de más de nueve millones de cubanos, según las estadísticas más recientes, no dista en nada de la de nuestros antepasados prehistóricos. Las carencias y la permanente lucha por sobrevivir se han convertido en el pan de cada día de la isla.
Si antes los homínidos se batían contra fieras salvajes, hoy sus “fieras” adoptan la forma de gobernantes y funcionarios públicos corruptos que despojan a la población de sus derechos más elementales. Derechos como el acceso a alimentos, medicinas, electricidad, agua y gas — considerados logros indiscutibles de la modernidad— son aquí un privilegio inalcanzable.
En la Cuba actual, la “bella isla” se transforma en un escenario de privaciones: cortes eléctricos de más de veinte horas diarias y la falta de gas para cocinar frustran los escasos recursos que la inflación y el sistema permiten llevar a la mesa.
Esta regresión forzada deja claro que, a fuerza de carencias y desamparo, los cubanos han retrocedido hasta una Edad de Piedra ficticia, en la que cada día se libra una batalla entre la incertidumbre y la voluntad de seguir adelante.
Ante un panorama tan humillante y violento la vida del cubano resulta un verdadero suplicio. El hombre de las cavernas es un ganador ante él, pues al menos los alimentos estaban delante de él y solo debía cazarlos y el fuego no era ya un problema, pues él lo controlaba, no como sucede en este desdichado país, donde hasta el fuego lo controla el gobierno y cocinar resulta una verdadera tortura.
Publicado originalmente en la edición 200 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.
Mentir parece ser el único recurso del régimen cubano. Más de sesenta años de engaños conforman su saldo, y a todas luces no tienen intención de abandonar esta práctica destructiva que aniquila la voluntad y las esperanzas de varias generaciones.
Sin embargo, la historia no perdona: ningún sistema edificado sobre el engaño puede prosperar. Primero traicionó a miles de soldados que, animados por la promesa de “una república democrática, con todos y para el bien de todos” —el sueño martiano que los alzó en la Sierra— vieron desvanecerse sus ilusiones. Después, millones de cubanos desprovistos de derechos sucumbieron ante discursos populistas que hablaban en nombre del pueblo humilde, solo para defraudarlos con el paso del tiempo.
Los inicios del régimen se presentaron como románticos y esperanzadores, pero pronto afloró su verdadera naturaleza. Aún durante los días de la Sierra, Fidel Castro aseguró al periodista Herbert Matthews que el proceso revolucionario “no tenía vínculos con el comunismo”. Solo unos meses más tarde, en abril de 1961, el propio régimen se declaró abiertamente comunista, traicionando el ideal democrático de José Martí, aquel Martí que había invocado como escudo ante el Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba tras el asalto al Moncada. Al igual que otros gobiernos comunistas, prometieron llevar al pueblo “del reino de la necesidad al reino de la libertad”.
Ni lo uno ni lo otro se cumplió. Hoy en cada hogar cubano reina la carencia; la libertad — ese derecho básico de ser y actuar como ciudadanos plenos— yace encarcelada en miles de compatriotas, hombres y mujeres comunes, condenados por atreverse a ejercer la libertad que les fue prometida y luego les fue arrebatada con violencia. Para nadie debe ser un secreto que la naturaleza del régimen cubano es engañar y extorsionar a través de la manipulación política.
Las lecciones de más de seis décadas son más que suficientes para comprender que quienes lo defienden lo hacen por su propio beneficio personal. El engaño que el régimen cubano ha mantenido sobre más de tres generaciones de cubanos, ha dañado profundamente sus sueños y esperanzas tal punto que resulta imposible restaurarlos .
Por que han afectado relaciones humanas, sembrado la desconfianza y el odio, recursos que le han garantizado mantenerse en el poder. El imperio de la mentira en la isla ha sido muy dañino y sigue recogiendo los frutos en las nuevas generaciones, que aunque no vivieron tantas décadas de ignominia , se han convertido en víctimas.
La mentira de más de 60 años no puede ser la herencia del futuro, no puede ser la única realidad que este destinada a los cubanos, merecemos algo diferente. Para estos tiempos que viven los cubanos, es necesario despertar, entender que basta ya de demagogias, promesas y consignas.
Estas han sido las armas de la esclavitud política y si seguimos el juego de los gendarmes del poder, no habrá espacio para la verdad, esa que transforma y libera y que solo puede expresarse en seis letras poderosas: cambio.
Publicado originalmente en la edición 200 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.