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Opinión
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Un fondo habitacional deteriorado cada año más deteriorado
Jun 9, 2024

Durante los discursos pronunciados por los máximos dirigentes del régimen cubano en los eventos oficiales con motivo del Día de los Trabajadores, celebrados cada primero de mayo, se hacen referencia a los planes de construcción de viviendas, enfatizando la importancia de que los municipios sean los protagonistas en este proceso.

En el balance anual del Ministerio de la Construcción correspondiente al año pasado, se informó que en el 2023 solamente se lograron construir 16,065 viviendas, lo que representó el 65% del plan establecido para ese año.

Además, se señaló que el déficit habitacional en el país supera las 856,500 casas. María del Carmen González, directora provincial de la Vivienda en Villa Clara comunicó en una entrevista realizada en la televisión regional en el año 2019, que su entidad había diseñado un plan para construir 46051 viviendas y reparar otras 33111 en diez años.

Al respecto un ingeniero civil nombrado Ismael López, quien trabaja en esa entidad desde el año 2018, le comunicó a nuestro medio, que el plan previsto para nuestra provincia en ese período presenta grandes retrasos debido a la falta de materiales y combustible.

“Los planes que se realizan desde una mesa en una oficina en la mayoría de las ocasiones fallan, porque sólo tienen en cuenta escenarios ideales muy distantes de la realidad que vivimos en nuestro país. Es vergonzoso prometer cifras al pueblo que sabemos son imposibles de cumplir, porque ni siquiera tenemos combustible para que las fábricas funcionen”, refirió.

La fuente aclaró que en el año 2023 las empresas del Ministerio de la Construcción en Villa Clara, recibieron menos del 40 % del combustible previsto y en el caso del cemento menos de 30 % de lo que se necesitaba.

“La situación es muy compleja ya que tenemos paralizadas la mayoría de las obras, sólo las que se realizan por esfuerzo propio han tenido adelantos y eso por el notable sacrificio que hacen las personas que las realizan”, indicó. Alexis Rabelo, residente en la calle C en el reparto Vigía, le aseguró al autor de esta nota, que su familia todavía espera por los materiales que le prometieron los dirigentes del Gobierno en el año 2017, luego del paso del huracán Irma por nuestra provincia.

“Perdimos la casa por el ciclón y desde ese año estamos viviendo en casa de una tía de mi esposa. Este gobierno promete mucho, pero casi nunca cumple cuando se trata de ayudar a las personas pobres que lo perdieron todo”, lamentó.

Publicado originalmente en la edición 118 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas

 

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Rumbo al ocaso estadio insigne de categorías infantiles de béisbol
Jun 9, 2024

La Habana, Cuba, (ICLEP). El estadio de béisbol aledaño al Círculo Social José Antonio Echevarría, sede habitual de los entrenamientos y de muchos de los eventos competitivos de las categorías infantiles, cada día se deteriora más ante la mirada indolente del régimen.

Mientras la instalación deportiva, localizada en la calle Calzada entre 12 y 18, en Plaza, decae a la vista de todos, a ningún funcionario deportivo ni de Gobierno le ha llamado la atención el suceso, en pos de detener el progresivo deterioro. Es visible desde la calle: muro de la entrada roto, ausencia de césped y los ventanales de las oficinas destruidos.

“Sucede que el patrón de los comunistas no es secreto para nadie, esperan que algo se destruya en su casi totalidad para luego la propaganda: ‘recuperar tal empresa empleando tantos recursos más cual instalación’.

Pero, caramba, para qué lo dejan destruir”, expresó al boletín el jubilado Carlos Montero Reyes, residente en la calle 27. El ex profesor universitario Yander Ramos García, domiciliado en la calle 13, contó a Amanecer Habanero que conoce el lugar porque traía a su nieto a jugar pelota.

“Su sueño era jugar en Industriales, pero está en una academia en República Dominicana. Aquí con esta gente todo es destrucción y logros, como ellos dicen en la televisión”, acotó. Isaac Dorta González, funcionario en la Dirección Municipal de Deportes de Plaza, expresó a este medio: “Recuperar el terreno de béisbol del José Antonio Echevarría es una de nuestras prioridades pendientes, y lo haremos”.

 

Publicado originalmente en la edición 237 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero

 

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El cambio en Cuba requiere una nueva mentalidad
May 30, 2024

Para los incautos es posible que la maquinaria y propaganda del régimen cubano los logre confundir y hasta llegarles hacer creer que todo va a cambiar para bien. Esto es solo una retórica incoherente y desatinada, de quienes asumen el poder político en la isla.

Lograr eliminar el desastre económico que por décadas se ha venido conformando en Cuba, bajo las directrices del llamado socialismo cubano es una tarea totalmente imposible o como dicen los guajiros cubanos: no se puede cazar liebres con gatos.

El modelo económico y político cubano, no tiene nada que aportar, solo desastres y errores continuos. Las llamadas máquinas pensantes del régimen son sencillamente políticos incompetentes que asumen las carteras ministeriales por su filiación política al Partido Comunista y no por sus conocimientos sobre las esferas que dirigen.

Reordenar la economía cubana es tarea posible para el legendario mago Merlín. Se necesitan cambios radicales en toda la infraestructura económica del país y en las actuales relaciones de producción, cuyo contenido ha entrado en contradicción total con las fuerzas productivas que han ido apareciendo en el seno de la sociedad cubana.

Resolver este controvertido modelo no puede ser a medias tintas, como muchos suelen decir, sino implica cambios radicales, buscando la eliminación en primer lugar del flagelo de la corrupción, el voluntarismo político y la mala dirección a todos los niveles.Estas urgentes transformaciones requieren de un cambio de mentalidad política, difícil de asumir por la élite dominante de la isla, para quienes el cambio no está en su agenda pues están viviendo de los beneficios del poder y no lo entregan con facilidad.

Ceder ante la propaganda mediática y manipulaciones de la dictadura cubana o creer en sus cantos de sirenas, es una posición absurda y torpe. No se puede esperar cabios y transformaciones desde el poder, pues la cúspide que ostenta y permanece en el poder político en la isla, tratará de mantener el estado actual del escenario político, pues vive y se nutre de el. Triste pero real es el futuro de la isla si no se logra aunar fuerzas y voluntades por el cambio.

No un cambio promovido desde arriba, sino que tenga como actor y protagonista al propio pueblo. Así fue cuando Machado, cuando Batista y tiene que ser para este momento, sino nada real sucederá. Hay que aprender de la experiencia histórica ,para no cometer errores de ls cuales tengamos que arrepentirnos.

Es necesario entender que los culpables de las miserias y penalidades que hoy vivimos, no es el bloqueo económico u otros agentes externos hay que comprender de una vez y por siempre que los males que vivimos los ha procreado el propio sistema.

 

Publicado originalmente en la edición 180 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

 

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“Estado socialista de derecho”, la oración más extraña del universo
May 24, 2024

Para quien conoce de la realidad cubana, vivió o vive en Cuba, está claro que ambas cosas (socialismo y derecho) no caben en una misma oración; se repelen de un modo atroz. Sin embargo, es una de las etiquetas más difundidas por el régimen de la Isla.

Para poner en contexto el fundamento conceptual de la anti-oración que da título a este trabajo es suficiente un día cualquiera de cubano de a pie en Artemisa. No basta ni levantarse de la cama para comenzar la jornada sin derechos, el apagón avisa que la electricidad es un privilegio.

Para iniciar jornada, el desayuno (derecho) y día (amanecer comunista) también se van de la oración favorita de la nomenclatura gobernante, por incompatibilidad de un mismo lugar en el espacio. En el comunismo caribeño no se desayuna, al menos la gente no elevada.

Pocos se han preguntado en el planeta qué desayunan los cubanos, cuando hasta el incomible pan de la bodega ha desaparecido. Nada, es mucho el mortal isleño que diariamente se lanza a la calle con el estómago pegado al espinazo.

En orden de no llover sobre mojado, en pos de abreviar el cuadro cubano de hoy, saltaremos miserias; y aunque la garrocha debe ser larga para rebasar alturas como las horas en las paradas y otras tantas calamidades, hay un derecho, mejor dicho, la falta de este, que le ha apuesto la tapa al pomo a Artemisa: las camillas ensangrentadas en el Hospital Provincial. Señores, cuando la prensa ciudadana se ha hecho cargo del asunto es porque está en boca de todo el mundo.

Es la asquerosidad del momento en el territorio. Los familiares de los accidentados llegan al centro sanitario y no saben si acostar al agonizante en la camilla o depositarlo en el piso. “¡Qué mala impresión!”, dicen algunos de los que han pasado por la difícil experiencia.

Pero, aún con todo el catálogo de aberraciones diarias, esas cuatro palabras que hablan de comunismo y conjunto de normas que dotan a los miembros de una sociedad de un mínimo de existencia digna, continúan vagando por el planeta como axioma garantizado por todos en la Isla.

Bueno ya, de muela y mentiras de la dictadura en la ONU y toda la caterva de eventos internacionales, hoy los cubanos tienen menos derechos que un elefante en una cristalería. La hipocresía planetaria recae en el hecho de que todos en el mundo saben que “Estado socialista de derecho”, que ambas cosas, no pueden ir en una misma oración. Basta sonar en los pasillos de la encumbrada Ginebra la camilla ensangrentada del Hospital Provincial Ciro Redondo. Una exposición de la realidad de un país. La muela del régimen sobra.

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“Llegó el arroz”, un pueblo a la caza de barcos
May 23, 2024

Aunque parezca rareza en otros lares del globo terráqueo, la llegada de un barco a tierra cubana con algún que otro suministro es un “notición”, titular en el Noticiero de la Televisión (NTV), en la emisión estelar. Si al mundo se le quitan los barcos, Cuba se muere.

Lo que es intranscendente en cualquier otro país, aquí se replica en las calles como virus de la contentura. “¡Ya llegó el barco de arroz!”. Es tanta la ansiedad por esto y aquello que a la gente la invade como una culebrilla de escozor, cuando escuchan la noticia; y hasta las pupilas se dilatan. Solo que la esperanza viene por mar, y de que llega uno a que llega otro “se puede matar un burro a pellizcos”.

¡Y lo lento que se mueven los barcos!, algunos han tardado hasta 65 años y todavía no han llegado a puerto seguro. Cuando la esperanza se mueve tan lenta un país, su gente, nunca saldrá del desastre en que vive. Pero, lo curioso del asunto es que el régimen se aprovecha de la situación y todos los medios oficialistas, Radio Reloj incluido, se lanzan tras la novedad, repitiendo como papagayos la llegada del carguero de Rusia, –los de Venezuela y México se mantienen en la nebulosa, como si algo no anduviera muy derecho que digamos–.

El mensaje, refrescan los apagones. Con el arroz sucede algo similar, la nota en primera plana del arribo de un buque, puede que hasta del Polo Norte, donde los hielos no son tan fértiles como la tierra cubana, genera una expectativa similar: suenan en silencio los calderos y comienza la salivación nacional.

No son exageraciones, el arroz es la base de la dieta cubana. Nada, que son pocos los países en el mundo que se pueden dar el lujo de que su gente llore de alegría y de esperanza en un futuro luminoso con la llegada de un barco de arroz.

“Tan solo por eso [los barcos] vale la pena sentarse cada día a ver el NTV, aunque haya que zumbarse toda la otra metralla que habla Díaz-Canel”, dijo una ama de casa. Este escenario se repite cada noche en los hogares cubanos. Es algo típico.

Solo que hay una cuestión en progreso: no se sabe hasta cuándo cazar barcos en Cuba será un notición, la situación empeora por días. Llegará el momento en que todos los barcos del planeta no sean suficientes para que el régimen continúe tapando huecos.


Publicado originalmente en la edición 216 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

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Los latigazos de la bancarización al pueblo también sacuden al régimen
May 19, 2024

El sufrimiento que está causando la implementación a raja tablas por parte del régimen del proceso de bancarización en la Isla está llegando a niveles extremo, en un país donde quien trabaja necesita urgente los cuatro pesos para acceder a bienes y servicios.

Pero, aun así, la gente está cambiando las reglas del juego. El rechazo público crece, y ya se refieren victorias. Las historias de este calvario se cuentan por miles a lo largo y ancho del territorio nacional.

Empleados públicos que deben esperar de 15 a 20 días de lo estipulado y convenido con las administraciones para poder acceder a los salarios. El sindicato, brazo ‘muelero’ de las gerencias, ni se inmuta, cuando un atraso de estos es penado por la ley.

Personas que, ante una emergencia familiar, dígase una remisión de un pariente a un hospital, no puede extraer los fondos atesorados durante largo tiempo de sacrificio, debido a que los bancos carecen de efectivo y solo se pueden extraer migajas a por día. Pero no todo es cargar de manera impune, sin rechazo, la bota comunista sobre suelo cubano, en este tema también hay manifestaciones de rebeldía de la población.

Suceden a diario, los reclamos de la gente aumentan y no pocos escándalos se vienen dando en las sucursales bancarias y centros de trabajos. Una de las historias, aún fresca en Centro Habana, se dio cuando un individuo, padre de un adolescente discapacitado adicto a la televisión, precisó de los fondos en tarjeta para cubrir el arreglo del televisor, que había sufrido rotura imprevista. Según el banco estaba prohibido extraer 15 000 pesos de a una vez.

Mientras el muchacho se desesperaba en casa, el hombre, repleto de rabia y de impotencia, arremetió un soberano escándalo en la puerta de la institución, donde no faltaron las fuertes diatribas al comunismo, Díaz Canel y toda su comitiva.

El asunto fue tomando calor como bola de nieve cuesta abajo, resultado de la solidaridad de presentes en la cola y transeúntes que se detenían a brindar apoyo al sujeto en rebeldía. Hubo hasta gritos “Denle el dinero” o “Abusadores suelten lo que no es suyo, ladrones”.

Aquello se complicaba por minuto, los vecinos se acercaban. Las autoridades financieras dieron su brazo a torcer, le dieron lo suyo al hombre. Todo indica que, con previa autorización de algún poder superior, siempre temiendo a una versión santiaguera 17/M en Centro Habana.

La gente aplaudió la victoria. Un triunfo sobre un dominio asfixiante. El éxito como resultado del único camino que hoy hay en la Isla: el poder del pueblo cuando le planta cara dura a los desmanes de la dictadura. Los latigazos de la bancarización al pueblo también sacuden al régimen.


Publicado originalmente en la edición 236 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero

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Intoxicación mediática, el último grito de la muela comunista
May 18, 2024

Cuando la verborrea del régimen lanzó el penúltimo concepto para justificar el descalabro del país, en este caso “corregir distorsiones”, de inmediato se comenzó a trabajar en el siguiente dicharacho. El nuevo descubrimiento apenas tardó, ya lo tenemos: intoxicación mediática.

El catálogo de estas locuciones nebulosas, que no ponen un plato de comida en la mesa, ha sido rico. Tenemos: Periodo Especial, los lineamientos del Partido, situación coyuntural, sanear las finanzas, Tarea Ordenamiento, corregir distorsiones e intoxicación mediática. Esta última, el último grito de la muela comunista.

Antes, tiempos atrás, a quien inventara una palabra de estas le daban un Lada; aunque el sujeto creativo pasara a segundo plano como autor intelectual del disparate y se diera a conocer la locución al público por medio de un jerarca del Partido.

¿Qué se esconde detrás de esta palabrería insulsa, además de la justificación de turno? Se intenta sembrar en el credo popular que se ha dado con la causa de los males y hacia ella se va por solución. Esto es, manejar la psiquis de los descamisados para ganar tiempo. Sencillo, el régimen intenta que con una frase o palabra de estas en algún lugar del inconsciente del cubano de a pie vague la ilusión de la esperanza, pues se identificó el mal; aunque por el momento la gente siga comiendo tierra o cautivo de la misma miseria que cuando se dijo la anterior.

¿Qué sucede en realidad? Ocurre que solo los más acérrimos ‘comecandelas’, los incondicionales y románticos comunistas, que ya van quedando muy pocos sea por longevidad o por despertar, se tragan el anzuelo de la esperanza atrapada en una frase altisonante y teñida de patriotismo barato. El contexto de la Isla es otro por mucha palabreja que le suenen a la gente. De una situación coyuntural a corregir distorsiones el barco lejos de flotar se sigue hundiendo.

Podrán venir cantidades industriales de estos gritos de la muela que los cubanos tendrán más ilusión en escapar que esperar a la siguiente frase salvadora. Lo caótico de este escenario consiste en que el régimen continúa atrincherado en su ideología, mientras ya se trabaja aceleradamente en la búsqueda de otro de estos conceptos-frases, pues nada parece mejorar ni a corto ni mediano plazo. Quizás el próximo alarido de la verborrea triunfalista esté a la vuelta de la esquina.

Algo así, como que de la ilusión que casi llegamos, pero necesitamos “atronar mecanismos”; por citar una variante que traiga esperanzas o alargue la línea del horizonte. De momento, la intoxicación mediática, estrenada recientemente por el Presidente de la República, es la tipa. El último grito de la muela comunista en la Isla caribeña de los panes y los peces a golpe de justificaciones.


Publicado originalmente en la edición 236 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero

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El turismo en Cuba se desploma fuera de los hoteles
May 16, 2024

Salvando las limitaciones del confort esperado por los visitantes extranjeros dentro de las instalaciones hoteleras, muchos cubanos piensan, incluyendo no pocos funcionarios, que el ramo turístico se reduce a tener hoteles lo mejor preparado posible.

Esto está fuera de tono y de época. Desde siempre, y acentuado más en la modernidad, quien invierte recursos para visitar una región cualquiera del mundo le interesa más conocer de lo que hay fuera de las cuatro paredes que lo reciben que lo que hay dentro de estas.

Conocer geografía, costumbres y gentes es un imperativo. Pero qué sucede cuando la situación en un país fuera de las instalaciones hoteleras es desastrosa.

Precisamente, uno de los pies de barro del turismo en la Isla es la caótica infraestructura nacional fuera de los hoteles. Abundan las quejas de los visitantes sobre el asunto. Para empezar, al turista que decide aventurarse fuera de la mole de concreto le es difícil hidratarse durante el trayecto, rara vez encuentra agua embotellada durante el viaje.

La solución, cargar con cuanta botella pueda al salir. El tema de habilitar combustible es otro calvario. Pese a las preferencias que tienen los visitantes, en no pocas ocasiones ni así pueden hacerse del carburante; y en ciertos casos se han quedado varados o a la espera del autorizo de algún jerarca del Partido local. Visitar gente, pasear por un pueblo o ciudad, también supone un desafío.

El estado lamentable de aceras y carreteras obliga al foráneo a no apartar los cinco sentidos del suelo que pisa. Las quebraduras y torceduras de extremidades han estado presente. Por solo citar un ejemplo, las aceras de Artemisa apestan, y sin ponerle las fosas drenando a la vía pública.

El hospedaje en un barrio de la Cuba profunda, para el cacareado contacto pueblo a pueblo, resulta otro tema espinoso. Es difícil la estancia en una renta particular con provincias sometidas a más de 12 y 14 horas de cortes eléctricos.

Lo anterior es solo por mencionar lo que más salta a la vista; pues hay cosas de más pesos como que el visitante llegue a un policlínico, después de un accidente, y no encuentre hilo para suturar una herida o demás elementales insumos para atender una dolencia.

Cuando se habla de la industria de la chimenea sin humo el concepto no se reduce a la estancia en flamantes bloques de concreto. La concepción del sector incluye al resto del país donde se enclavan las instalaciones; y Cuba está hecha tierra de punta a cabo.

Por tanto, levantar este maltrecho sector en la Isla, que hoy reduce la excelencia que aún conserva a pocos focos como Varadero y los cayos –La Habana es más basura que ciudad–, es necesario pensar en el resto del país. No hay de otra, el turismo en Cuba se desploma fuera de los hoteles.


Publicado originalmente en la edición 215 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa