La jornada electoral del pasado 4 de noviembre representó un duro golpe para el Partido Republicano. La victoria en Nueva York del autoproclamado demócrata socialista Zhoar Mamdani se unió a los triunfos de las demócratas Abigail Spanberger, en Virginia, y Mikie Sherrill, en Nueva Jersey. Por si fuera poco, en California los votantes aprobaron la llamada Proposición 50, que otorga cinco plazas más a los demócratas en el Congreso; y en Detroit la también demócrata Mary Sheffield arrasó al ganar con el 77% de los votos, mientras que en Pensilvania los magistrados demócratas del Tribunal Supremo fueron ratificados.
Para el presidente estadounidense estas elecciones representaron también un duro golpe en lo personal, pues el candidato independiente a la alcaldía de Nueva York, Andrew Cuomo, contaba con su apoyo, al igual que Jack Ciattarelli en Nueva Jersey. Además, tanto Spanberger como Sherrill basaron sus campañas en discursos anti Trump. Más escandaloso fue el caso de Mamdani, quien durante la celebración de su victoria le dijo al presidente “ahora sube el volumen”, una actitud poco ética, en respuesta a la posición del mandatario ante su candidatura.
Mamdani, quien durante su campaña hizo promesas como la de guarderías gratuitas para niños menores de cinco años, contó con el apoyo del ex candidato a la presidencia Bernie Sanders. Las reacciones de los líderes demócratas después de la jornada dejaron claro que vieron los resultados como una gran victoria. El presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, aseguró que el Partido Demócrata estaba de vuelta y no perdió oportunidad para arremeter contra el presidente: “Dejamos claro que no queremos ostentosos salones de baile. Queremos sanidad más asequible. No queremos baños de mármol. Queremos facturas de energía más bajas. No queremos fiestas del Gran Gatsby. Queremos que los niños puedan cenar cada noche”.
Por otra parte, el triunfo de Mamdani en Nueva York desató diversas reacciones; por ejemplo, uno de los titulares del New York Post expresaba: “La manzana roja” y mostraba al candidato socialista sosteniendo una hoz y un martillo. Mientras que Steve Bannon, ex asesor de la Casa Blanca, dijo en su pódcast War Room (Cuarto de Guerra) que los republicanos que están de acuerdo con que un socialista gobierne para demostrar que los socialistas fallan eran bolcheviques; y terminó con una afirmación que para nosotros los cubanos, más que una experiencia, ha sido una dura lección de más de 60 años: “Ellos no van a soltar el control de Nueva York, después que se instalen ahí vamos a necesitar una pala para sacarlos”.
Publicado originalmente en la edición 248 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
El 20 de abril de 1961, al caer la tarde, después de haber resistido y abatido los ataques de una fuerza inmensamente mayor, la Brigada se quedó sin municiones y se separó en grupos pequeños con la intención de llegar hasta las montañas del Escambray. Esto fue imposible, y mil doscientos hombres deshidratados fueron aprisionados por las milicias castristas.
En prisión, durante veintiún meses, la Brigada sobrepasó la traición que había sufrido, se confirmó en sus ideales de libertad y democracia, y se comprometió a nunca abandonar a Cuba. En ningún momento, a pesar de la crueldad del régimen, se sometió la Brigada.
Hoy, después de sesenta y cuatro años en los que hemos restablecido nuestro valor personal, triunfando en un mundo libre y democrático y estableciendo familias llenas de ciudadanos buenos, trabajadores, libres y democráticos, nos dirigimos al pueblo cubano una vez más.
Les hablamos con plena conciencia de la represión que existe en la isla, conscientes de la inmensa crueldad del régimen y de las dificultades de la vida diaria. Esta situación no se va a arreglar sola, y a los dirigentes, que se enriquecen con la miseria del pueblo, no les conviene cambiarla. Es necesario que busquen y encuentren la valentía mambí que les corre por la sangre. No hay otra salida: irse ha dejado de ser una solución personal, y quedarse obedeciendo mansamente es condenarse a un infierno permanente.
No proponemos soluciones violentas, sino prácticas. La rebeldía más efectiva contra la tiranía es la desobediencia. Desobediencia ejercida en todas las actividades laborales y civiles, desobediencia total, muestra del desapruebo total. Actuando inteligentemente para evitar el castigo, pero actuando continuamente y sin descanso.
Cuba corre el peligro de desaparecer para siempre como un país viable, y evitarlo le corresponde a todos los cubanos, sobre todo a los que viven la tragedia con los pies en tierra.
Durante la Guerra de Independencia, doscientos cincuenta mil cubanos murieron víctimas de la crueldad de la tiranía española. Este régimen, con una cúpula de ladrones que solo operan para beneficio de sus fortunas personales, pretendiendo que es comunismo, es un régimen mucho peor que los españoles y mucho peor que los comunistas. Ellos pretenden que, cuando ya no puedan gobernar a un pueblo rebelde que se llena de valentía, escapar con sus fortunas a Galicia o México y vivir su atardecer cómodamente.
Cubano, rescata tu honor, destapa tu valor: la hora ha llegado.
¡Desobediencia total!
Les hablamos como hombres que sacrificaron todo por la libertad de Cuba y que han vivido una vida entera apoyando esa libertad.
Abrazos a todos los cubanos valientes.
Brigada de Asalto 2506 – Veteranos.
Bajo el título “Un sistema de salud pública integrado e informatizado”, el periódico Granma señalaba en diciembre de 2019 la llegada de la informatización al sector de la Salud Pública cubana. El programa está compuesto de proyectos que, a la vez, están divididos por tipo de institución, siendo en los hospitales donde cobra mayor fuerza con el sistema de gestión “Galen Clínicas”, desarrollado por la empresa cubana Softel y con la implementación de la historia clínica digital.
Si se implementa y funciona correctamente, el programa brindará beneficios incluso para el paciente, que tendrá acceso a la información y podrá conocer a través de mensajes, por ejemplo, qué médico lo atenderá, si se pospone la consulta o si puede recoger los resultados de sus chequeos.
En el hospital Carlos J. Finlay, ubicado en el reparto Zamora del municipio Marianao, la doctora Miriam Escarcel, jefa del Departamento de Informatización, está al tanto del proceso y las etapas que lo componen. La especialista dice que tiene fe en que el proyecto llegue a implementarse.
“El proceso de informatización se realiza por etapas y dentro de ellas se contempla la informatización de los registros médicos, consultas y los ingresos hospitalarios. Ya existen un grupo de registros que tenemos informatizados en el hospital, por ejemplo, el de personas fallecidas y las intervenciones quirúrgicas”, informó a Amanecer.
“En el caso de los registros de personas fallecidas tenemos una plataforma web que pensamos integrarla con las oficinas del registro de consumidores, para que el fallecido cause baja automática en la OFICODA. En otros centros de atención hospitalaria ya se trabaja en integrar al sistema las dietas médicas y a las parejas infértiles”, agregó.
La informatización llegó a Cuba y se está implementando, pero con muchas limitaciones y a un paso muy lento. Entrevistas a médicos y a trabajadores de los departamentos de Informática de los policlínicos Camilo Cienfuegos de Santa Fe y 28 de Enero de Romerillo, en el municipio Playa, lo corroboran.
“Conozco el sistema porque trabajamos con él todo el tiempo”, dice Claudia Sosa, técnica de informática del policlínico de Santa Fe y responsable de la base de datos. “No sé nada de proyectos porque no trabajamos con ellos, pero sí puedo quejarme de la lentitud de la conexión y la falta de actualización de datos”.
De acuerdo con Sosa, sobre la digitalización que se anunció en el policlínico no ha llegado ninguna orientación.
En cambio, el doctor Ramírez, vicedirector del policlínico de Romerillo, está desarrollando una tesis sobre suicidios y se auxilia de la base de datos del Ministerio de Salud.
Según el galeno, este registro lo ha ayudado mucho en la tesis aunque no es confiable totalmente porque no está actualizada. “Son muchos más suicidios los que ocurren que los que se registran y eso es un dato importante a la hora de cualquier conclusión o vaticinio”, señaló.
Publicado originalmente en la edición 264 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.
En julio de este año se hizo público el informe de la ONU sobre “Trata de personas en Cuba”. En conformidad con la ley de protección a las víctimas de ese flagelo, el informe evaluó el grado en que el Gobierno cubano cumple o no con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas.
El informe dictaminó que Cuba no había cumplido y dejó al Gobierno cuatro recomendaciones prioritarias a solucionar: cesar las amenazas y prácticas engañosas en el reclutamiento de trabajadores cubanos enviados al extranjero; asegurar que los contratos y acuerdos firmados con los gobiernos extranjeros para trabajadores cubanos cumplieran con las leyes internacionales y los estándares laborales; dejar de retener los salarios de los trabajadores y permitir el pago directo de los salarios en línea con los que otros trabajadores extranjeros recibieron por trabajos similares; y dejar de imponer restricciones irrazonables a la movilidad y asociación de los trabajadores, incluida la vigilancia, los toques de queda arbitrarios y las limitaciones de viajes internacionales cuando no estuvieron alineadas con su salud y seguridad, y permitir que los trabajadores se relacionaran libremente con locales.
Las condiciones abusivas e inhumanas impuestas por el Gobierno cubano para los trabajadores que cumplen misión en los programas de colaboración con más de 60 países han sido criticadas y condenadas en múltiples foros internacionales.
En 2022, Cuba ingresó 4 900 millones de dólares solamente por la venta de servicios médicos, uno de los tipos de explotación laboral más conocidos de mano de obra barata, beneficio del régimen.
El secretario de Estado estadounidense Marcos Rubio, al anunciar la ampliación de la política de la administración de Trump con Cuba, dijo que las prácticas laborales abusivas y coercitivas del régimen estaban bien documentadas y que Estados Unidos estaba decidido a contrarrestar la práctica de trabajo forzado en el mundo.
Los profesionales de la salud cubanos siguen estando sujetos a las leyes y prácticas coercitivas del régimen de la Isla, que clasifica a aquellos que abandonan las misiones como desertores, prohibiéndoles regresar y visitar el país durante ocho años.
Las brigadas de emergencia que Cuba envió a muchos países en medio de la crisis de la Covid-19 han sido enmarcadas como “oportunismo pandémico”, una de las maniobras lucrativas que Cuba suele hacer cuando se trata de desastres naturales o pandemias.
Estas brigadas de emergencia son trabajadores de la salud llamados “todo terreno”, cuyo despliegue puede ordenarse en pocas horas y están obligados a prestar servicios en lugares peligrosos y remotos, sin garantías de seguridad o bienestar.
El aparato del Gobierno cubano sabe bien cómo responder a las emergencias como desastres naturales y pandemias, en momentos en que los países receptores están necesitados.
Las brigadas de colaboradores internacionalistas cubanos logran, muy efectivamente, establecer una punta de lanza ideológica en esos países, a la vez que constituyen un negocio muy rentable.
Publicado originalmente en la edición 264 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.
El aumento de las tensiones entre la Unión Europea (UE) y Rusia, lo que incluye ineludiblemente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), marcó el mes de septiembre. Las violaciones de los espacios aéreos de Polonia y Estonia por parte de cazas rusos y las repetidas incursiones de drones en países como Dinamarca, Noruega, Finlandia, Rumania, Lituania, Alemania y Bélgica contribuyeron a ello. La UE no se ha quedado de brazos cruzados y ha respondido con la posible creación de un muro antidrones, no sin antes haber derribado varios drones rusos.
En medio de este panorama, Polonia invocó el artículo 4 de la OTAN, llamando a consulta a los miembros. Anteriormente, este artículo solo había sido utilizado cuatro veces desde la fundación de la Alianza Atlántica en abril de 1949. Después de esto, las incursiones con drones en varios países europeos se intensificaron y llegaron a afectar el funcionamiento de varios aeropuertos; pero lo peor no es eso: algunos de estos drones sobrevolaron bases militares. En uno de los países afectados, Dinamarca, los incidentes ocurrieron días antes de la celebración de una Cumbre de la UE. Todo esto ha llevado a que los países del bloque se planteen la creación de un muro antidrones.
Publicado originalmente en la edición 246 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
Sin embargo, la postura del Gobierno de Vladimir Putin solo empeora las cosas. Hace un par de semanas, Estados Unidos y Canadá desplegaron varios aviones en Alaska después de detectar la presencia de cuatro aviones de combate rusos, aunque posteriormente ambos países reconocieron en un comunicado firmado por el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte que las aeronaves no habían violado el espacio aéreo de ninguna de las dos naciones.
Por otra parte, el ex presidente Dmitri Medvedev ha hecho algunas declaraciones que solo han logrado inflamar los ánimos. Por ejemplo, el pasado 6 de octubre dijo, según recogió el periódico español ABC, que “lo principal es que los europeos cortos de vista sientan el peligro en carne propia. Que teman que tiemblen como animales tontos en un rebaño llevado al matadero”.
A todo esto se suma el hecho de que los ataques rusos contra Ucrania se intensifican y llegan prácticamente a las fronteras de ese país con Polonia. A esto último, el Gobierno polaco reaccionó desplegando aviones de combate y activando sus defensas antiaéreas. Recordemos que Polonia es uno de los países miembros de la OTAN y, en caso de ser agredido, pudiera invocar el artículo 5 de la Alianza, el cual expresa: “Los aliados pueden proporcionar cualquier tipo de asistencia que consideren necesaria para responder a una situación”. Rusia juega con fuego, y en este caso quemarse es una opción.
En las últimas semanas han sido noticia las protestas protagonizadas por jóvenes en diversos puntos del planeta: Nepal, Marruecos, Francia, Perú y Paraguay han sido testigos de estas manifestaciones; pero, ¿quiénes son estos jóvenes y qué buscan? Son integrantes de la llamada generación Z.
La generación Z también son conocidos como los postmilenials, en referencia a que esa generación sucede a la de los milenials o generación Y. Nacieron entre 1997 y 2012. En sus protestas usan como símbolo la bandera pirata de One Piece, una serie japonesa de dibujos animados cuyos protagonistas luchan contra una especie de gobierno mundial en el que prima la corrupción.
Ellos derrocaron al régimen comunista de Nepal. En ese país asiático, el detonante para que comenzaran las protestas fue el bloqueo por parte del Gobierno del acceso a las redes sociales, entre ellas WhatsApp, Facebook e Instagram. Puede parecer simple, pero no lo es: la acción fue una violación de los derechos de los ciudadanos a la información y a expresarse libremente. Los manifestantes exigían, además, el cese de la corrupción en el país y criticaban el lujoso estilo de vida de los dirigentes; estas personas se hacen llamar Nepo Babies.
En Marruecos exigen mejoras sociales, sobre todo en Sanidad y Educación. Las protestas en el país africano estallaron cuando el Gobierno decidió construir estadios para el mundial de fútbol del 2030 en lugar de invertir en mejorar los servicios públicos y enfrentar la crisis económica que atraviesa esa nación. El nombre adoptado por los manifestantes fue GenZ212 y exigen, además, libertad de expresión y el cese de la corrupción, hasta el punto de que han enviado una carta al rey Mohamed VI en la que le piden que se disuelvan los partidos políticos envueltos en casos de corrupción.
Otro país africano, Madagascar, también ha sido escenario de las protestas de la Generación Z. Allí fueron provocadas por los constantes cortes de electricidad, la escasez de agua potable, además de acusaciones de corrupción y mala gestión contra el presidente Andry Rajielina.
El origen de estos movimientos tuvo lugar en Serbia y Eslovaquia. Las causas de las protestas fueron muy similares: jóvenes hartos de la corrupción, el control estatal sobre las redes sociales y los medios de comunicación, y el clientelismo político. En Eslovaquia comenzaron tras la reunión del primer ministro Robert Fico con el presidente ruso Vladimir Putin, lo que daba a entender un acercamiento a Rusia y un distanciamiento de la Unión Europea.
Publicado originalmente en la edición 246 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
La última semana de octubre ha estado marcada por el temor de los cubanos ante el creciente brote de arbovirosis, como el dengue y la chikunguña, virus que mantienen disparadas las alarmas epidemiológicas en 14 provincias del país, especialmente en La Habana y en Matanzas, donde el número de enfermos aumenta día a día, incluyendo menores de edad, quienes carecen de los medicamentos necesarios para enfrentarlas.
Ante esta compleja situación, el Sistema de Salud Cubano, ya colapsado, no puede hacer frente a esta nueva pandemia, cuyas secuelas pueden resultar fatales, generando un profundo temor en la población. Aunque los medios oficialistas han intentado ocultar la realidad, ya resulta imposible disimular la magnitud del problema.
Buscar un culpable puede parecer banal para muchos, y de seguro se señalaría a los mosquitos; sin embargo, el verdadero responsable, aquel que trata de esconder su rostro tras bambalinas, es sin duda el régimen cubano y su fracaso como sistema social, incapaz de garantizar los derechos más elementales del individuo, entre ellos el derecho a la salud.
El vector que transmite estas enfermedades se multiplica no por casualidad, sino por los salideros de agua, la basura sin recoger en las calles durante meses, la falta de controles biológicos y de fumigaciones. Estas condiciones pueden provocar incluso la muerte cuando no existen los medicamentos requeridos para su tratamiento, y todo esto es responsabilidad única del gobierno y de un sistema de salud que ya ha agotado todas sus posibilidades.
El colapso del sistema de atención primaria en Cuba, aquel que alardeaba de brindar al pueblo atención médica gratuita y de calidad, se ha convertido hoy en una vieja fábula que, para tristeza de muchos, no puede garantizar la seguridad de la vida cuando la enfermedad golpea.
El deteriorado estado de las instituciones de salud del país, junto con la escasa disponibilidad de medicamentos y recursos, representa un reto para los médicos y, al mismo tiempo, constituye un foco de peligro potencial para la población desprotegida y necesitada de sus servicios.
Publicado originalmente en la edición 211 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.
Pretender que todos los hombres tienen que ser iguales es un tema controversial. Si bien es cierto que la Constitución norteamericana expresó hace más de un siglo que “todos los hombres somos iguales ante el Creador”, esa idea no significa que, para igualarlos a todos, haya que despojar a unos de sus bienes para entregarlos a otros o igualar a todos en la miseria. Ya eso es un discurso muy diferente, propio de una izquierda comunista que, al pretender igualar a todos, limita cada día más la libertad del individuo.
El ejemplo no está lejano; lo hemos estado viviendo durante más de 60 años. Cuando triunfó el régimen comunista en enero de 1959, el discurso populista de Fidel Castro y las promesas de justicia social e igualdad comenzaron a aplicarse despojando a los dueños de industrias y negocios de sus propiedades, sin retribuir ni indemnizar sus pérdidas. Para entenderlo mejor, se trataba de robarle a unos para enriquecer a otros, al estilo del Robin Hood inglés, violando el derecho a la propiedad, práctica que se sigue aplicando hasta el día de hoy.
El respeto a la propiedad no es algo nuevo, y en Cuba nunca ha sido garantizado por el régimen. Los años 80 y 90 fueron testigos de la llamada Operación Maceta, en la que muchos cubanos fueron privados de sus bienes bajo el supuesto lema de la igualdad social. En este proceso abusivo se sancionaba la iniciativa personal y se penalizaba el emprendimiento.
Con la intención de igualar a todos los cubanos en la pobreza —la forma más sutil de control social que hace al individuo dependiente del gobierno— toda iniciativa privada que se permite en la isla está marcada por leyes y decretos que limitan las capacidades creativas de cualquier cubano que pretenda implantar su negocio.
Esta política de control no solo se manifiesta en el terreno económico. Desde el punto de vista político e ideológico, la limitación de la libertad es una cruda realidad, sostenida sobre un sistema jurídico que se ha convertido en el perro guardián del sistema.
Eventos como las condenas injustas impuestas por tribunales manipulados a los participantes en las protestas del 11 de julio y las diferentes manifestaciones ocurridas en varios territorios de la isla son una muestra de la restricción de la libertad en nombre de la igualdad. Una igualdad que censura la libertad de expresión y de opinión, y que se sustenta en un texto constitucional modificado a ultranza para proteger los intereses de la élite dominante.
El socialismo no puede promover la llamada igualdad social, porque su naturaleza es la de aniquilar la libertad. Todos los hombres somos iguales en cuanto a las oportunidades, pero en la práctica funciona en sacrificio personal y de la individualidad, y en eso el comunismo no aporta nada.
Publicado originalmente en la edición 211 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.