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Opinión
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El germen de las mipymes, un rayo de luz en la oscuridad
Apr 27, 2024

Lo nuevo cuando planta cara en cualquier contexto toma tiempo para ser aceptado, sea para bien siempre existirá la mirada de soslayo. Igual sucede con las mipymes. Unos cubanos por el “sí” y otros por el “no”, pero nadie puede negar que es un rayo de luz en medio de tanta oscuridad. Aquellos abanderados del “no” centran sus críticas en el impacto inmediato de la nueva gestión económica en el bolsillo de los que menos tienen.

Es entendible, un pueblo que junta quilos para cubrir el hoy no tendrá mucho ánimo para suspirar en el mañana. Nadie está negando lo anterior en medio de un lienzo de salarios figurados, pues es realidad contante y sonante, pero el simple hecho del simbolismo de la propiedad privada no deja de ser germen que corroe los cimientos de la dictadura cubana. Señores, propiedad privada es libertad. Es el origen de algo en evolución que pudiera transformar el credo de este país.

Soltar las ataduras de quien hace más de 65 años te ha dictado el abecé de tu vida. Las mipymes representan más que el plato de comida de hoy, es proyecto personal. Cuando el hombre toca las cosas con su corazón no sólo él se agiganta, el entorno brilla.

Tal es el caso del salón artemiseño de belleza Más Bella, que en mano estatal era pocilga mal oliente, mientras que en posesión de particulares ha resurgido de las cenizas. Resultados: el salón ha retomado los servicios luego de un año de inactividad. Hoy, se han incorporado nuevas prestaciones y la higiene del lugar a dado un vuelco de 180 grados. Que es más caro acceder al salón es cierto, pero está. Lo triste sería la nada, que es oscuridad. Se respira otro aire en la ciudad.

Pocas féminas hablan de precios y sí de la oportunidad de Más Bella, aunque sea una vez al mes. No hay que perder de vista que la iniciativa privada en la Isla existe única y exclusivamente por necesidad del régimen. Debemos recordar que libertad y comunismo son conceptos antagónicos, agua y aceite.

En la situación paupérrima que se encuentra hoy Cuba las autoridades han preferido perder un brazo antes de quedarse sin el resto del cuerpo. ¿Y dónde está la grieta? Todos los cubanos hablan de los mismo:

“Parece que fuera del régimen hay vida”. Volver atrás en la Isla después de la iniciativa privada ya no es posible, aunque se vuelva: nunca seríamos los mismos. El germen de las mipymes es un rayo de luz en la oscuridad.

Publicado originalmente en la edición 214 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

 

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Santiago y Bayamo, el rostro de un pueblo casando
Apr 26, 2024

Cualquier explicación del régimen para intentar lógica a favor en lo sucedido el 17 de marzo, bautizado ya como 17M, en la zona oriental del país, no trasciende al cansancio de un pueblo sumamente agotado. Cuba no aguanta más, dice la sinfonía callejera.

En Santiago y Bayamo la gente fue clara, pedir corriente eléctrica y comida es sinónimo de fin de la dictadura. Se trata del desafío al poder comunista en dos ciudades consideradas “cunas de la Revolución”. Un martillazo en pleno rostro de la junta militar gobernante.

La supuesta unidad de los cubanos en torno al proceso social iniciado en 1959 ya cuesta trabajo blandirse al resto del planeta como fortaleza de “la verdad que nos asiste”, según la narrativa oficialista. El pueblo en diferentes regiones de la Isla se ha encargado de una nueva lectura.

Hoy en el barrio nadie duda que a estas hermosas combinaciones de 11J y 17M se le sumarán otras hasta que reviente la cuerda. Una sola señal, la más elemental, indica este rumbo: los crecientes atrasos de los escasos productos de la canasta básica, por solo citar lo más a la vista.

Desde el oficialismo, en todas las provincias el discurso es similar: se redoblan esfuerzos para en menor plazo descargar un buque con arroz que arribó a puerto cubano. Pero, esto no se le puede trasladar a los niños de la casa cuando la mesa está vacía.

Es que la muela para rociar multitudes, esa palabrería sin sustento material, llena de promesas que nunca se cumplen, hoy es aire viejo que ya tiene más de seis décadas de existencia, y continuamos dando vueltas en el mimo lugar y “vamos por más”, a peor.

A qué tonto en Cuba se puede engañar con la leyenda de que el imperialismo guardó relación directa, inmediata, con la rebelión del 17M en la zona oriental. Pues, increíble, pero cierto, hacia allí se dirigió la retórica del oficialismo. ¿Qué muestra esto? Dice que ya no quedan conejos en el sombrero.

El fin de los argumentos, donde sólo queda el imperialismo, abre la ruta de la cara sin sonrojo del poder. Asomar un presidente en ventana nacional a mostrar una Cuba diferente a la real le queda holgado al Noticiero de Televisión, pero ya muy estrecho a un país que sufre.

La realidad es poderosa y marca cada minuto de ese individuo que empata día tras día en la desesperación. Minutos de impotencia, con horizonte cercano en la calle. Cuba está en pie de rebeldía. Santiago y Bayamo fueron sólo el rostro de un pueblo cansado.

Publicado originalmente en la edición 214 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

 

 

Publicado originalmente en la edición 214 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

 

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He estado pensando en un aparente desliz
Apr 19, 2024

Pudo haber sido un desliz, o una “traición del subconsciente”, o pudo ser algo intencionado, pero no deja de ser llamativo que, el día del miliciano, haya aparecido en el cintillo del Noticiero Nacional de Televisión la frase: “En lucha contra el pueblo”.

Es una frase con la que, inmediatamente, nos hemos identificado, porque esa es nuestra experiencia vital. No sólo sabemos, sino que sentimos que hemos vivido durante años bajo un régimen hipócrita. Un régimen que, por una parte, ha mantenido un discurso que parece extraído íntegramente del Evangelio cristiano, un discurso desbordante de defensa de la justicia, de preocupación por el pobre, de superación de la miseria… mientras se creaba una realidad diferente. Porque es un régimen que ha convertido a Cuba en un pueblo miserable y mendigo, ha institucionalizado la injusticia, ha intentado ahogar toda expresión de inconformidad y de crítica, ha llevado al país a un callejón sin salida, donde la vida se ha reducido a dos palabras: sobrevivir o irse.

Ha sido y es un gobierno en lucha contra el pueblo: contra sus aspiraciones, contra sus legítimos deseos, contra su libertad de expresión, contra la pluralidad de opciones políticas, contra la manifestación de su sentir religioso…

Pero la vida nunca está hecha de líneas rectas entre víctimas y victimarios. Las relaciones humanas sueles ser “circulares”, estableciéndose lo que solemos llamar un “círculo vicioso”.

Porque es cierto que, a partir del 59, el nuevo gobierno de la isla desplegó una red de control, de dominio y represión, pero su éxito fue posible porque logró que nos volviéramos los unos contra los otros, y convirtió al vecino (y en algunos casos al propio familiar) en el primer espía, delator y agresor.

En esta “lucha contra el pueblo”, nos hicimos cómplices. Entre nosotros nos delatamos, nos hicimos actos de repudio, nos mentimos, nos sumamos a la represión.

Y no sólo entramos en el círculo de volvernos los unos contra los otros, sino que nos volvimos también contra nosotros mismos, y aprendimos a actuar en contra de nuestra conciencia, de nuestros valores, de los principios que cuidan y protegen el alma.

Al inicio fue incluso comprensible, porque, como pueblo, estábamos tan cegados por la propaganda y la “novedad” del ideal socialista, éramos tan inexpertos en el tema, tan ingenuos ante la vehemencia avasalladora de nuestros líderes, que no fue difícil para los que dirigían la música hacernos bailar al son de sus instrumentos.

Pero hoy día, 65 años después, cuando los ojos no pueden estar más abiertos y las mentes no pueden estar más despiertas, mucha gente sigue encadenada a esos círculos malsanos, mucha gente sigue militando en ese ejército del pueblo que lucha contra el pueblo, mientras, eso sí, como todo el pueblo, intenta sobrevivir el día a día o espera, en las sombras, la oportunidad de escapar del monstruo al que alimenta.

Desliz o no, el mensaje ha sido cierto. Los milicianos han luchado contra el pueblo… y los CDR, y la Seguridad del Estado, y la policía, y los “agentes de civil”, y los militares, y los Boinas Rojas y los Boinas negras, y los jóvenes del servicio militar… y tú, y yo.

Y esta guerra, ¿puede terminar algún día? Sí, y de hecho ha terminado y termina en cada persona que ha decidido y decide romper el círculo del servicio al mal y, afrontando las consecuencias, es capaz de decir: “No voy a ser cómplice de esta guerra, no voy a apoyar al que me oprime, no voy a hacerle daño a mi hermano”.

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La agonía del plato vacío: La triste realidad de la alimentación en Cuba
Apr 19, 2024

Para los millones de personas que vivimos en este país y tenemos la responsabilidad de garantizar el sustento de nuestras familias, garantizar un plato de comida sobre la mesa impone retos que muchas veces por causas ajenas a nuestra voluntad, no somos capaces de sortear.

El desabastecimiento de alimentos y otros productos de primera necesidad en la red de mercados estatales de nuestro país es un problema que crece cada semana, dejando a las ofertas privadas y al sector informal, como las únicas alternativas para conseguir lo que se necesita para comer.

La constante subida del precio del pollo, el cerdo, el aceite, el pan, el arroz, los frijoles y las viandas, debido a la depreciación del peso cubano y la disminución de las producciones nacionales, deja sin oportunidades a un sector mayoritario del pueblo que trabaja para el gobierno y recibe su salario en moneda nacional.

Es una realidad que los trabajadores de las empresas e instituciones del gobierno y sobre todo los del sector presupuestado, son los más perjudicados, al no poder adquirir productos deficitarios a precios más accesibles, que sólo se ofertan en los mercados y tiendas estatales durante el horario laboral.

Osvaldo Robles, maestro de matemáticas en la escuela secundaria Antonio Maceo, le contó a nuestro medio, que trabajar para el gobierno limita las posibilidades de conseguir lo que su familia necesita para comer. “Mi jornada de trabajo se extiende hasta las 4:30 pm, por lo que nunca puedo comprar los escasos alimentos que se venden en los establecimientos del Estado.

Tampoco me pagan los suficiente en moneda nacional o en dólares, para pagar el alto precio a que se ofertan en el sector privado y las tiendas en divisas”, refirió. El señor dijo también que los negociantes se aprovechan de la crisis y la necesidad de la población, para acaparar los alimentos y luego revenderlos a precios que un trabajador estatal no puede pagar.

“Los dirigentes del Gobierno, el Partido Comunista y los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria, hacen muy poco por impedir la reventa de productos deficitarios”, aseguró el señor Robles. Un funcionario de la Dirección Provincial de Trabajo en Villa Clara, le informó a nuestro medio solicitando anonimato, que más de 13000 trabajadores del sector estatal pidieron su liberación durante los tres primeros meses del actual año, y que el motivo que expusieron fue que no les alcanzaba el salario

 

Publicado originalmente en la edición 116  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

 

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Promesas incumplidas: La firma del código de ética como símbolo de burla para el pueblo cubano
Apr 18, 2024

El pasado 24 de febrero, las principales figuras del régimen cubano encabezadas por Miguel Díaz-Canel, firmaron el Código de Ética de los cuadros de la Revolución Cubana. Este acto, revestido de simbolismo, ha generado reacciones entre la población. E

se mismo día en todas las provincias cubanas también se desarrollaron actos solemnes donde los dirigentes revolucionarios firmaron el documento, que según palabras del mandatario cubano, constituye “un enorme compromiso y un llamado a la unidad”.

Como ciudadano cubano que observa a diario la vida que llevan los cuadros y dirigentes de la Revolución, quisiera exponer un grupo de ideas que me atrevo a vaticinar son compartidas por millones de cubanos de a pie.

Primeramente quisiera reflexionar sobre si la firma de ese documento, asegura que los dirigentes cubanos sean honrados y mantengan una actitud digna en su desempeño. Desde mi punto de vista esto es bastante improbable, y sólo constituye otro intento por rescatar la confianza que perdieron ante nuestro pueblo en todos estos años.

La llegada del internet a Cuba no solo ha servido para mejorar las comunicaciones entre familiares y amigos que están lejos y facilitar muchos servicios importantes para las personas, también ha dejado al descubierto los lujos que se dan los dirigentes cubanos y sus familias. Un número importante de videos y fotografías expuestas en la red demuestran que la ética y la honradez, no son cualidades muy comunes en los representantes del Gobierno y Estado Cubano.

Los directivos piden públicamente en sus discursos austeridad y sacrificio a nuestro pueblo, mientras ellos y sus familias se dan una vida llena de lujos utilizando los recursos que legalmente son de propiedad social.

La opulencia en la que viven las familias de los Castro, la del Presidente Cubano y la de los principales dirigentes, son el foco de la atención pública provocando el rechazo y las críticas de nuestro pueblo. A pesar de todas las denuncias que se realizan contra ellos en los diferentes espacios, ni una sola medida o sanción legal, ha sido anunciada públicamente en contra de la cúpula que gobierna esta isla. Está claro que la firma del Código de Ética no resolverá los grandes problemas de corrupción que existen y que el sacrificio de los cubanos, no será compartido por sus principales dirigentes.

 

Publicado originalmente en la edición 116  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

 

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¿ Qué pasa con los cubanos que no tienen dólares?
Apr 13, 2024

Millones de personas que viven en este país no tienen dólares u otras monedas extranjeras para adquirir lo que se comercializa en las tiendas que ofertan productos en divisas. El economista Emilio Morales en el informe, >, señaló que aunque en 2023 llegaron a Estados Unidos más de 200 mil cubanos, las remesas a la isla experimentaron una caída de 3.31 %.

En los últimos meses también ha venido disminuyendo la cantidad de productos que se venden por la canasta básica familiar en las bodegas, dejando a las tiendas en moneda libremente convertible y al mercado informal, como las únicas opciones donde se pueden adquirir productos de primera necesidad como pasta dental, detergente, jabón o aceite para comer. Para un cubano de a pie que depende de un salario promedio de 3000 pesos cubanos al mes, pagar 750 pesos por un litro de aceite, 500 por un paquete de detergente o 150 por un simple jabón de baño, es prácticamente imposible.

En esa posición se encuentra Magalis Cueto López, madre de dos niños y trabajadora de la Empresa Eléctrica, quien le aseguró a nuestro medio, que su familia sufre todo tipo de necesidades e incluso pasan hambre, porque su salario y el de sus esposo no les alcanzan ni para comprar los alimentos para sus hijos. “En más de una ocasión mi esposo y yo nos hemos tenido que quedar sin comer para que los niños tengan al menos un plato de comida. Me duele muchísimo ver las carencias que sufrimos los que no tenemos dólares para poner en una tarjeta magnética de las que se utilizan para comprar en las tiendas en divisas”. Refirió.

La señora agregó que lamentablemente los dirigentes del Gobierno y el Partido Comunista no sufren esas carencias y tienen acceso a beneficios que los trabajadores cubanos solo pueden soñar. “Mientras nosotros tenemos que hacer colas inmensas para conseguir un transporte o un medicamento, los dirigentes y sus familias pasean en sus carros y tienen garantizado las medicinas y los servicios de salud”, alertó Cueto López.

Miguel Chaviano Meriño, licenciado en economía con más de 30 años de experiencia en el sector, le dijo a nuestro medio, que la devaluación del peso cubano en correspondencia con las divisas extranjeras, ha sumido en la miseria a millones de cubanos que reciben sus salarios en moneda nacional. “Nuestro pueblo está cansado de sufrir carencias y no ver resultados en la gestión del Gobierno. Sólo la implementación del libre comercio y la inversión en sectores como la agricultura, el transporte y la energía, comenzarán a revertir la crisis que enfrentamos”, aseguró.

 

Publicado originalmente en la edición 115  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

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El mito y el caldero, un derbi que pone contra la pared la fábula racial del régimen
Apr 8, 2024

Estamos en época de poderosas clarificaciones conceptuales. Ideas que tiempos atrás llegaban desde el poder e impactaban el credo popular a modo axiomático, sin cuestionamientos. Cuba estaba cerrada al mundo y Dios era verde olivo; el tema racial se manejaba a caprichos.

Hoy, estos mitos van cayendo como fichas de dominó. ¿Qué ha traído el actual éxodo masivo de la Isla? Sencillo, que el mundo es libre para los colores raciales; echando por tierra la legendaria afirmación de la dictadura que fuera del comunismo isleño no hay vida para los negros cubanos. Los barrios de la Cuba profunda son testigos de esto, hoy se esfuma un blanco y mañana un negro. Están a la par.

El tema racial siempre fungió como arma ideológica de largo alcance. Recuerdo la frase: “el imperialismo odia a los negros, le echan los perros”; y aquella pregunta famosa de Fidel: “negro que tú hace’ aquí”, cuando el intercambio con los cautivos de Playa Girón. Pero, cómo se ha derrumbado una idea tan arraigada en el entendimiento popular. Ha caído, amén a la inflación lógica de luz que arrastra el tiempo, por la conjunción de dos factores: la internet y el caldero vacío en la mayoría de los hogares cubanos.

La mezcla de hambre con información resulta una fuerza poderosa. Hoy, no sólo el ecosistema de Tapachula es variopinto a lo cubano, sino que las caravanas hacia el norte parecen juegos de abalorios: blancos, mestizos y negros. Por tanto, de las manos del régimen se ha ido desplomando una de sus armas favoritas: el secuestro estatal del tema racial. Que aún persisten los problemas raciales en el planeta no es un secreto, pero la mayoría son casos aislados y no la generalidad. Y aunque exista la discriminación por color de la piel en la mente de algunas personas, por ley está prohibido exteriorizarlo.

Como me dijo un amigo: “Tú le dices negro, a un negro en Miami, y vas preso”. No obstante, en estos momentos en Cuba, el país vendido como la Meca de las igualdades, existe racismo, sobre todo velado. El mismo poder lo ha reconocido abiertamente. Y aunque las autoridades se afanen en colocar en puestos de la élite gobernante a vicepresidentes y otros, las diferencias existen y se sufren a todos los niveles.

En estos momentos, en la Isla todo se mueve y lo que ayer fue aceptado como cierto y recibido sin cuestionamiento hoy es pura falacia. Ya la gente no muerde el anzuelo tan a la ligera. Cubanos negros prosperan con sus proyectos de vida en todos los rincones del planeta. Un caldero vacío es un potente catalizador de metamorfosis, caen las versiones históricas divulgadas por el aparato ideológico de la aristocracia roja.

El mundo exterior siempre ha estado abierto para los negros de la Isla. El cautiverio venía desde arriba. Hoy los isleños se avienta hasta donde den los pies y sin mirarse en el espejo. En esto consiste el mito y el caldero, un derbi que ha puesto contra la pared la fábula racial del régimen. Sólo la propaganda del poder mantenía cerrada las fronteras a los afrodescendientes cubanos.

Publicado originalmente en la edición 234 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

 

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El sello de los tres mosqueteros cubanos: el hueco, la fosa y la basura en la calle
Apr 6, 2024

La abrumadora presencia de huecos en las calles, de fosas desbordadas por doquier en céntricas vías públicas y de basureros en cualquier esquina, no sólo está tomando matices preocupantes en Artemisa, sino que es una constante en crecimiento; como si los tres mosqueteros ganaran en masa muscular a por días. Podríamos imaginar que volver a lo mismo, a lo que es regla y no excepción, carece de interés para los lectores; pero no, hay casos y casos.

Hoy trataremos de lo mismo, aunque a partir de un elemento diferente: la movilidad de los tres mosqueteros por toda la ciudad. No sólo crecen los históricos, todos los días aparece uno nuevo. La insalubridad en que se están sumergiendo las ciudades cubanas está a mucho contar por encima de las justificaciones de la falta de recursos a causa del bloqueo. Para la construcción de hoteles no falta la erogación de millonarias sumas monetarias.

En estos momentos, no hay sitio citadino que no escape a la presencia de los tres mosqueteros, incluso, los entornos de planteles escolares y centros sanitarios. Y la instalación que no cuenta con uno de estos tres integrantes del equipo está en reserva: nada la salva de la lista de espera. Son generaciones enteras de niños que se han educado con visiones distorsionadas; mientras números y letras tropiezan rumbo a la cabeza con la peste de la esquina.

Y en la mirada desde la ventana del plantel escolar no falta el concierto de moscas y roedores que sazonan el basurero a la vista. Algo, como un árbol más del entorno. Pero cuando esos infantes llegan al barrio es lo mismo. Los mosqueteros de Artemisa tienen esa facultad de la movilidad perpetua, de llegar primero a los lugares que las personas.

Hace años que la gente vive sumergida en lo que no es normal para el ser humano. Se corre el riesgo del mimetismo, de aceptar y adaptarse a lo insano como sano, cuando hoy el descalabro generalizado que sufre el país tiene a las personas más ocupadas en buscar comida y otros bienes que intentar acciones para mejorar la calidad del entorno donde se vive.

Contra el caos de sanidad en que están sumergidas las ciudades cubanas debemos alzar voces. La cara de Cuba no puede continuar siendo calles llenas de huecos y de aguas pestilentes mezclada con basura. A la movilidad de los tres mosqueteros cubanos, sello y propiedad exclusiva del régimen, hay que cerrarle el paso. Los mismos agoreros insalubres de ayer y de hoy no pueden ser los de mañana. En nuestras manos está la acción cívica a tiempo.

 

Publicado originalmente en la edición 213 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa