Los resultados de las elecciones en Venezuela el pasado domingo 28 de julio, sirvieron para demostrar al mundo la verdadera naturaleza demagógica y antidemocrática de la llamada izquierda latinoamericana. Tras un proceso electoral fraudulento el régimen de Nicolás Maduro Moro, arrebató el triunfo electoral al candidato opositor por el partido Mesa de la Unidad Democrática, Edmundo González Urrutia, quien le venció con un 67% de los votos.
Sin respetar los más elementales principios de la democracia, Maduro violento y desconoció los resultados, que representan el libre ejercicio de la democracia venezolana, acusando a la oposición de boicotear las elecciones e inició una ola represiva contra las fuerzas opositoras dentro del país, que incluye la acusación contra Maria Corina Machado y Edmundo Gonzales, por el delito de insurrección. Una mirada a los resultados preliminares del proceso electoral, recién concluido permite obtener algunas conclusiones irrefutables.
En estados Chavistas como Portuguesa, Apures y Cojedes, donde sacó el 60% en las elecciones del 2013, obtuvo solo ahora un 35%, mostrando con ello una rotunda victoria y la pérdida del apoyo popular a su gobierno.
La farsa electoral del Chavismo ha quedado expuesta por estos días, mientras la oposición venezolana ha mostrado las actas acopiadas, que muestran el fraude de Maduro, este no ha respondido con pruebas que lo respalden, pese a haber declarado que su partido, el Partido Socialista Unificado de Venezuela, estaba en condiciones de mostrar el 100% de las actas electorales.
Como una muestra más de la naturaleza antidemocrática del chavismo, la puesta en marcha de la llamada Operación Tun Tun, contra las fuerzas opositoras ha dejado como resultados desde el pasado 28 de julio, más de 1100 personas detenidas por protestar contra el dictador de Caracas.
Estas detenciones se han realizado principalmente en los barrios populares del país, evidenciando el irrespeto del régimen por la voluntad popular, concepto que tanto han usado para llegar y mantenerse en el poder. El único delito por el que son condenados estos venezolanos es por proclamar y reconocer la verdad, y esa verdad es sencilla: el presidente electo en Venezuela, de manera democrática es Edmundo González Urrutia. Una vez más los regímenes dictatoriales de la izquierda en el continente, desconocen la voluntad popular e imponen la fuerza para mantenerse en el pode, en una franca y abierta manipulación política.
Este proceder pone de manifiesto la sistemática perdida de la base popular de los gobiernos de izquierda o populistas, quienes tienen tres rasgos distintivos: fabricar un enemigo interno o externo para culpar de los errores y fracasos, en segundo lugar reforzar la imagen de un líder salvado, aunque este sea un dictador y manipular las voluntades, sueños y esperanzas de los pueblos para llegar al poder político y luego dejarlo a su suerte. Cuando se habla de democracia, no hay lugar para el totalitarismo.
La democracia es un sistema político en el que se respeta la voluntad y decisión de la mayoría. No es coincidencia que incluso los aliados del régimen venezolano hayan cuestionado la postura antidemocrática de Maduro, como lo ha hecho el presidente brasileño, Lula Da Silva, quien expresó: " Maduro tiene que entender que si gana se queda, pero si pierde se tiene que ir.
Publicado originalmente en la edición 186 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano
En una mirada a la realidad nacional de principio de mes, qué tenemos hoy en el panorama de la Isla a tan solo transcurrido la primera quincena de julio. Dicho de otra manera, qué tiene ahora mismo la administración del régimen sobre suelo patrio para el pueblo cubano. Parece bien poco. Hasta este preciso momento, una promesa y unos cuantos apretones de tuerca. La promesa: el ministro de Energía y Minas, Vicente de La O Levis, prometió en la prensa oficialista mayor estabilidad en la venta de gas licuado para cocción en todo el país.
Esto, sin precisar la fecha de la mejoría. Una vez más, típico de las autoridades, la mejoría se ubica en el horizonte. Apretones de tuerca: tope de precios en las mipymes, sube el precio del aceite y desaparece el pollo ─más hambre─ ; propuesta de nueva ley migratoria en Cuba, que de antemano ya avizora zonas oscuras en el texto a merced de la voluntad de las autoridades; la termoeléctrica Antonio Guiteras saldrá cuatro días del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), lo cual supone más apagones en el verano; y por último, para no abrumar con el listado, la Fiebre de Oropouche ya hace estragos a lo largo y ancho de la Isla, en medio de un escenario de farmacias desabastecidas.
Para no hacer extensivo este análisis, que el lector tiene que “guapear la comida en la calle”, como apuntara el presidente de la República, comentaremos sobre cuánta certidumbre supone las promesas del régimen; pues para el poder pareciera que prometiendo ya se cumplió. La supuesta mejoría en la venta de gas licuado a la población está vinculada a, como siempre, la llegada de un barco. Pero, imaginemos el barco en el bolsillo, cuánto tiempo de estabilidad supondrá la comercialización del combustible. Recordar que se trata de la alimentación de la familia, cuando hoy prácticamente falta la electricidad en el horario pico de consumo eléctrico.
La energía para utilizar esta vía en la elaboración de las comidas del día; en un escenario donde hasta la leña ha desaparecido de los contornos urbanos. Si la memoria no falla, a finales de mayo la entidad Cuba Petróleo (Cupet) divulgó a gran noticia el reinicio de la venta de gas licuado en todo el país, siempre después de mirar al mar en busca de tanqueros flotantes. No obstante, y en contraste a lo que hoy asegura el ministro, aquello nunca normalizó la venta de gas en la Isla.
Quisiéramos comentarlo distinto, pero parece que pinta oscuro julio; o simplemente es continuidad del desastre, que abre puertas hacia agosto. ¿Qué meses de verano diferentes tendrán los cubanos? Ninguno. El cuartico no está igualito, está peor. Es la realidad nacional de principio de mes, para atrás y avanzando. ¡Y la esperanza de vivir con dignidad!, allá lejos en el horizonte. Es lo que tenemos en julio en la Isla, lo que tiene el régimen para el pueblo cubano, una promesa y varios apretones de tuerca.
Publicado originalmente en la edición 221 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
“Primero se descubre a un mentiroso que a un cojo”, chanza popular que parece haber sido creada para retratar al régimen cubano, ¡y mira que al cojo le cuesta ocultar su cojera! La algarabía del Gobierno para imponer la bancarización apuntaba a rutas hacia la modernidad; luego se supo la verdad, no contaba con efectivo suficiente ni recursos para imprimirlo. Pocos cubanos de a pie asimilan la lógica de quienes mandan en Cuba, de siempre intentar pasar gato por liebre. Si no tupen a nadie, por qué lo siguen haciendo.
Son tantos años de mentiras, que a estas alturas del juego quién cae es con conocimiento de causa. A cada medida propuesta por las autoridades, en supuesto beneficio del pueblo, hay un fruncir masivo de ceño a lo largo y ancho de toda la Isla. Simplemente, la gente lo asume con reservas.
Se trata de un perro que anda mordiendo canilla cubana desde hace 65 años. Sucedió con la bancarización, cuya propaganda virtualmente ubicaba a los nacionales, en un futuro no muy lejano, en el portal del primer mundo; todos modernos los de acá y con levitas.
A la vuelta de unos años qué tendríamos los ciudadanos de aquí adentro, asco al asqueroso papel moneda, siempre lleno de gérmenes malignos. Para quienes mostraban desacuerdo, las insinuaciones oficialistas de “primitivos”, por no comprender hacia donde marchaba el planeta.
Aunque muchos de los que la dictadura imagina tontos, sospechaban que se trataba más de falta de recursos para imprimir nuevos billetes y menos de modernidad. Había una razón elemental, el país no contaba con infraestructura para asumir semejante reto.
La mitad de la red de cajeros automáticos estaban fuera de servicios, por solo citar una de las tantas dificultades que afrontaría la medida, impuesta de por sí; a raja tablas. Sin embargo, llegó el tiempo; y el tiempo no deja pasar una: sobre la mesa está en cuanto pueblo tiene la Isla que la bancarización en Cuba ha sido un soberano desastre.
Pero mostremos algunos hechos puntuales en los municipios de la Artemisa profunda. Guanajay: trabajadores y jubilados deben esperar a que las empresas estatales depositen efectivo en el banco, para que después de las cuatro de la tarde con ese efectivo recaudado, que en ocasiones es una miseria, el cajero automático sea habilitado con dinero.
Es de imaginar, que acceder al salario, supone un calvario de varios días. Caimito: es otro de los tantos municipios en Cuba que no cuenta con cajeros automático; de ahí que el castigo sea doble para extraer el monto de los salarios.
Pese a que los lugareños solo dependen de la caja ventanilla de la sucursal bancaria para todo tipo de gestión comercial, el salario de los trabajadores se le deposita en tarjetas. Artemisa: reinician actividad cajeros automáticos en la ciudad luego de varios días sin dinero, solo que con serias limitaciones. Entre ellas, adiós a la extracción de 3 000 o 2 000 mil pesos en la jornada presente, el monto no podrá ser más de 500 pesos.
Muchos otros pueblos en igual situación los hay; y con episodios humillantes, como las riñas en las colas para acceder al salario, después de trabajado. Pero, hasta aquí llegaremos contando catálogo de miseria, de una medida vendida por las autoridades como de gruesas mejorías “hacia un mundo exquisitamente mejor” en la Isla. ¿Modernidad o falta de recursos para imprimir nuevos billetes? El tiempo ha dicho, y dijo: “Primero se descubre a un mentiroso que a un cojo”; y la cojera del régimen cubano no se puede ocultar, ahí están los resultados de la bancarización forzada.
Publicado originalmente en la edición 221 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
Es costumbre en Cuba que días previos a las convocatorias de secciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), dos al año, la atmósfera de expectativa, marcada por llamados a ser más cubanos que nunca ─continuar con la soga al cuello─, que se genera es similar a una ola gigante. “¿Qué de nuevo habrá? ¿Se resolverá algo?”, pregunta la gente en la calle. Solo que desde las primeras intervenciones se desinfla todo. La ola se afloja y el tsunami termina en un cubo de agua helada.
Comienza el pa´trás y pa´lante de los que mandan en la Isla, en un zigzag oscuro que es incapaz de advertir el faro que saque al país de las ruinas. Basta traer a colación lo dicho en la reunión anterior de la ANPP, en diciembre de 2023, donde se anunció el paquetazo económico que supuestamente pondría más comida en la mesa de los cubanos; luego de corregir distorsiones, según lo clamado allí.
Pero, dónde está el efecto anunciado, y esperado, en la reunión pasada si hoy estamos peor que en diciembre anterior. Lo que dicen ministros y otros altos funcionarios del régimen en el Parlamento sobra para cubrirse la cabeza bajo una manta, no hay futuro.
El país está perdido y sin rumbo. La Asamblea se resume en malas noticias y justificaciones, como si estas últimas fueran a resolver el problema; mientras los cubanos cada día tienen más el agua al cuello y sin poder exigir mejoras.
Cualquier intento de reclamos en las calles es reprimido como lo peor. Escuchemos a los ministros en la ANPP. En este caso, a Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación, cuando dijo ante la Comisión de Asuntos Económicos que hay pocos ingresos en divisas, créditos externos y baja recuperación de la producción nacional. Indicadores que responden a la situación de la economía en el primer semestre de este año.
¿Qué se aporta de diciembre acá? Justificaciones. Según Vázquez, hay limitaciones con el combustible y la energía, una inflación fuera de control y un alto endeudamiento externo. Como apreciamos, la misma situación que persiste desde hace años. Lo obvio del caso, tenemos un efecto contrario a lo previsto a partir de los requerimientos de la Tarea Ordenamiento, impuesta en enero de 2021, y que solo logró disparar la pobreza en los hogares cubanos.
Resultados, lo que hay hoy en manos, que al cierre del año pasado la economía se contrajo en 1.9%, dato aportado por el propio ministro. ¿Pudiéramos pensar en ingenuidad de estos funcionarios que no saben qué hacer o cómo encontrar el camino? Error.
Aquí todo el mundo sabe cuál es el camino para sacar a Cuba de la miseria. Basta liberar la economía. Solo que para el régimen esto sería ceder en soberanía. En otras palabras, temen perder el poder.
Y como conservar el poder es la máxima prioridad de la dictadura cubana, es difícil tropezar con el camino cuando no se quiere hallar; y no se atina el sendero, ni aunque te lo tiren en la cara. Bajo este yugo, la ruta de la economía cubana fue, es y será ─lo que llaman continuidad─ esa línea errática de medidas y contramedidas. Un zigzag oscuro que no encuentra faro.
Publicado originalmente en la edición 242 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero
El régimen cubano ha puesto en vigor nuevas medidas económicas en los últimos días, en un nuevo intento de controlar la inflación creciente que se vive en la isla, entre estas nuevas medidas se encuentra la puesta en vigor de la Resolución 225, la que establece la regulación de los precios a seis productos básicos comercializados por las mipymes, entre ellos el pollo, aceite, leche en polvo, pastas alimenticias, salchichas y detergentes, a las cuales les estableció un precio límite.
Para establecer estos precios las autoridades del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) establecieron hasta un 30 % de margen de ganancia sobre costos y gastos, siempre que no excedan los precios definidos en la Resolución.
No obstante a la intención oficial, en la práctica esta medida no ha dado un resultado favorable a la población, pues con el establecimiento de los precios a estos productos se legaliza el aumento de su valor y en aquellos lugares donde se comercializaban por debajo del precio acordado se han vuelto a subir.
Este nuevo disparate en materia económica, sigue atacando los efectos de los problemas económicos y no sus causas. Resulta imposible regular los precios minoristas de los productos, si no existe una producción material suficiente que permita su regulación.
Los precios del mercado surgen sobre la base de la ley de oferta y demanda. Cuando los salarios son inferiores a la media, el poder adquisitivo de la población disminuye y esto unido a la inflación convierte la vida de la población en un verdadero calvario.
El régimen cubano no acaba de entender que su sistema político carece de una sólida base económica que le sostenga. La solución a los problemas económicos que hoy afectan a millones de cubanos, no pueden ser recetas oficiales forzadas desde posturas económicas anticientíficas. La economía es una ciencia y en ella está prohibido inventar formulas, porque opera según leyes que no se pueden violar y de hacerlo hay que asumir sus consecuencias.
Publicado originalmente en la edición 185 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano
El índice de envejecimiento poblacional en Cuba la ubica entre uno de los países a nivel internacional y dentro del área de América Latina con mayor número de personas de la tercera edad. Estas estadísticas revelan problemas sensibles que el régimen cubano no puede descuidar.
Al ritmo d que hoy marcha la tasa de envejecimiento poblacional y el continuo éxodo de jóvenes, dentro de veinte años las personas de la tercera edad en la isla representarán casi el 50% de la población, si tenemos en cuenta que en la actualidad, según estadísticas oficiales el 20,6% de la población cubana ya tienen más de 60 años de edad y esto supone nuevos retos a vencer.
Este comportamiento de las estadísticas demográfica es hoy un tema que no deja de preocupar a muchos cubanos quienes ven en peligro el futuro, calidad de vida y bienestar general de la población longeva del país, y más aún en medio de un difícil escenario económico complejizado desde el inicio la mal llamada tarea reordenamiento y todas las políticas de ensayo económico improvisadas por el régimen cubano, cuyos resultados han sido un agravamiento cada vez mayor de la existencia de los cubanos y en particular de nuestros viejos, como solemos llamarlos cariñosamente.
En estas difíciles condiciones marcadas por las crecientes limitaciones y carencias materiales se desenvuelve la vida de los ancianos cubanos, para quienes vivir se ha convertido en un reto diario que no excluye sobreesfuerzos algunos, para alimentarse. La puesta en vigor en enero del 2021 del paquete de reformas oficialista, conocido como Reordenamiento económico, cambió de manera violenta las condiciones de vida de los ancianos cubanos, abriendo las puertas a las limitaciones y pobreza que envolvieron la existencia de este grupo poblacional vulnerable.
Ancianos viviendo como vagabundos en las calles, sin un techo ni alimentos, fue una de las imágenes que comenzaron a observarse en todas las calles de pueblos y ciudades de la isla, como referentes visibles del abandono oficial del régimen hacia la tercera edad.
Mientras que las voces solidarias se alzan dentro y fuera de la isla a favor de los ancianos cubanos, el discurso oficial que prometía no dejar a nadie desamparado, ha sido solo una verborrea inútil , que se escuda en la falta de recursos. Una retórica que aboga por la vida, pero que al final colabora con la muerte.
Las miserables pensiones de apenas 1500 pesos mensuales que reciben nuestros queridos viejos, no les alcanza para alimentarse y cubrir sus necesidades básicas. La indetenible inflación que se vive se ha convertido para ellos en un fuerte oponente que les roba cada día pedazos de vida.
Para estos cubanos desvalidos no bastan discursos oficiales, ni promesas de mejoras o ayudas que se quedan en papeles, se requieren acciones concretas que le devuelvan las esperanzas para vivir. No podemos desentendernos e ignorar el futuro de la tercera edad en la isla porque esos que hoy peinan canas. No podemos olvidar su condición de hoy, porque será la nuestra dentro de unas décadas, sino hacemos lo que debemos de hacer por ellos.
Publicado originalmente en la edición 185 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano
Después de soportar desde inicios de año y casi todos los días, cortes eléctricos de hasta 18 horas bajo la promesa del régimen de que era necesario parar plantas generadoras, someterlas a mantenimientos, para en verano no sufrir interrupciones de este tipo, ¿qué ha sucedido?
A 10 días de entrado el mes de julio, donde las altas temperaturas y la humedad ambiente lanzan la sensación térmica por encima de 40 grados Celsius, los apagones no dan tregua; jornadas donde una vez más una promesa de la dictadura se hace agua.
Pero, esto de las promesas incumplidas por parte de las autoridades no debería asombrar a ningún cubano luego de 65 años de pésima administración en la Isla. Solos los ilusos de nuevo volvieron a recaer bajo la labia manipuladora de un Gobierno incapaz de gobernar.
¿Después de este desastre qué indica la lógica universal en caso de incumplimientos como el presente? En democracia verdadera, gobernante que promete y no cumple debe abandonar el poder. Es lo que sucede en el mundo libre. Cuando hay vergüenza, por moral, ni un día más en el poder.
No obstante, ante el incumplimiento, el régimen lava su honra con una lluvia de justificaciones; donde la punta de la lista la encabeza el manido bloqueo yanqui. Un recurso en el cual ya nadie cree, pero descaradamente las autoridades no se cansan de repetir a diestra y siniestra.
Sucede que para el presidente de la República lanzar la promesa que hizo desde inicios de año al pueblo cubano, debía contar con una certeza del 99.99 por ciento de que realmente era posible. De no ser así, tener bajo la manga un plan B; pues empeñar la palabra es algo sagrado cuando se trata de decoro de gente honrada. Y vital devenía el plan B.
Quizás vender un hotel, de los tantos que hoy tiene Cuba con baja tasa ocupacional, para llenar de tanqueros petroleros el litoral cubano. No había de otra, después de medio año de tortura extrema por los intensos apagones en medio de una miseria asfixiante. Sin embargo, quienes se ilusionaron hoy, y una vez más, recogen el precio de su ingenuidad; pues 65 años no suceden por nada. A 10 días de entrado el mes de julio, qué tenemos. Nada, lo mismo de siempre: rumbo al retrete la gran promesa, inicia julio con más apagones.
Publicado originalmente en la edición 220 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
Las violaciones a la libertad de expresión y prensa en Cuba mostraron un alarmante incremento durante julio, mes en que se conmemoraron tres años de las masivas protestas que sacudieron a gran parte de la isla el 11 de julio de 2021. Los 101 incidentes violarios registrados por el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) en esas fechas representan un aumento del 165,7 % en comparación con el mes anterior.
Desde los días previos al 11 de julio, el régimen cubano emprendió una fuerte escalada represiva contra periodistas y activistas, utilizando sus habituales métodos coercitivos, para silenciar las voces de los ciudadanos e impedir que el recordatorio de esta fecha sirviera para demostrar que el pueblo sigue teniendo las mismas razones para lanzarse a las calles en legítima protesta como lo hiciera en 2021. Nuevamente, para el 26 de julio, en medio de las “celebraciones” de la dictadura por el “Día de la Rebeldía Nacional”, la represión de la Seguridad del Estado se hizo sentir.
De las violaciones registradas el mayor número, 46, fueron restricciones en el espacio digital, lo que demuestra el temor de la dictadura a las redes sociales como vía de comunicación. También se contabilizaron 27 ataques, amenazas y/o agresiones psicológicas, 17 detenciones arbitrarias, 7 usos abusivos del poder estatal, 3 agresiones físicas y 1 reclusión. Los hechos tuvieron lugar en nueve provincias de país, la mayoría en La Habana (54), Sancti Spíritus (14), Artemisa (9), Villa Clara (8) y Pinar del Río (6).
Un total de 48 personas fueron víctimas de violaciones, 18 mujeres, 1 no binario y 29 hombres, varios de ellos con más de un incidente en diferentes momentos del mes, siendo los periodistas (33) y los activistas (9) los más afectados al ser sometidos a vigilancia y acoso en sus viviendas, cortes de internet, citaciones e interrogatorios. La mayor cantidad de agresiones fueron por parte de la Seguridad del Estado, el monopilo de las comunicaciones ETECSA, responsable de los cortes de internet, y la Policía Nacional Revolucionaria.
Los directores y periodistas de los medios comunitarios del ICLEP estuvieron en el punto de mira de la Seguridad del Estado. Además de los cortes de internet y vigilancia, Orlidia Barceló Pérez, directora de El Espirituano; Juan Manuel Moreno Borrego, director de Amanecer Habanero; Mabel Páez, directora de El Majadero de Artemisa; y Antonio Suárez Fonticiella, director de Páginas Villareñas, fueron citados a la misma hora en sus diferentes localidades exactamente el 11 de julio, interrogados y amenazados por la policía política para que no reportaran ningún incidente ese día. Justamente, Juan Manuel Moreno Borrego fue la persona con más violaciones durante julio con un total de siete agresiones.
El periodista independiente José Luis Tan Estrada fue detenido arbitrariamente a inicios de mes, lo amenazaron y le advirtieron que el día 11 de julio no podía estar en lugares públicos, ni hacer publicaciones o acciones para incitar a las personas. La periodista de Cubanet, Camila Acosta, estuvo sitiada durante tres días en su vivienda por el aniversario del 11J y posteriormente el 25 de julio para impedirle reportar lo sucedido en la protesta de los masones.
También en julio el régimen condenó al periodista independiente Carlos Michael Morales a ocho meses de prisión domiciliaria bajo acusaciones de desobediencia. El juicio se llevó a cabo mientras Carlos Michael se encontraba en un delicado estado de salud y con un deterioro físico considerable tras una huelga de hambre que hizo durante 27 días para exigir sus derechos.
Preocupante es el caso del joven preso político Onaikel Infante Abreu, víctima de agresiones físicas y tortura en la prisión Combinado del Este por escribir en una pared de la cárcel con su sangre un mensaje de libertad para Cuba y los presos políticos. Onaikel está preso desde octubre de 2023 sin que se haya realizado un juicio en su contra.
Las presiones de la dictadura se expanden incluso fuera de las fronteras cubanas. El periodista independiente Yoel Acosta Gámez, quien se encuentra en Uruguay, evidenció la complicidad entre los regímenes de Nicaragua y Cuba para regular a periodistas, activistas y opositores cubanos e impedirles la entrada al país centroamericano. Acosta Gámez reveló que existe un listado enviado por el Ministerio del Interior de Cuba a las autoridades migratorias de Nicaragua donde se les ordena detener y regresar al país a personas de interés para el gobierno cubano.
Las acciones represivas del régimen castrista contra los cubanos críticos no se detienen y se exacerban en fechas como el 11J, cuando se hace más evidente el miedo a volver a escuchar en las calles los gritos de libertad y “Patria y Vida”.
Bajo ningún concepto se pueden aceptar y normalizar las constantes violaciones a la libertad de expresión y prensa en Cuba, un legítimo derecho que deben tener los ciudadanos en cualquier parte del mundo. El llamado desde el ICLEP es a denunciar ante la comunidad internacional cada agresión que se comete en la isla contra los periodistas, activistas, opositores y ciudadanos que defienden su mirada crítica a la realidad cubana.