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Opinión
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“Fulano nos traicionó”, el último chiste callejero en Cuba
Jan 16, 2024

¿Cuánta certeza hay sobre la mesa de que los cubanos se toman en serio las históricas etiquetas que ha usado y usa el régimen para denigrar a quienes rompan filas? La vía pública tiene la última palabra. Las esquinas y las colas hablan. No existe ninguna certeza. A los cubanos de hoy le entran por un oído y le salen por el otro las palabras gusano, merolico, traidor, etc. Muestra de ello, el último chiste callejero en Cuba: “Fulano nos traicionó hace dos días, está en Miami. Yo pienso traicionar la próxima semana”.

Lo que tiempos atrás pudo haber sido motivo de estigma social, de ser catalogado contrarrevolucionario, hoy se asume como lo más natural del mundo. Las personas hablan abiertamente dondequiera sobre las intenciones de abandonar el paraíso comunista. Ya pocos están dispuestos a someterse al experimento de hombre nuevo. No valen los abanderamientos a deportistas con palabras altisonante, donde en ocasiones está presente el Presidente de la República, al final mucho de los atletas escapan; y a ninguno lo conmueve la palabra traidor.

Tiempos atrás, el apelativo merolico era sinónimo de delincuente, de personas de escasos valores. La razón, el dinero y el comunismo eran incompatibles, al menos teóricamente. Hoy, ser merolico es un orgullo y un proyecto de vida a seguir. Incluso, ahora el régimen cataloga el meroliqueo como “iniciativa privada”, pero sigue siendo el mismo merolico que cuando a las autoridades les place lo reprimen. Es usual escuchar en la cola de la bodega mientras se espera el pan el siguiente diálogo:

–¿El médico del consultorio está enfermo que hace días no lo veo? –¿Quién? –Ramoncito. –¡Ah! No. Ramoncito nos traicionó la semana pasada. Y aquí, en esta cola hay una pila de gente que va a traicionar pronto. Lo están vendiendo todo, hasta el último alfiler. El hombre nuevo está en Miami. Lo interesante de este diálogo radica en que todos explotan de la risa. Hasta el comecandela del barrio ríe, se divierte el policía vestido de civil, por palabras que tiempos atrás conducían a los calabozos de la policía política.

Es cuestión de imposición de la realidad, donde se combina la masividad de criterios con el poco respeto que en la actualidad se les tienen a las etiquetas usadas por la dictadura para denigrar. El régimen tendrá que sacarse de la manga otros modos de denigrar a los cubanos que rompan filas. Ya la palabra gusano ni cosquilla hace en la conciencia de la gente, menos aún, “Fulano nos traicionó”, el último chiste callejero en Cuba.

 

Publicado originalmente en la edición 228 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

 

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El magisterio en Cuba, una profesión que sobrevive al éxodo migratorio
Jan 15, 2024

En los asuntos del cubano de a pie, por muchas vueltas que el Noticiero de la Televisión Cubana (NTV) les de, al final termina por imponerse el rumbo de la lógica humana. Es una dirección infalible, sin grietas. Sucede ahora mismo con el éxodo creciente de maestros en Cuba. ¿Por qué los maestros abandonan las aulas? ¿Estamos ante un desplome viral del amor a las tizas? No, mucha gente en la Isla ama su profesión y lamenta alejarse del salón de clases, pero la necesidad obliga.

Según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el salario de un educador cubano oscila entre 3 800 y 4 500 pesos mensuales –ni 20 dólares al cambio actual–; monto que se reduce a un paquete de pollo de 10 libras, sin contemplar ningún otro gasto.

Los maestros deben permanecer ocho horas en clase, pensando entre números, palabras y conceptos, que ese día no tiene jabón para bañarse y sin saber qué van a comer o darles a los hijos cuando lleguen a casa.

Un jabón cuesta 250 pesos y un litro de aceite tres veces esa cifra. Es lógico que ante esta situación los conceptos a los estudiantes se joroben y los números se tuerzan dentro de la ecuación; de ahí que muchos educadores, por decoro, abandonen las aulas y se concentren en sobrevivir en cualquier otro empleo. Ahora mismo faltan en las escuelas cubanas 17 278 docentes. Dato aportado en un reportaje de la televisión oficialista por la directora general de Educación Básica, Marlen Triana Mederos.

Según Triana Mederos, la situación es más crítica en La Habana, Mayabeque, Matanzas, Artemisa y Sancti Spíritus. Sólo que en Artemisa las improvisaciones del régimen lejos de aportar solución, empeoran el proceso docente. Ante la presión de los directivos de Educación de todos los niveles a directores de escuela, cualquier ciudadano sirve para ponerlo frente a un aula. Lo importante en este caso es tener cubierta la plantilla, para objetivos propagandísticos, aunque el maestro “a la fuerza” no sepa dónde empiezan los números o terminan las vocales.

En la concreta, como suele decirse en buen cubano, el déficit de 17 278 docentes es una cifra extremadamente conservadora y edulcorada. Algunas apuntan, personas que trabajan en el sector, que este número pudiera multiplicarse por dos. “No importa que sea ñato, lo importante es que respire”, apuntan los mismos directores de centros escolares, bajo la presión de los funcionarios municipales. ¿Qué calidad de la enseñanza puede haber aquí?

De la situación anterior están los padres al tanto, de ahí que pocos se fíen de la escuela estatal y complementen la preparación de sus hijos con los costosos maestros particulares. ¿Quién no sabe que un número importante de los maestros que quedan en aulas deben invertir su escaso salario para la reventa de cosas en las mismas escuelas?

Los docentes más penosos meroliquean, por medio de las auxiliares docentes o de las encargadas de la limpieza. La solución es una y todos la saben. Basta de muelas desde el mundo paralelo del NTV. Hoy, los ingenuos de este planeta se buscan con pinzas. Los maestros no pueden continuar siendo los nuevos mendigos de Cuba.

Publicado originalmente en la edición 207 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

 

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Ya la educación de las nuevas generaciones no es un pilar en Cuba
Jan 14, 2024

El camino que ha tomado la educación en Cuba es un tema poco tratado, pero sumamente preocupante para la sociedad actual. El déficit de maestros en las escuelas y las afectaciones en el sector educacional han creado baches irrecuperables que durante varias generaciones afectarán el desempeño en toda la isla.

Hoy mismo, uno de los temas más preocupantes en esta materia no es sólo la pésima calidad de las clases, sino el déficit de maestros que existe en todos los centros educacionales, ya que muchos han decidido jubilarse, otros han cambiado de profesión por los bajos salarios y muchos más han decidido emigrar del país en busca de nuevas oportunidades.

Si bien es cierto que la educación en Cuba no ha sido nunca de las mejores, tampoco ha sido de las peores, pero esto se ha visto afectado por todos los cambios sociales que hemos sufrido los cubanos durante estos últimos años pues la inflación, la desvalorización del peso cubano, los bajos salarios y otros tantos factores más, han desmotivado a las nuevas generaciones a inclinarse hacia la noble profesión de la enseñanza en todas sus ramas, así como han obligado a los maestros de antaño a desistir en su esfuerzo por reincorporarse a la docencia.

Primero este sector fue sumamente afectado por la pandemia de covid-19 que limitó sustancialmente la impartición de clases a los docentes, y ahora todo el desastre financiero llegó para ponerle la tapa al pomo. Desde que se implantó el reordenamiento monetario e incrementó la inflación en toda la isla, pocos no han sido los educandos que abandonaron el barco, así como tampoco han sido muchos los que han optado por elegir el magisterio como su vocación profesional.

Cuba, que fue uno de los primeros países de Latinoamérica en erradicar el analfabetismo generalizado, ahora mismo va camino al precipicio del desarrollo académico, ya que la dictadura no ha sido capaz de fomentar incentivos que eleven la calidad educacional en el país.

Publicado originalmente en la edición 161 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Cimarrón de Mayabeque

 

 

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Régimen cubano promete un nuevo año con más restricciones
Jan 11, 2024

El recién finalizado VII Pleno del partido, desarrollado en La Habana, entre el 15 y 19 de diciembre, se convirtió en el nuevo escenario para otra de las farsas del régimen cubano. Lejos de presentar un 2024 diferente al año que finaliza, pidieron más "resistencia creativa" y prometieron nuevas medidas restrictivas.

En un país al borde del colapso económico, la alta dirigencia del régimen se reunió solo para dejar claro que no abandonará el poder y que el 2024 no traerá cambio para los cubanos. En un discurso vano, amañado y carente de objetividad, el régimen centró sus análisis en dos ideas básicas: fortalecer más el papel del Partido Comunista y pedir resistencia al pueblo cubano.

La mayoría de las intervenciones estuvieron dirigidas a dejar en claro que no se aceptará ningún otro partido en la Isla, y a justificar una vez más la incompetencia de la gestión gubernamental con el bloqueo.

Usando la tradicional estrategia de culpar a otros por los errores de casa el régimen culpó del descalabro socioeconómico a las supuestas "campañas del enemigo" que buscan demostrar que el proyecto socialista no tiene perspectivas y a la manipulación en las redes de temas sociales que intentan desvirtuar al impacto del bloqueo en la vida del país y contraponer las formas de gestión no estatal al Socialismo.

Durante el cónclave oficialista se abordaron la puesta en práctica de 16 proyectos, de ellos ninguno habla de mejoras económicas para el pueblo cubano, todos se centran en el fortalecimiento del papel del Partido Comunista, el trabajo político ideológico, el fortalecimiento del marxismo y la comunicación política, entre otros.

Una mirada detenida muestra realmente que no está en la política del régimen ninguna mejora, solo promesas y como único objetivo el de fortalecer el aparato político que les garantice mantenerse en el poder. Esto es lo que algunos analistas fuera de Cuba ha llamado una muestra mas de la violencia del régimen.

La propuesta de lograr un partido cada vez más democrático, en el que se profundicen los debates de los problemas de la sociedad, resulta ser una burla total. En una sociedad donde existe un solo partido político hablar de democracia política es una afrenta y una burla de mal gusto.

Como cierre a la farsa oficialista las palabras de Miguel Díaz- Canel rompieron cualquier expectativa de mejoras. Al comunicar un nuevo paquete de medidas a implementar, el puesto a dedos dejó claro que el 2024 será un año de más limitaciones y carencias para los cubanos.


Publicado originalmente en la edición 171 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

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Los graves problemas de Cuba siguen sin solución
Jan 10, 2024

Las promesas del designado presidente cubano Miguel Díaz-Canel sobre un 2023 como un año mejor, parecen haberse ido por el inodoro. La realidad de la isla hoy es considerada por muchos como desbastadora. Según refiere el economista cubano Carmelo Mesa –Lago: "Cuba se enfrenta a la peor crisis económica desde el Periodo Especial". Crisis que se manifiesta de forma total en cada una de las diferentes esferas del poder político y económico.

El cierre del 2023 muestra a un país con una gran inestabilidad económica, con un bajo crecimiento económico en el sector industrial, el que se refleja en un prolongado desabastecimiento de alimentos, medicinas, la falta de combustible, y una agresiva inflación que desvaloriza por días a la moneda nacional.

El efecto de esta crisis, propia de las políticas de ajuste económico, ha recaído una vez más sobre una población carente y abandonada a su suerte, que depende de la limosna oficial expresada en una libreta de abastecimiento, cuyos productos disminuyen mes tras mes.

Otro de los graves problemas que afectan con fuerza la débil economía de la isla lo constituye la producción azucarera. La pasada zafra fue una de las más bajas de la historia, no superó las 350 mil toneladas y no cubrió ni siquiera la mitad de las necesidades del país. El déficit fiscal sigue siendo alto. Los ingresos no se incrementan lo necesario para los gastos que tiene el presupuesto del estado. Las arcas del estado no logran cubrir las necesidades básicas de la población, y en particular de los grupos vulnerables de la sociedad cubana.

De igual manera la agricultura, fuente principal de alimentos, solamente ha recibido este año, según estudios realizados por economistas del patio, solo el 40 por ciento del combustible, el 4 por ciento de los fertilizantes y el 20 por ciento del alimento animal que necesita.

Producciones claves del país, entre las que destacan la producción de carne y huevo han colapsado. La producción de huevo ha disminuido de 5 millones diarios en 2020 a 2,2 millones en 2023, según refiere la especialista n economía Rosa Muñoz Lima en su artículo Cuba y sus múltiples crisis, y la situación del programa porcino en el país, un gran consumidor de carne de cerdo es desalentadora, pues la tendencia es a una disminución progresiva. Estas carencias han agudizado a niveles extremos la crisis alimentaria que se vive y que promete continuar en el 2024.

 

Publicado originalmente en la edición 171 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

 

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Cuba, con mucho que resolver en materia de Derechos Humanos
Jan 6, 2024

La protección de los Derechos Humanos es un asunto que todos los gobiernos deben respetar y poner en práctica, ya que constituye un pilar fundamental en la implementación y desarrollo de una verdadera democracia. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en París la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el documento está basado en los criterios de libertad, respeto a la vida, igualdad, justicia y dignidad para todas las personas.

Por eso este 10 de diciembre se celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos y se llevaron a cabo numerosas manifestaciones y actos públicos en apoyo a la citada efeméride. En su artículo 19 la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

En Cuba este asunto ha generado mucha polémica, debido a la persecución que el régimen ha establecido por más de seis décadas, sobre los medios independientes de información y las personas que expresan opiniones contrarias al discurso oficial.

Desde que triunfó la Revolución en enero de 1959 los ciudadanos que no estuvieron de acuerdo con el proceso y se atrevieron a expresarlo públicamente, fueron catalogados de enemigos y tratados como mercenarios al servicio del gobierno norteamericano.

Amenazas, agresiones físicas, torturas psicológicas, vejaciones y hasta largas condenas en las cárceles, han sufrido los periodistas y comunicadores independientes y sus familias, a los largo de estos años. La gran mayoría de ellos se han visto obligados a emigrar para poder salvarse de estos atropellos.

El sistema que gobierna la isla, violando lo establecido en el Artículo 19, ha empleado diversos métodos para impedir que la información de los medios alternativos llegue a la población.

La censura de los medios independientes que publican informaciones incómodas sobre la dictadura cubana y sus dirigentes y el decomiso de los medios técnicos, son dos de las estrategias más utilizadas por las fuerzas represivas del Ministerio del Interior y que más daño hacen al trabajo de los medios independientes de información.

Muchos cubanos dignos se encuentran presos en la actualidad solo por expresarse y divulgar información, nombrarlos a todos sería prácticamente imposible, a ellos les expresamos nuestra solidaridad y el deseo que en el próximo año puedan estar en compañía de sus familiares en una Cuba libre.

Publicado originalmente en la edición 109  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

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El dólar continúa con el “sartén por el mango” en Cuba
Jan 2, 2024

El último incremento del valor del dólar en el mercado cambiario informal, 265 pesos Moneda Nacional a finales de noviembre, no sólo ha tensado a un más el día a día de los cubanos en la isla, sino que ha ratificado quién manda en Cuba. Mientras el medio oficialista Granma restó importancia a la inestabilidad del dólar en el mercado negro, catalogando el último incremento de ficticio, el resto de los cubanos viven con los nervios crispados.

El apretón inflacionario no se hizo esperar. Una vez conocido el nuevo valor todo se disparó, desde artículos de primera necesidad hasta el sacrificio de recursos en busca del boleto de avión rumbo a Nicaragua. El que podía comprar dos libras de arroz ahora lo pensará una vez más para comprar la segunda.

En interacción con la ciudadanía, la gente de la calle y las colas, se supo de casos tristes, de personas que no pudieron mantener el ritmo de compra en los puestos particulares de venta de alimentos frente a los hospitales, donde único los familiares de enfermos se proveen. El jugo vitaminado, uno de los productos de más demanda para los enfermos, que costaba 200 pesos, de inmediato subió 30 y 40 pesos. Los almuerzos por el estilo, el plato estándar de 400 pesos ahora cuesta de 450 a 500 pesos; y es mediodía y noche, pues la gastronomía estatal en estos centros desde hace rato yace en la morgue de los hospitales cubanos.

Las personas de pueblo no comprenden qué sentido persiguen los discursos de la prensa oficialista cuando la realidad es otra. “Será gastar tinta y papel”, dijo Gabriel, un residente en Centro Habana. Hasta lo más elemental en Cuba lo marca el precio del dólar. Pero, ¿qué hace el régimen? Lo habitual, culpar a otros. Para eso se pagan salarios en la prensa oficialista, para distorsionar la realidad. Granma afirmó que el valor del dólar en el mercado informal no es un indicador de la salud de la economía cubana.

Entonces, qué será. Y para rematar el escrito contracultural, el panfleto oficialista aseguró que el incremento de la moneda norteamericana es consecuencia de “la manipulación política y económica de fuerzas externas, pensadas para desestabilizar a gobiernos no alineados con la política exterior estadounidense”.

Quien en su pellejo sufre los rigores del día cubano sólo se hace esta pregunta: ¿Por qué Granma no menciona a la Tarea Ordenamiento? Esta interrogante lo dice todo, proviene del credo popular, se pudo comprobar en la calle donde está la vida de un país, no en un panfleto. Ahora mismo, nadie en suelo patrio puede negar que la respiración del país la rige y maneja el mercado cambiario informal. El régimen nada puede hacer aquí, el dólar continúa con el “sartén por el mango” en Cuba.

 

Publicado originalmente en la edición 227 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

 

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Forzado, el proceso de bancarización en Cuba
Jan 1, 2024

Parece que no sólo por cajeros maltrechos y falta de efectivo se desmorona por días la bancarización forzada en Cuba, pues nuevos infortunios acosan el asunto. La pregunta, ¿el país estaba preparado para este proceso? Es obvio que no. Una vez más, el régimen erró o ‘metió la pata’, dicen otros. Respecto al caos en las instituciones financieras y al sufrimiento de los cubanos frente a estos inmuebles, todo indica que en la medida que nos adentramos en tiempo la cosa irá a peor.

Salta hoy la escasez de personal y los bajos salarios de los empleados. Por las palabras del régimen en la defensa de la medida, lo que insinúa, no se trata de que los cubanos tengan medio cerebro, o lo que es lo mismo, no entiendan la importancia de la informatización de la sociedad, todo lo contrario, por ahí no es el camino. Es sólo que el país no estaba preparado para el proceso. El sistema financiero no contaba con efectivo y tampoco recursos para imprimir nuevos billetes.

Lo más fácil, soltarle el cubo de agua fría a la gente de forma engañosa, apelando a la modernización del país, según la palabrería, porque es el rumbo de la humanidad. Nunca se habló claro al pueblo, como siempre –y esto se parece al sobreuso oficial de la palabra ‘compleja’ para difuminar entre matices el descalabro actual de todo en Cuba–, nunca se dijo que se trataba más de falta de dinero, hasta para honrar los salarios de los trabajadores, que de modernidad.

Pero sucede que tanto la mentira como la maraña de la verborrea del régimen tienen patas cortas, al final del sendero los mismos funcionarios han tenido que poner en claro el asunto, que como ya se dijo era más de premura asfixiante que de modernidad. Según lo reseñado por el medio estatal Cubadebate referente a la Mesa Redonda donde participó el presidente del Banco Central de Cuba (BCC), Joaquín Alonso Vázquez, el dilema técnico, oculto hasta la fecha, es más serio de lo que se pensaba.

“Usar los billetes significa importar el papel, las tintas, mantener el equipamiento; luego de su emisión hay que transportarlos, distribuirlos, contarlos; y con alrededor de 10 vueltas en la economía se deterioran, entonces hay que destruir los billetes y volverlos a producir. Es un costo permanente…”, expresó el funcionario del BCC.

A lo anterior se suma el reconocimiento por Alonso Vázquez de la escasez de personal y los bajos salarios, que por la tendencia se traduce en descontento en el sector, sobre todo, en la capital del país. Nadie se va de un lugar si en él está a gusto. El régimen tenía la soga al cuello, se quedaron sin billetes y el país no estaba preparado para el proceso. De modernización nada, a otro con ese cuento, más bien forzado, el proceso de bancarización en Cuba.

 

Publicado originalmente en la edición 227 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.