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Opinión
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La riqueza salva vidas
Jun 7, 2023

Pocas afirmaciones pueden ser tan fácilmente verificadas empíricamente como “La riqueza salva vidas”. Como señala el erudito economista y columnista Thomas Sowell: “Pocas cosas han salvado tantas vidas como el simple crecimiento de la riqueza”.

Por ejemplo, un poderoso terremoto puede matar a decenas de personas en California, pero matará a cientos en un país menos rico y a miles en una nación empobrecida del tercer mundo. La mayor riqueza de California es la que le permite construir mejores estructuras para resistir la fuerza del terremoto. Así como también es su mayor riqueza la que facilita durante un terremoto el traslado más rápido de los heridos a hospitales mejor equipados y con el personal médico más capacitado (Sowell).

La riqueza abre innumerables vías que contribuyen a salvar vidas. El hecho de que la riqueza salve vidas es una realidad innegable y patente para todos nosotros. Es por eso que es muy difícil entender por qué muchos en la izquierda política se oponen firmemente al crecimiento de la riqueza y odian tanto a los creadores de riquezas. Seamos claros: la defensa de políticas que inhiben el crecimiento económico implica aceptar la pérdida resultante de vidas humanas.

Este es un cálculo que nunca hacen los que defienden las regulaciones comerciales masivas, los impuestos y otras políticas que inhiben el crecimiento económico. Sin embargo, debemos insistir en que hagan el cálculo. Es simple: las poblaciones en los países más pobres tienen una vida más corta. Un aumento en el ingreso nacional salva vidas. Por el contrario, cualquier desaceleración en el crecimiento de la riqueza nacional cuesta vidas. El insólito remedio ofrecido por los progresistas consiste en demonizar la riqueza y a los que contribuyen a crearla.

Por lo general, esta demonización de la riqueza viene acompañada de argumentos a favor del igualitarismo. Los argumentos más refinados utilizan el “coeficiente Gini” para mostrar que el ingreso en los Estados Unidos se distribuye de manera menos equitativa que en el grupo comparable de países desarrollados. El coeficiente Gini pretende ser una medida para valorar la desigualdad de un país en la distribución del ingreso. Un coeficiente de Gini cero (0) expresa igualdad perfecta y un coeficiente unitario (1) expresa desigualdad máxima.

Una dificultad con el coeficiente Gini es la manera diferente con que cada país informa sobre los ingresos. Estados Unidos, a diferencia de muchos de sus países pares, no informa las transferencias que se hacen a los hogares de bajos ingresos. Es decir: Estados Unidos desestima el ingreso real de los hogares de bajos ingresos al no incluir en sus cálculos el Medicare, Medicaid y otros pagos. Cuando los datos se ajustan para tener en cuenta dichos programas gubernamentales, la distribución del ingreso de los Estados Unidos es comparable con la de sus pares.

Asimismo, los impuestos sobre los ingresos personales y las ganancias comerciales representan aproximadamente el 49 por ciento de todos los ingresos fiscales de los Estados Unidos. En la mayoría de los países desarrollados, el promedio de dichos impuestos es del 34 por ciento. Nuestro enfoque de los impuestos castiga a los productores de riqueza más que en otros países desarrollados, que dependen de métodos más universales.

Una nueva consideración en los cálculos de distribución de la riqueza es la de la distribución del  “conocimiento” en la sociedad. Mediciones como el coeficiente de Gini capturan solo la riqueza material. Sin embargo, el conocimiento es tan importante como la riqueza material, o más, cuando se trata de salvar vidas. El conocimiento nos ayuda a vivir más saludables, no importa la desigualdad de ingresos, y el acceso al conocimiento se distribuye por igual en nuestra sociedad.

En los Estados Unidos casi nadie está excluido del acceso a Internet y a la enorme cantidad de conocimiento disponible en línea. Según una encuesta, más del 87 por ciento de los hogares tienen una computadora y el 77 por ciento tiene Internet de banda ancha. Lo más interesante es que más del 84 por ciento de los hogares de bajos ingresos ($ 25 000 a $ 49 999) tienen una computadora. Esto se compara con el 98 por ciento de los hogares ricos (ingresos superiores a $ 150 000) que tienen una computadora. Cuando se trata de la oportunidad de aprender, nunca hemos sido tan ricos e iguales como lo somos ahora.

Sin embargo, la satanización de la riqueza y de los productores de riqueza por parte de los liberales persiste y resiste a la realidad de que la riqueza salva vidas y que el acceso al conocimiento se distribuye de manera uniforme en nuestra sociedad. Parafraseando a Irving Kristol, los liberales han sido asaltados por la realidad, pero se niegan a presentar cargos.

 

Publicado originalmente en CubaNet

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Cuba: Rusia, las MIPYMES y los pobres
Jun 5, 2023

En Cuba, en las redes sociales, hay una campaña demasiado orquestada para ser espontánea. Aparece como filtrado, pero no anunciado todavía, un plan estratégico, concretado hasta los detalles, de lo que sería la presencia deç negocios rusos en Cuba. Como decía mi abuela: esa filtración “huele a queso” y ratonera. Otra vez, el flautista de Hamelín nos entretiene con la música que quiere que escuchemos, prepara nuestros oídos, adormece nuestras conciencias y desvía nuestra atención.

Otra vez, expreso mi opinión: Ni Rusia, ni China, ni Estados Unidos, deben resolver nuestros problemas de fondo. El cambio debe venir de los cubanos, de todos los cubanos, los de la Isla y los de la Diáspora. Si ese plan que andan compartiendo en las redes se hiciera en Cuba, cosa que dudo mucho, tampoco resolvería el problema. ¿Por qué los rusos no lo han aplicado a su propio país, al contrario, Rusia se ha embarcado en una guerra de invasión, injusta, cruel y condenable, para buscar fuera lo que no logran dentro?

Si ese plan ruso que da vueltas en las redes, compartido a veces ingenuamente, o cualquier otro plan ruso, fueran verdaderos, y no para tantear la opinión, distraer la atención o presionar a terceros países, aun así, habría que decir, por lo menos, estas cuatro cosas:

  1. Una alianza de esa envergadura con un país como Rusia, causante de una guerra de invasión y sancionado por medio mundo, debería ser consultado con el pueblo cubano que es el soberano.
  2. Un plan hegemónico como ese, que resta soberanía a nuestro país, entrega nuestras tierras a empresarios extranjeros, y nos vuelve a convertir en dependencia de una nación extraña, es éticamente inaceptable, patrióticamente reprobable y económicamente erróneo.
  3. No debemos dejarnos distraer por “planes” de esta catadura. Lo esencial es reconocer que Cuba está hundida en la mayor crisis estructural de su historia debido al fracaso comprobado del sistema impuesto y que, por tanto, es urgente, decisivo y necesario, un cambio estructural y sistémico.
  4. Y, lo que es lo más importante, que solo nos corresponde a los cubanos, de la Isla y de la Diáspora, “ser protagonistas de nuestra propia historia personal y nacional”, como repitió tres veces San Juan Pablo II en su histórico viaje a Cuba hace 25 años y que mantiene aún más vigencia y urgencia. El cambio sistémico en Cuba, el cambio estructural y verdadero, solo es derecho y deber de los cubanos.  

Las Mipymes

Habiendo tocado quizá uno de los mayores desafíos para Cuba en el plano de las relaciones internacionales, quisiera también esbozar una mirada al interior de nuestro país para reflexionar sobre un fenómeno que pareciera ser la socorrida y mágica “solución” de la crisis económica interna. Me refiero a la aprobación por parte del régimen, desde septiembre de 2022, de los erróneamente llamados “nuevos actores económicos”: son las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).

Las Mipymes ni son nuevas ni son, ellas solas, “la solución”. No son nuevas porque, antes de la llamada “Ofensiva Revolucionaria” del 13 de marzo de 1968, de infeliz memoria, en que se liquidaron miles de micro, pequeñas y medianas empresas creadas y gestionadas por cubanos de forma privada, la economía de Cuba se levantaba y sostenía en aquellos “actores económicos” que ahora se consideran “nuevos”. Habría que decir también que:

  • Estas Mipymes no se parecen a aquellos negocios, tiendas, pequeñas empresas y medianas industrias a las que ningún ministro tildó nunca de “timbiriches”. Aquellas eran el motor impulsor de la economía familiar, local, municipal, provincial. Eran un sector privado pujante y eficiente. Eran empresas creadoras de empleos, generadoras de riqueza, tanto en producción, como en servicios. Aquello constituía una verdadera sociedad civil productiva y eficiente.
  • Las Mipymes de ahora no son verdadera sociedad civil porque deben ser aprobadas o rechazadas por el nivel máximo del poder que es el que discrimina, en esa selección, escogiendo a personas de total confianza y fidelidad al régimen. Mire a su alrededor y analice. Es la famosa selección de la “piñata” en la que los actores económicos que están más cerca del círculo de poder son los que alcanzan los “caramelos”. Todas y cada una de las Mipymes dependen en todo de las directivas emanadas del poder central. Intentan ser, además, formas de un capitalismo salvaje sin las garantías laborales de estándares internacionales. La fidelidad a la ideología y al poder es la garantía de la supervivencia de las Mipymes de Cuba hoy.
  • Por último, debemos analizar que las Mipymes no son la solución de la crisis porque no están acompañadas de un cambio holístico, estructural y sistémico, que transforme todos los sectores de la sociedad.

Los pobres en Cuba

Así llegamos al tema medular que le da sentido a lo que reflexionamos en esta columna y nos permite tener un criterio de juicio para hacer un discernimiento de la legitimidad moral, política, económica y social de las alianzas internacionales y de las pequeñas reformas internas, tardías, limitadas y controladas. Ese tema son los pobres de Cuba.

En efecto, los cubanos hemos hipotecado primero, y perdido después, 64 años de nuestra única vida, embaucados por un proyecto que declaró desde el principio, el 16 abril de 1961, que era “de los humildes, por los humildes y para los humildes”. El resultado es hoy patente, comprobable y lamentable:

Esos planes rusos distribuidos por las redes no son para liberar y promover a los humildes, son para hacernos dependientes de los empresarios e inversionistas millonarios provenientes de Rusia.     

Las Mipymes no son para liberar y promover a los humildes, sus ganancias son para unos pocos y sus precios son inalcanzables para los humildes de Cuba. Mientras unos pocos se enriquecen limitada y controladamente, la inmensa mayoría, se hunde en la pobreza. Es grave y evitable. Hay que comenzar por liberar todas las fuerzas productivas, legalizar la libre empresa y el mercado, garantizar un sistema de seguridad y asistencia social que cubra a los más desvalidos, personas con capacidades especiales, mientras no puedan sostenerse por sí mismos.

El I Informe del Centro de Estudios Convivencia (CEC) sobre economía, propiedad, trabajo y seguridad social, está disponible con VPN en https://centroconvivencia.org/category/propuestas/economia/-propuestas. Este Informe del Itinerario de Pensamiento y Propuestas para el futuro de Cuba, que ha consensuado el CEC con pensadores cubanos de la Isla y de la Diáspora, es una sugerencia estructurada para suscitar el debate sobre el modelo económico que Cuba necesita para no depender de ninguna nación extranjera, para no discriminar a cubanos donde quiera que vivan, para no privilegiar a nadie en una piñata de lealtades y silencios.

Creo que Cuba tiene todo lo necesario para hacer, por sí misma, los cambios sustanciales que necesita urgentemente. Cuba tiene talento humano, pensamiento prospectivo, visión de futuro, objetivos bien definidos y estrategias viables para desarrollar cada sector de la nación.

Cuba solo necesita abrir la puerta cívica para un cambio en paz. Abrámosla.

Hasta el próximo lunes, si Dios quiere.

 

Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955).

  • Ingeniero agrónomo. Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017.
  • Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
  • Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2007.
  • Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
  • Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
  • Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director.

 

  • Reside en Pinar del Río.

 

 

Publicado originalmente por el Centro de Estudio Convivencia

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A propósito de la solemnidad de la Santísima Trinidad. (Evangelio: Juan 3, 16 – 18)
Jun 5, 2023

La realidad es la que es, y no siempre es como hubiésemos querido que fuera. El ser humano fue creado desde el amor y para el amor, pero el mal se hizo parte de nuestra realidad, y es ingenuo no contar con él.

Si no hubiese existido el mal, creceríamos en armonía total, dándole espontáneamente a los demás un espacio en nuestras vidas, o sea, reproduciríamos en nosotros la relación trinitaria, la armonía que nace de la comunión continua entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pero el mal ocurrió, y engendró en cada ser humano un espíritu de egoísmo, de priorización de sí mismo. El mal hizo que dejáramos de mirar a los ojos del otro para mirarnos el propio ombligo.

Y esto significa que cada ser humano necesita ahora hacer el proceso de reconocerse criatura de la Trinidad, aprender a alzar la mirada y a tener en cuenta al otro. El amor, que fue ofrecido como un don espontáneo, necesita ahora ser aprendido.

Y hay un modo relativamente sencillo de aprenderlo y de ejercitarlo: facilitarle la vida al otro.

En nuestra relación con los demás, empezando por la familia, podemos pasar el día facilitando o haciendo más difícil la vida del otro.

Es verdad que cuesta mucho “cortar” lo que estamos haciendo para sumarnos a un evento comunitario como puede ser, simplemente, sentarnos a la mesa. Facilitar es aprender a ser quirúrgicos con nuestros intereses. Dificultar es asumir el estilo del “ya voy”, “dame un minuto”, “enseguida llego”…

Es verdad que el tiempo es un don precioso y escaso, y que limpiar, organizar, recoger… se nos hace cuesta arriba. Facilitar significa comprender que lo que no recojamos y organicemos nosotros es un trabajo que otro tendrá que asumir, otro al que tampoco le sobra el tiempo.

Es verdad que, aunque sabemos que los accidentes son parte de la vida, no podemos evitar el disgusto de lo que por accidente (más o menos evitable) se rompió o se dañó. Facilitar la vida es llamar la atención sin problematizar los problemas. Dificultarla es hacer de cada acontecimiento no previsto un huracán tropical grado 5.

Es verdad que ya tenemos bastante con nuestros propios problemas y nuestras propias necesidades. Facilitar es, en la medida de lo posible, dar un espacio a los problemas y a las necesidades de los demás en nuestra apretada agenda.

Es verdad que muchas veces nos enteraremos de los problemas de otros por casualidad, o porque alguna circunstancia hizo que nos diéramos cuenta, problemas para los cuales nadie nos ha pedido ayuda, pero nosotros sabemos que podemos hacer algo. Facilitar es ofrecerse y saber decir: “yo puedo hacer algo por ti”.

Facilitar la vida no es sólo un camino hacia la armonía, es también un signo de que el otro me importa, de que lo tengo en cuenta. Por eso, es muy bueno que cada persona aprenda a facilitar la vida de los otros, pero es igualmente importante que ayude a los demás, empezando por su familia, a asumir este espíritu como algo común, como un estilo que defina el entorno en el que se vive.

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A los cubano sólo nos quedan dos caminos
Jun 4, 2023

Cada día aumenta la incertidumbre de los cubanos de a pie que tienen la responsabilidad de mantener a sus familias, sobre todo de los que tienen hijos pequeños que no pidieron que los trajeran al mundo, en un país donde conseguir un simple plato de comida se hace muy difícil.

Es una realidad que la falta de alimentos en la red de mercados estatales es un problema que parece no tener solución, y que a los que dirigen las organizaciones políticas y administrativas en los diferentes niveles eso no les importa.

Las medidas implementadas en los últimos años solo han conseguido agravar el problema. El tope de los precios de alimentos y productos de primera necesidad, la limitación en la cantidad de lo que se vende, incluso la presencia policial en las tiendas y mercados, sólo han aumentado las vicisitudes de la población a la hora de conseguir lo que necesitan para vivir.

Cada día miles de santaclareños recorren sin éxito los centros estatales en busca de aceite, pollo, picadillo, salchichas o cualquier otro producto que permita poner algo de proteína en las mesas de sus comedores.

Otra arista del problema y que desangra al ciudadano común es el acaparamiento de los productos, un ente que toma fuerzas gracias a las erradas políticas económicas implementadas por el Ministerio de Economía.

Aunque estos sujetos no son los culpables de las necesidades que sufrimos y de la subida de los precios, hacen nuestra vida aún más difícil, ya que han encontrado las fórmulas para controlar y adueñarse de casi todo lo que se oferta en los centros comerciales estatales.

Resulta evidente para los cubanos, el hecho de que los que tienen el poder no sufren las carencias y penurias que vive el pueblo todos los días, y que tampoco sus familias enfrentan la paradoja de hacer una cola de varias horas o pagar a sobreprecio lo que necesite para comer.

Para los cubanos que no tenemos dólares, somos familia de dirigentes del Estado o el Partido Comunista, o manejamos un puesto de trabajo que nos permita “luchar” los alimentos y productos que necesitamos, está claro que solo existen dos caminos, la protesta pública para exigir un cambio radical o seguir viviendo en el infierno en que nos ha metido este régimen criminal.


Publicado originalmente en la edición 95  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

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Los masones y la lucha por la libertad
Jun 3, 2023

Debo comenzar con una declaración aclaratoria: no soy masón, y mi conocimiento de la masonería es cuando más superficial. Mi interés, y único tema de este artículo, es el enorme papel que los masones han jugado en la lucha por la libertad.

La masonería no es partido político ni religión, aunque sus creencias fueron influenciadas por el deísmo de los siglos 18 y 19. No hay vocero oficial ni cuerpo rector, y no ofrece ni escatología ni teología. Sin embargo, es la más antigua sociedad secreta mundial con una historia complicada y controversial. Lo que no es controversial es el impresionante número de notables a través de la historia que fueron masones. Me enfocaré solamente en aquellos envueltos en la lucha por la libertad.

Muchos de los Padres Fundadores eran masones, y algunos académicos de historia de EE. UU. sostienen que la masonería fue central en la Revolución Americana y resultó fundacional para el gobierno de EE. UU. Especulación relativa a símbolos masónicos incluye los supuestos en el billete de 1 dólar, el plano para Washington DC, y muchos más.

Veamos los documentos Fundacionales. Quince de los cincuenta y seis firmantes (27%) de la Declaración de Independencia eran masones o probables masones. Benjamín Franklin, John Hancock, Joseph Hewes, William Hooper, Robert Treat Payne, Richard Stockton, George Walton y William Whipple eran conocidos masones. Para Thomas Jefferson, Roger Sherman, George Read, John Penn, Thomas Nelson Jr., Lyman Hall y Elbridge Gerry hay evidencias de membresía o afiliación.

Cuando la Convención Constituyente comenzó en Filadelfia en 1787, el seleccionado unánime para presidirla, George Washington, y el notable de más edad, Benjamín Franklin, eran ambos masones. De hecho, 28 de los 40 firmantes de la Constitución (70%) eran masones o de ideas masónicas. Interesantemente, esos documentos fundacionales estaban infundidos de las ideas del filósofo inglés John Locke, comúnmente conocido como “padre del Liberalismo”. Locke era masón.

Había 81 generales en el Ejército Continental; 33 de ellos, incluido Washington, eran masones (41%). Similar tendencia muestra el Jefe y los Jueces Asociados de la Corte Suprema, Secretarios de Estado, etc. Y, muy importante, aproximadamente un tercio de los presidentes de EE. UU. han sido masones.

Al sur de la frontera también encontramos masones encabezando la lucha por la libertad. Entre ellos, Simón Bolívar, que jugó un papel clave en la fundación de Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Panamá; José de San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú; Francisco de Miranda, líder militar y revolucionario que precedió a Bolívar; Antonio Nariño y Francisco de Paula Santander, líderes ideológicos, militares y políticos de la independencia de Nueva Granada (hoy Colombia); Bernardo O’Higgins, que liberó Chile del dominio español; y Toussaint Louverture, líder de la revolución haitiana.

En Cuba, que obtuvo la independencia casi un siglo después que el resto de Latinoamérica, masones organizaron (frecuentemente en Logias) y guiaron las guerras de independencia, entre ellos Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Perucho Figueredo, Calixto García, Máximo Gómez, Antonio Maceo y José Martí. Igual que en Estados Unidos con George Washington, el primer presidente cubano Tomás Estrada Palma también era masón.

Porque los masones se han distinguido en las luchas por la libertad, tampoco han escapado de la ira de los enemigos de la libertad. La Alemania nazi bajo Hitler, las fascistas Italia y España bajo Mussolini y Franco respectivamente, y la marxista Unión Soviética bajo Stalin, todas persiguieron y prohibieron la masonería.

Es analíticamente difícil entender, mucho menos explicar objetivamente, las razones que apuntalan el colosal rol que los masones han jugado en la lucha por la libertad. Sin embargo, es probable que las ideas de la Ilustración sobre libertad, independencia, igualdad y fraternidad hayan influido.

Los teóricos de las conspiraciones claman hace mucho que la masonería es una organización que busca la dominación mundial o ya controla secretamente la política mundial. No tengo idea, pero dado mi clásico liberalismo y el distinguido récord de los masones luchando por la libertad, podría haber sido masón. Excepto que suscribo la máxima del comediante Groucho Marx de que “no deseo pertenecer a ningún club que aceptara como miembro a alguien como yo”.

El último libro del Dr. Azel es “Reflexiones sobre la Libertad”

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He estado pensando en cosas que dijo san Pablo.
Jun 2, 2023

Suele haber muchos modos de decir lo mismo. Para nosotros es familiar la frase: “Saque usted sus propias conclusiones”. Jesucristo lo decía de otro modo: “El que tenga oídos, que oiga”.

La Biblia es para todos, para que “tengamos vida, y vida abundante”, pero es responsabilidad de cada persona escuchar, acoger, y determinar lo que, en cada momento, Dios le está diciendo. Y yo he estado pensando en cuánto puede iluminar a nuestro pueblo hoy lo que el apóstol Pablo dijo a los Efesios, en los remotos inicios del cristianismo.

“Hermanos –dice san Pablo- en otro tiempo, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Pórtense como hijos de la luz, con bondad, con justicia y según la verdad, pues estos son los frutos de la luz (…) No tomen parte en las obras de las tinieblas, donde no hay nada que cosechar; al contrario, denúncienlas (…) lo que es denunciado por la luz, se vuelve claro, y lo que se ha aclarado llegará incluso a ser luz”.

Nacemos y crecemos entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. Ambas serán siempre dos propuestas, dos caminos posibles, pero cada persona decide cómo quiere vivir, si como hijo de la luz o como hijo de las tinieblas. Y esta elección es la base de la propia existencia, porque condiciona el modo en que la persona usará todo lo que decida integrar en su vida: religión, moral, ideologías, tendencias políticas… La fascinación por la luz o por las tinieblas es el tamiz, el filtro, la dirección en la que se canalizará todo lo demás.

Si quieres vivir como hijo de la luz, dice san Pablo, necesitas construir la existencia en torno a tres opciones: el bien, la justicia y la verdad. San Pablo fue un luchador empedernido, por tanto, no se detiene a considerar si optar por el bien, la justicia y la verdad va a ser difícil, o complicado, o peligroso, o va a dar miedo… san Pablo señala el camino. Los obstáculos se enfrentan, y punto, siempre teniendo en cuenta la condición inicial: “si quieres…”

Se puede optar por las tinieblas, pero allí “no hay nada que cosechar”. Puede haber mucho que “conseguir” pero es un camino que te deja sin vida, si gozo verdadero, sin paz profunda. El poder del mal es seductor y puede ser práctico y rentable, pero no es gratuito y, a la corta o la larga, te seca el alma.

Por otra parte, el consejo de Pablo no se reduce a no optar por las obras de las tinieblas sino a denunciarlas de modo abierto y decidido. Para Pablo, el mal debe ser condenado con firmeza, sin justificarlo, sin excusarlo, sin enmascararlo para hacerlo más aceptable.

El simple hecho de llamar a las cosas por su nombre significa ponerlas en evidencia, porque proyecta sobre ellas un rayo de luz que las priva de lo que les confiere protección: la mentira, el silencio, los nombres hermosos pero falsos, que permiten llamar bien al mal y mal al bien.

No optar por la luz es, para san Pablo, permanecer dormido entre los muertos, por eso agrega al final de este texto a los Efesios: “Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y la luz de Cristo brillará sobre ti”.

El que tenga oídos… que oiga.

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Reivindicar a Martí es el mejor homenaje
Jun 2, 2023

Este 19 de mayo que pasó se cumplieron 128 años de la muerte en combate de José Martí, en Dos Ríos y el mejor homenaje que se puede rendir, es despojarlo de la manipulación política a la que ha estado sometido durante más de 60 años.

Durante décadas el régimen cubano ha enarbolado como estandarte político, el pensamiento y obra de Martí, para hacer ver al proceso político en la isla como genuino representante del ideario político del maestro, una verdadera farsa que necesita ser reivindicada.

El Martí real fue un demócrata revolucionario, que quería la independencia política de Cuba y el establecimiento de una república democrática, "con todos y para el bien de todos", no de unos pocos que se han perpetuado en el poder y usan la patria como pedestal para beneficio personal.

Los ideales democráticos de Martí incluían a todos los buenos cubanos, no un grupo "selecto e intocable de individuos", que se levantan sobre el sudor y dolor de un pueblo. Martí conoció el comunismo del siglo XIX, pero no simpatizó con él, evidencia de ello son sus críticas personales a su amigo entrañable Fermín Valdés Domínguez, por sus simpatías socialistas.

Erigidas sus ideas, como bandera del régimen cubano, José Martí ha sido mal interpretado y utilizado en un proceso intencionado de manipulación de las masa.

Las simpatías de todos los cubanos hacia Martí y el desconocimiento de los contextos en los cuales expresó muchas de sus ideas políticas, han sido parte de este engranaje mediático y manipulador.

Muchas de sus frases son descontextualizadas y usadas para justificar procedimientos y acciones políticas, en un intento desenfrenado de arrastrar voluntades.

Discursos políticos de la dirigencia castro comunista y cuanto evento político se ha realizado en el país, ha tenido el toque amañado del régimen, con alguna idea o expresión del pensamiento martiano.

Despojar a nuestro apóstol de tales manipulaciones y ultrajes políticos, es una necesidad de estos tiempos. Martí es de todos los cubanos, y no puede ser el Caballo de Troya de ningún interés mezquino.


Publicado originalmente en la edición 157 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

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Los huecos en las bóvedas de los bancos cubanos
May 28, 2023

El notición, la sorpresa, cayó como rayo atronador en día despejado: Cuba permitirá de nuevo los depósitos de dólares estadounidenses en efectivo, el asuntico del enemigo, en su red bancaria.

Nota que se divulgó a través de una resolución del Banco Central de Cuba (BCC). La primera pregunta, lo que la gente de pueblo no entiende, qué rumbo habrán tomado los dólares que abarrotaban las bóvedas de los bancos cubanos; razón por la cual en enero del año 2021 el régimen prohibió los depósitos de la malvada moneda yanqui en las instituciones financieras del país.

Cuando aquello, no cabía un dólar más en la cueva bolchevique y hoy todo indica que ya no hay pero, ¿dónde queda el bloqueo si el país no puede comerciar con dólares? ¿Tendrán algún hueco las bóvedas de los bancos que esta gente no hayan descubierto?

Con la ineficiencia de la dictadura nunca se sabe. No obstante, hay algo que sí queda claro: ese para atrás y para adelante dice justo que la junta militar no sabe qué hacer con el país. Hoy, el rumbo es incierto, por tanto, comprometido el futuro de la isla; y mientras esto sucede el pueblo paga los platos rotos.

Lo desconsolador del asunto, el anuncio de la aceptación de depósitos en dólares, es que nada cambiará a mejor. No se descarta la posibilidad de que a la vuelta de par de años vuelvan a prohibirlos.

Es débil la justificación que dan las autoridades para aceptar de nuevo los depósitos; pues por ningún lado se ve la supuesta reactivación del turismo o la recuperación paulatina de la actividad productiva y los servicios, que dice el régimen está ocurriendo, razón utilizada como base para aceptar los depósitos.

Basta recordar que en enero de 2021 entró en vigor la tristemente célebre Tarea Ordenamiento que devaluó el peso cubano de 24 unidades por dólar a 120, mientras en el mercado negro se cotizaba el dólar en 185 pesos.

Descuento del peso cubano, en ambos mercados, oficial y negro, que ha derivado en una inflación de 70 % en 2021 y 40 % en 2022, según datos publicados en el blog del economista cubano radicado en España, Elías Amor Bravo.

Este deambular errático en la dirección del país, un día quitan el dólar porque no hay dónde guardarlo y otro lo ponen porque se filtraron los que estaban, solo muestra una cosa: el régimen no sabe qué hacer con los huecos que ahora mismo tiene la economía cubana.


Publicado originalmente en la edición 213 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

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