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Opinión
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Palabra imprecisa
Apr 14, 2021

Publicado originalmente en la edición 162 del medio de comunicación comunitario del ICLEP Amanecer Habanero.

Palabra imprecisa

Por el periodista ciudadano Luis Alberto Diéguez

Hay veces que sin buscar se encuentra. Es el caso de la canción de presentación del programa que conduce Lázaro Manuel en la televisión, ‘Palabra precisa’. Del arsenal de vulgaridades provenientes del régimen está canción de Buena Fe no tiene rival. Una vez más, rebosa la doble moral de quienes imponen a la isla una camisa de fuerza.

Hasta hace poco la televisión cubana, a través de spot publicitarios, desarrolló una guerra sin cuartel contra la generalización en la sociedad cubana de frases obscenas. Principalmente, aquella que se refiere de manera vulgar a los genitales masculinos. La palabreja amenazaba con ser distribuida por la libreta de racionamiento. No solo era la calle, sino que, en centros de trabajo, hospitales y en las escuelas se apelaba a ella con demasiada frecuencia. Se alzaron voces en el contexto nacional que vinculaban este hecho con signos degradantes de la sociedad cubana; y el régimen tomó cartas en el asunto. Entonces, por qué ahora se retoma de modo oficial esta vulgaridad. La razón es una sola: van a recurrir a todo, hasta lo más bajo, para mantener el poder.

Su filosofía: ayer critiqué con fiereza algo, pero si hoy lo necesito le echo mano. No interesa si es moralmente descartable.

En un estado de acoso se pierde el equilibrio entre razón y moral. El régimen está atrincherado y no está dispuesto a ceder. No importa que jóvenes y adolescente en formación escuchen, de la canción, que por mis genitales impongo mi razón. Hay que ser muy tonto para no dilucidar a que se refiere cuando la canción dice: “Quien me quiere hacer mal se va pa’ la pin...; si me vas a ayudar, mi hermano de pin…”. Sencillamente, es deprimente escuchar una barbaridad como esta en una cadena nacional de televisión. Sin embargo, se critica a todo alarido de sagrada moralidad a los muchachos de San Isidro por sus performances. El tema de presentación de Palabra precisa es una aberración, que muestra la incapacidad del régimen para conducir un proyecto cultural; dónde están los asesores, qué poder tiene el director de un canal para decir no a una canción como esta. No existen ante la voluntad del régimen.

Un medio de comunicación es una escuela; y una escuela no debe emitir lo que simule mensaje errado, que deforma.

La televisión cubana presume de utilizar su señal para instruir, en los llamados programas de la revolución. No hay duda de que la elección de Luis Manuel como parte del equipo de realización nada tiene que ver con instruir a las nuevas generaciones. La fijación vulgar en los genitales masculinos, llevarla al punto de hacerla estandarte de gobierno, muestra el ángulo estrecho y explícito de la imposición fálica en el transcurso de la humidad, amén las tendencias de cada cual, que en nada desmeritan.

El machismo, la fortaleza a través de lo viril y, más que esto, la guapería de barrio no embadurna razones. Una mujer no necesita estar armada de caballero para sostener al planeta en su mirada tierna. La manifestación machista de palabra precisa solo muestra que el sistema no ha evolucionado, en las cuevas también se usaban barbas.

Por encima de lo que es decente o no hay un mensaje: no me da la gana tener presente al resto de la sociedad. Esto es mío. La isla es mía. Martí y el nombre de Cuba es mío, no de todos los cubanos. No importa que ahora mismo estén muriendo decena de cubano por un capricho político: si no es mi vacuna no es ninguna. Esa necesidad inmensa de demostrarle al mundo, no a los cubanos, que la razón está con ellos, en ese atrincheramiento ideológico, radica el poder de los supuestos enemigos.

Hoy, un genital es tomado como estandarte de un régimen en decadencia. Para la gloria de una nación, no hay otra palabra más imprecisa que esa. El tema salva: se apaga el televisor. Lo que se diga después de semejante tema de presentación carece de valor.

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Apretando la tuerca hasta que pierda la rosca
Apr 13, 2021

Publicado originalmente en la edición 95 del medio de comunicación comunitario del ICLEP Cimarrón de Mayabeque.

Apretando la tuerca hasta que pierda la rosca

Por la periodista ciudadana Lourdes Recio

No vamos a hablar de mecánica ni nada por el estilo, simplemente es un aforismo bien medido ya que la tuerca que se aprieta es siempre la del pueblo, pero como en la mecánica cuando se aprieta mucho una tuerca esta siempre tiende a perder la rosca y ahora mismo a la tuerca del pueblo le quedan menos de una vuelta para irse de paso.

No es que vayamos a sustituirla con otra, para nada, es que ya el régimen ha apretado tanto que el pueblo no aguanta más, han sido muchos años de miseria y necesidad prolongadas lo que ha tenido que enfrentar el pueblo como para seguir de brazos cruzados y mucho menos ahora que es cuando más necesitamos que la tuerca que nos aprieta afloje.

En estos momentos de pandemia donde cada ser humano en la tierra debe estar más unido que nunca a sus prójimos es cuando más el sistema dictatorial cubano ha implementado medidas, leyes y prohibiciones que más que solucionar un problema ha creado otra serie de estos.

Ya el pueblo no aguanta otra vuelta de rosca, ya ha sido demasiado lo que han apretado, en momentos como estos la dictadura no solo ha aumentado las cuantías de las multas, sino que han prohibido tantas cosas que hasta por respirar te pueden multar si consideran que estas tomando más aire del que necesitas.

No es un secreto que este sistema nunca ha servido, como tampoco es un secreto que el pueblo no quiere más este gobierno al que como perros rabiosos los dictadores se aferran e intentan mantenerlo a toda costa, pero el día que el pueblo descubra el poder que tiene en sus manos al régimen no le va a quedar más opción que esconderse en sus madrigueras como ratas de alcantarilla.

Ya la gente no aguanta una multa sin hablar y defenderse, ya el cubano no permite que lo pisoteen más como años atrás sucedía sin revelarse contra las fuerzas del régimen, es injusto e inhumano que la dictadura persista en sus propósitos de continuar presionando al pueblo de forma impune.

No estoy de acuerdo con las medidas que aprovechándose de la pandemia de COVID-19 el régimen ha impuesto, pero no soy yo sola, como yo hay 11 millones de cubanos que no aguantamos más tanto los de dentro de la isla como los que viven fuera.

Es hora de barrer los males que la dictadura ha creado sin compasión alguna, hay que limpiar la isla de esa epidemia que rige en el gobierno del Estado, es el momento de que la tuerca acabe de perder la rosca, pero no para cambiarla por otra sino para botar el tornillo que durante 62 años nos estuvo estrangulando.

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Huelgas de hambre colectivas.
Apr 12, 2021

Huelgas de hambre colectivas

Por Pedro Corzo

Una vez más un grupo de hombres y mujeres enarbolando el decoro que le falta a muchos poniendo su vida en peligro por tal denunciar los crímenes sistemáticos y permanentes que comete el régimen de los Castro. Ellos, retomaron una tradición de los opositores cubanos que se ha fortalecido en la lucha contra el totaitarismo, las huelgas de hambre, una gesta que un entrañable amigo, decidió permanecer en Cuba, definía como, "morir a plazos y tal vez seguir viviendo luego".

La decisión de ir a una huelga de hambre es compleja, difícil. No faltan quienes la critican, sin embargo, otros recurren a ella porque la consideran un arma estratégica contra el régimen si logra hacer eco en la opinión publica internacional ya que dentro de Cuba esa opinión no existe como consecuencia de la censura integral existente.  

Las consecuencias de una huelga son impredecibles, máxime, cuando esta es masiva como la que protagoniza José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, un hombre que ha demostrado coraje y entereza en todas sus actividades.  

Ferrer, ex prisionero político de la Primavera Negra, inicio el ayuno el 20 de marzo último, al que se incorporaron  varios activistas de dentro y fuera de la Isla. El reclamo de todos es justo, con una demanda razonable, el cese de la represión y poder seguir ayudando a los necesitados, en un país donde la necesidad es el más común de los denominadores.  

La sombría situación cubana se ha agudizado desde el momento que estos activistas decidieron declararse en huelga de hambre en un país donde las necesidades son masivas y las oportunidades para resolverlas prácticamente nulas. El gobierno es incapaz de resolver los problemas sociales de la población, aunque ejerce un férreo control sobre la asistencia social como corresponde al estado totalitario que representa. Ellos serán criminales, pero no tontos, un estado absolutista no permite ninguna gestión independiente. 

La policía política y sus sicarios acosaron a los huelguistas, intimidaron a la familia y procuraron por todos los medios romper la unidad de los protestantes, de ahí la necesidad de manifestar en todas las instancias posibles solidaridad con aquellos que pusieron en peligros sus vidas para reclamar los derechos de todos.  

Las condiciones físicas de los huelguistas están en constante deterioro y sabemos a ciencia cierta que de haber seguido así la muerte era  un seguro destino, de ahí la necesidad de que los que crean sinceramente en la Libertad y los Derechos Humanos se sumen al reclamo del exilio, de parlamentarios de la Unión Europea,  del Relator de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en particular esos políticos que en defensa de la Pluralidad, la Tolerancia y la Diversidad demandan que a la dictadura cubana le levanten las sanciones, cese el embargo y le retiren  de la lista de países terrorista, donde se reafirma que debe estar por la constante opresión y represión que practica contra los que disienten del régimen.  

No tengo dudas, aunque no los comprendo, que en Estados Unidos y América Latina hay políticos, académicos, dirigentes sociales y creadores que creen de buena fe que el castrismo merece gestionar a Cuba y su pueblo en base a sus expectativas, pero si son sinceros en esas ideas, deberían ponerse del lado de José Daniel y sus compañeros porque estos están reclamando el derecho de ayudar a su prójimo, de asistir a los más necesitados.  

Por ejemplo, escuche en la radio que el 42.2 por ciento de la población de Argentina esta en pobreza extrema, una dolorosa cifra, pero no creo que a pesar de las inclinaciones ideológicas del presidente Alberto Fernández y de su vicepresidente Cristina Fernández ellos reprimirían a los sectores de la oposición que ayuden a esos necesitados.  

Ser consecuente en política es un mandato irrevocable, razón por la cual el gobierno de Argentina y los muchos justicieros que reclaman igualdad de oportunidades, entre ellos los Pastores por la Paz, deberían exigirle al gobierno de la Isla que cese la represión y permita a los huelguistas cumplir con el compromiso social que voluntariamente contrajeron, pero no lo hacen, la hipocresía es una condición casi siempre presente en el populismo marxista.  

Me dice mi esposa que despierte, que esos sueños bonitos no se cumplen.   

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Coronavirus, escasez y crisis: ¿Lo peor está por llegar?
Apr 8, 2021

Coronavirus, escasez y crisis: ¿Lo peor está por llegar?

Por Jorge Olivera

BOSTON, Estados Unidos. Si perturbadoras resultan las noticias que día tras día se generan al interior de Cuba en cuanto a escasez y represión, asusta mucho más pensar que lo peor está por llegar.

No hay manera de levantar la economía sobre la crónica falta de liquidez, provocada, entre otras cosas, por el sustancial declive del turismo internacional, la merma en el monto de las remesas desde Estados Unidos y el reforzamiento del bloqueo interno. También habría que añadir a la lista la impasibilidad de la administración Biden, ante la disyuntiva de aflojar embargo mediante la anulación de algunos de los decretos firmados por Trump o mantenerlos en vigor por tiempo indefinido.

Sin embargo, más allá de lo que decida el gobernante demócrata, el año en curso promete nuevos y más severos azotes existenciales para la gran mayoría de los cubanos de la Isla. La vigencia del coronavirus con sus rebrotes, confinamientos afines y sin garantías de controlarlo a corto plazo ofrece las claves para vaticinar la continuidad del desastre socioeconómico hasta niveles insospechados. No se avizora alivio alguno a una realidad que responde fundamentalmente a la actuación, mezquina y torpe del partido único y agravada por la pandemia que permanece estacionaria en casi todas las naciones del orbe.

¿Cuántas personas han muerto o estarán agonizando por causas asociadas a la explosiva combinación del hambre y los altos niveles de estrés? Desde que la COVID-19 hiciera acto de presencia en el territorio nacional en la primavera del año pasado, sus consecuencias en cuanto al impacto físico y psicológico han sido devastadoras, un hecho presumible pese a la ausencia de cifras oficiales al respecto.

Desde entonces, lo que era una vida más o menos llevadera en términos de aprovisionamientos básicos ha quedado en el recuerdo. Se acabaron los subsidios que, en cierta medida, ayudaban a suplantar las carencias y todas las demás medidas derivadas de un populismo que desde un inicio fue más rollo que película. Ahora, la igualdad social está marcada por la indigencia pura y dura.

El pan con una leve untura de aceite y sal y el arroz con un huevo frito o sancochado que tantas veces ayudaron a calmar los gritos desesperados del estómago vacío son en estos tiempos productos de lujo.

Asusta conocer que el cartón de huevos en el mercado negro que trae 30 unidades puede costar hasta 450 pesos (casi 20 dólares al cambio oficial de 24 por 1 dólar), una cifra cercana a la cuarta parte del salario mínimo de 2 100 pesos.

Comprar legalmente cualquier producto de primera necesidad se ha convertido en un calvario. Las aglomeraciones son cada vez más caóticas en las afueras de las tiendas, donde se exigen las tarjetas cargadas con dólares depositados desde el exterior y los comercios habilitados para la venta en pesos son una vergüenza con sus estantes semivacíos y vendedores sumidos en la pereza y el mal humor. Reina el desconcierto en cada rincón del país ante el avance de la miseria y el alza en el accionar represivo.

El crecimiento proporcional de ambas realidades invita a pensar en una paulatina aparición de brotes de violencia que pudieran tornarse inmanejables. De hecho, los índices de criminalidad han dado un salto cuantitativo y con tendencia a mostrar mayor crueldad. Los asaltos a punta de pistola y cuchillos, a plena luz del día, van dejando de ser acciones aisladas.

Paso a paso se fractura lo que queda del orden social impuesto. A falta de iniciativas racionales y comprometidas con la evitación de una catástrofe, los mandamases esgrimen el garrote. Una opción que parece irremediablemente la única en la mente de quienes detentan el mando absoluto del país.

El final de esta larga tragedia sigue siendo una incógnita. Mientras ese momento llega, nadie sabe cuándo ni cómo, los verdugos cumplen a cabalidad sus agendas y los rehenes tratan de mantenerse vivos con la idea de escapar algún día. La alternativa de rebelarse progresa entre las redes del miedo. El asunto es convertirla en un hecho concreto y masivo. Una tarea difícil, pero no del todo imposible.

 

Cortesía Cubanet

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¿Está la “democracia guiada” en el futuro de Cuba?
Apr 7, 2021

¿Está la “democracia guiada” en el futuro de Cuba?

Por Dr. José Azel

MONTANA, Estados Unidos. ─ Cuando la nación Indonesia obtuvo su independencia en 1945 no tenía antecedentes de autogobierno democrático. La experiencia de gobierno había sido la de un estado policial bajo el dominio holandés y japonés. De manera similar, cuando Cuba recupere su soberanía del régimen comunista que ha gobernado durante las últimas seis décadas, apenas habrá recuerdos de las exigencias y responsabilidades de un autogobierno democrático. Al igual que los indonesios, los cubanos no tendrán experiencia en cómo gobernar  democráticamente.

En su último libro, Upheaval, Turning Points for Nations in Crisis Jared Diamond señala que: “Es fundamental para cualquier democracia funcional (…) que se reconozca el derecho a oponerse a las políticas gubernamentales, la tolerancia a diferentes puntos de vista, la aceptación a ser superado en las votaciones y la protección del gobierno para quienes no poseen  poder político”. Esos requerimientos necesarios en un autogobierno efectivo son ajenos a los cubanos de hoy.

En Indonesia, el presidente Sukarno y su sucesor, el presidente Suharto, consideraban que la gente era indisciplinada, ignorante, susceptible a ideas peligrosas y que no estaba preparada para la democracia. En su autobiografía, Suharto escribió: “En la democracia indonesia no hay cabida para una oposición al estilo occidental… La democracia debe incluir disciplina y responsabilidad; sin ambas significa solo confusión”.

De hecho, la democracia indonesia experimentó repetidos y confusos cambios de ministros en sus primeros días. En 1955 las elecciones se estancaron cuando los cuatro partidos principales obtuvieron similares porcentajes de votos. Los indonesios fueron incapaces de negociar y el país cayó en el estancamiento político. En 1957, el presidente Sukarno puso fin al estancamiento proclamando ley marcial e instituyendo un régimen al que llamó “democracia guiada”.

La democracia guiada, aunque formalmente democrática, funciona como una autocracia. Las elecciones legitiman esa “democracia guiada”, pero tales elecciones no cambian las políticas de estado. Esas  elecciones pueden ser técnicamente libres, pero estructuradas de manera que las personas puedan ejercer sus derechos sin poder cambiar las políticas públicas.

El concepto de democracia guiada fue descrito por el periodista y filósofo político Walter Lippmann, quien trató de conciliar las tensiones entre libertad y democracia. Lippmann ha sido calificado como el periodista más influyente del siglo XX. En su libro Public Opinion, de 1922, Lippmann analiza las limitaciones cognitivas que enfrentamos para comprender nuestros entornos sociopolíticos y culturales y cómo esas limitaciones influyen en nuestro comportamiento.

La democracia guiada de Sukarno fue un intento de lograr estabilidad política en Indonesia. Introdujo, como concepto de gobierno, una mezcla de nacionalismo, religión y comunismo. La idea era apaciguar a las tres fuerzas principales en la política indonesia: el ejército, los grupos islámicos y los comunistas. En 1957, con el apoyo de las fuerzas armadas, Sukarno puso fin al sistema electoral de estilo occidental e instituyó su democracia guiada con un gabinete que representaba a los principales partidos políticos.

De manera similar, una futura Cuba probablemente tendrá que combinar el nacionalismo, el comunismo y la democracia en un gobierno funcional. Tomando prestada la metáfora de Jared Diamond, sería la coexistencia de un “mosaico” de ideas políticas dispares, porque “no es posible ni deseable que los individuos o las naciones cambien y descarten por completo sus identidades anteriores”.

Dentro de un país, distintas generaciones tienen a menudo puntos de vista políticos drásticamente diferentes, como resultado de diferentes experiencias históricas. Este es el caso de tres generaciones de cubanos en la Isla, y también de generaciones paralelas que han vivido fuera de Cuba. Todos han tenido diferentes experiencias históricas que deben coexistir.

También existe una relación entre los puntos de vista individuales y las características de una nación y las decisiones nacionales surgen a partir de puntos de vistas individuales. Por lo tanto, un nuevo estado cubano tendrá que ser un mosaico de lo viejo y lo nuevo para evitar que la nación se desmorone si los ciudadanos no se sienten unidos por creencias nacionales unificadoras.

En Cuba, el despotismo no será necesariamente imposibilitado, ni las buenas intenciones darán lugar indefectiblemente a una democracia liberal. Esa desafortunada realidad pudiera producir una democracia autocráticamente guiada al estilo Sukarno.

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“El aire es enemigo de los arrepentidos”, entrevista a Luis Manuel Otero Alcántara
Apr 6, 2021

Publicado originalmente en la edición 162 del medio de comunicación comunitario del ICLEP Amanecer Habanero

“El aire es enemigo de los arrepentidos”, entrevista a Luis Manuel Otero Alcántara

Por la periodista ciudadana Mary Karla Ares González

Para algunas personas la Cuba que llega a diario es la de siempre, quizás la de Granma; pero nadie puede negar que hoy llega más Cuba al planeta desde Luis Manuel Otero Alcántara. Desde el despeñadero al salto el camino es al revés y solo ocurre una vez: el aire es enemigo de los arrepentidos. Estamos ante la puerta de cada día, la que carga el hombre desde que nace. Decisiones. La cuestión es tocar o no tocar. Por siglos ha sido así: ir a la cumbre de sopetón infunde temor; aunque nuestro entrevistado parece pegado a la tierra, gente de barrio.

¿Qué significa Patria y Vida para Luis Manuel Otero Alcántara?

Para mí y para la nación cubana significa muchísimo. Para mí Patria y Vida es ese objeto o ese ejercicio que muestra artistas de mucho nombre. Artistas que normalmente la postura es de no hablar mal de política, de no hablar mal, te digo del sistema, de política, callarse ante injusticias, y cuando esos artistas, que tienen como mucho dinero, que son referente a nivel nacional, artistas de éxitos, que vienen de abajo, cuando estos artistas no hablan de política la gente se siente como, coño de pin…, esta gente no nos representa.

Ahora, le dan la mano a Díaz Canel y hay cierta frustración con esto. Pero, cuando estos mismos artistas, que son los más famosos de este país, ahora mismo, los más mediáticos, lo más todo, dan el paso al frente y alzan la voz, eso significa esperanza para la gente. La gente dice, si Alexander perdió la casa por qué nosotros no estamos dispuestos a sacrificarnos; porque nosotros si no tenemos nada que perder. Hablo de la gente de la calle.

 Entonces, para mí significa el compromiso que estamos esperando desde hace mucho tiempo de los factores de cambio; como pueden ser los músicos con muchos seguidores, artistas visuales con muchos seguidores, como puede ser un actor o director de cine con seguidores. Cuando esa gente canta una canción miles de gente la canta; y le depositan toda su fe y toda su historia a esa canción. Por tanto, para mí, es un sinónimo de esperanza, un sinónimo de fe para la gente. Para mí no, porque yo si estoy condenado. Desde niño sabía que iba a ser un luchador contra la injusticia y a favor de la gente.

¿Qué repercusión ha traído para el pueblo cubano Patria y Vida?

Estamos hablando que no solamente son la gente de afuera la que ve esa canción, no solamente la gente de afuera de Cuba, los que tienen ahora mismo acceso a internet la ven, y no solamente la gente de abajo. Es esa clase media cubana, esa clase media cubana que también quiere cambiar cosas, pero no tiene herramientas. Cuando ven eso, te devuelven cierto…, vamos a poner la palabra moral, no me gusta la palabra moral, pero es que devuelven como cierto amor propio, que dicen coj… Brother, esta gente está preocupándose. No estamos solos.

El gran problema en este sistema, este sistema ha logrado que la gente no se preocupe por el otro. Eres tú contigo mismo, y se preocupan por otro para chivatearlo, para echarlo pa’ lante, para cuestionarlo, pero no para dar tu vida por el otro. Cuando tienes ese sentido de sacrificio el régimen asume que tiene que estar pagado. ‘Ese tiene que estar pagado, este es un mercenario’, dicen.

Cuando un tipo como Yotuel o Gente de Zona, supuestamente millonarios en el imaginario popular, hacen esto entonces dices quién va a pagarle a estos por cantar en contra del sistema. A lo mejor a mí o a Maikel Obsorvo, que tenemos imagen de no tener un peso, sí; pero un tipo como Gente de Zona que supuestamente es millonario, eso es lo que cree la gente. Ese contraste, brother, a la gente le ha devuelvo la esperanza y le ha devuelto el sentimiento humano, que yo soy un humano y puedo luchar por mí y puedo luchar por el otro. Mira todas las protestas que han pasado y que van a seguir pasando.

¿Es cierto que cuando sales a la calle la gente de pueblo quiere hacerse fotos contigo?

Mira Mary Karla se… Yo camino por la calle y la gente me hace fotos. Dicen: ‘Oye, te quiero. Te admiro’. En la medida que todo avanza, que todo crece, que salen cosas como Patria y Vida, aumenta todo. La conexión con la gente. Nada, yo feliz, asumiendo la responsabilidad que nos toca de cambiar las cosas.

¿Cómo ves el futuro de Cuba?

El futuro de Cuba es el futuro presente. Cuba cambia. Tengo la puerta de mi casa abierta. Tengo una cámara que ahora mismo me está vigilando aquí, pero tengo la puerta abierta. Ya la seguridad del estado no quiere meterme preso, tan preso. La gente está protestando, asumiendo responsabilidades cívicas. La Cuba contemporánea es una Cuba que va en camino a libertad, está pasando.

Ya Cuba cambió. En Cuba ahora mismo lo único que hay que hacer es tomar el poder a través de la educación cívica, a través de la alfabetización política, a través de poder exigir nuestros derechos y de que el régimen decida a través de la presión. El futuro de Cuba va a ser un futuro muy próspero, prosperísimo de hecho. Cuando se va a la cima se va por todo; desde las personas que tiran de nuestra camisa. Se va por gente que tiene la isla aprisionada a un pedazo de pan. Los sentimientos no se consumen. No se agota Cuba con Luis Manuel. Habrá pelea. El aire es enemigo de los arrepentidos.

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El ejemplo que Bolivia dio
Apr 5, 2021

El ejemplo que Bolivia dio

Por Pedro Corzo

Muchos afirman que los pueblos tienen el gobierno que se merecen y que los capitalistas gustan vender la soga con la que serán colgados y es evidente de que ambos criterios se sustentan sobre ejemplos concretos y en breve podremos apreciar si otro pueblo americano, Ecuador, acepta voluntariamente propuestas políticas que conculcaran sus derechos ciudadanos, en particular, después de la experiencia boliviana. 

Evo Morales como en su momento hiciera el desaparecido Hugo Chávez renunció al gobierno de su país, pero como ambos déspotas son fieles seguidores de la marca Castro negaron tiempo después las respectivas renuncias para acusar de golpistas a quienes ocuparon el poder legítimamente. Todos se repiten, Fidel Castro derrocó al presidente Manuel Urrutia y después lo acusó de gestar un golpe de Estado, julio de 1959. 

Daniel Ortega, único dinosaurio sobreviviente de la Guerra Fría, ha demostrado que respeta la marca Castro. Se ha atornillado al poder sólidamente y la oposición para sacarlo del mismo tendrá que trabajar muy eficientemente. Ortega, al parecer, el menos repudiado internacionalmente de estos despostas, contrario a Morales, Chávez y Rafael Correa siempre ha rehuido las candilejas, lo opuesto a sus pares de esta ola de populismo marxista.   

El retorno de estos abominables al Poder deriva en un aumento sustancial de su autoridad personal y en una radicalización extrema del proceso que dirigen. No hay excepciones, y la historia como educadora de nuestros errores y aciertos lo muestra. 

En Venezuela se apreció el deterioro general de las libertades públicas, desde que Chávez retomó el poder,  abril 14 del 2002. En Bolivia la situación cambió radicalmente desde el retorno al gobierno del partido Movimiento Al Socialismo con el encarcelamiento de la expresidenta Janine Añez y varios de sus colaboradores, hecho que demuestra el espíritu vengativo del castro chavismo. 

En Bolivia no hubo golpe, el vacío de poder dejado por el autócrata de Evo Morales fue llenado con la anuencia de los propios partidarios del gobierno saliente a los que la administración Añez pudo negarle sus derechos a ser candidatos en las elecciones, una práctica regular de los discípulos del modelo del Socialismo del Siglo XXI a la que Nicolás Maduro ha recurrido con mucha frecuencia.  

En Cuba fue una medida temprana del castrismo. Los políticos que participaron en las elecciones de 1958 fueron excluidos de la vida pública negándosele sus derechos de participar en nuevos comicios, los cuales nunca se produjeron. Este acto de candor político tiene a la presidenta Añez en prisión. La lección es qué los genízaros del castro chavismo no respetan los más elementales derechos de sus adversarios, una lección que deberían aprender los que se oponen a sus propuestas.  

Desde la perspectiva de este opinador creer en formulas populistas respondan al marxismo, fascismo o cualquier otro extremismo de última generación es un grave error, pero reiterar esa conducta como al parecer hicieron los electores de Bolivia, en el supuesto de que no hubo fraude, y lo que todo parece indicar, según las encuestas, harán los ecuatorianos, es tener una vocación suicida, solo comparable a la de aquellos cubanos que repetían sin cesar “elecciones para que”. 

En pocos días se celebra la segunda vuelta electoral en Ecuador, Andrés Arauz, el delfín de Rafael Correa, el absolutista ilustrado del SSXXI, hoy convicto por corrupción y exiliado en Bélgica que durante sus diez años de mandato hizo mucho por hundir su país, tal y como hacen sus iguales en las naciones que gobiernan, es el favorito en estos comicios, en consecuencia, es de esperar que si gana, su patrón, el Benemérito Correa habrá de regresar con una corona de laurel pontificando sobre sus atributos de Salvador y repartiendo guillotinas morales por doquier. 

Mis amigos ecuatorianos recuerdan detalladamente la crispación que vivió la sociedad nacional durante los años de gobierno de Correa, el férreo control que ejerció sobre los medios de comunicación y los muchos problemas que enfrentaron los ciudadanos conscientes de sus derechos ante un gobernante que también acusaba a sus oponentes de golpistas. 

A Correa le salió mal la jugada de perpetuarse de alguna forma en el Palacio de Carondelet con Lenin Moreno, ojalá al ecuatoriano libre le salga bien con quien elija presidente.   

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Música en Cuba: la danza de los ritmos prohibidos
Apr 3, 2021

Música en Cuba: la danza de los ritmos prohibidos

Por Luis Cino

LA HABANA, Cuba. ─ Muchísimos cubanos que fuimos adolescentes y jóvenes en los años sesenta y setenta, de tanto que los castristas nos quisieron imponer la música cubana ─o lo que entendían como lo más valioso de ella─, terminamos haciéndole rechazo y prefiriendo los ritmos extranjeros, principalmente el rock y el soul.

En eso, como en otras muchas cosas más ─su lucha contra las creencias religiosas, por ejemplo─ el castrismo consiguió precisamente lo contrario de lo que buscaba. Y es que nada resulta tan atractivo como lo prohibido, especialmente para la gente joven.

Cuando más rígida era la prohibición de escuchar música norteamericana o británica ─considerada por el régimen como “la música del enemigo” y una peligrosa arma del “diversionismo ideológico”─ esta era profusamente escuchada por los jóvenes a través de las emisoras de radio del sur de Florida (principalmente la WQAM) y de los discos que entraban al país los funcionarios, artistas, deportistas, marineros y otros que lograban viajar al exterior.

En realidad, eran muy pobres las referencias que teníamos de la música cubana. Los comisarios castristas fueron muy torpes con sus políticas culturales, también respecto a la música. Solo promovían la que consideraban apropiada para los valores de la nueva sociedad socialista. La otra la borraron, como si no hubiese existido. Eso, amén de que prohibieron, luego de que se fueran de Cuba, a varios de los mejores exponentes de la música nacional, como Celia Cruz, Bebo Valdés, Meme Solís, Martha Strada, Blanca Rosa Gil y Olga Guillot.

A propósito de estas dos últimas intérpretes, el bolero, aunque se siguió escuchando, llegó a ser considerado un género decadente, deformante por melodramático y machista, que poco tenía que decir y enseñar a las nuevas generaciones. Estas, si querían escuchar canciones de amor, debían ser las que, entre teque y panfletos, hacían Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola y demás cantautores de la Nueva Trova.

Fue así como vinimos a conocer muchísimos boleros famosos no por sus intérpretes originales de antaño, sino allá por 1970, en las versiones del boricua José Feliciano, que, dicho sea de paso, también estuvo prohibido en Cuba durante muchos años, al igual que Roberto Carlos y hasta Julio Iglesias, luego de la furia de la película La vida sigue igual.

Y es que en cuanto a prohibiciones y censura, los comisarios castristas no se medían. En 1971, luego del Congreso de Educación y Cultura, prohibieron también el inocuo pop español con el que había sido sustituido el rock norteamericano e inglés, e intentaron imponer, alegando “la solidaridad con los pueblos latinoamericanos”, la música andina fusionada a la cañona con ritmos cubanos en grupos como Moncada, Manguaré y Mayohuacán.

Solo quedaron para sacar la cara por la cancionística cubana un puñado de buenas intérpretes, como Elena Burke, Omara Portuondo, Moraima Secada y Beatriz Márquez.

También hubo problemas a niveles absurdos con la canción romántica. Recordemos el caso de la compositora Ela O’Farrill, censurada y llamada a contar por su canción Adiós felicidad.

En cuanto a la música bailable, solo los más viejos recordaban que habíamos tenido a Arcaño y sus Maravillas, Arsenio Rodríguez, Chapotín, la Sonora Matancera, la orquesta Casino de la Playa, etc. Para los más jóvenes eran “cosas de viejos”. Ellos solo conocían los pocos ritmos surgidos después de 1959: el mozambique de Pello el Afrokán, el pilón y el pacá de Pacho Alonso y el dengue de Roberto Faz. Pero estos fueron modas pasajeras, que no dejaron huellas significativas.

No fue hasta el periodo comprendido entre 1970 y 1972 que se produjo una verdadera innovación en la música cubana con la creación por Juan Formell y Chucho Valdés, respectivamente, de Los Van Van e Irakere.

En 1979, a través del programa televisivo “Para bailar”, se intentó avivar el gusto de los jóvenes por el casino y otros bailes cubanos, hasta entonces considerados “cheos”.

El venezolano Oscar de León, cuando vino al festival de Varadero de 1983, reprochó a los soneros del patio por no saber improvisar e hizo redescubrir a los cubanos al hasta entonces casi olvidado Benny Moré.

Ya en ese momento los comisarios habían tenido que resignarse a aceptar la música salsa que, según denunciaban, era una falsificación de las disqueras extranjeras para apropiarse del son cubano, aprovechándose del vacío creado en el mercado musical por el embargo norteamericano a Cuba.

En la actualidad, la música cubana, salvo unas pocas excepciones, está en crisis ante la hegemonía del reguetón y el trap más mediocre y grosero y su monótono ritmo machacoso.

La música cubana vivió su mejor momento antes de 1959, en la época republicana, cuando los gobiernos no diseñaban “políticas culturales” y nada se prohibía ni era impuesto. Fue la época en que surgieron y se desarrollaron, la rumba, el son, el mambo y el chachachá. Y eso, a pesar de la influencia de las jazz bands norteamericanas. Es más, estas se nutrieron de músicos cubanos que llegaron a revolucionar el género, como fueron los casos de Chano Pozo, Machito y Arturo O´Farrill, precursores de lo que más tarde se denominaría latin jazz.

En los años anteriores al triunfo de la revolución de Fidel Castro, cuando mayor era la influencia cultural norteamericana, los cubanos lo mismo escuchaban boleros que jazz y bailaban tanto al compás del son y el mambo que del rock and roll.

Y en cuanto a la llamada “música culta”, existieron Ernesto Lecuona y Gonzalo Roig sin necesidad de llevar compañías de ópera a las lomas o de que algún funcionario municipal convocara a las masas “a bailar y gozar con la Sinfónica Nacional”.

La música cubana, como la norteamericana y la brasileña, es lo suficientemente rica para mantenerse fuerte, sin necesidad de prohibiciones o imposiciones oficiales.

En casi toda la música bailable que ha existido en el mundo en los últimos cien años han estado presentes, en mayor o menor medida, los ritmos cubanos. Ello, sin embargo, no debe llevarnos a actitudes vanidosas y chovinistas como las de comisarios culturales del castrismo como el ya fallecido musicólogo y trompetista Leonardo Acosta.

Jamaica, mucho más pequeña que Cuba y con menos habitantes, ha producido ritmos como el mento, el rocksteady, el ska y el reggae, que han tenido gran impacto internacional. Y está también el caso del calypso de las diminutas islas del Caribe.

Fue un disparate pretender que la música cubana fuera ajena a toda influencia foránea. Ninguna música es absolutamente pura. Y no solo en el interrelacionado mundo actual. Recordemos que el mambo de Pérez Prado fue influido por el jazz y que la Banda Gigante de Benny Moré fue conformada al modo de una jazz band. Pero yendo más atrás, el danzón, que evoca por momentos la música cajún de Luisiana, se originó de la contradanza que trajeron al oriente de Cuba los colonos franceses que huyeron de la revolución haitiana en los primeros años del siglo XIX.

De no ser por las interferencias y las limitaciones absurdas impuestas por el castrismo, la música cubana pudiera haberse hecho sentir más en el mundo. Tal vez algún rockero cubano le hubiese tomado la delantera a Carlos Santana, o alguna orquesta cubana hubiese hecho un concierto antológico como el de la Fania All Stars en Zaire en 1974, donde, por cierto, una de las principales estrellas fue la proscrita en su país Celia Cruz.

 

Cortesía Cubanet