logotipo ICLEP
Opinión
IMG
El Castrismo, cuenta cuentos
Feb 22, 2021

Por Pedro Corzo

Hay que reconocer que los que orquestan campañas a favor de la dictadura castrista son hábiles publicistas. Presentan los hechos y lo ensamblan en un marco de medias verdades, grandes mentiras y tergiversaciones absurdas, en la que siempre su cliente es la victima acosada por un cruel agresor.  

El objetivo de estas personas o entidades, que no son precisamente los que suscriben las proclamas sino quienes la gestan y orquestan, no es erigirse en defensores de la dictadura ni de sus caudillos, sino en procurar demostrar que las medidas punitivas que rechazan en sus campañas solo afectan al ciudadano y no al régimen y que responden a sentimientos de odio y frustraciones, nunca a la búsqueda de la justicia.  

Estos sujetos son diestros en presentar sus operaciones como un ejercicio de justicia y humanismo, nunca son actos de solidaridad política o ideológica, de esa manera logran que se sumen a la campaña personalidades internacionales que no tienen compromisos y que se caracterizan por sus gestos humanistas y solidarios, lo que le aporta a su gestión una mayor importancia, a la vez que facilita la manipulación constante a la que el régimen somete al desinformado ciudadano promedio de la isla.   

Es una estrategia muy útil porque aquellas personas que disienten de ciertas estrategias y propuestas, pero que se oponen al régimen tajantemente, pueden suscribir la querella como una expresión de imparcialidad, un gesto que a su juicio demostraría a los firmantes comprometidos con el régimen su sentido de justicia, una ilusión, una buena intención, que ayuda a asfaltar el camino del infierno, ya que después de más de 62 años de fracasos acumulados, empedrarlo no es suficiente.   

En estos momentos hay al menos dos operaciones orientadas al gobierno de Estados Unidos y a un sector de su clase política y empresarial que tienen el objetivo de lograr que Cuba sea excluida de la Lista de Naciones Terrorista que elabora Washington y otra que promueve que las sanciones impuestas bajo la administración del presidente Donald Trump sean derogadas en su totalidad.  

Es interesante destacar que las instituciones y personas que se involucran directa o indirectamente en estas campañas, salvo muy contadas excepciones, no tienden a reconocer la responsabilidad del gobierno cubano en sus acciones represivas, ni en las pésimas condiciones de vida de la población, lo que facilita que el lector u oidor no informado de la realidad cubana considere que el reclamo es justo y los demandantes están actuando en exclusivo beneficio de persona inocentes que un gobierno extranjero, corporaciones o personas que odian su país de origen,  quieren perjudicar.  

Estas campañas internacionales, en Cuba se conocen porque la prensa oficial, única existente, la refleja en sus medios, están orientada realmente a los países de sociedades democráticas en los cuales la opinión publica presiona a los políticos y dirigentes sociales para que actúen en base a lo que consideran apropiado y aunque no tienden a defender a la dictadura ignoran sin ningún cuestionamiento los abusos e inequidades que comete el régimen. 

Por ejemplo, solicitan a las autoridades extranjeras que eliminen las sanciones porque la población no tiene acceso a productos de primera necesidad, incluido alimentos y medicinas, sin embargo, los viajeros que retornan al país que adquirieron diferentes bienes con recursos propios cuando llegan a la aduana deben pagar cuantiosas sumas por lo que transportan, incluido alimentos, con independencia de que la carga le puede ser decomisada con cualquier pretexto.  

Las propias autoridades cubanas encarecen él envió de paquetes y remesas a la Isla. El régimen cobra más impuestos que cualquier otro país por un paquete o envió de dinero. Esta semana un amigo recibió este mensaje de un familiar desde una ciudad cubana, “Es mejor el paquete porque ahora ni con dinero aparecen las cosas y menos aún las de comer”, o sea, aunque le envié dólares a su familia sigue sin comer, porque no hay bienes para consumir.  

La dictadura es ineficiente en todos los sentidos a excepción de su actividad represiva por lo que uno de los elementos claves en estas solicitudes internacionales debería incluir uno de los reclamos del inolvidable Ricardo Boffil, “Fin del embargo interno”, fin de la dictadura escribe este servidor.  

IMG
La réplica de Frank Calzón que 'Granma' no quiso publicar
Feb 19, 2021

Por Frank Cazón

Acabo de leer el editorial María Elvira Salazar y Frank Calzón, peones del veneno, de Iroel Sánchez, publicado en la primera página de Granma el día 9 de febrero. Le escribo para solicitar que publique esta respuesta, haciendo uso del derecho de réplica, reconocido por la prensa alrededor del mundo.

Asumo que la congresista Salazar, electa en comicios libres en noviembre 2020 a la Cámara de Representantes de EE UU, responderá a las acusaciones si no lo ha hecho ya.

Tiene razón Granma al decir que "la solidaridad es lo contrario del odio", pero se equivoca cuando me acusa de "fabricar mentiras que justifiquen... una Cuba ensangrentada por la violencia". Por muchos años he logrado hacer llegar a la Isla el ideario de resistencia pacífica de Mahatma Ghandi, Martin Luther King, Andréi Sájarov, Václav Havel y Lech Walesa, quienes lograron derrotar, sin derramamientos de sangre, al Imperio Británico en la India, a los segregacionistas blancos en el Sur de Estados Unidos y las dictaduras comunistas en la Unión Soviética, Checoslovaquia y Polonia, respectivamente.

Oswaldo Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación, predicó esas mismas doctrinas hasta que fue asesinado por la Seguridad del Estado. El Gobierno se negó a entregar una copia de la autopsia a su familia, que continúa exigiendo una investigación internacional.

Lamentablemente ese no es el único caso. Los archivos de organizaciones internacionales contienen las denuncias detalladas de crímenes de lesa humanidad, como el caso de Lorenzo Enrique Copello Castillo, Bárbaro Leodán Sevilla García y Jorge Luis Martínez Isaac, tres jóvenes negros que Raúl Castro mandó a fusilar como "escarmiento" por haber roto un candado y tratar de robar un bote para huir del país.

Los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos incluyen testimonios de sobrevivientes del hundimiento del remolcador 13 de Marzo por unidades navales de la policía cubana, que utilizaron mangueras de alta presión para hacer naufragar la embarcación. En aquella masacre perecieron 41 cubanos -hombres, mujeres y niños-, mientras gritaban, incluyendo los niños: "Nos rendimos, no echen más agua, hay niños". El Gobierno nunca se molestó en recuperar los cadáveres.

No promueven el odio los cubanos de la diáspora, que envían millones de dólares en remesas a sus familias hambrientas debido al bloqueo interno que prohíbe a los campesinos criar y vender sus pollos, cultivar arroz y frijoles y venderlos a la población. En cuanto al bloqueo yanqui, Cuba gasta cientos de millones de dólares en pollos congelados, medicinas y vegetales en EE UU, pero el barco no sale del puerto hasta que el pago haya sido recibido. Estados Unidos no es el único país que lo hace. El Gobierno cubano teme que los campesinos, que pudiesen abastecer a la población, adquieran poder económico y por ello mantiene a los cubanos en la miseria antes que liberar la capacidad de producción del país.

Lo que quiere la Plaza de la Revolución son créditos de EE UU, en cuyo caso los estadounidenses se incorporarían a la larga cola de acreedores que, con la esperanza de que les paguen algo, han perdonado al régimen miles de millones adeudados.

En el Congreso de Washington hay una mayoría de demócratas y republicanos que vieron que las buenas intenciones del presidente Obama no consiguieron las reformas esperadas. Ellos saben de los miles de soldados cubanos que en la actualidad reprimen al pueblo venezolano, y de los especialistas en torturas que envía La Habana a Venezuela. Y si de odio se trata, no fue un líder exiliado el que llamó gusanos y escoria a los que solo querían huir de la opresión, ni el que dijo "que se vayan, no los queremos, no los necesitamos", ni el que incitó a las turbas a gritar "paredón", o el que hoy moviliza a las brigadas de respuesta rápida a propinar golpizas a las Damas de Blanco o a los activistas de la Unpacu.

En la Isla, no son solo los disidentes los que quieren un cambio. Millones de cubanos sin poder aborrecen "la continuidad". Y como me dijo Havel en Praga una vez: "Un día descubrirán el poder que tienen".

IMG
Los adivinos cubanos
Feb 17, 2021

Por Esteban Fernández

Cuando nacemos y nos criamos entre cubanos nos parece que hemos vivido toda una vida rodeados de ADIVINOS.

Las "profecías cubanas" casi siempre comienzan con "Me juego todo al canelo a que..." y terminamos con un tajante: "¡Eso es al segurete!" Es algo así como que los cubanos llevamos a retortero una mochila "con una bola mágica de cristal" adentro.

Es aquí, en los Estados Unidos, donde yo me he acostumbrado a escuchar los partes meteorológicos, porque en mi país no hacía falta eso, todos los cubanos podían adivinar y decirnos: "¡Mi socio, va a caer tremendo aguacero, agarra un paraguas!"

En realidad, no existe "el pesimista cubano" se trata simplemente de "un adivino de mal agüero".

El adivino cubano "se tapa" diciendo: "Yo quisiera estar equivocado, pero me parece que..." Es decir, que, si adivina bien, y si no adivina "él está contento porque adivinó que quizás no iba a adivinar". Increíble.

¿Usted nunca ha estado sentado en un restaurante con un cubano y este comienza a "adivinar" que la carne de puerco que ordenó le va a caer mal? Y al terminar "adivina" que el café cubano que se está tomando "lo va a desvelar toda la noche".

Donde más crecen nuestras dotes de "adivinos" es viendo un juego de béisbol. A cada instante el cubano nos dice: "Tú verás, tú verás que éste va a tocar la bola". En béisbol tenemos ¡hasta "cábalas cubanas" como "después del error viene el hit"!

Usted observe que la inmensa mayoría de los padres cubanos jamás les pegan a sus hijos, los regañan muy poco, y rara vez los ponen en penitencia.

Simplemente "les adivinamos las calamidades que les pueden pasar si no hacen caso". Y hasta llegamos a decir: “Hagan lo que les dé la gana, pero ¿ustedes saben lo que les va a pasar si lo hacen?"

Desde luego, algunos cubanos adivinamos lo que iba a suceder en Cuba: que "los Castro serían un millón de veces peor que Batista" y nos tiraron a mondongo la predicción.

¿Verdad o mentira? Vaya, digámoslo de una vez y por todas: En 1959 la mayoría de los cubanos perdió la brújula y la bola de cristal se fue para casa de la timba.

IMG
Ya los gallos de Cuba no cantan
Feb 16, 2021

Publicado originalmete en la edición 144 del medio de comunicación comunitario del ICLEP Cocodrilo Callejero

Ya los gallos de Cuba no cantan

Por el periodista ciudadano Wilfredo Fajardo

No hay que ser un insigne observador para percatarse que desde hace algún tiempo a las madrugadas cubanas le falta algo, un sonido de fondo: el canto de los gallos. Los gallos han desaparecido. Es como si un Covid para los gallos hubiera diezmado el género.

Pero, esta pandemia del ave más numerosa del planeta, con más de 16 000 millones, llega en un momento en que el gobierno en su típica bravuconería de solar pondera la agresividad del gallo de pelea. Según la propaganda oficialista los revolucionarios son gallos de pelea, así dice la tonada en moda. No obstante, sería poco inteligente tomar de símbolo algo que está bajo el azote de una pandemia y que apenas suena.

Es simbolismo se desmorona. No es coincidencia que tanto símbolo como patrocinador cada día estén más ausente del panorama nacional. El misterio de la desaparición del canto de los gallos en las madrugadas de la isla ha dejado confuso a unos cuantos. Otros aseguran que entre la santería y el hambre hay que buscar la causa.

Lo cierto es que aquel animalito vistoso que se paseaba por el barrio con total naturalidad ha desaparecido. El gallo que asome la cresta fuera del patio queda sujeto a la más cruenta casería. De azotea en azotea es seguido el animalito. No interesa que sea gallo relevante; como el ave del presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) se va. La gente tiene hambre y cuando la gente tiene hambre no hay símbolo ni muela que pare la avalancha. Se comen el gallo de pelea, al presidente del CDR y a Díaz Canel si aparece.

Numerosas son las señales que muestran el deterioro de la realidad nacional. Del robo y sacrificio de vacas ni hablar. Sin embargo, otro sonido desapareció en el amanecer de fin de año: el terrorífico chillido del sacrificio de los cerdos.

A las madrugadas cubanas a penas le quedan sonido, van despareciendo en la misma medida que el gobierno prolonga su apego al poder. Un país sin gallos, vacas y cerdos es un país sin tradición. Con el canto del gallo en las madrugadas sabíamos que estábamos vivos, luego del despertar violento por un mal sueño. Ahora, después del sobresalto, no sabemos si estamos vivos o continuamos muertos dentro de la pesadilla.

Los chillidos del sacrificio de los cerdos al final de la madrugada de fin de año nos despertaban con la sensación de felicidad, al tomar conciencia de que se avecinaba una jornada diferente, un día donde la familia se reunía para festejar. Ahora, el 31 de diciembre es un día como todos los demás; donde el pariente que llega de visita tiene que traer las cinco libras de arroz de la cuota.

Como se aprecia el país ha cambiado. Las tradiciones van desapareciendo. Sueños cortos y pesadilla eterna. Vacas que se van al cielo y cerdos que no van a la mesa. Familias que ya no se reúnen el fin de año. Pero, si al menos los gallos cantaran quizás fuera…, pero los gallos no quieren cantar. Es muy simple la razón: no hay por qué cantar.

IMG
El cáncer no está enraizado, solo hay que extirpar a la dictadura del poder
Feb 15, 2021

Publicado originalmente en la edición 92 del medio de comunicación comunitario del ICLEP Cimarrón de Mayabeque

El cáncer no está enraizado, solo hay que extirpar a la dictadura del poder

Por la periodista ciudadana Lourdes recio

Actualmente todo gira en torno a ciertas amenazas hechas públicamente por el régimen comunista a los pobladores de la isla. Amenazas que por supuesto tienen que ver directamente con altas cifras monetarias que es lo que más asusta al cubano.

 Este método de tortura psicológica se ha puesto a la moda a raíz del reciente desordenamiento monetario que ha puesto al país y a la economía del cubano patas arriba dándole un vuelco de 360 grados a la economía familiar y generando gran estrés, todo esto en conjunto con la pandemia del coronavirus y la imparable escasez que impera en todo el territorio.

Entre toques de queda, prohibiciones de circulación, calles llenas de policías, prohibiciones hasta de ingerir alimentos fuera de nuestras casas, que creo que esto ya es pasarse bastante, a todo esto, se le suma que si te cogen deambulando después de las 8:00 pm te pueden multar por valor de hasta 15 mil pesos cubanos, también está la otra que si por casualidad te da por acomodarte el nasobuco te cogió la de 3 mil pesos.

Todo esto tiene al cubano histérico, mal humorado, genioso, irritable y no sé cuántos adjetivos más, pero la verdad es que todo está funcionando así, bajo la ley de la amenaza.

En momentos como estos son en los que más unidos debemos estar, en estos momentos necesitamos aliento para enfrentar la pandemia que sigue y sigue, necesitamos apoyo psicológico y no más estrés causado por las amenazas del gobierno y ese mal llegado ordenamiento monetario que solo vino a desordenar el país.

Yo ciertamente me hago muchas preguntas, a las que desgraciadamente no para todas tengo respuesta, ¿será que realmente quieren crear conciencia social o es que el objetivo es intimidar y amedrentar al pueblo?, ¿acaso la dictadura piensa en alguien más que no sean los dictadores?, no lo sé, la vida diaria ha demostrado que a lo que ellos no le encuentran solución los desaparecen o lo prohíben radicalmente.

No sé hasta cuando el pueblo pueda seguir aguantando más maltrato y humillaciones, no sé hasta cuando las amenazas vayan a funcionar porque si algo tiene el oprimido es que cuando rompe sus cadenas lo hace con una fuerza colosal.

A veces nos acostamos pensando no solo en lo que no tenemos hoy, sino en los que nos prohibirán mañana, el Estado se ha encargado de crear en la cabeza del cubano que todo está prohibido o limitado y lo que para otros ciudadanos del mundo puede ser fácil para el cubano es una “jodedera” lograrlo, las preocupaciones creadas por el estrés de pensar en todo esto está afectando grandemente a la sociedad y está creando cada día más violencia entre los vecinos, más irrespeto hacia el prójimo.

El cáncer que consume la sociedad cubana no está enraizado y tiene solución, solo hay que extirpar a la dictadura del poder.

IMG
Ortega, otra reja a la libertad
Feb 15, 2021

Por Pedro Corzo  

Un amigo, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, Américo Dario Gollo Chávez, en nuestro contacto epistolar semanal me envió un comentario que considero muy acertado, “No son las virtudes hipotéticas de la izquierda las que convencen, sino los pobres resultados de quienes ejercen el poder”, una afirmación que debería servir de alerta a quienes aspiran a gobernar para que lo hagan mejor, porque la realidad es que cuando esa izquierda llega al Poder, aparte de no resignarse a perderlo aunque el pueblo lo demande, gobiernan peor que sus predecesores y saben aferrarse al cetro hasta el último colmillo.  

Un ejemplo es la Nicaragua de Daniel Ortega. Supuestamente la victoria sandinista iba a resolver todos los entuertos que la dinastía de los Somoza, después de décadas de gobierno, había sembrado en el país. Lamentablemente no resultó así. La dictadura fue derrocada, pero se instauró otra muchos más absorbente y controladora que cualquier experiencia previa de los nicaragüenses.  

El partido de gobierno, el Frente Sandinista de Liberación Nacional es un coto privado de Ortega y su familia. La organización está bajo su absoluto control, por eso ha sido elegido reiteradas veces como candidato a la presidencia de la república, posición que ocupó entre 1979 a 1990 y que recuperó en el 2007, con solo el 38 por ciento de apoyo popular, gracias a la maniobra electoral que concertó con el ex presidente Arnoldo Alemán, en la que primaron los intereses de ambos, aunque el más favorecido fue el comandante sandinista. 

 Ortega, es un sobrante de la guerra fría. Recibió entrenamiento militar en Cuba. El gobierno de la isla, al igual que la extinta Unión Soviética, fueron sus aliados más firmes, lo que lo convierte en el único residuo de la Guerra Fría en el poder.   

Sin embargo, el Ortega gobernante, dista mucho de ser el comandante guerrillero que decía luchar por la democracia y el bienestar del pueblo nicaragüense, traicionó todas las promesas, nada nuevo, si evocamos la Cuba de los Castro y la Venezuela de Hugo Chávez. 

La realidad es que el derrocamiento de una dictadura o el de un régimen corrupto, aunque haya sido parte de una gestión democrática, no garantiza la instauración de una sociedad más justa ni una generación de líderes probos en el poder. Ejemplos sobran en la historia, siendo el más contundente el derrocamiento de Fulgencio Batista en Cuba y el establecimiento en la Isla de un régimen totalitario que corre apresuradamente hacia los 63 años de desgobierno.  

 Ortega, al igual que Nicolás Maduro, Venezuela, Rafael Correa, Ecuador y Evo Morales en Bolivia difiere del modelo ortodoxo castrista porque gusta “limpiarse”, gestión imposible, de las mugres morales que genera una dictadura convocando a elecciones en las que concurran varios partidos políticos, por supuesto, luego de haber establecido una dictadura institucional que les garantiza el control absoluto del poder Judicial y de las autoridades electorales.  

 La izquierda mandante en Cuba, Venezuela y Nicaragua, estrechamente vinculada al crimen organizado, al extremo que se puede decir que son una misma entidad, siempre están gestando mecanismo de control que someten cada vez más a los ciudadanos, en eso, el Orteguismo no descansa. 

 En la actualidad la dupla Daniel Ortega- Rosario Murillo acaban de inventar una “ley de Agentes Extranjeros” que restringe todavía más los derechos de los ciudadanos, al extremo, que el Pen Club de Escritores Nicaragüense, filial del Pen Club internacional, se vio obligado a cerrar sus operaciones en el país, al igual que otras ONGs de prestigio internacional, razón por la cual diferentes organizaciones de iguales características como ha sido el Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio, han expresado en comunicados su repudio a esta legislación sandinista.  

 La presidenta del Pen Club de Nicaragua, Gioconda Belli, dijo que habían informado al Pen Internacional sobre la situación que enfrentaban y recordó, que ya en 2018 “el ministerio de Gobernación se negó a extenderles la certificación para continuar operando como organización no gubernamental (ONG), a pesar de que tenían sus documentos en regla”, las dictaduras se fortalecen con leyes y decretos a la vez que fuerzan alianzas para sobrevivir, en consecuencia, la libertad está en peligro de extinción.

IMG
Creo en la libertad de Cuba igual que creo en Dios
Feb 11, 2021

Por Esteban Fernández

Debido a que todo el mundo sabe -inclusive gente que no es cubana- que yo me he pasado mas de 60 años interesado, participando y preocupado por todos los acontecimientos dentro de Cuba tengo que escuchar diariamente la pregunta: “Oye, chico, ¿cuándo se cae la perversa dictadura?”

A veces hasta me da la impresión de que la pregunta viene de individuos que les interesa un comino lo que pasa en la Isla, pero me preguntan para seguirme la corriente o para congraciarse conmigo. Porque saben que para mí es "Cuba ayer, hoy, mañana y siempre"...

Lo embarazoso es que no tengo una buena respuesta a esa pregunta. Antiguamente yo era un experto en la causa cubana, hoy no tengo ni la menor idea de la forma en que se liberará el país. Solo será a través de un imponderable. Desesperadamente espero un milagro, y que la Isla como el ave Fénix renazca de sus cenizas.

Ya llego al extremo de que cuando me dicen: "¿Cuándo van a terminar de lanzarse a las calles millones de cubanos?" respondo hasta con un exabrupto: “¿Qué sé yo? No lo sé, pero me encantaría poder participar ¿y tú, qué harías?". Sí, porque es muy fácil incitar a la gente a inmolarse comiendo croquetas en Islas Canarias y palomillas en La Carreta.

De los oponentes públicos y notorios los que conozco son muy pocos, Oscar Elías Biscet me cae muy bien y creo que está bien intencionado, sólo leo a Luis Cino con deleite, y quiero imaginar -o soñar- que los enemigos silentes son muchísimos más.

Constantemente me dicen: “Estebita, tú que te las sabes todas de Cuba, que te has pasado una vida entera empapado de todas las actividades, explícame ¿qué está pasando?" Y respondo lo mismo que respondía en el año 59 "¡Aquello se cae antes de dos meses!"

Tengo amigos de toda la vida que viven dentro del monstruo, que son enemigos a muerte de la dictadura, pero están “más quietos que estate quieto” y más callados que un mudo. Creo que esperan el momento oportuno para lanzarse a degüello. No tengo la menor idea. Es solamente una ilusión mía. Yo les aconsejo: "No se lancen hasta que yo les diga"...

Y a los contestatarios "conocidos" ni los conozco, ni tengo un solo amigo dentro de ellos. Las estaciones de radio y televisión de Miami los entrevistan y los tratan como “combatientes jugándose las vidas". Y yo digo "Ojalá así sea". Qué más quisiera yo que "sea quien sea" libere a la tierra que amo.

Yo creo firmemente en la libertad de Cuba, pero creo en ella igual que creo en Dios, sin verlo y sin palparlo. Es más bien un acto de fe, porque en realidad, en cuanto a la hipótesis de la lucha pacífica actual, sólo sé que no sé nada.

Me paso la vida interrogando a un gran amigo, que vino de Cuba recientemente, para que me ayude a definir “quién es quién" allí, quién sigue siendo buena gente y quiénes son los chivatones.

Pero esa información sólo es de mi pueblo, no de mi país. Veo fotos en la página de la PARROQUIA DE SAN JULIÁN DE LOS GÜINES de cientos de coterráneos participando en procesiones católicas. A veces nos ponen videos de protestas en algunos parajes de Cuba, y eso me llena de fe y admiración.

Sí, puedo dar cátedra de la Cuba de ayer, y de la lucha anticastrista como yo la concibo, pero hoy por hoy, me conformo con denunciar la tragedia por la que atraviesa la tierra que me vio nacer. Adoro a mi nación, ardientemente deseo su libertad, quiero que se acabe el sufrimiento de mi pueblo.

Y lo único que puedo garantizar es que : Yo no me rindo y el resto de mi vida estará dedicado a condenar públicamente a la tiranía que ha destruido a nuestro país.

IMG
La riqueza salva vidas
Feb 1, 2021

MONTANA, Estados Unidos – Pocas afirmaciones pueden ser tan fácilmente verificadas empíricamente como “La riqueza salva vidas”. Como señala el erudito economista y columnista Thomas Sowell: “Pocas cosas han salvado tantas vidas como el simple crecimiento de la riqueza”.

Por ejemplo, un poderoso terremoto puede matar a decenas de personas en California, pero matará a cientos en un país menos rico y a miles en una nación empobrecida del tercer mundo. La mayor riqueza de California es la que le permite construir mejores estructuras para resistir la fuerza del terremoto. Así como también es su mayor riqueza la que facilita durante un terremoto el traslado más rápido de los heridos a hospitales mejor equipados y con el personal médico más capacitado (Sowell).

La riqueza abre innumerables vías que contribuyen a salvar vidas. El hecho de que la riqueza salve vidas es una realidad innegable y patente para todos nosotros. Es por eso que es muy difícil entender por qué muchos en la izquierda política se oponen firmemente al crecimiento de la riqueza y odian tanto a los creadores de riquezas. Seamos claros: la defensa de políticas que inhiben el crecimiento económico implica aceptar la pérdida resultante de vidas humanas.

Este es un cálculo que nunca hacen los que defienden las regulaciones comerciales masivas, los impuestos y otras políticas que inhiben el crecimiento económico. Sin embargo, debemos insistir en que hagan el cálculo. Es simple: las poblaciones en los países más pobres tienen una vida más corta. Un aumento en el ingreso nacional salva vidas. Por el contrario, cualquier desaceleración en el crecimiento de la riqueza nacional cuesta vidas. El insólito remedio ofrecido por los progresistas consiste en demonizar la riqueza y a los que contribuyen a crearla.

Por lo general, esta demonización de la riqueza viene acompañada de argumentos a favor del igualitarismo. Los argumentos más refinados utilizan el “coeficiente Gini” para mostrar que el ingreso en los Estados Unidos se distribuye de manera menos equitativa que en el grupo comparable de países desarrollados. El coeficiente Gini pretende ser una medida para valorar la desigualdad de un país en la distribución del ingreso. Un coeficiente de Gini cero (0) expresa igualdad perfecta y un coeficiente unitario (1) expresa desigualdad máxima.

Una dificultad con el coeficiente Gini es la manera diferente con que cada país informa sobre los ingresos. Estados Unidos, a diferencia de muchos de sus países pares, no informa las transferencias que se hacen a los hogares de bajos ingresos. Es decir: Estados Unidos desestima el ingreso real de los hogares de bajos ingresos al no incluir en sus cálculos el Medicare, Medicaid y otros pagos. Cuando los datos se ajustan para tener en cuenta dichos programas gubernamentales, la distribución del ingreso de los Estados Unidos es comparable con la de sus pares.

Asimismo, los impuestos sobre los ingresos personales y las ganancias comerciales representan aproximadamente el 49 por ciento de todos los ingresos fiscales de los Estados Unidos. En la mayoría de los países desarrollados, el promedio de dichos impuestos es del 34 por ciento. Nuestro enfoque de los impuestos castiga a los productores de riqueza más que en otros países desarrollados, que dependen de métodos más universales.

Una nueva consideración en los cálculos de distribución de la riqueza es la de la distribución del  “conocimiento” en la sociedad. Mediciones como el coeficiente de Gini capturan solo la riqueza material. Sin embargo, el conocimiento es tan importante como la riqueza material, o más, cuando se trata de salvar vidas. El conocimiento nos ayuda a vivir más saludables, no importa la desigualdad de ingresos, y el acceso al conocimiento se distribuye por igual en nuestra sociedad.

En los Estados Unidos casi nadie está excluido del acceso a Internet y a la enorme cantidad de conocimiento disponible en línea. Según una encuesta, más del 87 por ciento de los hogares tienen una computadora y el 77 por ciento tiene Internet de banda ancha. Lo más interesante es que más del 84 por ciento de los hogares de bajos ingresos ($ 25 000 a $ 49 999) tienen una computadora. Esto se compara con el 98 por ciento de los hogares ricos (ingresos superiores a $ 150 000) que tienen una computadora. Cuando se trata de la oportunidad de aprender, nunca hemos sido tan ricos e iguales como lo somos ahora.

Sin embargo, la satanización de la riqueza y de los productores de riqueza por parte de los liberales persiste y resiste a la realidad de que la riqueza salva vidas y que el acceso al conocimiento se distribuye de manera uniforme en nuestra sociedad. Parafraseando a Irving Kristol, los liberales han sido asaltados por la realidad, pero se niegan a presentar cargos.