Matrimonio de periodistas Yunia Figueredo y Frank Correa.jpg
Por ICLEP
Jul 3, 2025 | 12:48 PM
Desde el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), actualizamos nuestra denuncia pública sobre la detención arbitraria, el trato vejatorio y las acciones represivas ocurridas el 2 de julio contra nuestra periodista Yunia Figueredo Cruz, directora del medio comunitario Amanecer Habanero, y su esposo, el también periodista Frank Correa, así como otras formas de censura aplicadas el mismo día contra miembros del equipo del medio.
La represión que enfrentamos no es aislada ni reciente: forma parte de un patrón sostenido de vigilancia, hostigamiento e intimidación, que hemos venido documentando rigurosamente y denunciando de manera pública en semanas anteriores.
Lo que ocurrió
A las 12:58 p.m. del 2 de julio, recibimos desde la cuenta de Yunia Figueredo el último mensaje antes de su desaparición forzosa temporal. El mensaje incluía imágenes de citaciones policiales y un texto breve que advertía:
“Nos están deteniendo, ya vienen para acá.”
Desde ese momento, perdimos toda comunicación con ambos periodistas durante más de dieciséis horas. Fueron trasladados por fuerzas combinadas de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) a la unidad policial de 3ra y 110 en Playa, sin orden judicial, sin explicación legal, y retirados de la vía pública mientras Yunia esperaba a su hija y Frank intentaba salir a comprar alimentos.
Lo que nos contó Yunia tras su liberación
Ya en la unidad policial, Yunia y Frank fueron separados y encerrados en celdas distintas, ambas en el llamado “depósito”, un espacio de reclusión insalubre donde se mezclan personas arrestadas por delitos comunes. Nuestra periodista fue recluida en una celda pestilente, con excrementos humanos, objetos íntimos femeninos esparcidos y un hueco en el piso. Compartió el espacio con dos mujeres detenidas por motivos ajenos al periodismo, quienes la trataron con respeto y solidaridad.
Durante toda la detención, ambos periodistas rechazaron el consumo de alimentos o agua, por razones de seguridad, y decidieron no solicitar llamada telefónica, como forma de no legitimar un proceso viciado desde su origen.
En la madrugada, la directora del medio comunitario Amanecer Habanero fue trasladada a una sala helada de interrogatorios, tras haber soportado el calor sofocante de la celda, en condiciones físicas que buscaban quebrar su resistencia emocional. Durante el interrogatorio, fue:
Yunia guardó silencio, no firmó ningún documento ni accedió a dialogar con sus interrogadores. Fue liberada sin explicación ni documentación oficial a las 6:00 a.m. de este 3 de julio, una hora después que su esposo, quien no fue interrogado, pero sufrió las mismas condiciones de aislamiento e ilegalidad.
Ambos fueron despojados de sus teléfonos móviles. Al serles devueltos, el dispositivo de Yunia presenta fallos evidentes, lo que indica que fue manipulado por la policía política, en violación de su privacidad y sus derechos digitales.
Daño psicológico a la familia
Nuestra principal preocupación es también el impacto psicológico que este nuevo episodio represivo ha tenido en la familia, especialmente en la hija menor del matrimonio, de solo 13 años, quien ha sido afectada emocionalmente por la reiteración de estos hechos. Aunque no sea visible de inmediato, el daño psíquico se acumula y afecta su bienestar, su estabilidad y su desarrollo emocional. Denunciamos con vehemencia esta forma silenciosa de violencia estatal que golpea a los hijos de nuestros periodistas.
Otra forma de censura: corte de servicios a otro periodista del medio
Denunciamos además que, durante la misma jornada del 2 de julio, el periodista Pedro Machado, también reportero del medio Amanecer Habanero, sufrió el corte arbitrario de sus servicios telefónicos, una forma de censura indirecta, pero efectiva, que busca aislar, amordazar y presionar al equipo periodístico de manera sistemática.
Lo que denunciamos
Desde el ICLEP:
Estas acciones no son hechos aislados. Forman parte de una estrategia de represión preventiva y censura estructural destinada a silenciar nuestras voces, desarticular el periodismo comunitario e impedir el derecho de los cubanos a ser informados libremente.
Lo que exigimos
Exigimos al régimen cubano:
Nuestro llamado
Hacemos un llamado urgente a:
Instamos a que se pronuncien, activen mecanismos de protección urgente y exijan al régimen cubano el fin de la represión contra los periodistas comunitarios.
En el ICLEP no retrocedemos. No vamos a callar. Vamos a seguir documentando, informando y denunciando cada acto represivo. Porque callar, para nosotros, no es una opción.
Dirección General
Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP)
contacto: institutocubano@gmail.com
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