Pavel Giroud. Foto tomada de su perfil en Facebook.
Por ICLEP
Feb 6, 2025 | 1:00 PM
El realizador cubano Pavel Giroud fue víctima de un nuevo episodio de censura en Cuba al ser cancelada el pasado 1 de febrero la proyección de su documental “Manteca, mondongo y bacalao con pan” durante el Festival Internacional Jazz Plaza de La Habana.
En su perfil en Facebook el cineasta mostró una foto en la que se observa cómo fue tachado del papel de la cartelera el anuncio de la proyección del documental en el Cine 23 y 12 de la capital: “Al parecer, se arrepintieron de programar mí documental ‘Manteca, mondongo y bacalao con pan’ en el cine 23 y 12 (programa del Festival de Jazz) y salía muy caro imprimir la nueva programación”.
En declaraciones a Martí Noticias, el cineasta explicó los motivos de esta censura: “Me llamó la atención que estuviera programado porque, digamos, que mi nombre está maldito en el Instituto de Cine con esa nueva presidencia, y entre los directivos culturales que tiene ese país. Pero bueno, es un documental que hice hace muchos años, casi 20 años. Hoy, repasándolo, vi que el documental sí tiene momentos... como cuando te cuenta que, cuando llega Fidel y la revolución, de pronto todo lo que tiene que ver con la cultura norteamericana se viene abajo, y hay un momento en que ves a Fidel Castro casi que dirigiendo a Peyo el Afrokán lo que tiene que hacer en un estudio de grabación, y cosas así, pero ya ese documental se había puesto varias veces en Cuba”.
De acuerdo con el realizador radicado en España, la censura en Cuba ha ido en aumento en los últimos años: “Ahora yo creo que hay más censura que en los últimos 20 años; a nivel masivo y loco. Siempre había una película censurada cada un año, cada dos años, pero ahora están que, en breve, no van a tener qué poner en Cuba si siguen censurando”.
La justificación para cancelar la proyección fue que el material no pudo mostrarse porque “no se encontraba en buen estado” a lo que el artista respondió: “No sé cómo ese material, que debe tener un máster digital bien conservado, y que a su vez tiene que tener varias copias en formatos como DVD, etcétera, va a estar en mal estado. Y es tan simple como que, si lo quieres poner, me mandas un mensaje y yo te mando un link de descarga del documental”.
“Yo estoy seguro que fue una orden de la presidencia del ICAIC. Tengo seguridad; más que sospecha, convencimiento absoluto que eso viene de la presidencia del ICAIC. Y, así las cosas, ese presidente tendrá vida limitada como presidente, y mis películas y las de todos los que hemos hecho cine en Cuba, se verán en algún momento”, aseguró a ese medio.
También la periodista cubana Yania Suárez denunció haber sido víctima de censura y expulsada de la Fundación Ludwig durante la proyección y debate del documental “Landrián” del cineasta Ernesto Daranas el 5 de febrero.
En un texto publicado en su perfil en Facebook, Suárez explicó que tras la proyección tenía algunas preguntas sobre el audiovisual: “Dejé que otros hablaran, entre ellos Helmo Hernández, quien dirige esa fundación, la cual declaró ‘espacio de culto de Guillén Landrián’, ‘pionera en la difusión de su obra’ y ‘baluarte de 30 años contra la censura’. Palabra más, palabra menos. Al llegar mi turno quise saber por qué hay una oscuridad biográfica, sobre todo, en la década de los 80,s de Landrián ¿Por qué se silencia, por ejemplo, su relación activa con el Comité de Derechos Humanos de Bofill y su muy probable pertenencia a él?”.
“En el momento en que refería a los presentes el relato de la participación de Landrián en la ‘Primera exposición de artistas (o arte) disidentes’ frente a Jalisco Park, en el momento en que iba recordando cómo había sido la exposición, cómo habían instalado un micrófono para denunciar las víctimas de los desaparecidos, cómo hubo un acto de repudio, Helmo Hernández me detuvo muy descompuesto, acusándome de ser pagada por alguien para introducir una agenda en su espacio. Casi histérico se negó a permitir ese tipo de cosas que yo estaba haciendo. La sonidista tumbó los micrófonos. Helmo me quitó el derecho a la palabra”, relató la periodista.
Aunque Yania Suárez se defendió de este episodio de censura finalmente fue expulsada de la Fundación Ludwig, pero recurrió a las redes para relatar lo sucedido y denunciar “la medianía y la falsedad de ciertas puestas en escena que, desde la Revolución, aparentan democracia. El único objetivo de estos circos es el siguiente: vender a los próximos ilustres y distraídos visitantes extranjeros la apariencia de un disenso admitido "dentro de la Revolución". Sin embargo, cuando remueves un poco la máscara, aparece el censor de siempre”.
El periodista Mario J. Pentón denunció también otro ataque de los medios oficialistas el 5 de febrero cuando lo tildaron de terrorista por la labor reporteril que realiza desde Estados Unidos analizando las diferentes problemáticas y la realidad social de Cuba.
“El régimen cubano vuelve a etiquetarme como ‘terrorista’ en horario estelar de la televisión estatal. No es la primera vez: antes me han acusado de ser un ‘operador de los laboratorios de la CIA en Florida’ y otros absurdos intentos de desacreditarme. Solo un régimen estalinista, que somete a su pueblo a apagones, represión, dolarización forzosa y hambre, puede equiparar el periodismo con el terrorismo. Mi compromiso con Cuba sigue intacto. No me intimidan sus amenazas ni su maquinaria de propaganda. La verdad siempre encuentra su camino y no podrán esconderla”, escribió en su perfil en Facebook.