Liseth Fonseca Rosales y Wilber Aguilar Bravo. Fotos tomadas de los perfiles en Facebook de Albert Fonsi y Wilber Aguilar.
Por ICLEP
May 18, 2025 | 3:00 PM
Fuera de las cárceles cubanas, los familiares de los presos políticos son víctimas de constantes agresiones por parte del régimen en la isla por exigir su libertad y denunciar las violaciones que se cometen contra ellos en prisión. Además de vivir con la constante preocupación por la salud física y mental de sus hijos, el hostigamiento de la Seguridad del Estado es permanente para impedirles alzar la voz y denunciar las injusticias que se comenten en los centros de reclusión.
El 6 de mayo Liseth Fonseca Rosales, madre del preso político Roberto Pérez Fonseca, se plantó a las afueras de la prisión de Quivicán, Mayabeque, para exigir atención médica inmediata para su hijo quien se encontraba padeciendo de fuertes dólores por úlseras gástricas y tenía sangramiento en las heces. Pese a tratarse de una urgencia médica, las autoridades de la cárcel le dijeron que lo llevarían a un hospital al día siguiente.
La respuesta del régimen ante las exigencias de esta madre fue enviar una patrulla para llevársela del lugar y trasladarla hacia San José impidiendo que continuará su protesta pacífica frente a la cárcel para exigir atención médica inmediata a su hijo.
El martes 13 de mayo, una vez más a la Dama de Blanco, Sonia Álvarez Campillo, las autoridades de la prisión La Bellotex en Matanzas, le impidieron la entrada a la cárcel a visitar a su hija la presa política Saily Navarro por vestir de blanco, el color que distingue a esta organización opositora.
El 15 de mayo Wilber Aguilar Bravo, padre del preso político Walnier Aguilar, fue citado para presentarse en la estación de la policía de Capri, y de no acudir, la citación añadía que sería detenido y acusado por el delito de desobediencia.
De acuerdo con una publicación en Facebook del propio Wilber, el motivo de la citación fue una publicación que había hecho por el Día de las Madres junto a una foto de su familia en la que exigía libertad para Cuba y la música que se escuchaba en su casa en esa fecha.
“Ya estoy en casa, para nada les agrado a los enemigos del pueblo ni la foto, ni el mensaje que envié el Día de las Madres, mucho menos la música, pero no importa. Si me quitaron la libertad de mi hijo la mía está en veremos no importa que me impidan poner música soy de los que sacrifico todo por la libertad”, agregó en esa red social tras el interrogatorio al que fue sometido.
El viernes 16 de mayo se conoció también la detención del activista Juan Luis Bravo durante casi siete horas. Agentes de la policía se personaron en su vivienda temprano en la mañana y se lo llevaron para la estación provincial de la PNR en Guantánamo.
En declaraciones al medio independiente ADN Cuba, Bravo relató: "me vinieron a buscar, y fueron amenazas y más amenazas con prisión. Me dijeron que los tenía preocupados porque mi casa es una sede de oposición. También me hablaron del Proyecto Emilia, del cual soy líder y gestor junto al Dr. Oscar Elías Biscet".
Tras el interrogatorio con el teniente coronel Tomás, jefe de la Seguridad del Estado en cárceles y prisiones, Bravo llegó a la conclusión de que ellos piensan que él pudiera ser "un líder si se da otra protesta como las del 11J en Guantánamo".
Juan Luis Bravo había recibido el 15 de mayo una citación ide la Seguridad del Estado para que se presentara al día siguiente en dicha estación, pero el activista se negó a acudir por las violaciones en las que incurría dicha citación, empezando porque no indicaba el motivo de la misma.