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Golpean brutalmente al escritor Jorge Fernández Era tras ser detenido en La Habana

Jorge Fernández Era con signos evidentes de agresión física. Foto tomada de su perfil en Facebook.

Por ICLEP

Jul 21, 2025 | 8:35 AM


El escritor y periodista cubano Jorge Fernández Era fue golpeado violentamente por agentes de la Seguridad del Estado el 18 de julio, tras ser detenido cuando intentaba realizar una protesta pacífica en el Parque Central de La Habana.

Fernández Era denunció a través de varias publicaciones en su perfil de Facebook que, desde tempranas horas de la mañana, su vivienda estaba bajo estricta vigilancia policial. "Ahí están desde bien temprano de hoy viernes 18 de julio de 2025 (...) las dos motos de la Seguridad del Estado y el carro patrullero de la Policía Nacional Revolucionaria", escribió el intelectual cubano, en alusión a su habitual participación mensual en la manifestación cívica en la que participan otros intelectuales en la isla como Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja.

Según relató el propio periodista, al intentar dirigirse hacia el lugar del acto de protesta, fue interceptado por oficiales y conducido a la unidad policial de Zanja, donde fue recluido en un calabozo junto a otros cinco detenidos durante aproximadamente una hora. Posteriormente, fue trasladado a una pequeña habitación de unos tres metros cuadrados con solo dos sillas, una de ellas sin respaldo.

En ese espacio, Fernández Era fue abordado por dos agentes de la Seguridad del Estado. Uno de ellos, identificado como el teniente coronel Yoán, aseguró cínicamente que el periodista había acudido a la unidad “por voluntad propia” y que incluso existía un video que lo demostraba. “Les rogué colgarlo en las redes; imagino no lo han hecho porque buscan quien le ponga música”, ironizó el escritor.

La situación escaló rápidamente: "Con la cobardía que emana de sus entrañas, el tal Yoán me cayó a pescozones en dos tandas mientras el otro me agarraba", denunció Fernández Era, quien también fue víctima de una sesión de tortura psicológica. Según su testimonio, fue amenazado con ser asesinado mediante métodos como “alimentos de la bodega contaminados, huecos en aceras y calles, automóviles desbocados…”. En varias ocasiones, los agentes salían de la habitación para dejarlo “reflexionar”, y al volver repetían la frase: “Aquí no ha pasado nada. ¿Verdad, Jorge, que esto va a quedar entre nosotros?”.

Imágenes compartidas por el escritor muestran hematomas en el rostro, cortes sangrantes en el oído y señales visibles de violencia física, que posteriormente fueron certificadas por personal médico en el hospital Miguel Enríquez. No obstante, al intentar formalizar la denuncia en la unidad policial de Diez de Octubre el mismo día 18 tras ser liberado, le comunicaron que "no procede" porque los daños eran "menores": “Los moretones en el rostro, las costillas y la espalda son solo magullaciones colaterales: que alguien le diga al teniente coronel Yoán que para la próxima se esmere y me saque un ojo”, replicó el escritor.

Fernández recalcó la impunidad que reciben los represores y aseguró que “tiene razones de sobra para endilgarles a sus captores el adjetivo de fascistas, entre ellas el desapego a la Constitución de la República y a la Ley de Proceso Penal, que establecen que nadie debe ser conducido a calabozo sin cometer delito, y que a los detenidos no puede negárseles el derecho a comunicarse con sus familiares o a algo tan humano como tomar agua”.

El incidente se produjo el mismo día en que se clausuraba el V Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, un contexto que el periodista considera deliberado para silenciar la protesta cívica que exige la liberación de presos políticos, el cese del acoso a opositores y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

"Si el Departamento de Seguridad del Estado y la Policía estampan un código 'CR' (contrarrevolucionario) a los conduce y actas de advertencia, es con la anuencia de un gobierno que sigue dando la ‘orden de combate’", denunció el escritor.

La golpiza contra Fernández Era no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un patrón sostenido de represión y hostigamiento por parte de la dictadura cubana contra las voces críticas, particularmente aquellas que denuncian los abusos del poder, exigen derechos fundamentales o ejercen el pensamiento independiente y su derecho a la libre expresión.

 

La académica y antropóloga cubana Jenny Pantoja denunció en su perfil en Facebook la vigilancia a la que fue sometida ese mismo día 18: “Hoy no salí de casa. Desde el amanecer estaba rodeada de policías y agentes de la CI. Sin embargo, ya había realizado mi protesta de cada 18 en Matanzas”. A los cuatro puntos usuales que constituyen los reclamos de la protesta pacífica que protagonizan cada mes, dijo que sumaría un quinto: “Exigir la renuncia de todos los diputados que en la ANPP (Asamblea Nacional del Poder Popular) aplaudieron a la defenestrada ex ministra de Trabajo y Seguridad Social. Ellos también deben renunciar por no representar a este pueblo”. Dicha Ministra dijo en su intervención en plena asamblea que en Cuba no hay mendigos, sino personas que se disfrazan de mendigos, una declaración que desencadenó una indignación generalizada del pueblo cubano que terminó con su renuncia.

Recientemente a la intelectual cubana le prohibieron participar con en una ponencia en un evento académico por motivos políticos. De acuerdo con una entrevista realizada a Pantoja por la revista Hipermedia Magazine, “el 2 de julio el jefe del Departamento de Estudios Sociorreligiosos del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), adscrito a la Agencia de Ciencias Sociales y Humanísticas del CITMA, se presentó en la vivienda de la antropóloga para informarle de su veto en el XI Encuentro Internacional de Estudios Sociorreligiosos, a celebrarse del 15 al 18 de este mes en la Universidad de La Habana como sede principal”.

Jenny Pantoja durante años había participado en este evento y su ponencia había sido aceptada oficialmente el pasado abril, pero al ser vetada su participación no le explicaron los motivos: “En realidad, no me dieron razones, no me dijeron “es por esto que no vas al evento”, aunque todos sabemos las que son (...) Me he sentido mal como reacción a lo que considero un atropello a mis derechos a participar en un evento, aunque ellos puedan alegar que como administradores u organizadores los asiste la facultad de aceptar o invitar a quien quieran, pero en realidad me conocen, hay precedente, saben cómo ha sido mi trabajo y que tengo soporte teórico avalado por un trabajo de campo (...) es una cuestión contra mi persona por mi posición política, solo un ejercicio de exclusión”. 

También el periodista de Diario de Cuba Jorge Enrique Rodríguez fue citado por la Seguridad del Estado para el 17 de julio. “Citado para interrogatorio el jueves 17. Espero no sea para preguntarme por Feitó”, escribió en una publicación en su perfil en Facebook.

El ICLEP intentó comunicarse directamente con el reportero, pero hasta el momento de redactar esta nota no ha recibido respuesta, y en sus redes no hay actualización de lo ocurrido tras la citación.  

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