logotipo ICLEP

“Llegó el arroz”, un pueblo a la caza de barcos

Foto de Alberto Yoan en Flickr

Por el periodista ciudadano Leinier Álvarez García

May 23, 2024 | 10:00 AM


Aunque parezca rareza en otros lares del globo terráqueo, la llegada de un barco a tierra cubana con algún que otro suministro es un “notición”, titular en el Noticiero de la Televisión (NTV), en la emisión estelar. Si al mundo se le quitan los barcos, Cuba se muere.

Lo que es intranscendente en cualquier otro país, aquí se replica en las calles como virus de la contentura. “¡Ya llegó el barco de arroz!”. Es tanta la ansiedad por esto y aquello que a la gente la invade como una culebrilla de escozor, cuando escuchan la noticia; y hasta las pupilas se dilatan. Solo que la esperanza viene por mar, y de que llega uno a que llega otro “se puede matar un burro a pellizcos”.

¡Y lo lento que se mueven los barcos!, algunos han tardado hasta 65 años y todavía no han llegado a puerto seguro. Cuando la esperanza se mueve tan lenta un país, su gente, nunca saldrá del desastre en que vive. Pero, lo curioso del asunto es que el régimen se aprovecha de la situación y todos los medios oficialistas, Radio Reloj incluido, se lanzan tras la novedad, repitiendo como papagayos la llegada del carguero de Rusia, –los de Venezuela y México se mantienen en la nebulosa, como si algo no anduviera muy derecho que digamos–.

El mensaje, refrescan los apagones. Con el arroz sucede algo similar, la nota en primera plana del arribo de un buque, puede que hasta del Polo Norte, donde los hielos no son tan fértiles como la tierra cubana, genera una expectativa similar: suenan en silencio los calderos y comienza la salivación nacional.

No son exageraciones, el arroz es la base de la dieta cubana. Nada, que son pocos los países en el mundo que se pueden dar el lujo de que su gente llore de alegría y de esperanza en un futuro luminoso con la llegada de un barco de arroz.

“Tan solo por eso [los barcos] vale la pena sentarse cada día a ver el NTV, aunque haya que zumbarse toda la otra metralla que habla Díaz-Canel”, dijo una ama de casa. Este escenario se repite cada noche en los hogares cubanos. Es algo típico.

Solo que hay una cuestión en progreso: no se sabe hasta cuándo cazar barcos en Cuba será un notición, la situación empeora por días. Llegará el momento en que todos los barcos del planeta no sean suficientes para que el régimen continúe tapando huecos.


Publicado originalmente en la edición 216 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

0 Comentarios

Añadir comentario