Mario Víctor Liquí Rodríguez. Foto tomada del perfil en Facebook de José Díaz Silva.
Por ICLEP
Oct 18, 2025 | 8:00 AM
El activista cubano Mario Víctor Liquí Rodríguez, de 32 años, fue detenido violentamente en su vivienda del municipio Marianao, en La Habana, por colocar carteles contra la dictadura comunista cubana, según denunció el expreso político y líder del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), José Díaz Silva, en su perfil de Facebook.
La denuncia fue respaldada por el Movimiento Democracia (MD), Cuba Decide y la Alianza Republicana Cubana (ARC), que responsabilizan al régimen de Miguel Díaz-Canel por la desaparición forzada del activista: “Denunciamos ante el mundo y los organismos internacionales la detención arbitraria y el paradero desconocido de Mario Víctor Liquí Rodríguez”, expresaron en su comunicado.
Según el testimonio de Díaz Silva, fuerzas represivas conocidas como “boinas negras” irrumpieron el miércoles 9 de octubre en la vivienda del activista, lo arrestaron de forma violenta y lo condujeron primero a la 6ta Unidad de la PNR de Marianao, luego a Aguilera y finalmente al Centro de Tortura de Villa Marista, cuartel general de la Seguridad del Estado.
La madre de Liquí Rodríguez fue citada el 14 de octubre a Villa Marista, “allí fue interrogada sobre las actividades de su hijo y sobre ‘Mono Silva’ a quien los represores acusan de dirigir acciones opositoras. Le dijeron que Mario Víctor está acusado de colocar carteles contra la dictadura, desde La Lisa hasta La Habana, bajo órdenes de ‘Mono Silva’”, refiere la denuncia.
Antes de su arresto, Liquí Rodríguez había hecho una declaración en la que advertía que estaba siendo perseguido por la Seguridad del Estado: “He decidido dar un paso fuerte y decisivo contra el régimen dictatorial comunista castrista-canelista. Hice carteles contra la dictadura, y la Seguridad del Estado me está buscando. Fui delatado por algún vecino. La G-2 está frente a mi casa”, escribió.
El joven opositor ya había cumplido tres años de prisión política, condenado por “delitos contra la Seguridad del Estado”,“daños a la propiedad del Estado con carácter continuado” y“propaganda subversiva contra el proceso revolucionario”, aunque el régimen nunca reconoció su condición de preso político. Tras su excarcelación, continuó con su activismo a favor de los derechos humanos y la liberación de los presos políticos en Cuba.