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Por la periodista ciudadana Ángela Sorí Chávez
Nov 8, 2025 | 10:05 AM
Sancti Spíritus, Cuba, (ICLEP). La presencia de basureros y salideros de agua provenientes del acueducto y de fosas comunitarias en las calles de este municipio mantiene preocupada a la población local, en un contexto donde los casos de dengue y chikunguña se han incrementado en el territorio.
Este complejo panorama higiénico-sanitario se aprecia en la mayoría de las calles y comunidades urbanas del municipio, lo que favorece la proliferación de criaderos de mosquitos y roedores, poniendo en riesgo la salud de los habitantes, justo cuando la tasa de casos de dengue y chikunguña aumenta día tras día.
Entre las calles más afectadas se encuentran la calle Cisneros, por donde corren aguas albañales, y la calle José Miguel Gómez Final, donde los basureros acumulan más de veinte días sin ser recogidos. Situaciones similares se observan también en varias vías de los repartos Las Charcas, El Seis y El Refugio.
“En este pueblo por donde quiera hay basureros y salideros de agua corriendo por las calles, y al gobierno no le importa. Si usted observa, verá que en la calle Cisneros, frente al mismo Partido, hay salideros de aguas verdes que llevan varios meses, y no hacen nada por arreglarlo. Es una calle por donde transitan muchas personas”, confesó Medardo Carmenate Perdomo, residente en este municipio.
“En El Seis de Cantarrana todas las calles están desbaratadas, llenas de basura y salideros de agua, y hasta fosas reventadas echando aguas contaminadas a la calle. Es un foco peligroso para el dengue”, comentó Ibelis Núñez Hernández, residente en la calle D, en este reparto.
“Son muchos los casos de dengue que llegan al hospital, pero imagínese: las calles están llenas de salideros, charcos de agua y basura, el lugar ideal para los criaderos de mosquitos. Y para agravar más la situación, todas las tardes llueve”, aseguró Herminia García Luna, enfermera del hospital municipal.
Francisco Rosado Bécquer, jefe de brigada en la Empresa Municipal de Acueductos y Alcantarillados, confesó que los salideros de agua se deben a roturas de las líneas conductoras, y que no se pueden reparar porque no cuentan con los recursos necesarios. En cuanto a las fosas reventadas, explicó que su limpieza depende de la poca disponibilidad de combustible y de vehículos para realizar el trabajo.
Publicado originalmente en la edición 211 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.