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Por el periodista ciudadano Leinier Álvarez García
Nov 13, 2025 | 10:00 AM
El aumento de las tensiones entre la Unión Europea (UE) y Rusia, lo que incluye ineludiblemente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), marcó el mes de septiembre. Las violaciones de los espacios aéreos de Polonia y Estonia por parte de cazas rusos y las repetidas incursiones de drones en países como Dinamarca, Noruega, Finlandia, Rumania, Lituania, Alemania y Bélgica contribuyeron a ello. La UE no se ha quedado de brazos cruzados y ha respondido con la posible creación de un muro antidrones, no sin antes haber derribado varios drones rusos.
En medio de este panorama, Polonia invocó el artículo 4 de la OTAN, llamando a consulta a los miembros. Anteriormente, este artículo solo había sido utilizado cuatro veces desde la fundación de la Alianza Atlántica en abril de 1949. Después de esto, las incursiones con drones en varios países europeos se intensificaron y llegaron a afectar el funcionamiento de varios aeropuertos; pero lo peor no es eso: algunos de estos drones sobrevolaron bases militares. En uno de los países afectados, Dinamarca, los incidentes ocurrieron días antes de la celebración de una Cumbre de la UE. Todo esto ha llevado a que los países del bloque se planteen la creación de un muro antidrones.
Publicado originalmente en la edición 246 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa
Sin embargo, la postura del Gobierno de Vladimir Putin solo empeora las cosas. Hace un par de semanas, Estados Unidos y Canadá desplegaron varios aviones en Alaska después de detectar la presencia de cuatro aviones de combate rusos, aunque posteriormente ambos países reconocieron en un comunicado firmado por el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte que las aeronaves no habían violado el espacio aéreo de ninguna de las dos naciones.
Por otra parte, el ex presidente Dmitri Medvedev ha hecho algunas declaraciones que solo han logrado inflamar los ánimos. Por ejemplo, el pasado 6 de octubre dijo, según recogió el periódico español ABC, que “lo principal es que los europeos cortos de vista sientan el peligro en carne propia. Que teman que tiemblen como animales tontos en un rebaño llevado al matadero”.
A todo esto se suma el hecho de que los ataques rusos contra Ucrania se intensifican y llegan prácticamente a las fronteras de ese país con Polonia. A esto último, el Gobierno polaco reaccionó desplegando aviones de combate y activando sus defensas antiaéreas. Recordemos que Polonia es uno de los países miembros de la OTAN y, en caso de ser agredido, pudiera invocar el artículo 5 de la Alianza, el cual expresa: “Los aliados pueden proporcionar cualquier tipo de asistencia que consideren necesaria para responder a una situación”. Rusia juega con fuego, y en este caso quemarse es una opción.