logotipo ICLEP

Brigadas médicas: explotación en la solidaridad

Foto tomada del Centro de Estudios Espinosa Yglesias

Por por el periodista ciudadano Frank Correa

Nov 10, 2025 | 10:00 AM


Un informe de la organización Prisoners Defenders (PD), con fecha de noviembre de 2023, señalaba que los médicos cubanos que participaban en los programas de colaboración con otras naciones del mundo recibían, en promedio, entre el 10 % y el 25 % del salario pagado por los países de acogida. El resto se lo quedaban las autoridades de Cuba.

Para la doctora Lidia Cabrera, especialista de primer grado en Pediatría, esto constituye una forma moderna de explotación. Cabrera ha participado en tres misiones internacionalistas y ahora es profesora de la Universidad de Ciencias Médicas. Ella refiere que “somos solo números, como dice la canción”, y que por suerte ya pasó esa etapa, pues bastante que la “esquilmaron”.

En el informe de PD se recogen testimonios directos de 46 doctores con experiencia en misiones médicas en el extranjero, que aseguran haber sido víctimas de explotación.

Información pública de otros médicos cubanos muestra algunas estadísticas. Por ejemplo, el 89 % dijo que no tenía conocimiento previo de su destino dentro de un país en particular. El 41 % refirió que un funcionario cubano le retiró el pasaporte a su llegada al país anfitrión. El 91 % expresó que había sido vigilado por agentes de Seguridad cubanos durante su misión. El mismo porcentaje aseguró que se les pidió que transmitieran información sobre sus colegas a estos agentes. Y el 57 % dijo que no se presentó como voluntario a la misión, sino que se sintió obligado a hacerlo. Además, el 39 % manifestó que se sentía fuertemente presionado para servir en el extranjero.

El sistema de salud pública cubano ha sido utilizado por el Gobierno no solo con fines de propaganda política, sino también como una fuente de ingresos económicos. En estos momentos, la venta de servicios médicos se disputa el liderazgo entre los renglones más productivos del país.

La salud pública ha sido un sector estratégico del régimen y es uno de los pocos que no puede ejercerse de manera privada. Las misiones médicas cubanas, como herramientas de captación de divisas para el país, han sido tanto alabadas como criticadas: alabadas por el esfuerzo de sus galenos lejos de sus familias y en lugares recónditos de las geografías de otros países, y criticadas por la condición de semiesclavitud a que son sometidos los profesionales, además del ultraje a su salario por parte del Estado cubano.

El municipio artemiseño enfrenta un nuevo brote de dengue, mientras las autoridades se ven incapaces de resolver la situación higiénica en ese territorio. Calles con huecos llenos de agua, producto de las lluvias y de los salideros, facilitan la proliferación del Aedes aegypti, agente transmisor de esa enfermedad.

Human Rights Watch y otras plataformas prodemocráticas de monitoreo a los Derechos Humanos se han pronunciado en contra de este tipo de sistema laboral, que se basa en condiciones de semiesclavitud. A pesar de las múltiples denuncias, el régimen hace caso omiso a las sanciones impuestas por los organismos internacionales, a las críticas y a los cuestionamientos que acusan a Cuba de sometimiento, trata de personas y explotación de los trabajadores de la salud.

Cuba se jacta de que en más de 60 años ha enviado unos 400 000 trabajadores de la salud para abordar crisis a corto plazo, desastres naturales y pandemias en 164 países, y desde su primera misión internacionalista médica en Argelia, en 1963, el régimen ha diseñado normas represivas que rigen la vida de aquellos que envía al exterior.

 

Publicado originalmente en la edición 263 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero

 

 

0 Comentarios

Añadir comentario
Barómetro