Yirmara Torres Hernández. Foto tomada de su perfil en Facebook.
Por ICLEP
Oct 15, 2025 | 9:05 AM
La periodista Yirmara Torres Hernández, de la emisora estatal Radio 26 de Matanzas, fue públicamente desacreditada por su propio medio luego de publicar en Facebook un texto personal donde denunciaba la grave situación sanitaria y el aumento de muertes vinculadas al chikungunya en esa provincia cubana.
El post de Torres Hernández, publicado el 9 de octubre, relataba la muerte de una anciana que habría contraído chikungunya y advertía sobre el deterioro de las condiciones de vida y el colapso del sistema de salud en Matanzas.
“Estamos desprotegidos para enfrentar esta y cualquier otra enfermedad, porque no tenemos electricidad, ni agua, ni acceso a medicamentos, ni a alimentos...”, escribió la periodista.
Captura texto / Yirmara Torres
En otro fragmento, señaló con dureza: “Lo que pasa es que duele el abandono. Lo que pasa es que duele que insulten tu inteligencia. Humanismo es sentir por un solo ser humano...”.
Su publicación, que rápidamente se reprodujo entre usuarios dentro y fuera de Cuba y en la prensa independiente, reflejaba testimonios de vecinos que afirmaban haber perdido familiares a causa de fiebres y complicaciones relacionadas con el chikungunya y el dengue, en medio del colapso sanitario y las malas condiciones higiénicas que enfrenta la población.
Captura texto / Yirmara Torres
Sin embargo, dos días después, el 11 de octubre, la directora provincial de Radio en Matanzas, Odalys Oriol Miranda Suárez, difundió en su perfil de Facebook un comunicado oficial de Radio 26 donde se desautorizaba completamente a la periodista y se acusaba a medios independientes de “manipular” sus palabras con “una agenda política contraria a los intereses de la nación cubana”.
“La compañera Yirmara Torres Hernández, quien no ocupa ningún cargo de dirección en nuestra organización, realizó una publicación personal que ha sido sacada de contexto y manipulada por medios con una agenda política contraria a los intereses de la nación cubana. Su intención, es ser una "denuncia" contra el sistema, y no refleja una preocupación legítima y compartida por la salud de nuestro pueblo, expresada desde el dolor que puede causar la situación epidemiológica compleja que enfrenta no solo Matanzas, sino el mundo”, afirma el comunicado, en un intento por desligar al medio estatal de las denuncias.
Además, la nota oficial insiste en que “no se ocultan cifras” y que las informaciones oficiales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) son la fuente confiable: “Negar la existencia de casos de dengue o chikungunya sería irresponsable; lo que sí desmentimos categóricamente es la ocultación de fallecidos o la negación de la situación. Las cifras y los partes oficiales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) son la fuente única y confiable”.
Captura comunicado Radio 26 de Matanzas
El texto de Radio 26 repite el discurso habitual del régimen cubano, atribuyendo la crisis a las “limitaciones impuestas por el bloqueo estadounidense” y defendiendo la labor del sistema de salud: “La publicación en cuestión omite deliberadamente el enorme esfuerzo que realiza el Estado cubano para controlar la situación. Equipos de campaña antivectorial trabajan intensamente, a pesar de las limitaciones, en la fumigación y eliminación de focos. El personal de la salud, verdadero ejemplo de dedicación, labora sin descanso en nuestras instituciones hospitalarias (…) Reconocemos que las circunstancias son dificiles, agravadas por el cruel bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, que dificulta la adquisición de medicamentos e insumos, pero el empeño es máximo”.
Pese a los intentos de censura, el mensaje de Yirmara Torres Hernández ha sido ampliamente compartido como una voz disidente dentro del propio sistema de medios oficiales, donde los periodistas suelen estar sometidos a control ideológico. Su texto refleja el malestar de muchos cubanos que viven entre apagones, falta de agua, medicamentos escasos y plagas de mosquitos, mientras el régimen intenta mantener la narrativa de normalidad.
“No. No hay muertos, pero los hay. Eso lo saben muchas familias, vecinos y lo saben los médicos y los políticos que no han perdido su humanidad... Respeto para el pueblo. Solo un poco de respeto”, escribió la periodista en su publicación original.