Foto de Ondrej Supitar en Unsplash
Por el periodista ciudadano Yadier Hernández Hernández
May 16, 2024 | 2:00 PM
El humo viciado proveniente de la quema sistemática al aire libre de restos de ataúdes y huesos humanos sin dueños identificados, mantiene asqueado al vecindario aledaño al cementerio artemiseño.
Pese al rechazo de la comunidad, donde han estado presentes los reclamos a la empresa Comunales, la práctica de incinerar restos de féretros, algunos con fragmentos humanos que no han alcanzado la total descomposición, es un hábito establecido desde siempre en el camposanto.
La urgencia de ir eliminando paulatinamente el cúmulo de restos en el cementerio, ubicado en la calle 50 final, unido a la ausencia de un crematorio con la observancia de normas técnicas para este fin, obliga a las quemas indiscriminadas, según apuntaron los sepultureros a este medio.
“No sé por qué el olor repugnante del humo cuando más se mantiene activo es durante la madrugada. Parece que uno tiene algo podrido dentro de la casa, es muy desagradable. Pienso que esa quema no se pueda hacer, que es una violación sanitaria, pero usted sabe el gran relajo que hay en este país”, dijo a El Majadero la ama de casa Carla Ramos Torre, vecina de la calle 50 final.
Jacinto Marrero Pupo, jubilado residente en la calle 50, aseveró al boletín que durante las quemas de féretros los empleados del cementerio aprovechan para deshacerse de los huesos sin dueños que por largo tiempo se acumulan en el osario.
Según el sepulturero Roberto Vega Ferrer en la necrópolis no se hace nada que en la empresa no se esté al tanto. “El crematorio no se ha podido instalar y los restos hay que quemarlos, malo es la peste”, concluyó.
Publicado originalmente en la edición 215 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa