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Opinión
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Nadie lava un carro rentado
May 12, 2023

“En la historia mundial nunca nadie ha lavado un carro rentado”. La frase, atribuida al economista Lawrence Summers, expresidente de Harvard, es una deliciosa metáfora para destacar la cultura de poseer propiedad privada en los asuntos humanos. Quien alquila tiene poco interés en lavar un carro que no posee, devolverá a la agencia de renta y no manejará más nunca. Pero un dueño de carro tiene mucho más incentivos para cuidarlo. Los dueños se preocupan y planean para el futuro.

La propiedad privada tiene distinguido y polémico pedigrí intelectual. John Locke, filósofo político británico del siglo 17 y padre del liberalismo clásico, concibió la propiedad privada como un “derecho natural” independiente del gobierno. “Cada hombre es propietario de su persona… el trabajo de su cuerpo, y el trabajo de sus manos, podemos decir que son propiedad suya”.

En el siglo 18 el filósofo moral y economista Adam Smith argumentó que la propiedad y el gobierno civil dependían uno del otro, y que la función principal del gobierno era salvaguardar el derecho a la propiedad privada. Y en el siglo 19 Karl Marx la rechazó totalmente declarando en su Manifiesto Comunista que “…la teoría de los comunistas puede resumirse en una simple frase: abolición de la propiedad privada”.

Actualmente la propiedad privada es un concepto legal prescrito en el sistema político de un país para la tenencia de propiedades por individuos y entidades no gubernamentales. Como resultado, derechos de propiedad y prosperidad nacional están íntimamente conectados.

Inversamente a la teoría de Marx, las naciones prosperan cuando los derechos de propiedad privada son claramente definidos y reforzados a favor de individuos que poseen recursos y los utilizan como les parece adecuado. En el siglo 19 Marx no tenía el beneficio de la metáfora del carro rentado, y lamentablemente su visión de los derechos de propiedad cautivó a muchos en el siglo 20.

Pero aún más importante que la correlación positiva entre posesión de propiedades y desarrollo económico, es cómo la propiedad privada sirve para proteger nuestras libertades. En su tratado político Camino de Servidumbre el economista y filósofo anglo-austriaco Friedrich von Hayek alerta de la tiranía que inevitablemente resulta del control gubernamental de las decisiones económicas a través de la planificación centralizada: “El sistema de propiedad privada es la garantía más importante no solo para aquellos que poseen propiedades sino también para quienes no. Es solamente porque el control de los medios de producción se divide entre muchas personas actuando independientemente que nadie tiene poder completo sobre nosotros…”.

Los economistas ahora comprenden que mientras más amplias y profundas las leyes protegiendo derechos de propiedad, más claros los incentivos para trabajar, ahorrar e invertir. Así, mientras más firmemente se protejan los derechos de propiedad más eficiente será la operación de la economía, y mayor la creación de riqueza. Ya desapareció la ortodoxia económica de que el desarrollo nacional depende de la presencia o ausencia de recursos naturales. Ha existido desarrollo en países con escasez de recursos, y el desarrollo ha sido insignificante en países ricos en recursos naturales.

Los estudios muestran que un puñado de variables institucionales explica más del 80% de las variaciones nacionales en producto interno per cápita, con los derechos de propiedad teniendo el mayor nivel de significación (por ejemplo, Richard Roll y John Talbott: “¿Por qué muchos países en desarrollo no lo son?”).

Y sin embargo, aun gobiernos de “libre mercado” debilitan consistentemente los derechos de propiedad con arremetidas de regulaciones afectando la utilización de la propiedad privada. Las regulaciones impactan negativamente la actividad económica porque interfieren los derechos del propietario y socavan la más efectiva asignación de recursos. En promedio, el PIB per cápita es dos veces mayor en naciones con fuerte protección de derechos de propiedad que en las que ofrecen solamente más o menos protección. (Lee Hoskins y Ana I Eiras: “Derechos de propiedad: clave del crecimiento económico”).

Para la mayoría de nosotros esos estudios económicos son innecesarios para entender cómo una cultura de propiedad privada afecta nuestras decisiones. Solamente necesitamos recordar cuándo fue la última vez que lavamos un carro rentado antes de devolverlo a la agencia.

El último libro del Dr. Azel es “Reflexiones sobre la Libertad”

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Represores del castrismo en río revuelto de frontera sur de EE. UU.
May 11, 2023

Oscar Casanella no lo creía. El represor que en Cuba lo expulsó de su trabajo como bioquímico por sus desacuerdos con la tiranía socialista, se encontraba en Miami. La capital del exilio, donde Oscar y su familia hallaron refugio en 2022, le devolvía la posibilidad de Erasmo Pablo Gómez caminando por las calles.

Casanella trabajó en el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) hasta que su posición contraria al régimen le valió el acoso de las autoridades y la administración institucional, de la que formaba parte Gómez, también colaborador de los militares. “La policía política me secuestraba en el INOR para interrogarme, amenazarme y golpearme en calabozos”, contó Casanella en un receso de su trabajo en el almacén donde encontró empleo, en Miami.

En julio de 2016 se efectuó una audiencia sobre su expulsión ante el tribunal laboral del centro científico. Pero Gómez, junto a varios militares, bloqueó físicamente la entrada de los testigos y familiares de Casanella a la sala del INOR donde se celebró el proceso.

Gómez no solo agredió a compañeros de trabajo, sino también a pacientes. El realizador audiovisual Víctor Alfonso Cedeño, crítico del castrismo y paciente del INOR, también fue víctima del funcionario, a quien en octubre de 2020 le solicitó una carta que confirmara lo que ya le había informado verbalmente: que en Cuba no existían opciones terapéuticas para él. La misiva era determinante para que Alfonso Cedeño recibiera tratamiento oncológico en el exterior. Gómez se negó a redactar y firmar el documento.

En 2007, 2011 y 2015 “extravió” la historia clínica de otra paciente: la profesora Omara Ruiz Urquiola. “La historia clínica es requerida para activar la Resolución 232 del Ministerio de Salud Pública, que permite importar medicamentos, cuando no existen en Cuba, para el tratamiento contra el cáncer”, explicó Casanella. 

Por sus servicios al castrismo, Gómez, nacido en 1954, “viajaba a Europa y a otros países con pasaporte oficial; en 2013 recibió un auto Geely por integrar el grupo que atendió al dictador Hugo Chávez”. En Cuba, tanto los viajes como los autos, con un salario promedio de 20 USD, son lujos que pocos pueden pagar.

A mediados de 2022 Casanella, su hijo pequeño y su esposa, embarazada, volaron a Nicaragua con el fin de buscar asilo político en territorio estadounidense. Pero en la escala en Colombia, la aerolínea les informó que la dictadura sandinista prohibía que aterrizaran en Managua. A partir de ahí, Casanella y su familia peregrinaron por un valle de sombras, de frontera en frontera, él, su niño y su esposa durmiendo en el piso de aeropuertos, hasta llegar al límite entre México y Estados Unidos. Allí se entregaron a las autoridades.

Ahora, meses después, se enteró por una amiga que su antiguo represor llegaría al mismo lugar que él. No está seguro de si Gómez lo haría con pasaporte oficial, por intercambio científico, o como beneficiario del programa de parole humanitario, gracias a alguno de los hijos que tiene en Florida.

“Mis sentimientos estaban mezclados”, confiesa Casanella. “Primero, asombro, por cómo este hombre tenía la desvergüenza de venir, después de tanta complicidad con el castrismo. Sentí indignación, por cómo un represor pudo llegar a Estados Unidos con una visa, mientras tantos activistas en Cuba, que han sufrido persecución y se enfrentan a la dictadura, nunca pudieron obtener una”.

Durante su último año en Cuba, Casanella pidió visas humanitarias para él y su familia. Pesaban sobre ellos serias amenazas de cárcel por parte del Estado socialista. Nunca tuvo respuesta.

En 2017, el científico cubano denunció por primera vez a Gómez. Llenó un formulario del proyecto “Represores Cubanos”, de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), una suerte de índice de quienes participan en agresiones violentas o de cuello blanco contra las libertades de sus conciudadanos.    

En 2023, pensó que si no había hecho silencio en Cuba, tampoco lo haría en tierras de libertad. Y escribió en sus redes sociales: “Este 12 de marzo de 2023 llegará a la ciudad de Miami, al país de acogida de miles de víctimas de la dictadura cubana, el vicedirector de Asistencia Médica del INOR, Erasmo Pablo Gómez”.

Días después participó en un programa del canal MegaTV, y ante las cámaras repitió la denuncia. Además, llenó un formulario para el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que previene a esa institución de la entrada al país de violadores de derechos humanos. “Pero hasta ahora no he recibido un feedback sobre la petición”, lamenta.   

Durante 2022, la crisis en la frontera sur ha causado que cada vez más esbirros y víctimas del castrismo se reencuentren en territorio estadounidense. 

Conocí a Casanella en 2021, en el estreno clandestino en La Habana del filme Plantados, que narra el encuentro en Miami entre un exprisionero político cubano y un militar que fusilaba y torturaba en la cárcel. Mientras veía la película no pensaba que él mismo viviría, dos años después, algo similar al protagonista del filme. Pero esta vez, como ya antes se ha dicho, la realidad superaba a la ficción.

Cazando represores

En abril de 2021, el presidente Joe Biden llamó “crisis” al cruce masivo de migrantes por el río Bravo. Poco después, la Casa Blanca desestimó públicamente el uso del término, pero el aumento comparativo con otros años confirma que la palabra describe bien la realidad. En febrero de 2021, hubo en la frontera unos 100.000 migrantes, 24.000 más que en febrero de 2019 ―durante la última crisis migratoria―, y en marzo la cifra aumentó a más de 172.000, de acuerdo con un reporte de CNN

El río revuelto de la frontera sur de Estados Unidos ha dejado ganancia para el castrismo. Cada cubano que huye de la represión y la miseria se convertirá en breve en un emisor de remesas a sus seres queridos en la Isla, y ese flujo de dólares dará un boca a boca a la parasitaria economía centralizada. Además, le saca presión a la caldera: se van los descontentos, los que se rebelan, después de una gran represión estatal.

Pero entre los 300.000 cubanos que en solo un año corrieron al otro lado de la frontera estadounidense y los miles más en balsas, también hay servidores del totalitarismo. No simples empleados, sino funcionarios de instituciones estatales o participantes en la maquinaria represivo-propagandística del régimen. Lobos entre ovejas.

El castrismo ha sido, desde 1959, punta de lanza de la retórica antiestadounidense en el hemisferio occidental, y responsable de alimentar guerrillas marxistas, grupos narcoterroristas, e inspirar y sostener franquicias del “Socialismo del siglo XXI”, como el sandinismo y el chavismo.

Por eso, el investigador Rolando Cartaya, de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), entiende el peligro de que agentes castristas formen parte del éxodo de 2022, que representó el 3 por ciento de la población cubana. Cartaya, reportero en la Isla hasta que en los años 90 del pasado siglo fue defenestrado públicamente en el Parque Central de La Habana, puso el foco en el asunto junto a un equipo que identificó a 20 esbirros llegados a Estados Unidos. Ahora, desde la FDHC es una suerte de Efraim Zuroff, el cazador de represores nacionalsocialistas. Cartaya caza represores socialistas. 

Su labor se ha concentrado habitualmente en las denuncias de las víctimas, en conocer a los perseguidos del castrismo y sus luchas. Pero en 2017 Cartaya cambió el juego: quería poner rostro y nombre a los victimarios, “identificar, investigar y exponer” a represores violentos, como los policías, guardafronteras, etc., y a los de cuello blanco, como jueces y fiscales que sentencian a presos políticos. 

En una rueda de prensa donde presentó 20 expedientes de esbirros cubanos en Estados Unidos, aludió a los “represores de bata blanca”, o sea, los coordinadores de las misiones médicas cubanas que “se ocupan de que los trabajadores tributen hasta el 80 por ciento de lo que ganan, que no puedan acompañarse de sus familiares o salir de los albergues a ciertas horas”. Él cree que las restricciones al personal médico en el exterior “coinciden con indicadores de trabajo forzado de la Organización Internacional del Trabajo”.  

Adrián Rodríguez Santana y Yoel Vázquez Ortiz, por ejemplo, ocuparon altos cargos frente a la “misión médica cubana” en Venezuela. El doctor exiliado Alexander Jesús Figueredo denunció el accionar represivo de ambos contra profesionales de la salud. Presuntamente, ambos están en Estados Unidos. En diciembre, Rodríguez Santana “desertó” rumbo a la frontera sur estadounidense vía Centroamérica, ruta transitada por miles de cubanos, especialmente desde que en 2021 el dictador Daniel Ortega anunciara libre visado para los nacidos en la mayor de las Antillas. 

La movida no es nueva. El castrismo siempre ha buscado aliviar la presión social generada por su mala gestión mediante la válvula de escape de la migración masiva. Así ocurrió en la Crisis de los Balseros tras la caída de la Unión Soviética. El éxodo actual es consecuencia de los levantamientos del 11 y 12 de julio de 2021 (popularmente conocido como 11J) contra el Estado socialista en más de 60 localidades de la Isla.

La ola represiva tras el 11J incluyó disparos, arresto de niños, tortura y condenas de hasta 25 años por filmar los sucesos, involucró a militantes y simpatizantes del castrismo, como el fiscal Yerandy Martín González, que encarceló a manifestantes de Guanajay y que también se encuentra en la lista de la FDHC. 

El 11J, Raudel Moreno Bergolla y su esposa, Susel Álvarez Tasses, también colaboraron con la policía política en la represión violenta, específicamente en el poblado de San José de las Lajas, según la FDHC. En Cruces, un municipio de Cienfuegos, Yaíma Camba Rodríguez formó parte de las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida, turbas civiles que apoyan a las fuerzas militares para acallar a ciudadanos críticos. Yaíma Salomón Torres hizo lo mismo, pero en San Antonio de los Baños, la ciudad de Artemisa donde se prendió la llama de la rebelión. Todos viven hoy en Estados Unidos, y sus víctimas se pudren en cárceles cubanas. 

El colaborador del régimen Irán Zeptiem Suárez participó en actos de repudio ―escraches verbales que involucran violencia― contra opositores en Colón, Matanzas, y también llegó a territorio estadounidense en 2022. Suárez, según refiere la FDHC, “abofeteó y golpeó durante un acto de repudio el 30 de abril de 2012” a Caridad María Burunate, miembro de las Damas de Blanco, movimiento femenino por la libertad de los presos políticos. Hoy publica tranquilamente fotos al lado de una piscina o una camioneta en Tampa, Florida.  

Otro que disfruta publicar imágenes desde un país democrático es Bruce Iam González, miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas, que cruzó la frontera y se instaló en Louisville, Kentucky, en 2022. “Una nueva vida comienza”, tecleó en sus redes sociales. Su vida pasada parece querer enterrarla, al punto de eliminar tuits como este: “Que nadie se asuste, pero el corazón está a la izquierda y la sangre es roja, como dijo el Che Guevara en su discurso ante la ONU”. Ese mensaje lo escribió desde la Isla, cuando estudiaba Sociología en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. En septiembre de 2022, apoyaba el nuevo Código de las Familias promovido por el castrismo y actuaba en sus redes sociales como un trol al servicio del régimen.  

Otro cibercombatiente llegado a Estados Unidos fue Raúl Omar Rodríguez, fundador de la página procastrista La Ciberclaria, que lidera asesinatos de reputación de activistas pro derechos humanos. Desde su cargo en la oficial Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara amenazó a otros alumnos por sus posiciones políticas.

Orlando Nápoles Sánchez y Manuel Santos Rodríguez, dos “chivatos” (delatores) que monitoreaban a opositores, llegaron o estarían preparándose para llegar a Estados Unidos, según la FDHC. Celaida Gil Villarreal, que vigilaba y delataba en Villa Clara las actividades de la opositora Iris Tamara Pérez ahora vive, presuntamente, en Naples, Florida, después de entrar al país en marzo de 2022. 

Militares también salen de Cuba. Daniel Alejandro Gutiérrez, exjefe de Sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Corralillo, perseguía a quienes trataban de huir de la Isla en bote por las playas de Villa Clara. En los ataques, mayormente nocturnos, usaba perros. Eso le ganó el mote de “El Perrero”. Irónicamente, Gutiérrez Cruz llegó a Estados Unidos en una lancha el pasado mes de enero. 

Otro jefe de Sector, Reiner Dueñas Noda, golpeó a niños y adultos durante el 11J en Colón, Matanzas. En Estados Unidos, a donde huyó, obtuvo en septiembre de 2022 un permiso de trabajo, algo que se le dificulta a muchos que huyen del castrismo por la frontera sur. 

El de San Nicolás de Bari, Yosbel Nieves Regalado, protagonizó el encarcelamiento de dos manifestantes pacíficos del 11J, cuyas familias ahora sufren por las sillas vacías en el hogar mientras el policía trabaja y anda por Miami. Por las mismas calles camina, María Antonia Guerrero, miembro del Ministerio del Interior (MININT) en Santiago de Cuba, que la FDHC cree que integró Brigadas de Respuesta Rápida. 

Voceros y juristas del castrismo, o represores de cuello blanco según la FDHC, también cruzaron la frontera sur en 2022. Lyomaris Vara Fuentes, fiscal en Pinar del Río, procesó en 2017 a la economista María Caridad Gálvez por sus vínculos con el think tank independiente “Convivencia”, lo que resultó en el decomiso de su vivienda y tres años de cárcel. Vara Fuentes reside en San Antonio, Texas.

Siendo profesor de la Universidad de Oriente, Lester Amaury Martínez fue clave en la expulsión de otro colega del claustro bajo la acusación de “mercenarismo”, en 2016. Su esposa salió hacia Estados Unidos a mediados de 2022, y él después de ella.

Otra represora de cuello blanco en Miami es Maray Suárez, vocera de la Televisión Cubana que emprendía asesinatos de reputación contra disidentes como el músico Gorki Águila. Reinventada como “coach emocional” ofrece charlas en las que, convenientemente, “no se habla de política, ideologías, religiones”.

Represores ayer, agentes de influencia mañana

El matrimonio de Ivette Bermello y Edgerton Ivor Levy atravesó junto a su hijo las aguas infestadas de tiburones del estrecho de Florida en un bote. Llegó a la cayería sur en 1993, simulando buscar refugio político. En verdad integraban la Red Avispa, un grupo cubano de espías que vigiló instalaciones militares y contribuyó al asesinato de cuatro estadounidenses que guiaban balseros hacia tierra firme. 

Sin embargo, en cuanto Levy llegó a Estados Unidos se entregó al FBI y operó como doble agente. Durante la caída de la Red Avispa, a finales de 1990, el matrimonio fue pieza clave en el juicio que condenó a cinco de los agentes a largas penas de cárcel, incluso a varias cadenas perpetuas. Barack Obama, en su segundo mandato, los liberó. 

Años después, Levy aseguró, en una entrevista, que el FBI y otras agencias de seguridad estadounidenses no evaluaban las capacidades castristas en su justa medida. 

En 1987, Ana Belén Montes, una prometedora oficial de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), visitó la base militar El Paraíso, en El Salvador. Semanas después, la guerrilla marxista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) atacó la instalación dejando 69 muertos, entre ellos el sargento estadounidense Greg Fronius. Montes había pasado información al régimen cubano, para el que espiaba, y La Habana la había enviado a sus aliados del FMLN. 

En 2002, Montes fue condenada a un total de 30 años de privación de libertad. Fue liberada en 2023. Este mismo año, la administración Biden extendió invitaciones a altos militares castristas para recorrer puertos estadounidenses, algo “extraordinariamente imprudente”, según el congresista Mario Díaz-Balart. 

Cuando otro miembro del Congreso, David Rouzer, cuestionó la visita cubana al puerto de Wilmington, el Departamento de Estado evitó hablar sobre las preocupaciones de seguridad y comunicó a los medios que la administración Biden había “pedido repetidamente al Gobierno cubano, en público y en privado”, que liberara “de inmediato y sin condiciones a todos los presos políticos”.

Para John Suárez, director ejecutivo del Centro para una Cuba Libre, la respuesta “no aborda las inquietudes sobre la seguridad, ni la historia del régimen involucrándose y patrocinando el terrorismo, o las recientes visitas de alto nivel a Cuba de funcionarios rusos, chinos e iraníes”. Suárez cuestiona: “¿Significa esto que si el régimen libera a los presos políticos tendrá más acceso a Estados Unidos y su seguridad portuaria?”.

Para el activista de derechos humanos, hijo de exiliados de la Revolución marxista Cubana, la apertura de Biden es “profundamente preocupante”. Brian Latell, exanalista de la CIA, experimentó algo similar décadas atrás. “Los cubanos fueron subestimados durante más de un cuarto de siglo”, escribió en sus memorias. Washington pensó que trataba con aficionados hasta que en 1987 el agente Florentino Aspillaga Lombard desertó y reveló la capacidad de espionaje castrista. El régimen cubano desarrolló uno de los seis mejores servicios de inteligencia extranjeros, según Latell, con logros en el manejo de agentes dobles y contrainteligencia que “no han tenido paralelo”.

Suárez recuerda que los agentes al servicio del régimen cubano “han penetrado el Pentágono, la CIA, la USAID y el Departamento de Estado, han hecho que soldados mueran en el exterior, han dado forma a la política exterior de Washington, y han escrito evaluaciones de amenazas de países hostiles que subestiman los peligros que representan para la unión”. 

El caso de Carlos Lazo, que llegó a Florida en 1991 en balsa y asumió el estatus de refugiado, es de los más icónicos entre los agentes de influencia. Desde 2020, lidera la iniciativa Puentes de Amor por el fin de las sanciones al régimen, algo que oxigenaría a la dictadura al permitirle acceder a créditos internacionales. Lazo, veterano del ejército estadounidense, es aplaudido por la izquierda en el poder de la Isla, que lo recibió en el Palacio de la Revolución, y también por la que se dice alejada del Estado

Pero la pleitesía en la corte socialista no fue bien recibida por todos. En 2021, Edmundo García, un viejo vocero del castrismo en la radio miamense, reveló en una bizarra transmisión su enfado con Lazo, que fue recibido por “el presidente [Miguel Díaz-Canel] a cuerpo de rey”.

García dirigió su mensaje, además, a Raúl Castro, y al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Álvaro López Miera, a quienes también responsabilizó del “abandono” del régimen después de enviarlo a “una misión” a Estados Unidos. “Jamás he sido traidor, jamás he dejado de ser un revolucionario. Jamás hubiera venido aquí si no se me hubiera explicado muchas veces la necesidad”, reveló.

¿Estaría molesto por un recambio entre los agentes de influencia de La Habana?

La iniciativa de Lazo imanta a una variada fauna anti-embargo, como a Uberto Mario, residente en Miami y exmiembro de la policía política,  quien compartió el mismo auto que el profesor en una protesta contra las sanciones estadounidenses en febrero de este año.

¿Podrían unirse a la movida esbirros, voceros y colaboradores castristas que entran por la frontera sur?

Con tales antecedentes históricos, John Suárez aconseja que “Washington no subestime la entrada actual de represores al país”. El fracaso en el control de la frontera sur es oportuno para que castristas ingresen a territorio estadounidense y luego muten a agentes de influencia

El Instituto Cubano para la Libertad de Prensa (ICLEP) reportó entre 2021 y 2022 la llegada a Estados Unidos de al menos 12 comunicadores que servían como voceros en medios de la dictadura hasta poco antes de entrar por la frontera. Ninguno pidió perdón por los asesinatos de reputación contra defensores de los derechos humanos que llevaron a cabo en medios estatales ni por su participación en la propaganda del castrismo.  

Uno de ellos fue el locutor Yunior Smith Rodríguez, “famoso por denigrar desde la Televisión Cubana a reporteros independientes y opositores al régimen”, confirmó Normando Hernández, quien preside el ICLEP. 

También han arribado a Estados Unidos los militares Ernesto Alemán, jefe de Informática del Departamento Técnico de Investigaciones en La Habana.

Aunque Estados Unidos parece ser el destino más deseable para los esbirros, lo cierto es que en otras naciones, como Rusia (de los pocos países que no exigen visa a los cubanos), ha habido reportes de colaboradores del régimen que huyen del desastre económico. Mario Alberto Céspedes Pérez es uno de ellos, que pasó de delatar a disidentes en Cuba  a ser golpeado y cazado con perros por policías bielorrusos cuando trataba de pasar hacia la Unión Europea.   

El escritor y periodista Alberto Méndez Castelló, uno de los vigilados por Céspedes Pérez en el poblado de Puerto Padre, Las Tunas, perdona a su represor, pero le incomoda ver a otros como él saliendo, “muy bien establecidos en Estados Unidos, Canadá, España o cualquier país; no luchando por la libertad de Cuba, sino viviendo, sin temor, las libertades de la democracia contra las que ellos mismos lucharon en Cuba”.

“No guardo rencor ni alisto represalias contra ninguno de mis perseguidores porque, dentro de los calabozos, fui un hombre libre ―asegura Méndez Castelló―. Todos los días que pasé en huelga de hambre en los calabozos estuve con el estómago transido, sí, pero estaba con el corazón lleno de libertad, mucho más que mis perseguidores, que hoy son eructos del régimen que los utilizó para luego escupirlos.” 

Preguntas inconvenientes

El 27 de septiembre de 2019 el juez Darrin P. Gayles tronó el mazo en una histórica sentencia: seis meses de cárcel, dos años de probatoria y la restitución de 12.522 dólares para Saúl Santos Ferro, entre otros cargos, por no indicar sus lazos con el MININT castrista al completar su solicitud para residir en Estados Unidos. 

El Distrito Sur de Florida también ordenó que el exoficial de prisiones en Cuba fuera deportado tras pasar el tiempo y pagar el monto señalados. En la exposición de Santos Ferro ante la justicia confluyeron lo fortuito y la constancia. Alguien reconoció al exmilitar en un mercado, le tomó una foto y la envió a la web Cuba Represor ID, en redes desde 2011, y que expedienta a servidores de la tiranía socialista.

La Unidad de Derechos Humanos Internacionales del FBI, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Oficina del Inspector General de la Administración del Seguro Social confirmaron que Santos Ferro había sido mayor de la policía política “durante décadas” y había estado “involucrado en arrestar y detener a disidentes”.

Mediante la Ley de Ajuste Cubano, al año y un día de entrar legalmente a territorio estadounidense, los cubanos pueden aplicar a la residencia permanente. El formulario I-485 incluye preguntas problemáticas para los esbirros que buscan regularizar su situación migratoria por esa vía, activa desde 1966 para dar refugio a perseguidos. Al menos en cuatro de ellas mentirían los represores: 

“¿Ha sido usted miembro o ha estado asociado, de algún modo, con el Partido Comunista? ¿Estuvo usted de algún modo involucrado alguna vez en actividades como genocidio, tortura, la muerte o el intento de matar a alguien, lastimar seriamente o tartar de lastimar a propósito a alguien? ¿Ha perseguido usted alguna vez, directa o indirectamente, a alguna persona por razón de su raza, religión, origen nacional, pertenencia a algún grupo social en particular u opinión política? ¿Ha sido usted miembro, sirvió o ayudó o de otra manera participó alguna vez en (…) unidades militares, paramilitares, de la policía o grupos parapoliciales?”.

Responder falsamente los ubica ante un delito federal. De otro lado, aunque los crímenes de lesa humanidad no prescriben y serían juzgados en una Cuba libre, en Estados Unidos los represores solo podrían ir a los tribunales por mentir a las autoridades.

Crescencio Marino Rivero, en Miami desde 2010, fue noticia en 2012 cuando varias víctimas lo acusaron por abusos cometidos cuando era jefe de Prisiones en Villa Clara. Jorge Luis García “Antúnez” recuerda bien sus órdenes: “Mandó a partirme la cabeza en 1991 cuando me ‘planté’ porque no iba a usar ropa de preso común. Y me dijo: ‘Yo soy racista”. En otra ocasión mandó a encerrarlo en una celda con pederastas. 

“Él me torturó y aquí, en Estados Unidos, le dieron asilo”, lamentó el opositor, conocido como “el Nelson Mandela cubano”. Tras las denuncias, el Gobierno federal empezó a investigarlo por ocultar su pertenencia al MININT en sus formularios de solicitud. A finales de 2012 Marino Rivero huyó de vuelta a Cuba.

Antúnez hoy está “muy indignado de que todavía entren esbirros confesos por la frontera”. Cuestiona, además, el programa de parole humanitario, que considera de “doble moral, porque le abre la puerta a colaboradores del régimen, mientras el Programa de Refugiados en La Habana sigue detenido”.

Juan O. Tamayo, periodista de Miami Herald, ha reconocido que “cientos de otros cubanos” con pasado de esbirros viven en la ciudad, “incluidos agentes de la Seguridad del Estado, soplones y colaboradores, jueces, policías y miembros de los Comités de Defensa de la Revolución, las vigilancias vecinales”.  

Y al parecer, esbirros de otras dictaduras izquierdistas, como los “camaleones” chavistas, buscan lo mismo. Recientemente fue apresado el exalcalde de Guanta, Jhonnathan Marín, que hasta 2018 movió 1,2 millones de dólares entre Miami y Panamá en sobornos en la industria petrolera. De acuerdo con el medio Tampa Bay Times, la mayoría de los “camaleones” ingresan al país por vía aérea, legalmente, y una vez que se saben investigados “se entregan a cambio de penas menores”. 

Pero los exiliados del chavismo también se han organizado: mediante la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX) se detectan a los socialistas que pretenden vivir y hacer negocios en Estados Unidos. Además, la ONG realiza denuncias públicas, ante tribunales o en agencias de seguridad como el FBI. José Antonio Colina, presidente de la organización, señaló que los otrora chavistas ahora “ya no van tanto a Miami, sino a ciudades y estados donde sean menos visibles”, como Utah, Atlanta o Texas.

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) recordó para este reportaje la existencia de mecanismos como la Ley Magnitsky, que persigue a violadores de derechos humanos a nivel global. La institución ha pedido pública y repetidamente la inclusión de castristas en programas de sanciones individuales. “Pero hasta ahora nadie de la estructura represiva ha sido incluido”, dijo a YucaByte un vocero del OCDH. 

“La represión debe tener respuesta de la comunidad internacional, las democracias; de lo contrario faltarían a la obligación de defender los derechos humanos más allá de sus fronteras y estarían normalizándose esas actuaciones”. El OCDH acota que la efectividad está asociada a la voluntad política de los estados, “y ahí entran en juego desde el interés nacional hasta afinidades ideológicas”.

En una reciente comparecencia pública, el Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo que los encuentros en puertos de entrada a Estados Unidos cayeron un 95 por ciento para cubanos, haitianos y nicaragüenses por el, posiblemente inconstitucional, programa de parole humanitario -en vigor desde enero de este año- y con la cual, según fiscales de 20 estados, el Departamento de Seguridad Nacional abusa de su autoridad para conceder permisos humanitarios. Pero la variante tampoco parece efectiva para filtrar represores cubanos.

En Estados Unidos se encuentran al menos 34 esbirros y voceros del régimen cubano, según ha podido compilar esta investigación, a partir de fuentes personales, casos identificados por la FDHC, el ICLEP y la prensa. Los 21 esbirros (militares, represores violentos o de cuello blanco, delatores, entre otros colaboradores) y 14 voceros (troles en redes sociales, comunicadores o funcionarios del sistema mediático estatal), en su mayoría, entraron durante la crisis actual de la frontera sur. 

¿Son equivalentes ante la ley torturar al prójimo y reproducir loas a la tiranía en televisión? ¿Apalear y mentir para perpetuar al castrismo? La responsabilidad de cada individuo en la maquinaria represiva de la Isla tiene gradaciones, así como el repudio social o las sentencias en una Cuba futura. Todas esas posturas inmorales, sin embargo, en el presente de Estados Unidos podrían llevar a esbirros y voceros a enfrentar consecuencias legales por mentir sobre su pertenencia al complejo represivo-propagandístico totalitario. 

Luis Domínguez, experto de la FDHC, afirma que la presencia de los represores castristas es “un peligro potencial para las víctimas de abusos en Cuba y para la seguridad nacional estadounidense”.

El senador Marco Rubio, por su parte, cree que “la crisis fronteriza bajo el mando del presidente Biden continúa poniendo a los estadounidenses en gran riesgo”. En declaraciones para este reportaje, recordó que están entrando “desde criminales convictos hasta individuos en la lista de vigilancia terrorista del FBI, y ahora violadores de derechos humanos de regímenes sangrientos” como el cubano.

“Nos enfrentamos a una pesadilla migratoria que es insostenible en nuestra frontera sur”, recalcó. “Esta Administración debe rendir cuentas y explicarles a los norteamericanos por qué no defiende las leyes de Estados Unidos”.

En marzo de este año el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, recibió en su oficina en Washington D.C. una carta de senadores de Florida en la que estos se mostraban alarmados por la entrada a Estados Unidos de esbirros, voceros y colaboradores de la tiranía cubana. La senadora estatal Ana María Rodríguez, una de las firmantes, dijo que llevarían su preocupación al Congreso y al secretario de Seguridad Nacional para que no se les otorgara asilo a estas personas.

Las autoridades parecen ir en serio, ¿pero cuánto? ¿Hasta dónde llegarán en la corriente humana de víctimas y victimarios, cómplices y refugiados en la frontera sur? 

 

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Crece la incertidumbre de la población hacia los depósitos de dólares en los bancos
May 10, 2023

Sancti Spíritus, (ICLEP), Cuba. Desde que se diera a conocer el pasado 10 de abril, en la Gaceta Oficial de Cuba, la posibilidad de realizar depósitos en dólares en los bancos, el estado de opinión y la incertidumbre de la población se han hecho sentir.

Esta nueva decisión del régimen, dada a conocer como Resolución 63 del 2023, autoriza a realizar depósitos en cuentas y tarjetas bancarias en dólar americano, medida que ha sido vista por la población cubana con cierto recelo. Pese a que el régimen la presenta como beneficiosa para la población, los temores son reales.

No es la primera vez que el gobierno realiza reformas monetarias de un día para otro, afectando los depósitos bancarios de los ciudadanos. "Esta medida es un gran peligro, pues no hay garantías, ni seguridad con los depósito. El otro día un médico vecino mío, que estuvo de misión, fue a sacar un depósito en dólares y cuando llegó al banco le dijeron que no había esta moneda, y tenían que entregárselo en Euro. Se molesto, perdió dinero, pero tuvo que aceptar", aseguró Roldan Ramos, vecino de Garaita.

Muy contrario a las declaraciones del Ministro de economía Alejandro Gil, el pasado día 11 del mes en curso, donde refería que vamos en la dirección correcta, la población local piensa de manera muy diferente, y catalogan la medida como una trampa creada por el régimen para usar su dinero.


Publicado originalmente en la edición 155 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

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Manuel Cardenal Arteaga Betancourt, ¿Qué Pasó con su golpe en la Cabeza?
May 10, 2023

Repetir una mentira la puede convertir en verdad, pero repetir una infamia lo convierte a uno en difamador. Peor aún, a veces se repite lo que uno desconoce y sabe por comentarios o chismes sin confirmar y lo repetimos como verdad absoluta cuando no es así.

Nunca conocí al cardenal Arteaga, quien fue arzobispo de La Habana, yo era un niñito en su época, pero supe mucho de él a través de dos personas con quienes compartí mucho: Mons. Mariano Vivanco Valiente (mi párroco y tutor cuando mis padres salieron de Cuba con mis 3 hermanos) y el P. Antonio Iglesias (a quien conocí después que dejó de ejercer el ministerio sacerdotal ya casado y en Miami) ellos dos en diferentes momentos vivieron en el Palacio Cardenalicio realizando diferentes funciones junto al cardenal Arteaga.

Por Mariano supe que Arteaga era un hombre piadoso y de Fe profunda, que rezaba diariamente los 15 misterios del Rosario porque tenía mala la vista para rezar el Oficio Divino. Me habló de su sencillez y humildad, muy distante de lo arrogante y altanero que parecía de lejos por sus modales educados y cuna rica, junto a su vestir y vida lujosa. Mariano -quien para mí y muchos es un Santo- me decía "Carlitos, el cardenal Arteaga no era nada de las cosas malas que decían de él, era un hombre de vida piadosa".

Por Antonio Iglesias, quien siendo sacerdote fue testigo del accidente que tuvo el cardenal Arteaga en su habitación del Palacio Cardenalicio. Supe que el primero en llegar a su cuarto inmediatamente fue Mons. Raúl del Valle (quien ocupaba la habitación contigua) y el P. Valentín y él lo hicieron al minuto y pico.

¿Qué ocurrió? Ese día el cardenal recibió un dinero cash por una transacción del Cementerio de Colón y no hubo tiempo de depositarla o en el Banco o en la caja fuerte del Arzobispado, no recuerdo bien, pero el asunto es que el cardenal guardó ese dinero en su sotana, la cual colgó al entrar a su habituación en la percha, colgador, preocupado por el dinero le pareció ver una sombra y se dirigió a la misma golpeándose en la cabeza con la percha donde estaba la sotana, dió un grito y llegó enseguida Mons. Raúl del Valle a asistirlo. ¿De qué o quién fue la sombra? En ese y otros cuartos del edificio penetra intermitentemente la luz de la farola del morro (de lo cual doy testimonio) alumbrando y dejando sombras.

El vulgo creó toda una historia del accidente. Dijeron que el cardenal Artega era homosexual y que su pareja era un señor vinculado con el gobierno de Batista que lo golpeó en la cabeza.

Nadie presentó una prueba al respecto, pero si muchos chismes e infamias corrieron de boca en boca. ¿Quiénes fueron los creadores? unos culparon a un periodista y otros lo achacan a esa parte del clero habanero que nunca aceptó para La Habana a un cardenal camagüeyano y de cuna rica.

Históricamente, la Arquidiócesis de La Habana siempre ha sido una sede difícil para sus obispos primero y arzobispos después.

Sé muy bien que ésta no es toda la verdad porque dos testimonios no bastan para hacer un juicio histórico equilibrado, objetivo y veraz, pero existirán otros con testimonios de primera mano o pruebas fehacientes que puedan enriquecer éste triste pasaje.

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La indescifrable termoeléctrica Antonio Guiteras: una de cal y otra de arena
May 8, 2023

Para los cubanos contemporáneos no hay un aparato industrial en la Isla que haya generado tanta ansiedad, por sus altos y bajos, que la termoeléctrica matancera Antonio Guiteras, o el fantasma de los apagones, alias por el cual se le conoce en el argot popular debido a su poder de apagar.

Es ese el bloque de generación energética con más potencia instalada en el país –de ahí el hueco que causa con cada salida–, que un día está de buenas y otro amanece con el “moño vira’o”, como dice la gente en la calle.

Pero, a esa incertidumbre contribuye en alguna medida los medios de comunicación oficialista, que en su empeño de alejar del subconsciente colectivo el aura de los apagones se enreda en las noticias que dan.

El 30 de marzo en el Noticiero de la Televisión cubana (NTV) se anunció, desde la misma industria matancera, que después de haber salido el 24 de febrero último del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por avería, a finales de mayo el bloque volvería a sincronizar con la red. Sin embargo, esta aparente buena noticia trae una cola, algo al final, que mueve el ocaso de la nota como perro sato: terminando el año 2023 la industria se someterá a una reparación capital que tomará no menos de seis meses.

La de cal, al fin el régimen comprendió que no es factible, desde el punto de vista político, sacar a este monstruo de la generación energética en meses de verano, cuando el calor hace insoportable la vida. Raso, se puede caer la dictadura. Ya el régimen no está en condiciones de imponer su voluntad, como hasta la fecha ha sido costumbre, de machacar a placer a los cubanos. Todo indica que ahora valora las posibles consecuencias.

Los cubanos no están en condiciones de volver a soportar noches enteras tirados en los portales esperando el fin del apagón de turno. Tampoco que los pocos alimentos que se tienen de deterioren por falta de refrigeración en meses calurosos.

La de arena, que la incorporación de la Guiteras en mayo no es garantía de ausencia de apagones, desde mayo hasta fin de año. En la misma cola de la nota reposa el infortunio: hasta que la industria no se someta a la reparación capital de fin de año el fantasma de la avería estará presente.

Como se aprecia, la incorporación de la planta en el quinto mes del año no es una esperanza total, es una semiesperanza. La puerta se quedará abierta, en cualquier momento ellos pueden regresar. ¡Apagones!


Publicado originalmente en la edición 212 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

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A propósito del V Domingo de Pascua. (Evangelio: Juan 14, 1-12)
May 8, 2023

Desde hace mucho tiempo, tengo una intuición que me preocupa. Si yo fuera traficante de drogas y pidiera a alguien hacer una entrega, recompensándolo con una buena suma de dinero, creo que mucha gente me diría que “no”, pero por miedo: miedo a ser descubierto, miedo a tener problemas con la justicia, miedo a meterse en líos… Tengo la intuición de que poca gente me diría: “No… porque está mal”.

Cristo se autodefine en el Evangelio como “el camino, la verdad y la vida”, es decir, como el punto de referencia de todas nuestras decisiones, y lo hace porque él “permanece en el padre” y el Padre “permanece en él”.

Esto saca del juego la absolutización de muchas otras motivaciones: lo que me gusta o me disgusta, lo que tengo o no deseos de hacer, lo que menos problemas me dé, lo que más convenga a mis intereses privados, lo que no provoque el rechazo o la molestia de otros… En realidad, seguir a Jesús como Camino, Verdad y Vida significa aprender a poner en el centro de nuestras decisiones un criterio básico: lo que está bien.

En la medida en que ese criterio empieza a vertebrar nuestras decisiones:

- Crece la paz, que nace de la fidelidad a la conciencia.

- Se ensancha nuestra libertad, porque pierde fuera en nosotros el hecho de no ser comprendidos, aceptados, apoyados o aplaudidos. Nos hacemos más resilientes ante el rechazo, la exclusión o la crítica.

- Generamos una “sana indiferencia” ante nuestros proyectos, ideales, sueños, aspiraciones… La “sana indiferencia” no significa que no nos importen nuestras metas personales o que no trabajemos por lograrlas, sino que les negamos el protagonismo del sentido de nuestra vida, porque ese protagonismo se lo hemos dado a hacer “lo que está bien”.

- Se nos descomplica la vida, porque al poner el foco en realizar “lo que está bien”, supeditamos a este foco todo lo demás, incluido nuestro afán de éxito o de protagonismo, se nos da mucho mejor “desproblematizar los problemas”, y toma más relevancia la búsqueda sincera del bien mayor para todos.

Elegir el bien no es un aprendizaje sencillo, porque sabemos que el mal y la incoherencia son caminos más fáciles y más rápidos; porque a veces vemos cómo se nos adelantan aquellos que han decidido silenciar su conciencia, y porque mantener la fidelidad al bien es un acto de fe, un salto al vacío de la mano de un Dios que no nos ahorra crucifixiones, que nos empuja muchas veces a contracorriente, y que no tiene otro modo de sosegar nuestro espíritu inquieto que repitiéndonos: “yo estoy contigo”.

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Produccción de alimentos, asignatura pendiente para el régimen
May 6, 2023

Muchas son las causas por las que la agricultura cubana no satisface las demandas alimenticias de nuestro pueblo, bajos rendimientos, pérdidas de las cosechas por plagas o fenómenos atmosféricos extremos y mal manejo de los mecanismos de distribución encargados de hacer llegar a nuestras mesas los alimentos, son las más señaladas por los especialistas vinculados al sector agropecuario.

La organizaciones Mundubat y Veterinarios sin frontera, miembros de un proyecto de colaboración ejecutado en la isla hace más de 10 años, publicaron un estudio que dio a conocer datos muy aclaratorios sobre la realidad que vive la agricultura cubana y fundamentalmente el sector cooperativo.

El análisis realizado por estas organizaciones no gubernamentales, indicó que las pérdidas durante las cosechas y la recogida representan aproximadamente el 30% de la producción total, mientras que en las fases de distribución alcanzan un 27%.

Sin embargo, el documento reconoce como positivo, que las cooperativas agropecuarias agrupen el 80 % de las tierras y producen cerca del 90% de los alimentos del país, aunque resaltó que esta cifra solo garantiza el 20% de las necesidades alimentarias de la población.

Alexei Pérez, ingeniero agrónomo que laboró por más de 30 años en la Delegación de la Agricultura en la provincia de Villa Clara, concuerda con el estudio realizado por estas organizaciones. Pérez opina, que muchos de los problemas que presenta la producción de alimentos en Cuba en la actualidad, se deben a la debilidad y falta de organización de los mecanismos que dirigen al sector cooperativo, los cuales frenan su desarrollo.

"Las cooperativas cubanas carecen de autonomía para producir, muchas veces les dicen desde los gobiernos lo que tienen que sembrar, a cuanto y a quien pueden venderlo. Tampoco poseen mecanismos sobre la eficiencia y sostenibilidad de su producción, lo que las coloca en una posición muy difícil para lograr rentabilidad", explicó.

El ingeniero también refirió, que la falta de inversión en nuevas tecnologías para el adecuado manejo de los suelos y las dificultades para acceder a equipos modernos como los tractores multiusos y las maquinarias para el riego, influye en la degradación de las tierras y causan los bajos rendimientos.

“Los máximos dirigentes del estado y fundamentalmente el presidente cubano, hablan de quitar trabas y crear mecanismos eficientes para lograr aumentar la producción de alimentos, el cual es considerado un sector estratégico de la economía. Lamentablemente todo eso se queda en palabrería para los medios de difusión de la información y nunca se cumplen en la realidad”, acotó.

Publicado originalmente en la edición 93  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.

 

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Mi última columna
May 5, 2023

Me jubilo sin júbilo alguno. Me retiro del “columnismo”. Mis columnas, durante años, las distribuyó mi colaboradora más estrecha, Lucía Guerra. He cumplido 80 años. Padezco Parálisis Supranuclear Progresiva. El nombre lo dice todo.

Es una enfermedad rara del cerebro. Me la diagnosticaron en el hospital “Gregorio Marañón” -uno de los mejores de España- tras una resonancia magnética. Tres personas por cada 100,000 la padecen. No es contagiosa, ni heredada. No hay cura para ella. No se sabe cómo comienza ni por qué se origina. Es de la familia del “parkinsonismo”, pero sin temblores. De ahí la confusión en el diagnóstico. Se caracteriza por impedirme conversar bien y leer, más allá de los titulares (Linda, mi mujer, y nuestra hija, Gina, me leen los diarios), no así escribir todo lo “bien” que me ha permitido llevar más de medio siglo escribiendo -entre otras cosas- una columna “sindicada” a la semana. He escrito miles de columnas y debo a mis artículos todo lo que he hecho posteriormente.

Este PSP que ahora me afecta se caracteriza (como el otro, el de los comunistas cubanos), por el “habla lenta o arrastrada” que hizo que dejara los comentarios en CNN en español (donde tanto compartí con Andrés Oppenheimer, Camilo Egaña y otros notables periodistas), pese a los esfuerzos por retenerme que hizo mi amiga Cynthia Hudson, presidente de la cadena. O en veinte estaciones de radio, comenzando por El zol de la mañana, bajo la dirección del matrimonio dominicano Espaillat, Montse y Antonio, siguiendo con La hora de la verdad en RCN de Bogotá, en un espacio dirigido por Fernando Londoño, hasta la modestísima emisora por Internet que orienta Orlando Gutiérrez hacia Cuba, y tiene uno de sus más sólidos baluartes en Julio Estorino. Además, durante años mis comentarios llegaron a Cuba por medio de Radio Martí. Gracias por tolerarme en sus filas.

Al periodista cubano Carlos Castañeda lo vi llegar a Puerto Rico a finales de los sesenta con un trabajo que a mí me parecía muy difícil: levantar El día de Ponce hasta que compitiera con El Mundo de San Juan. Si yo hubiera sabido los planes de Carlos con cierta antelación me habría quedado a librar esa batalla, pero ya tenía hasta los boletos para España. Había sido aceptado en la Universidad Complutense de Madrid para hacer el doctorado. Mi familia y yo nos embarcábamos en una nueva aventura europea.

Era el primer semestre de 1970. Castañeda mudó El Día para San Juan, le cambió el nombre, le llamó El Nuevo Día e hizo un tabloide con grandes titulares, fotos ad hoc y grandes caricaturas. Pronto se quedó solo en el terreno. El Mundo cerró. De aquel lance antes de instalarme en Madrid guardo un consejo que fue muy importante en mi vida profesional: “Busca en New York a Joaquín Maurín -me dijo Castañeda-. Es un exiliado español. Dile que tú quieres escribir columnas para su agencia ALA (American Literary Agency). Ahí están los mejores de la lengua, entre otros, Germán Arciniegas y Pablo Neruda”. Lo hice. Maurín me pidió una muestra. Se la di. Cuando la encontré reproducida en 156 diarios me juré cuidar mis columnas. Y así he hecho desde entonces.

Joaquín Blaya me llamó a Madrid. Era un chileno, presidente de Univisión. Luego lo sería de Telemundo. Me pidió un comentario a la semana y dejó que yo escogiera el tema. Sería, claro, de actualidad. La promesa de Maurín se había cumplido. ALA le daba difusión a mis ideas y éstas me abrían otros campos como la TV, mucho mejor pagados que la prensa plana. Pero Blaya demostró que era un ejecutivo de altísima calidad. En una oportunidad en que me dieron un minuto para explicar una hipótesis de un cura antropólogo, profesor de una universidad de NY, sobre el programa del Welfare, diseñado fundamentalmente por hombres, y su impacto en mujeres de bajos recursos. Sin duda, un tema polémico. El canal 41 de NY vio la rentabilidad política, o actuó por temor, bajo la indicación de la gerencia. Lo cierto es que Al Sharpton, ministro baptista, fue a pedir mi cabeza al canal, sin haber oído mi comentario en español, y Blaya me defendió con total firmeza.

Cuando The Miami Herald parió un pliego en español creyeron que sería un fenómeno pasajero. Pero luego comprobaron que aumentaba el perímetro del castellano. Como el mundillo de los editores de diarios es muy reducido, se hablaba con mucho respeto de Carlos Castañeda y de la hazaña que había realizado en Puerto Rico. Lo llamaron y de ahí nació El Nuevo Herald en la primera parte de los ochenta. Allí comparecieron Roberto Suárez, Gustavo Pupo Mayo, Sam Verdeja, Armando González, Roberto Fabricio y el gran Carlos Verdecia, exdirector de El Nuevo Herald.

Creo que fue Pupo Mayo. Me ofrecieron la dirección de El Nuevo. No la acepté. No quería desplazarme de España. Me ofrecieron dirigir la página de “Opiniones”. Puse dos condiciones para que no aceptaran: sólo estaría presente la primera semana del mes. Las otras tres las pasaría en España. (A fin de cuentas, inauguré el trabajo a distancia que se popularizó durante la pandemia). La segunda condición era que fueran mis adjuntos Araceli Perdomo, de cuya integridad se contaban cosas muy positivas en la redacción, y Andrés Hernández Alende, para no cometer errores ni injusticias. Al extremo que, andando el tiempo, tras mi renuncia, Araceli y Andrés me sustituyeron en el cargo. A lo largo del tiempo El Nuevo Herald ha sido mi casa.

He tenido la oportunidad de escribir en los mejores periódicos de América Latina, de España y de USA. En los últimos tiempos mi columna semanal ha aparecido en El Libero, el mejor periódico digital de Chile, y en El Independiente, un excelente diario digital que sacan Casimiro García-Abadillo, Victoria Priego (dos grandes veteranos del periodismo español) y -en la parte internacional- Ana Alonso. Esos dos diarios completan el cuadro del ámbito de la lengua en el que he tenido el privilegio de dar la batalla de y por la libertad. Al final de mis memorias, Sin ir más lejos, publicadas por Silvia Matute en “Debate”, editora también de “Penguin-Random House”, en español, cité al filósofo Julián Marías por su humilde frase. Hoy lo vuelvo a hacer: “Hice lo que pude”.