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Opinión
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He estado pensando en cosas que dijo san Pablo.
Jun 2, 2023

Suele haber muchos modos de decir lo mismo. Para nosotros es familiar la frase: “Saque usted sus propias conclusiones”. Jesucristo lo decía de otro modo: “El que tenga oídos, que oiga”.

La Biblia es para todos, para que “tengamos vida, y vida abundante”, pero es responsabilidad de cada persona escuchar, acoger, y determinar lo que, en cada momento, Dios le está diciendo. Y yo he estado pensando en cuánto puede iluminar a nuestro pueblo hoy lo que el apóstol Pablo dijo a los Efesios, en los remotos inicios del cristianismo.

“Hermanos –dice san Pablo- en otro tiempo, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Pórtense como hijos de la luz, con bondad, con justicia y según la verdad, pues estos son los frutos de la luz (…) No tomen parte en las obras de las tinieblas, donde no hay nada que cosechar; al contrario, denúncienlas (…) lo que es denunciado por la luz, se vuelve claro, y lo que se ha aclarado llegará incluso a ser luz”.

Nacemos y crecemos entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. Ambas serán siempre dos propuestas, dos caminos posibles, pero cada persona decide cómo quiere vivir, si como hijo de la luz o como hijo de las tinieblas. Y esta elección es la base de la propia existencia, porque condiciona el modo en que la persona usará todo lo que decida integrar en su vida: religión, moral, ideologías, tendencias políticas… La fascinación por la luz o por las tinieblas es el tamiz, el filtro, la dirección en la que se canalizará todo lo demás.

Si quieres vivir como hijo de la luz, dice san Pablo, necesitas construir la existencia en torno a tres opciones: el bien, la justicia y la verdad. San Pablo fue un luchador empedernido, por tanto, no se detiene a considerar si optar por el bien, la justicia y la verdad va a ser difícil, o complicado, o peligroso, o va a dar miedo… san Pablo señala el camino. Los obstáculos se enfrentan, y punto, siempre teniendo en cuenta la condición inicial: “si quieres…”

Se puede optar por las tinieblas, pero allí “no hay nada que cosechar”. Puede haber mucho que “conseguir” pero es un camino que te deja sin vida, si gozo verdadero, sin paz profunda. El poder del mal es seductor y puede ser práctico y rentable, pero no es gratuito y, a la corta o la larga, te seca el alma.

Por otra parte, el consejo de Pablo no se reduce a no optar por las obras de las tinieblas sino a denunciarlas de modo abierto y decidido. Para Pablo, el mal debe ser condenado con firmeza, sin justificarlo, sin excusarlo, sin enmascararlo para hacerlo más aceptable.

El simple hecho de llamar a las cosas por su nombre significa ponerlas en evidencia, porque proyecta sobre ellas un rayo de luz que las priva de lo que les confiere protección: la mentira, el silencio, los nombres hermosos pero falsos, que permiten llamar bien al mal y mal al bien.

No optar por la luz es, para san Pablo, permanecer dormido entre los muertos, por eso agrega al final de este texto a los Efesios: “Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y la luz de Cristo brillará sobre ti”.

El que tenga oídos… que oiga.

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Reivindicar a Martí es el mejor homenaje
Jun 2, 2023

Este 19 de mayo que pasó se cumplieron 128 años de la muerte en combate de José Martí, en Dos Ríos y el mejor homenaje que se puede rendir, es despojarlo de la manipulación política a la que ha estado sometido durante más de 60 años.

Durante décadas el régimen cubano ha enarbolado como estandarte político, el pensamiento y obra de Martí, para hacer ver al proceso político en la isla como genuino representante del ideario político del maestro, una verdadera farsa que necesita ser reivindicada.

El Martí real fue un demócrata revolucionario, que quería la independencia política de Cuba y el establecimiento de una república democrática, "con todos y para el bien de todos", no de unos pocos que se han perpetuado en el poder y usan la patria como pedestal para beneficio personal.

Los ideales democráticos de Martí incluían a todos los buenos cubanos, no un grupo "selecto e intocable de individuos", que se levantan sobre el sudor y dolor de un pueblo. Martí conoció el comunismo del siglo XIX, pero no simpatizó con él, evidencia de ello son sus críticas personales a su amigo entrañable Fermín Valdés Domínguez, por sus simpatías socialistas.

Erigidas sus ideas, como bandera del régimen cubano, José Martí ha sido mal interpretado y utilizado en un proceso intencionado de manipulación de las masa.

Las simpatías de todos los cubanos hacia Martí y el desconocimiento de los contextos en los cuales expresó muchas de sus ideas políticas, han sido parte de este engranaje mediático y manipulador.

Muchas de sus frases son descontextualizadas y usadas para justificar procedimientos y acciones políticas, en un intento desenfrenado de arrastrar voluntades.

Discursos políticos de la dirigencia castro comunista y cuanto evento político se ha realizado en el país, ha tenido el toque amañado del régimen, con alguna idea o expresión del pensamiento martiano.

Despojar a nuestro apóstol de tales manipulaciones y ultrajes políticos, es una necesidad de estos tiempos. Martí es de todos los cubanos, y no puede ser el Caballo de Troya de ningún interés mezquino.


Publicado originalmente en la edición 157 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

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Los huecos en las bóvedas de los bancos cubanos
May 28, 2023

El notición, la sorpresa, cayó como rayo atronador en día despejado: Cuba permitirá de nuevo los depósitos de dólares estadounidenses en efectivo, el asuntico del enemigo, en su red bancaria.

Nota que se divulgó a través de una resolución del Banco Central de Cuba (BCC). La primera pregunta, lo que la gente de pueblo no entiende, qué rumbo habrán tomado los dólares que abarrotaban las bóvedas de los bancos cubanos; razón por la cual en enero del año 2021 el régimen prohibió los depósitos de la malvada moneda yanqui en las instituciones financieras del país.

Cuando aquello, no cabía un dólar más en la cueva bolchevique y hoy todo indica que ya no hay pero, ¿dónde queda el bloqueo si el país no puede comerciar con dólares? ¿Tendrán algún hueco las bóvedas de los bancos que esta gente no hayan descubierto?

Con la ineficiencia de la dictadura nunca se sabe. No obstante, hay algo que sí queda claro: ese para atrás y para adelante dice justo que la junta militar no sabe qué hacer con el país. Hoy, el rumbo es incierto, por tanto, comprometido el futuro de la isla; y mientras esto sucede el pueblo paga los platos rotos.

Lo desconsolador del asunto, el anuncio de la aceptación de depósitos en dólares, es que nada cambiará a mejor. No se descarta la posibilidad de que a la vuelta de par de años vuelvan a prohibirlos.

Es débil la justificación que dan las autoridades para aceptar de nuevo los depósitos; pues por ningún lado se ve la supuesta reactivación del turismo o la recuperación paulatina de la actividad productiva y los servicios, que dice el régimen está ocurriendo, razón utilizada como base para aceptar los depósitos.

Basta recordar que en enero de 2021 entró en vigor la tristemente célebre Tarea Ordenamiento que devaluó el peso cubano de 24 unidades por dólar a 120, mientras en el mercado negro se cotizaba el dólar en 185 pesos.

Descuento del peso cubano, en ambos mercados, oficial y negro, que ha derivado en una inflación de 70 % en 2021 y 40 % en 2022, según datos publicados en el blog del economista cubano radicado en España, Elías Amor Bravo.

Este deambular errático en la dirección del país, un día quitan el dólar porque no hay dónde guardarlo y otro lo ponen porque se filtraron los que estaban, solo muestra una cosa: el régimen no sabe qué hacer con los huecos que ahora mismo tiene la economía cubana.


Publicado originalmente en la edición 213 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

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Carlos Alberto, incansable luchador por la libertad
May 27, 2023

La primera vez que supe de Carlos Alberto Montaner fue gracias a un artículo suyo titulado “Henry Kissinger en La Habana”, un trabajo que me gustó mucho y determinó mi futuro interés por un compatriota que, cuando nadie escuchaba y menos querían ver, asumió el compromiso de atacar el castrismo, sin entrar a considerar los perjuicios que tal decisión pudiera acarrearle.

El recorte me lo envió a Cuba a mediados de los 70 o finales, el ex prisionero político Héctor Caraballo, quien había logrado escapar de Cuba en una balsa. Héctor, radicado en Puerto Rico, entabló con Montaner una relación como consecuencia del interés que ambos compartían por Cuba.

No perdamos de vista que aquellas fueron décadas en que raras voces clamaban en el desierto del anticastrismo. No pocos, gobiernos inclusive, subestimaron al dictador cubano que vertiginosamente montó un gigantesco aparato con la ayuda de la desaparecida Unión Soviética para someter a toda América.

Montaner se encuentra entre los pioneros que confrontaron el naciente totalitarismo en Cuba y en el extranjero, un crédito de honor que no muchos pueden mostrar. Su gestión ha sido exitosa, al extremo, que, en pocos años, se convirtió en un referente para conocer la realidad de la Isla de la cual, se habían adueñado los Castro y sus esbirros.

Por otra parte, Carlos Alberto, se cuenta entre los primeros que denunció el peligro que significaba para todo el continente el castrismo. Sus trabajos al respecto fueron muchos, y estoy seguro, que estuvieron entre los más leídos por políticos e intelectuales del hemisferio, incluido Estados Unidos, lo que contribuyó ampliamente a la misión de combatir la subversión totalitaria, espacio, muy difícil de llenar por el vacío que deja su carta de despedida.

Cierto que he comentado en más de una ocasión que uno de los decires del escritor José Antonio Albertini es “la tinta también mata”, pero hay escribidores como Montaner y el propio Albertini, que con la tinta que usan han salvado y protegido a los que requieren ayuda.

Nunca debemos olvidar a quienes con su talento y dedicación han defendido la libertad, al igual que otros, con sobrado coraje, han combatido con las armas en las manos la subversión fidelista en diferentes lugares del orbe como Félix Rodríguez y Rigoberto Acosta, entre otros, así como los Makasis, cubanos que combatieron en África, tanto en tierra, aire y hasta en el legendario lago Tanganika, las huestes guevaristas y de Víctor Dreke.

Tampoco se debe pasar por alto los muchos patriotas que se consumían en cárceles de Cuba, México, Estados Unidos y Venezuela por enfrentar a su manera y en base a sus convicciones, el totalitarismo insular.

El castrismo nunca ha dejado de reprimir y los cubanos dignos tampoco han pedido cuartel, entre ellos Carlos Alberto, qué a través de los medios de información, su activismo político y comparecencias internacionales, no dejaba de atacar la dictadura que ensombrecía su Patria, convirtiéndolo, en uno de los enemigos más odiado por el castrismo.

No faltaron patriotas para hacer la guerra al totalitarismo en todas sus formas, con anuencia o no de Estados Unidos. Tampoco, han estado ausentes coterráneos qué como Montaner, José Ignacio Rasco, Juan Clark, Eduardo García Moure y Humberto Medrano, por solo mencionar unos pocos, pusieron su talento a la tarea de difundir la verdad sobre Cuba, logrando, cierto que modestamente, que la ceguera voluntaria diera paso a algo de luz.

No todos vamos a estar de acuerdo con la labor que ha cumplido durante toda su gestión de intelectual Montaner, pero si reconocer, que su trabajo ha sido ejemplar. Mientras, los Castro, hundieron a Cuba como Nación y República, su obra de vida ha contribuido profundamente a demostrar la catástrofe que tenía lugar en nuestro país.  

Carlos Alberto Montaner ha sido, en mi opinión, uno de los más productivos promotores a favor de la democracia en Cuba y el resto del continente. Su indiscutible talento para debatir y su habilidad para comunicar las ideas, lo convirtieron en un gigante cuya obra debe enorgullecernos. Es un Grande y como tal merece nuestro respeto y un destacado lugar en nuestro presente y en la Memoria Nacional.

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¿Mercado negro o clínica* para el régimen cubano?
May 27, 2023

A causa del manejo desproporcionado y abusivo de los precios de los productos de primera necesidad por parte de las autoridades, una inquietud popular se impone hoy en la realidad cubana: ¿hasta qué punto el mercado negro es ilegal o será lugar de aprendizaje o clínica para el régimen?

Esta intranquilidad ciudadana tiene su base en el hecho de que todo indica que las autoridades fijan precios a los productos que vende a la población, a partir de los que ya tiene el mercado informal.

Claramente, hay una correspondencia más que demostrada; lo mismo con el ají que con el tomate, por solo citar dos productos de estación vigente. Pero, igual pasa con los artículos industriales, dígase una cama o silla.

Es como si en esta pesquería de río revuelto todos apostaran contra el ciudadano común; ese que no tiene dónde caerse muerto y que no da crédito al ver cómo ambos extremos sintonizan para desplumarlo.

Pero hay un detalle: a un bando lo tildan de delincuentes y abusadores y el otro extremo se autodefine honesto. Sólo que el lado que se define puro es tan delincuente como el otro, de ser esa la clasificación.

Basta decir que no hay reunión de la dirigencia comunista, muchas de ellas trasmitidas por televisión, donde no se haga énfasis en la cruzada a muerte contra los especuladores del mercado negro; esto es repetitivo.

De inmediato, y por su propio peso, llegan las incongruencias a partir de cada uno de estos llamados, que lejos de engañar, ponen al descubierto de nuevo la naturaleza diabólica del régimen. Primero, ¿quién es más bandolero?, aquel que sin tapujos fija precios según la ley natural tan antigua como la humanidad, de oferta y demanda, o quien oculta su perfil de lobo bajo piel de oveja.

Segundo, quién es el responsable de que en cuestión de días los precios de los productos de primera necesidad se hayan disparado, sino es aquel que metió la pata con la erróneamente llamada Tarea Ordenamiento; cuando no se contaba con un mínimo de ofertas para estabilizar el mercado.

Tercero, si tan preocupada está la dictadura en bajar precios, por qué no comienzan por ellos mismo en lugar de competir con los “bandoleros” del mercado negro. Una vez más, se demuestra la falsedad de la palabrería barata de la junta militar: siempre culpan a otros de sus desaciertos.

Algo similar sucede con el socorrido bloqueo imperialista, para tapar faltas. No es secreto que hoy la mesa del cubano no estuviera tan sufrida si lo poco que comercializan las autoridades antes no pasara por el filtro del mercado negro, la clínica favorita del régimen.

⁕Aunque la palabra clínica como demostración de saberes en arte, deporte u oficio –de modo informal– no está incluida en la definición del término que hace la Real Academia Española, en la actualidad tiene amplio uso en este sentido; o lo que es igual, se acepta como modismo (palabra de moda).


Publicado originalmente en la edición 213 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

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Los “coleccionistas de heridas” latinoamericanos
May 26, 2023

“Coleccionistas de heridas” es un término acuñado por el ex Agente Especial del FBI Joe Navarro en su libro “Cazando terroristas: una mirada a la psicopatología del terrorismo”, y posteriormente analizado en artículos suyos en Psychology Today. Navarro lo define como “La recogida y preservación conciente y sistemática de transgresiones, violaciones, errores sociales, reclamos, injusticias, tratamientos injustos, o menosprecio a uno mismo u otros, con el propósito de alimentar, fortificar o justificar una ideología maligna, promover odio, satisfacer patologías, o exigir venganza”.

Navarro, experto en contrainteligencia y evaluación conductual, utilizó primeramente el término analizando terroristas, destacando que “son coleccionistas perennes de heridas” que frecuentemente destacan “eventos de décadas o incluso siglos anteriores”. Cita como ejemplos a Ted Kaczynski y su “Unabomber Manifesto” condenando la tecnología; la fatwa de Osama Bin Laden en 1996 condenando hechos de cuando las Cruzadas, y muchos otros.

Para mí el concepto “coleccionista de heridas” desencadena la imagen de intelectuales y políticos izquierdistas latinoamericanos que siempre acusan a EEUU o las corporaciones multinacionales por todos los males que afligen a la región.

Cuando estudiaba Relaciones Internacionales en los 1970s muchos de mis profesores estaban enamorados de la Teoría de la Dependencia, de que los recursos fluían, de forma explotadora, de una “periferia” de países pobres subdesarrollados a un núcleo de países ricos. Elemento central era que los países del núcleo se enriquecen a expensas del empobrecimiento de los periféricos. Muchos autores principales de la Teoría de la Dependencia eran latinoamericanos: Raúl Prebish (argentino), Fernando Henrique Cardoso y Celso Furtado (brasileños), y Enzo Faletto y Aníbal Pinto Santacruz (chilenos).

Entre paréntesis, Fernando Henrique Cardoso posteriormente fue presidente de Brasil (1995-2002) y reconoció saber poco de economía cuando escribió con Enzo Faletto “Dependencia y Desarrollo en América Latina”.

La Teoría de la Dependencia comparte muchos temas con la teoría marxista, y “Dependencia” se convirtió en grito de batalla de la izquierda en América Latina. Los intelectuales y políticos latinoamericanos resultaron “coleccionistas de heridas” de todos los errores sociales, reclamos, injusticias y tratamientos injustos que atribuyen a las corporaciones americanas. Para ellos, el desarrollo latinoamericano fue víctima de la codicia de éstas.

De la mano con “Dependencia”, entre los 1960s y 1980s la maligna ideología de la Teología de la Liberación se entrelazó al dogma marxista, y promovida intensamente por Cuba comunista y la Unión Soviética ejecutó sangrientas “guerras de liberación nacional” en Latinoamérica. La Teoría comenzó como movimiento dentro de la Iglesia Católica latinoamericana. Su iconografía frecuentemente incluía un Jesús guerrillero con un arma soviética.

El origen del modelo latinoamericano de Teología de la Liberación se acredita al sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez. En 1971 Gutiérrez publicó “Una Teología de la Liberación”, uno de los libros definitorios del movimiento. Para Gutiérrez la pobreza es resultado de la dependencia a los países desarrollados y estructuras sociales injustas. Los autores de la Teología de la Liberación también se convirtieron en “coleccionistas de heridas” de todos los males presumiblemente infligidos a la región por Estados Unidos. Irónicamente, Gutiérrez llegó a ocupar una prestigiosa cátedra en la Universidad de Notre Dame en Estados Unidos.

Durante décadas Estados Unidos ha intentado infructuosamente redefinir su relación político-económica con Latinoamérica, fundamentalmente mediante la Alianza para el Progreso del Presidente John F Kennedy, y la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, del Presidente Ronald Reagan. Ambas resultaron inefectivas.

Un subproducto de la recolección de heridas en Latinoamérica es que la región ha desarrollado un concepto de víctima expresado en el desprecio al sector privado de la economía y particularmente a las muy necesitadas inversiones americanas.

Pero la actual economía global está alterando antiguos paradigmas de desarrollo, y mucho puede lograrse con muy poco. Consideremos: “Uber, la mayor compañía de taxis del mundo, no posee vehículos. Facebook, el más popular dueño de medios, no imprime documentos. Alibaba, el detallista más acaudalado, no tiene inventario. Y Airbnb, el mayor proveedor de alojamiento, no posee inmuebles” (Tom Goodwin en TechCrunch.com).

Para ser económicamente exitosa Latinoamericana necesita dejar de recolectar heridas reales o imaginadas y acabar de entender lo que hace crecer la economía.

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Aquella Cuba hermosa
May 25, 2023

Para mi Cuba era Güines. Cuba era el boniatillo, el helado de mantecado, los Panques de Jamaica, la frita, Chicharito y Sopeira y la Tremenda Corte de Castor Vispo. Cuba era la Cerveza Polar, la Tropical 50, Bacardí, la Malta Hatuey, el viejito Chichí.

Cuba era los Carnavales, los desfiles en convertibles, las comparsas de “La Jardinera”, “La Bollera”, “Los Marqueses de Atares”, “La Charanga de Bejucal.

Cuba era el Casino Deportivo de La Habana con sus bailes de sábado y domingo y su rueda estilo casino.

Los Bailes de La Tropical y del Centro Gallego. Cuba era las butifarras del Congo, las papas rellenas del Faro de Guanabacoa, el manisero con su pregón, Olga la tamalera.

Cuba era las bodegas, bares con sus victrolas, su alegría y su vasito de cerveza. La inolvidable Viña Aragonesa.

Cuba era Abelardo Barroso y la orquesta Sensación, era Ñico Membiela, Orlando Contreras, la raspadura, era Galiano y San Rafael, era Prado y Neptuno, era el Stadium del Cerro, era el cucurucho de maní, el crocante habanero, el vendedor de melcochas, el periódico Zig Zag y Olga y Tony.

Cuba era Gaby, Fofo y Miliki, era Dick y Biondi (¿dónde me pongo?) era Roldán el Temerario, El látigo Negro, Sakiri el Malayo y el indio Karinoa.

Cuba era Ernesto Lecuona, Gastón Baquero, era Bohemia y Carteles, Prensa Libre y el Diario de la Marina, los muñequitos del periódico El País, era Bobby Bragan y Rocky Nelson.

Cuba era Materva, Ironbeer y Jupiña. Cuba era La Guantanamera, era Cachucha y Ramón.

Cuba era Marta Veliz "la Meneíto" y Blanquita Amaro.

Cuba era Mimí Cal, Tres patines y Aníbal de Mar.

Cuba era Cruz Diablo (un Zorro, pero cubano), los Tres Villalobos, era Taguarí el rey blanco del Amazonas (un Tarzán, pero cubano).

Cuba era Changó, Yemayá y Ochún. Era Santa Bárbara y la Caridad del Cobre. Cuba era La Sonora Matancera, era "Caimitillo y Marañón", era el Alí Bar, Partagás y Regalías el Cuño, era Chan Li Po y Rafles el ladrón de las manos de seda.

Era Tamakún. Era el "borracho de la televisión" (Guillermo Álvarez Guedes) eran Balance y Salmoyedo de La Taberna de Pedro. Era Tinguaro, Mamacusa Alambrito, Arbogasto Pomarrosa.

Cuba era Tito Hernández y Rosendo Rosell.

Cuba era la lucha libre con Mingoyo el de "Mingoyo la soga", y el Chiclayano con su patada voladora y la Amenaz Roja.

Cuba era el "juez" Arturo Artalejo de "Aquí todos hacen de todo"

Cuba, para mí, era hasta Pelayo el que subió el palo encebado.

La Macorina, La Lupe y Chano Pozo.

Cuba era Rodolfo, Miguelón y Machito, era el indito Ciervo Ligero, el viejito Tobías, y el Gago Quiñónez.

Cuba era hasta sus caballos: Azabache, Tormenta, Centella y Tabaquito. Cuba era Kid Chocolate, Kid Gavilán, Florentino Fernández y Puppy García.

Cuba era "los marcianos llegaron ya y llegaron bailando Rica Cha".

Cuba era Rolando Ochoa, la Clínica Covadonga, la Casa de Beneficencia, El Centro Gallego, El Centro Asturiano, Cuba era el trío Matamoros y el de Servando Díaz.

Cuba era Julito Díaz, Andrés Fleitas y Roberto Ortiz.

Cuba era el Chino Wong, la quimbumbia, el quimbombó, los papalotes, las canicas, los trompos, las carriolas, Perucho (300) Formental.

Cuba era Celia, el Benny y Vicentico Valdés. Cuba era Rita Montaner, Olga Guillot y Valencia con su Circo.

Cuba era El Encanto, Fin de Siglo, J. Vallés y Flogar, el Ten Cent, La Casa de Los Tres Kilos, era el Edificio Focsa, La CMQ, El Hotel Nacional, El Hotel Riviera, era la Novela del Aire, era Gaspar Pumarejo y su "Reina por un día."

Cuba era Otto Sirgo. Cuba era el Caballero de París, era Popa, era Pelusa, era Marta Pérez e Isidro de Cámara. Era Leonardo Moncada y su caballo Ligero.

Cuba era Enrique Santiesteban y su "Bebe de mi copa pequeña".

Cuba era Agapito Mayor, era la cerveza Cristal.

Cuba era el Casino de la Alegría

Cuba era Almendares, Habana, Cienfuegos y Marianao. Cuba era Adolfo Luque y Miguel Ángel González, Napoleón Reyes y Sungo Carreras, Héctor Rodríguez, Roberto Ortiz, Orestes Miñoso, Adrián Zabalas y Jiqui Moreno…

Y un monstruo seguido por miles de apapipios acabaron y destruyeron aquella Cuba hermosa y primorosa.

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A propósito de la Ascensión del Señor. (Evangelio: Mateo 28, 16-20)
May 23, 2023

Hoy celebramos la solemnidad de la Ascensión, con un Evangelio pleno de signos. Propongo irlo leyendo, añadiendo algunos de los entresijos que contiene. Dice así…

En aquel tiempo, los once discípulos… (once, no doce, porque uno traicionó al Maestro y se suicidó, y los que quedaron, huyeron, se escondieron, negaron la amistad con el Maestro… en otras palabras, aquellos a los que Jesús pedirá predicar al mundo su Evangelio son gente frágil, con caídas, con miserias humanas… es decir, nosotros).

…se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado (no se encuentran con Jesús y luego suben al monte, suben para encontrarse con él. ¿Y qué es “subir”?, es todo lo que haces para favorecer la experiencia del encuentro con Jesús: la oración, la Biblia, la Misa, lecturas, personas, ambientes… Nunca mejor dicha la frase de San Agustín: “El Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

Al verlo, se postraron, pero algunos dudaban… No es la duda de si Jesús es o no el Señor, es la duda de si vale la pena o no abrazar el proyecto del Señor, si me dejo envolver o no por la propuesta del Señor. Expliquémoslo con una anécdota real: Una monja preguntó a un grupo de niños: “¿Quién quiere ser amigo de Jesús?” Todos alzaron la mano menos uno. La monja le preguntó: “¿Tú no quieres ser amigo de Jesús?”, a lo que el niño dijo: “No, porque si me hago amigo de Jesús voy a tener que cambiar”.

Jesús les dijo: “Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra”. ¿Qué tipo de poder? Poder para servir, porque todo poder en el seguimiento de Cristo solamente puede entenderse como medio para el servicio.

“Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos…”. En tiempos de Jesús, el discípulo no era sólo el que iba a aprender del maestro sino que vivía con el maestro. Es la invitación no sólo a escuchar a Jesús Maestro sino a vivir con él, a tener la experiencia de estar con él.

“… bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…” Mateo usa el verbo baptizei, es decir, “sumergir y dejar dentro”. Significa ayudar a la persona a permanecer comprometida con el Dios que da sentido a la vida desde el amor y el servicio.

“… enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado”. No se trata de predicar “lo que yo creo justo”, para eso cada uno puede fundar su propia iglesia. Se trata de transmitir los valores del Evangelio, y el primer modo de hacerlo es con la propia vida, sobre todo frente a un mundo que aplaude lo que le gusta del Evangelio y denigra y desprecia lo que cuestiona su conciencia.

“Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”. Porque pase lo que pase, en todo momento, más allá de nuestras fragilidades, dudas e incluso incoherencias, en todas y cada una de nuestras tormentas, el Señor estará, cercano, seguro, sereno.