Foto tomada del bolg ONLINETOURS
Por el periodista ciudadano José Raúl Mena
Jun 18, 2024 | 10:00 AM
Sancti Spíritus, Cuba, (ICLEP). El cierre del central Uruguay, que lleva dos años sin realizar zafra, ha dejado a más del 70% de sus obreros afectados. Muchos de ellos han sido reasignados a trabajos con salarios más bajos, mientras que otros han quedado desempleados.
Esta industria cesó sus operaciones en enero de 2022 debido a la escasez de caña y al deterioro técnico de su maquinaria, convirtiéndose en uno de los principales desafíos para los 424 trabajadores que formaban parte de su plantilla, según datos del Departamento de Recursos Humanos del central.
Tras el cierre prolongado, solo 192 obreros quedaron en plantillas, atendiendo las reparaciones del central, ganando bajos salarios y el resto fue reubicado o quedó en la calle a la espera de que nuevamente inicie sus molidas, algo imposible por el momento.
"La parada del central nos afectó de gran manera. Muchos trabajadores quedaron sin trabajo, yo mismo perdí mi puesto laboral de 40 años. A muchos nos dieron como opción de empleo ir para la agricultura a a ganar una miseria", confesó Ibrahím Nápoles Rubio, trabajador afectado.
A esta afectación se suma el desmantelamiento del central. Muchas de las piezas y maquinarias de este central han sido llevadas para el central Tuinicú y otros del país, quedando aún más afectado, lo que demorará en poder reiniciar sus moliendas.
Giraldo Fábregas Rodríguez, jefe de calderas del área de industrias del Uruguay, confesó a este medio que el traslado o canibalismo de piezas y maquinarias de esta industria, para reparar el central Melanio Hernández, solo harán más difícil que el Uruguay pueda arrancar de nuevo. La realidad es dura hoy para los azucareros jatiboniquenses, quienes dudan que el coloso Uruguay, fuente de ingresos y de la economía local, pueda hacer de nuevo zafra.
Publicado originalmente en la edición 181 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano