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Aumentan violaciones a la libertad de expresión y prensa en Cuba durante mayo

Ilustración Canva, collage ICLEP

Por ICLEP

Jun 10, 2024 | 10:51 AM


Redacción ICLEP - En el mes en que se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el régimen cubano continuó mostrando su aversión al periodismo y la libre expresión. Un total de 98 hechos violatorios fueron registrados en mayo por el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), lo que representa un crecimiento del 19.51% respecto a abril de 2024.

Parte de este incremento se debió a los operativos nacionales represivos en torno al Día Internacional de los Trabajadores (1ro de mayo) y la fecha fundacional de la República (20 de mayo), en los cuales fueron frecuentes los cortes selectivos de internet y los arrestos domiciliarios a periodistas.  

En total se registraron 41 ataques, amenazas y/ agresiones psicológicas, 29 restricciones en el espacio digital, 16 detenciones arbitrarias, 8 usos abusivos del poder, 2 agresiones físicas, 1 sentencia de privación de libertad contra una persona y una medida cautelar de prisión preventiva contra un periodista.

Las violaciones, que representan un subregistro de lo que sucede en el país, se contabilizaron en ocho provincias, siendo La Habana (60), Villa Clara (10) y Pinar del Río (9) donde se reportaron la mayor cantidad de incidentes. Un total de 56 personas (19 mujeres y 37 hombres) fueron víctimas de alguna forma de hostigamiento durante del mes.

El grupo más hostigado fueron los periodistas independientes (26), seguidos por activistas (12), opositores (6), presos políticos (5), ciudadanos (4) y artistas (3) Las violaciones fueron cometidas fundamentalmente por oficiales de la Seguridad del Estado, el monopolio de las telecomunicaciones ETECSA encargado de realizar los cortes de internet y la Policía Nacional Revolucionaria.

Debe señalarse la represión que vivieron durante el mes los periodistas del ICLEP. Cuatro directores de medios comunitarios y un reportero fueron víctimas de arrestos domiciliarios y peligrosas amenazas que hicieron alusión a largas condenas de prisión y pena de muerte, ya que según los oficiales de la Seguridad del Estado, el ejercicio del periodismo independiente puede considerarse como delito de sedición.  También el nuevo equipo de Panorama Pinareño sufrió arrestos, decomisos de medios de producción, citaciones y amenazas de cárcel para impedir la reorganización de este medio.

Durante el mes se produjo otro acto de censura en el ámbito cultural, cuando autoridades estatales presionaron a los dueños del bar Fellini, en La Habana, para suspender la presentación de los raperos contestarios Osvaldo Navarro (NavyProMusic), Soandry del Río (Soandry HDC) y René Díaz (Elokuente).

Además de los reporteros del ICLEP, también fueron víctimas de detenciones los periodistas Yeris Curbelo Aguilera (para impedirle cubrir el juicio a los manifestantes de Caimanera), Agustín López Canino (por convocar a una manifestación pacífica en el Malecón el 20 de mayo), Vladimir Turro Páez (al salir de la sede nacional de las Damas de Blanco) y Carlos Michael Morales Rodríguez, quien después de asistir a una citación policial lo dejaron arrestado y  posteriormente la fiscalía le impuso una medida cautelar de prisión provisional.

Entre los usos abusivos del poder estatal resaltan la multa por el decreto 370 impuesta a Yasser Ravelo Díaz en Guantánamo y la aplicada al periodista José Luis Tan Estrada como condición para liberarlo de una detención arbitraria de varios días en el cuartel de la Seguridad del Estado conocido como Villa Marista, en La Habana. También las represalias tomadas contra prisioneros políticos por realizar denuncias sobre las pésimas condiciones de las cárceles y las arbitrariedades que allí se cometen.

 Una de las dos agresiones registradas en el mes fue contra el preso político del 11J Yoanky Báez Albornoz para impedirle llamar por teléfono y la otra al reportero Carlos Milanés Tejeda, que incluyó la rotura de su teléfono, cuando realizaba un reportaje sobre las deficientes condiciones del hotel Tritón en la capital.

Después de más de dos años de prisión sin ser sometido a juicio, José Luis Boada Valdés fue sancionado a nueve años de privación de libertad por el delito de “propaganda contra el orden constitucional”. La alta sanción, como castigo por pintar carteles antigubernamentales en La Habana, es una muestra de la crudeza con la que el régimen cubano reprime cualquier forma de libertad de expresión.

Sin embargo, en una muestra de cinismo, el presidente designado cubano Miguel Díaz-Canel dijo en una reciente entrevista con el propagandista español Ignacio Ramonet, que en Cuba la opinión “que puede tener alguien que no esté con la Revolución, no se reprime”.

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