La Habana, Cuba - El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) describió como crítica la situación de derechos humanos en Cuba, previo a su cuarto Examen Periódico Universal (EPU).

“Este 2023 Cuba llegará a su cuarto EPU con un mayor deterioro de su situación de derechos humanos, especialmente por los más de mil presos políticos en respuesta a las protestas masivas que se iniciaron el 11 de julio de 2021 y con una gran cantidad de personas forzadas al exilio, principalmente de la cultura y el periodismo independiente”, señala el informe.

Asimismo, la organización espera que en este año sean más de 30 los países que formulen observaciones y recomendaciones con graves señalamientos sobre la situación de derechos humanos, dado que la situación en la nación caribeña ha empeorado.

“Una cuestión que ningún país democrático debería pasar por alto en el próximo EPU de Cuba, es la condena enérgica al discurso de Miguel Díaz-Canel transmitido por los medios oficiales de la Isla para reprimir las protestas masivas y pacíficas que se iniciaron el 11 de julio de 2021, señalando «la orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios»”, expresa el documento.

También recuerda que entre 2009 y 2018 a Cuba se le han señalado graves situaciones de derechos humanos, como la persecución a quienes expresan opiniones diferentes a las del gobierno de partido único, los encarcelamientos por motivos políticos y la ausencia de independencia del Poder Judicial.

Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) han dado cuenta del deterioro de la situación de derechos humanos en la Isla. Precisamente, (HRW) señaló en su último informe anual que “el gobierno cubano continúa reprimiendo el disenso e impidiendo la crítica pública” y recurriendo “sistemáticamente a detenciones arbitrarias de corta y larga duración para hostigar e intimidar a críticos, activistas independientes, artistas, manifestantes y otras personas”.

Mientras, AI recordó que en diciembre del pasado año entró en vigor un nuevo Código Penal, “que podía consolidar las limitaciones a la libertad de expresión y de reunión ya habituales y presentaba un panorama inquietante para periodistas independientes, activistas y cualquier persona crítica con las autoridades”.

Finalmente, CADAL indicó que una forma más efectiva de intervención en el EPU por parte de los países democráticos, es la de señalar y avergonzar a la dictadura. “Esto implica, por un lado, un mensaje de solidaridad al pueblo cubano que aspira a la libertad y muy especialmente a quienes se encuentran injustamente en prisión. Y, por otro lado, desmoralizar a quienes representan y cumplen órdenes del gobierno no democrático de Cuba”.